MENDILAHARSU, Julio Raúl

Poeta nacido en Montevideo en 1887, perteneciente a una familia con fuertes vínculos sociales y políticos en el Partido Colorado. Su padre fue el político y diplomático Domingo Mendilaharsu y su madre, María Antonia Netto.

Adolescente aún viajó por Europa, retomando al su país para culminar sus estudios secundarios.

Conmovido por los sucesos revolucionarios de 1905 en Rusia, escribió un soneto titulado “Al mujick”, que fue publicado en el número correspondiente a junio-julio de 1906 en la revista Apolo (Montevideo, 1906-1915), conteniendo reflexiones que más tarde signarían otras producciones suyas en el cauce de la poesía social:

La libertad tu rostro no ilumina / Con sus luces de púrpura esplendente; / ¡Permites enlodar tu triste frente / Que ante el pope y el Czar siempre se inclina! / La ortodoxia te vence y te alucina; / Ignorante, te encuentras impotente, / Para obrar como la ola que rugiente, / Se alza sobre el peñasco y lo domina! / En tu mente, la idea redentora / Con fuerzas que se impone no aletea, / No anhelas contemplar la roja aurora, / Ni aspiras percibir la roja tea, / Que sirva como heraldo a la gran hora / En que el ruso se lance a la pelea!”.

“Al mujick”, en: Apolo, Montevideo, junio-julio 1906.

Nuevamente viajero en el Viejo Continente, publicó en Madrid su libro Como las nubes (1909), y en París Deshojando el silencio (1911).
En la capital española escribió el poema autobiográfico “Dualismo”, en el que expresó sus simpatías libertarias:

Mientras hay armonías de ensueño en tus miradas / Como en un abanico de antaño, en el Trianón, / Que escuchara murmullos de charlas irisadas / Por las frases galantes que bordara un Borbón; / A mis ojos no esmaltan los llantos de baladas / Porque tan sólo cóleras tiene mi corazón; / ¡Yo soy el Caballero de las Nuevas Cruzadas / Que aplaude de los Grave la roja rebelión! / Mientras Chopin y Schumann suspiran en tu piano / Al mágico conjuro de tu artística mano, / Suave lis emigrado de un país sideral; / ¡Yo voy tras los mirajes de radiosa utopía / Para salvar al mundo de su desgracia impía / Al construir los cimientos de sociedad ideal!.

«Dualismo», Como las nubes, Madrid, 1909.

Pérez y Curis ► evaluó entonces el aporte de Mendilaharsu, destacando el perfil social de su lírica:

[…] es un poeta emotivo y a la par revolucionario, pero revolucionario sincero. Sus gestos de rebeldía que tantas voluntades conquistaran en las aulas universitarias no indican pose ni tampoco alardes de odio contra la desigualdad social que hoy existe. Como las nubes refleja sus estados de alma, diversos y contradictorios como los de un poeta que ejerza el noble apostolado de la verdad. Por eso, al lado de una poesía suave y melancólica […] encontraréis las estrofas formidables de un himno a la libertad o de un recio anatema contra las injusticias actuales.

Manuel Pérez y Curtis, en Apolo, Montevideo, 1909.

Instalado en Montevideo, Mendilaharsu fundó y orientó la revista Tabaré (Montevideo, 1914). Dio a las prensas en 1915 tres libros: El alma de mis horas, Franjas tricolores y Ante la victoria. Vinculado al Partido Colorado Riverista, tuvo una breve actividad política en el contexto de las controversias que llevaron a la reforma constitucional de 1917.

Aunque por su extracción social y su formación se mantuvo alejado de los ambientes contestatarios que fueron los propios de los tribunos líricos, Emilio Frugoni ► advirtió los cauces por los que Mendilaharsu se allegó a la poesía social:

Aquí en ‘la cárcel’ de la tierra firme, su instinto de andar y ver y agitarse y luchar con los elementos, derivaba a una curiosidad febril tan pronto por las tendencias y banderías ideológicas en materia social, tan pronto por las corrientes espirituales y filosóficas, deseoso de embrazar un estandarte de lucha y consagrarle el fervor de su juventud apasionada.

Emilio Frugoni, prólogo a Julio Raúl Mendilaharsu, Selección de poesías, Montevideo, M. Garcia, Librería «El Correo», 1926.

Testimonios de esta actitud fueron algunos de sus poemas: “Rebeldía” (1920), “Fraternidad” (1922), publicados póstumamente en el libro Voz de vida, editado en 1923, año de su muerte.

Casado con María Blanco Acevedo, tuvieron un hijo: Carlos.