GHIOLDI, Rodolfo

Nace en el seno de una familia socialista, de Manuel Ghioldi, inmigrante italiano, masón y garibaldino, y Luisa Luoni, uruguaya. Su madre era hermana del ebanista de orientación socialista Juan Ángel Luoni, quien influiría en la formación de los tres hermanos: Rodolfo, Américo y Orestes, de quienes se dice que “aprenden a leer en las páginas de La Vanguardia”. En la casa materna de la calle Matheu 991 funciona la Asociación Obrera de Socorros Mutuos durante la trágica semana de mayo de 1910, cuando es asaltado por bandas armadas el histórico local socialista de la calle México 2070. 

Rodolfo egresa de la Escuela Normal “Mariano Acosta” en 1916, ejerciendo como maestro hasta que es cesanteado por su participación en la vida gremial del magisterio y su militancia comunista. Cursa los primeros años del Profesorado de Historia, llegando a colaborar con el historiador Emilio Ravignani en el dictado de clases en la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires). Sus primeros ensayos de interpretación materialista de la historia argentina aparecerán años después en la revista comunista Soviet (Buenos Aires, 1933-35). Ejerce profesionalmente el periodismo en El Telégrafo. Diario de la tarde (Buenos Aires, 1920) y luego en el diario Crítica (Buenos Aires, 1913-1962).

Se aproxima al socialismo cuando tiene apenas trece años, incorporándose primero a las juventudes socialistas y luego, a los 18 años, al Partido Socialista (PS) (11/6/1915). Con otros jóvenes socialistas que animan el ala izquierda partidaria, antimilitarista, internacionalista y revolucionaria, constituye la Juventud Socialista “Amilcare Cipriani”, anexa al Centro de la Sección 8ª que tenía su sede en la calle Mármol 911. Las diversas Juventudes Socialistas resuelven constituirse en una Federación, para lo cual convocan a un congreso constituyente los días 24 y 25 de mayo de 1916 en la sede del Centro Socialista Obrero (CSO) de la calle México 2070. R. Ghioldi es delegado al congreso, en el cual es elegido miembro de la dirección de la nueva Federación. En abril de ese mismo año las juventudes lanzan su propio órgano, Adelante (Buenos Aires, 1916-1918), donde colabora Ghioldi. 

Cuando en el contexto de la Gran Guerra, a principios de 1917, el grupo parlamentario socialista emitió una declaración que implicaba una ruptura de relaciones diplomáticas de la Argentina con Alemania, se abrió un gran debate en el seno del PS que obliga a convocar a un congreso extraordinario. Los grupos que constituyen el “ala izquierda” se oponen a la orientación pro aliada del grupo parlamentario, defendiendo la neutralidad desde una postura internacionalista cercana a la del ala izquierda de la socialdemocracia internacional. Ghioldi es delegado por el Centro de la Sección 8ª de la Capital al III Congreso Extraordinario del PS celebrado en el Salón “Verdi” del barrio porteño de La Boca los días 28 y 29 de abril de 1917, llevando una posición a favor de la neutralidad. Los internacionalistas se impusieron sobre la dirección partidaria, pero tras la maniobra del grupo parlamentario de votar la ruptura de relaciones con Alemania en la Cámara de Diputados y someter luego los hechos consumados al voto general de los afiliados, los disidentes organizaron el “Comité de Defensa de las resoluciones del IIIer. Congreso” (cuyo manifiesto suscribe Ghioldi) y lanzaron, el 5 de agosto de 1917, un periódico propio: La Internacional. Ghioldi integró la Cooperativa de Ediciones que tuvo a su cargo el periódico y en los años subsiguientes una serie de folletos de Lenin y Trotsky sobre la experiencia de edificación soviética (Ediciones La Internacional).

Expulsadas las secciones “internacionalistas” a fines de 1917 en un contexto internacional signado por la Revolución Rusa, se reúnen bajo el liderazgo de José F. Penelón, en un Congreso realizado en Buenos Aires los días 5 y 6 de enero de 1918 que votará la fundación del Partido Socialista Internacional (PSI). Rodolfo Ghioldi no puede asistir al congreso por encontrarse enfermo, pero es políticamente solidario con el mismo y se lo considera miembro fundador. Participa días después del segundo congreso de la Federación de Juventudes Socialistas de los días 19 y 20 de enero de 1918 que adhiere al PSI. Asume en 1918 la dirección del periódico La Internacional, que aparece ahora como órgano del PSI. 

El 11/9/1919 llega a Mendoza dentro de una delegación de la Liga Nacional de Maestros para apoyar la huelga docente que desde julio agita a la provincia. Establece una relación sentimental con Angélica Mendoza, una de las máximas dirigentes del conflicto. 

