SILVA, Máximo Lirio

Periodista, poeta y militante ácrata. En noviembre de 1907 participó de la conferencia anti-militarista y anti-parlamentaria organizada por el grupo editor de La Acción Obrera (Montevideo, 1907-1908), en el salón de la Sociedad Arte Uruguayo (Desolladores) de la Villa del Cerro (Montevideo).

Ese mismo año dio a publicidad el poema “¡¡Chicago!!”, dedicado “fraternalmente” al “proletariado consciente”:

“Con la voz potencial que la tormenta / pregona la llegada del estrago, / cuando en truenos coléricos revienta / su polvorín de pirias en amago, / quiero cantar un himno a la memoria / de los héroes benditos de Chicago! /[…]/ Quiero cantar así para que tiemblen / todos los hombres viles de la tierra / que ha de barrer la Acracia con su estrago, / el día que se lancen a la guerra / las turbas miserandas, / a conquistar el mundo para todos / y a vengar los ahorcados en Chicago!”

“¡¡Chicago!!”, en: La Nueva Senda Montevideo,, 11/1907.

Colaborador en el quincenario anarquista El Surco (Montevideo, 1909), publicó en su número 4 el poema homónimo:

“Al tardo paso de la triste yunta / De bueyes hoscos que el labriego guía, / La tierra fértil, con su reja en punta / Rompe el arado con tenaz porfía. / Sigue el paso al sembrador, disyunta, / Porque en su instinto de bondad no fía, / La banda de aves que la siembra junta / En loca fiesta de novelería. / Así en el campo del pensar grandioso, / La dura reja del arado hermoso / Del pensamiento va volcando el suelo; / Mientras un nuevo sembrador arroja, / Sobre los surcos, la simiente roja / Que empapa en luces, al regarla, el cielo”.

«El surco», en: El Surco n° 4, Montevideo, 08/1909.

En la línea de crítica a los convencionalismos sociales, en ese mismo año dio a la imprenta el folleto «Amor», recogiendo el texto de la conferencia dada en el Teatro “Villa
del Cerro” en ocasión de realizarse una velada literario-musical en reconocimiento al periódico local El Iris

“[…] Reconozcamos que, como en la casi totalidad de los actos humanos, la nulidad del verdadero sentimiento del amor, obedece a la ley terrible de las desigualdades sociales, al problema económico; violador de los sentires más bellos que puede crear el cuerpo e idealizar el espíritu”.

«Amor», Montevideo, 1909.

Como orador fue reclamado por diversas organizaciones sociales: tanto en paseos y almuerzos campestres, como en controversias públicas. En abril de 1910 enfrentó a Leoncio Lasso de la Vega y Alberto Macció, durante la polémica organizada por el grupo anarquista “La Nueva Senda” en el Centro Internacional de Estudios Sociales (CIES) de Montevideo, en tomo a la pertinencia de las prácticas comiciales, sosteniendo el principio de la independencia de los trabajadores ante los partidos políticos y, en consecuencia, la abstención electoral.

Integró el grupo que impulsó la salida, a partir del 1° de junio de 1910, de El Combate (Montevideo, 1910) “órgano de los Empleados de Tranvías”. En este medio colaboraron, entre otros, Francisco Corney Plana, César del Pino, Ramón González.