SÁRRAGA, Belén de (Valladolid, España, 10/07/1874 – Ciudad de México, México, 09/09/1950).
Maestra, médica, oradora, periodista y propagandista española de orientación librepensadora, feminista y libertaria, de activa participación en Uruguay a principios del siglo XX y luego exiliada en México.
Nace en Valladolid en 1874, primogénita de Vicente de Sárraga Rengel, masón y capitán de infantería español oriundo de Puerto Rico, y de Felisa Hernández Urgón, natural de Valladolid.
Su familia se trasladó a Puerto Rico en 1880, donde Belén estudió la carrera de Magisterio. En 1890 se instala en Barcelona, donde contrae matrimonio con Emilio Ferrero Balaguer. En esta ciudad cursó y concluyó la carrera de Medicina.
Comenzó su actividad proselitista en Valencia, donde fundó en 1895 la Federación de Grupos Femeninos, y dos años más tarde -junto con Ana Carvia- la Asociación General Femenina de Valencia. En la misma ciudad participó en demostraciones a favor de la independencia cubana. Vinculada más tarde a la sociedad malagueña, fundó en dicha provincia una sociedad para defender las reivindicaciones de los campesinos (Sindicato de Obreros del Campo), que llegó a tener veinte mil afiliados. En marzo de 1901 participó de manifestaciones estudiantiles de signo anticlerical e intervino como oradora en el estreno de la obra «Electra», de Benito Pérez Galdós, en el Teatro Cervantes, de Málaga, convertido en acto de reafirmación librepensadora.
Al año siguiente integró el grupo fundador del periódico La Conciencia Libre, y adhirió a la propaganda que entre los asalariados cordobeses desplegaba la organización libertaria “Los Amigos del Progreso”. Militante en el republicanismo federal y la masonería española, su participación en mítines y conferencias le confirió protagonismo antimonárquico y motivó el recelo de las autoridades policiales.
En 1906 llegó a Buenos Aires para participar en el Congreso del Librepensamiento, organizado por la masonería argentina, adquiriendo renombre por su elocuencia y los vínculos que entabló con centros obreros anarquistas y socialistas. En esa oportunidad trabó relación con los delegados de Uruguay, decidiendo extender su prédica a Montevideo, donde dictó una conferencia en el Teatro Solís y motivó el cuestionamiento de los sectores católicos conservadores (“tipo femenino que no acostumbramos conocer por acá, donde la mujer vive en el hogar cultivando las virtudes propias de su recato”).
Radicada en Montevideo, el 8 de abril de 1908 fundó el periódico El Liberal, que dirigió hasta el 29 de abril de 1910, en que abandonó esa responsabilidad “por razones de salud”. En ese órgano de la prensa montevideana colaboraron como redactores Leoncio Lasso de la Vega, Juan Pablo Lavagnini, Aurelio del Hebrón y Juan B. Medina, y como gerente de la empresa Adolfo Vázquez Gómez (a quien Sárraga convenció de asumir la tarea porque “lo exigía la defensa de [sus] comunes principios”). Durante su estancia en Uruguay estrechó vínculos con organizaciones obreras, participando como oradora en las concentraciones que éstas y los centros liberales, anarquistas y socialistas llevaron a cabo en la segunda semana de octubre de 1909 para protestar por el ajusticiamiento de Francisco Ferrer en Barcelona. Cumplió, asimismo, giras de propaganda librepensadora por el Interior del país, en consorcio con militantes libertarios.
Nicasio García Beriso (Sandalio Santos) evocó en su Romance de Don Ambrosio y su tiempo, el pasaje de los predicadores anticlericales por Pando,
en versos no exentos de mordacidad:
“Tiempo de los liberales / y del “Centro Libertario” / cuando venía la Belén / Lasso de la Vega y Falco, / Juan Llorca, Vázquez Ledesma / y hablaba María Collazo, / y al mentar el ‘amor libre’ / se ruborizaba Pando”.
Nicasio García Beriso, «Romance de Don Ambrosio y su tiempo».