El 24 de abril de 1920, cuando se inaugura el IIIº Congreso del PSI en la ciudad de Buenos Aires, integra la dirección partidaria. En sus sesiones aparece alineado con Penelón y Victorio Codovilla frente el “ala izquierda” partidaria (“verbalista” según las historia comunista oficial) que rechaza la formulación de un programa mínimo y cuestiona la acción parlamentaria. Presenta en el I Congreso Extraordinario del PSI, reunido en Buenos Aires los días 25 y 26 de diciembre de 1920, el informe principal sobre las llamadas “21 condiciones” para adherir a la III Internacional contenidas en la Circular Zinoviev y solicita su aceptación por unanimidad. En dicho congreso el PSI cambia su denominación por Partido Comunista de la Argentina, sección local de la Tercera Internacional. Fue autor del despacho de minoría sobre la cuestión del programa, siendo aprobado por el congreso el de mayoría que presentó, en nombre del ala izquierda, Tomás Velles. Fue electo secretario general del PC y el primer delegado argentino destinado a Moscú para asistir a un Congreso de la IC. 

Previo paso por Italia, llegó a la URSS el 29 de mayo de 1921. Participó de las deliberaciones del III Congreso de la IC, con voz pero sin voto, llevando también el saludo de los comunistas del Uruguay. Conoció entonces personalmente a Lenin, Trotsky y demás líderes del comunismo internacional. Asistió como delegado de la Federación de las Juventudes Comunistas de Argentina al II Congreso de la Internacional Juvenil Comunista (IJC) (1921) y como delegado del CC de los grupos comunistas sindicales al Congreso de la Profintern (1921). Participó en la sesión del CE de la IC en que se trató la cuestión de la admisión del PC argentino. Días después, (27/8/1921) recibió en Moscú una carta firmada por Jules Humbert-Droz notificándole la decisión del Buró reducido del CE de la IC reunido el día anterior de admitir al PC argentino como sección de la IC. 

De regreso en Buenos Aires, se reúne del 22 al 26 de enero de 1922 el IV° congreso del PC argentino, donde presentó el informe sobre las decisiones del III congreso de la IC. Debatiéndose nuevamente la cuestión del programa, apoya el despacho de la mayoría del Comité Ejecutivo (con Penelón y Codovilla) contra el despacho del “ala izquierda”, que logra nuevamente mayoría en el congreso. Nombrado secretario del Buró de propaganda del Komintern en Sudamérica (1921), contribuyó a constituir los partidos comunistas en el Cono Sur. Viajó en 1922 (y en años subsiguientes) a Montevideo, contribuyendo a constituir el Partido Comunista del Uruguay (PCU). Ese mismo año viajó por primera vez al Brasil para estudiar la situación de los comunistas, contribuyendo en 1922 a la admisión del PCB en la IC. 

En 1923 se casa con la militante de la FJC Carmen Alfaya, con quien tendrá una hija: Susana. 

En 1924 es miembro del CE del PC argentino y un año después del Secretariado Sudamericano de la IC. Viajó al Brasil como delegado de la IC en el PCB (1924) y en 1926 participó en el pleno ampliado del CC del PCU, donde presentó el informe sobre las tareas del partido (1926). Como representante del Secretariado Sudamericano de la IC participó en la preparación del congreso del PC Chileno de 1926, presidiendo varias de sus reuniones. 

En el VI° congreso del PC argentino, reunido los días 25 al 27 de julio de 1924, en que vuelve a discutirse la cuestión programática, es designado miembro de la Comisión de Programa. En octubre de 1925 Ghioldi firma, junto a Codovilla y Penelón, el despacho de mayoría, mientras que los miembros del “ala izquierda”, Angélica Mendoza y Cayetano Oriolo, elaboraron otro por la minoría. Los disidentes, expulsados antes del VII° Congreso (26-28/12/1925), son los “chispistas”, así denominados por editar el periódico La Chispa (Buenos Aires, 1926-1929). Controlada la Liga Antiimperialista por los “chispistas”, la dirección oficial del PC argentino constituirá el “grupo de izquierda” de la Liga Antiimperialista (1927), siendo Ghioldi miembro de su junta directiva. 

En 1927 es enviado nuevamente a Moscú, en el contexto de una nueva crisis partidaria: la que ha conducido a la escisión del PC de la Región Argentina que lidera Penelón. Partió de Buenos Aires el 28 de octubre de 1927 para participar en Moscú en la discusión sobre la crisis argentina y en la elaboración del borrador del telegrama que en diciembre de 1927 dirigió la IC al PC argentino contra la supuesta “actividad fraccional” del grupo penelonista, avalando la dirección de V. Codovilla y R. Ghioldi. Es elegido miembro del Secretariado Sudamericano de la IC después de su reorganización, siendo cooptado en la reuniones celebradas entre el 29 de junio y 2 de julio de 1928 y sustituyendo a Penelón en la dirección de su órgano, La Correspondencia Sudamericana (Buenos Aires, 1926-1930).

