ARÍN, Francisco

Anarquista español, integra a comienzos del siglo XX la redacción del diario anarquista La Protesta.

Ocho años después de promulgarse la Ley de Residencia (noviembre de 1902), su nombre aparece en los listados de activistas a quienes el gobierno argentino aplicaba la pena de deportación. Acusado en el decreto del 16/12/1910 de extranjero peligroso “no sólo por su conducta actual” sino por “sus antecedentes” según nota elevada por la Jefatura de Policía de la Capital.

El 2 de marzo 1912 reaparece en Buenos Aires, procesado junto a otros dos anarquistas—Hermenegildo Grau Giménez y Lucas P. Salva— porque el artículo “La Ley social” aparecido en un ejemplar del diario anarquista La Protesta contenía “juicios injuriosos” contra el presidente de la nación. Grau Giménez, arrestado cuando distribuía el diario, fue condenado por la Cámara de apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital a tres meses de arresto, Salva (administrador de La Protesta) a un mes y medio y Arín era absuelto por falta de mérito.

Sin embargo, un oficio del 26/03/1912 corroboraba su deportación, informando que había sido embarcado en el vapor Umbria con destino a Barcelona el 21 del mismo mes. Igual suerte corría su compatriota Grau Giménez.

Según una nota aparecida en el magazine ilustrado Fray Mocho, en julio de 1912 Arín vivía en la ciudad de Barcelona junto a su amigo Grau Giménez en una casa de la calle Carasa 4, 3er piso.

El nombre de Arín reaparecía en 1914 en un artículo de La Protesta que recapitulaba las deportaciones de anarquistas llevadas a cabo por el gobierno argentino desde la sanción de la Ley de Residencia (noviembre de 1902). Además de Arín, la redacción de La Protesta había sufrido entre 1902 y 1914 las deportaciones de Roberto D’Angió, Mariano Forcat, Manuel Vázquez, Máximo Suárez, José Maceira, Eduardo G. Gilimón, Antonio Zamboni, Hermenegildo Grau Giménez y Arístides Ceccarelli. Además, según el mismo medio, Grau, Arín y Lucas P. Salva habían sido condenados (cada uno) a 16 meses de prisión, Apolinario Barrera a 18 meses y Teodoro Antillí a 3 años de prisión («Las leyes de represión», en : La Protesta n. 2183, Buenos Aires, 8/3/1914, p. 1.).

Arín se reintegró en su país natal a las filas del anarcosindicalismo. Llegó a ser secretario del Sindicato de la Industria Pesquera y miembro del Consejo Nacional (CN) de la Confederación General del Trabajo (CNT) al sobrevenir la República (al menos desde junio de 1930). Asistió por el CN al III Congreso de la CNT celebrado en Madrid del 11 al 16 de junio de 1931. La CNT no se había reunido públicamente desde 1919. El Comité Nacional que abrió las sesiones estaba compuesto por Ángel Pestaña como secretario general y por Francisco Arín, Progreso Alfarache, Manuel Rivas, Rafael Baldo, Manuel Germán y Ramón Artoneda.

Arin, Ángel Pestaña, Joan Peiró y otros dirigentes de la CNT fueron conocidos como “treintistas” porque en agosto de 1931 firmaron  el “Manifiesto de los Treinta” que sostenía la necesidad de una fase de preparación de algunos años antes del inicio de la revolución social, fase signada por la educación y el ejemplo.