En mayo de 1910 encabezó la delegación uruguaya al Congreso Internacional Femenino celebrado en Buenos Aires, donde participaron también, entre muchas otras delegadas, Carolina Muzilli, Juana María Begino, Raquel Messina, Pascuala Cueto, Julieta Lanteri y Alicia Moreau. Fue elegida Presidenta Honoraria e impulsó iniciativas tendientes a la protección de la infancia, el rechazo a las casas de expósitos y a “toda institución que revist[ier]a el carácter caritativo”, y a la instauración del divorcio absoluto.
Emprendió posteriormente una extensa gira de propaganda por América Latina, visitando Cuba, México (donde dictó conferencias en la Casa del Obrero Mundial) y Chile. En este último país permaneció varios meses a principios de 1913, desplegando una intensa actividad como conferencista en Santiago (sobre temas como “Trayectorias humanas”, “La mujer”, “La familia”, “Los pueblos y las congregaciones religiosas”, “La moral”) y recorriendo diversas provincias, llegando hasta Iquique.
En los puntos que visitó durante esta gira procedió a instituir Centros Anticlericales, convertidos en organizaciones desde las que se promovió el laicismo, se denunció la carestía de la vida y los abusos del sistema de las pulperías, y se enfatizó sobre la impostergable emancipación de la mujer. Su presencia en Chile motivó fuertes controversias, que involucraron a la conservadora Liga de las Damas Chilenas (que la calificó de “librepensadora que nos ultraja”) y a la prensa de derecha (que la tildó de “estafadora, divorciada, vieja, fea, prostituta y sin hijos”), tanto como a la Federación de Estudiantes y al diario La Razón (en cuyas páginas se la saludó como “eminente pensadora […], gran maestra de la doctrina de la evolución”).
En 1914 publicó en Lisboa El clericalismo en América, que dedicó “Al Sr. José Batlle y Ordóñez, Presidente de la República Oriental del Uruguay”.
Luego de dos décadas de ausencia regresó a España, donde se había proclamado la República, participando en 1933 en las elecciones para diputados a Cortes, encabezando la candidatura federal por Málaga. Permaneció en la península durante la guerra civil, exiliándose en México tras el triunfo franquista. Allí editó con el concurso de otros librepensadores de la Federación Anticlerical Mexicana la revista Rumbos Nuevos (México, 1925-1928). Integró el Partido Republicano Federal en el exilio y actuó en el Ateneo Pi y Margall de la capital mexicana, donde falleció el 9 de septiembre de 1950.
Tuvo tres hijos con Emilio Ferrero Balaguer: Libertad, Demófilo Dantón y Víctor Volney.
Obra
- Minucias (poesía), Valladolid, 1901.
- Frente a la Iglesia, Montevideo, Orsini Bertani, 1908.
- Conferencias sociológicas y de crítica religiosa, dadas en Santiago de Chile, Santiago de Chile, Victoria, 1913.
- Las conferencias de Doña Belén de Sárraga, Iquique, La Académica, 1913.
- El clericalismo en América, Lisboa, Editorial Lux, 1914.
- La Evolución del pensamiento de los Pueblos y Las Congregaciones religiosas : Conferencias,México, Impr. de «El Automóvil en México», 1915.
- La Iglesia en la política, México, Federación Anticlerical Mexicana, 1923.
- Conferencia sustentada por la eminente oradora : el domingo 4 de mayo de 1924 en el Teatro «Maxim», con motivo del homenaje a Felipe Carrillo Puerto, México, 1924.
- La cuestión religiosa. Discurso pronunciado por la Sra. Belén de Sárraga en la Asamblea Magna de Corporaciones Liberales, verificada en el Teatro Hidalgo el día 21 de Marzo de 1926, México, 1926.
- La Papisa Juana : testimonio histórico contra el origen divino del Papado, Asunción, Impr. C. Zamphirópolos, 1931.
- El vicariato divino. Síntesis de la vida pontificia en sus tres más importantes aspectos: político, moral y económico, Asunción, Impr. C. Zamphirópolos, 1931.
Cómo citar esta entrada: Zubillaga, Carlos (2023), “Sárraga, Belén”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.
Primera edición de la entrada: Carlos Zubillaga, Perfiles en sombra. Aportes a un diccionario biográfico de los orígenes del movimiento sindical en Uruguay (1870-1910), Montevideo, Librería de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2008.