Participó como delegado del PC argentino en el VI Congreso del Komintern (1928), en el que fue electo miembro del CE de la IC. En calidad de tal participó en la preparación de la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana realizada en Buenos Aires en junio de 1929. Debía presentar el informe “La lucha antiimperialista y los problemas de táctica de los partidos comunistas de Latinoamérica”, pero no pudo asistir por encontrarse enfermo.

A fines de esta década y comienzos de la siguiente, fue un exponente cabal de la táctica “ultraizquierdista” propia del “tercer período” de la IC, fustigando a través de numerosos artículos y folletos a partidarios de la Reforma Universitaria o de acciones frentistas con socialistas o antiimperialistas. Elegido nuevamente secretario general del PC en 1928, desde la salida de Codovilla de la Argentina tras el golpe militar de septiembre de 1930 y que se extiende por más de una década, asume la jefatura del partido. Es además la principal pluma del periodismo comunista: clausurada La Internacional, de la que fue su director en diversos períodos, en 1932 dirige el diario de la mañana Bandera Roja, hasta su clausura por el gobierno de Agustín P. Justo. 

Viaja otra vez a Moscú en 1932 como delegado del PC argentino al XII Pleno del CE de la IC. Durante la detención de Codovilla en España, es parte de la delegación del CE de la IC que trabaja en el PC de España, colaborando en el periódico Mundo Obrero. Otra vez en Moscú en 1934, abrió en octubre la III conferencia de los PPCC de América del Sur y el Caribe, presentó un informe y pronunció las palabras de clausura. 

Salió de la URSS el 22 de diciembre de 1934 para cumplir, junto con el dirigente alemán Arthur E. Ewert, una misión en Río de Janeiro que le encomendó el Buró Sudamericano de la IC: participar en la organización de la insurrección que en noviembre de 1935 lanzará la Alianza Nacional Libertadora (ANL) contra el gobierno de Getulio Vargas, bajo la dirección del dirigente comunista brasileño Luis Carlos Prestes. Ghioldi conocía a Prestes desde el exilio del líder “tenentista” en Buenos Aires a fines de la década de 1920. Prestes, Ghioldi y Ewert constituyeron un triunvirato clandestino, cuyos seudónimos componían la sigla “GIN”: Garoto, Indio, Negro. Entre tanto, en las sesiones del VII Congreso de la IC (julio-agosto 1935), Ghioldi es postulado a miembro del CE. La rebelión, sin alcanzar las calles, no fue más allá de algunos batallones militares, y la represión del gobierno del Presidente Vargas se volvió contra los organizadores. Ghioldi fue detenido, junto a su esposa Carmen Alfaya, el 23 de enero de 1936, en un vagón de tren que partió de Río de Janeiro rumbo a São Paulo. Sometido a torturas por la policía política de Río, en setiembre de 1936 fue condenado por un tribunal militar a cuatro años y cuatro meses de prisión, que cumple en duras condiciones en la isla de Fernando de Noronha. Desde la Argentina, el PC promueve campañas desde el “Comité Popular pro Libertad de Rodolfo Ghioldi”. Carmen Alfaya permaneció detenida en la Cárcel de Detención de Río hasta el 30 de octubre de 1936. Cuando Ghioldi fue finalmente liberado, una multitud de camaradas lo espera en el puerto de Buenos Aires, donde arriba el 29 de octubre de 1940. 

Aquí vuelve a ponerse al frente de la dirección partidaria, sumándosele Codovilla, que retornará al país en 1941. Participa, en noviembre de ese año, del X congreso del PCA. En abril de 1942 participa, junto a Codovilla, de varios encuentros con Fernando de Lacerda y otros dirigentes del comunismo brasileño para discutir la situación en el PC del Brasil. Desde su regreso al país se desempeña como director del diario comunista La Hora (Buenos Aires, segunda época, 1945-1949), clausurado tras el golpe militar de junio de 1943. En febrero de 1943, en la perspectiva de constituir un frente democrático y antifascista participa, junto a Codovilla y Juan José Real, de una reunión con dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) en la Casa Radical. Detenidos por la policía al salir, Ghioldi es confinado a una cárcel en Río Ceballos, Real en Corrientes y Codovilla en La Pampa. El PC organiza entonces la fuga de Ghioldi, trasladándolo a Montevideo, desde donde editará el periódico Pueblo Argentino (Montevideo, 1943-45), que se ingresa clandestinamente al país. 

