VAZQUEZ LEDESMA (h), Froilán

Periodista y poeta, nacido en el Departamento de Canelones, hijo del homónimo maestro y director de escuela en Sauce y Guadalupe.

Sus inicios como periodista fueron moderados: en febrero de 1905 comenzó a editar en Canelones el semanario La Reforma, dirigiendo su prédica a todas las clases sociales y postulando un apartamiento de la política de partido; en relación con “la clase obrera, representada por los diferentes gremios”. Alertó que en las páginas de su periódico encontraría “un aliado, siempre que se trate de la reglamentación nacional de las horas de trabajo y monto equitativo de los jornales”.

Vinculado a los círculos anarquistas y librepensadores, comenzó a actuar públicamente en mayo de 1908, participando de la conferencia sociológica organizada en el Teatro Colón de Canelones, por el Centro Obrero local. Por ese entonces colaboró en el mensuario Despertar (Montevideo, 1905-1908), editado por la Sociedad de Resistencia Obreros Sastres, y con La Acción Obrera (Montevideo, 1907-1908), que veía la luz en la Villa del Cerro, Montevideo. En sus páginas publicó el poema “Bandera Roja”:

“Yo quiero verla tremolando al viento / En una ostentación de mil prestigios, / Cual si fuera un incendio de prodigios / De guerra, de coraje y ardimiento. / Yo quiero verla en medio al alzamiento / De los pueblos que riegan sus vestigios / Con purpúreo fulgor de gorros frigios, / Cual si fuera el cénit de un sol sangriento / Porque ella es la bandera de los odios / Que se carga de heroicos episodios / Para laurear el alma de la Historia; / Porque ella sabe de la excelsa gloria / Que la Justicia en su regazo emporia / Bajo el puñal de luz de los Harmodios”.

“Bandera Roja”,en: La Acción Obrera, Montevideo.

Embarcado en una prédica anticlerical escasamente sutil, a mediados de 1908 fue acusado de difamación e injuria por un artículo publicado en El Baluarte (de Canelones), en que acusaba a ciertos sacerdotes de ese Departamento, de violar el voto de castidad. Solicitó entonces en la etapa de pruebas la revisación médica de un teniente cura al que imputaba padecer una enfermedad venérea.

En su proselitismo liberal vinculó los temas del mundo del trabajo con acusaciones a la “holganza” de los religiosos (“¿Quién es el enemigo del trabajo, / que enaltece a la humana criatura, / y de ajeno sudor vive a destajo? / El Cura”).

Colaboró con los quincenarios ácratas El Surco (Montevideo, 1909), donde figuraron Manuel Sabino Pazos y Máximo Silva, y La Nueva Senda (Montevideo, 1901-1910), donde colaboraron Mariano Barrajón, Francisco Berri y Virginia Bolten, entre otros y otras.

Convencido de la virtualidad expansiva de sus ideas, dirigió en setiembre de 1909 un llamado a los campesinos: “Tratemos […] de hacer luz intelectual entre los habitantes de nuestra campaña. […] Enseñemos el evangelio ideal de la verdad, que esta es luz y esta, a su vez, redención”.

Ese mismo año publicó en La Paz, el poemario Flores del campo, conteniendo producciones dedicadas preferentemente a militantes sociales y ácratas (Belén de Sárraga, Ángel Falco, Francisco Campos, Marcos Froment, Leoncio Lasso de la Vega, Emilio Frugoni ►, Femando Balmelli, Francisco Corney, Hermio Calabaza), con numerosas alusiones al ideal libertario

“Y ante la inmensa pira / De todos los humanos sufrimientos, / Arrojaré mis cantos / Saturados de heroicas rebeldías, / Para que surjan de los largos llantos / Las largas horas de los libres días!”.

Flores del campo, La Paz, 1909.

En 1915 fue reducido a prisión como resultado de un contencioso penal originado por la confrontación pública a un artículo periodístico, en el que creyó ver una ofensa a “las mujeres de los hogares liberales” cometida por “un alcahuete clerical”. El episodio dio pie a la publicación de un folleto («Desde la Cárcel. Leyes y Jueces»), en el que luego de repudiar al sistema jurídico, exaltó los “beneficios” de la cárcel

“Cuando yo abandone tu regazo, ¡oh, santa y bendita cárcel!, saldré a la calle con los odios y las rabias afiladas […]. Hasta hoy fui víctima… Mañana… ¡Esperemos a que toquen a rebato las campanas de la rebelión y las trágicas asonadas populares, pregonando las misas rojas del mañana!…”.

«Desde la cárcel. Leyes y jueces», Montevideo, 1915.

En 1919 O.M. Bertani le publicó el poemario Mosaico, conteniendo varias producciones de lírica social elaboradas en la década precedente.

En 1923 editó con Jerónimo Scarpa El Viejo Pancho. Revista popular (Montevideo).