Una vez levantado el estado de sitio, el PC es nuevamente legalizado. Ghioldi, de retorno después de dos años de exilio, es el principal orador en el acto celebrado en el Estadio Luna Park el 1º de setiembre de 1945, donde convoca a un frente democrático nacional a radicales, socialistas, demoprogresistas, liberales e incluso conservadores. Al frente de la dirección del relanzado semanario La Hora (Buenos Aires, 1945-1949) y colaborando intensamente con el semanario Orientación (Buenos Aires, 1936-1949), impugnará desde sus páginas la movilización obrera del 17 de octubre de 1945 a favor de la libertad del Cnel. Juan D. Perón. Es uno de los oradores en el acto de celebración del aniversario de la Revolución Rusa realizado a principios de noviembre de 1945, donde vuelve a reclamar a radicales, socialistas y demoprogresistas la creación de una coalición que enfrente a Perón en las elecciones convocadas para febrero de 1946. Integra la mesa de presidencia de la IVª Conferencia partidaria, reunida el 22 de diciembre de 1945, que aprueba la línea de “unión democrática” contra el “naziperonismo”. Concretada la Unión Democrática, Ghioldi encabezará junto a Julio A. Noble la “Lista de la Unidad y la Resistencia” de candidatos a senador por la Capital Federal. 

Derrotada la Unión Democrática, el PC convocó, en agosto de 1946, al XI° congreso partidario, donde Ghioldi tuvo a su cargo el informe sobre el programa. Si bien se proclama públicamente una “autocrítica”, Ghioldi y Codovilla conducirán al PC durante diez años en una línea de irreductible oposición al peronismo. En las elecciones de 1951 es designado candidato a presidente de la nación por el PC, en fórmula que comparte con Alcira de la Peña. En el curso de la campaña electoral, en un mitin realizado en Paraná en octubre de 1951, un grupo nacionalista atenta contra su vida, disparándole un balazo por la espalda. A fines de 1952 y principios de 1953 encabeza la oposición a la política que impulsa Juan José Real de aproximación a las masas peronistas. Desde 1953 hasta 1973, tanto en la legalidad como en la clandestinidad, dirigió el semanario Nuestra Palabra. 

En 1955, tras el golpe militar del 16 de setiembre que inauguró la llamada Revolución Libertadora, es convocado para mantener un diálogo político por el vicepresidente de facto, Almirante Isaac Rojas. En abril de 1957 fue detenido, en el marco de la llamada “Operación Cardenal”, junto a su hermano Orestes, Ricardo Olivari, Emilio Troise, el escritor y dramaturgo Leónidas Barletta y el director de tango Osvaldo Pugliese, siendo trasladados a un barco que funcionaba como “cárcel flotante”. En julio de 1957, junto a Irma Othar y Pedro Tadioli, fue elegido convencional para la Convención reunida en Santa Fe que reformó la Constitución peronista de 1949. 

Tras la revolución cubana de 1959 mantiene tensas relaciones con el PC de ese país por sus críticas a las tácticas de lucha armada. En 1967 publicó en Pravda de Moscú un artículo crítico respecto de Ernesto “Che” Guevara y en Buenos Aires un folleto en que replicaba a “Revolución en la revolución” de Regis Debray titulado “No puede haber una ‘revolución en la revolución’”. 

Desde agosto de 1973 fue director del Centro de Estudios Marxistas del CC del PC argentino. Integrante del CE partidario en la década de 1970 y principios de la siguiente, es uno de los reponsables de la política de conciliación con la dictatura militar (1976-1983), que busca cuestionar la política económica y los “desbordes represivos” del ala militar que llama “pinochetista” y rescatar a una presunta “ala militar democrática”. Según algunos testimonios, habría manifestado internamente desacuerdos con esa línea partidaria, que no han quedado documentados.

Viaja como representante del PC argentino al XIV (1944) y al XV (1950) congresos del PC del Uruguay y preside la delegación del PC argentino al XX (1956) y al XXIV (1971) congresos del PCUS. En 1969 participa en Moscú de la Reunión Internacional de los PPCC. Asiste al coloquio internacional dedicado al 40º aniversario del VII congreso del Komintern (Praga, 1975). Es designado doctor honoris causa del Instituto del Movimiento Obrero Internacional de la Academia de Ciencias de la URSS (1977) y condecorado con las órdenes “Revolución de Octubre” (1972) y “Amistad entre los Pueblos” (1977). 

Sus Escritos, recopilados en 1975-1977 en cuatro tomos, tratan temas muy variados, desde la crítica filosófica hasta cuestiones militares, desde cuestiones de doctrina marxista hasta temas de táctica y propaganda, pasando por la historia argentina, la situación brasileña o el rol la Unión Soviética en el mundo contemporáneo. Sostuvo la tesis de la continuidad histórica de la lucha de los comunistas argentinos de la denominada “Línea de Mayo”, tal como aparece, por ejemplo, en el discurso pronunciado en Villa Devoto, el 11 de abril de 1947, titulado “En defensa de la Revolución de Mayo”.