FERNÁNDEZ PALMEIRO, Víctor José (apodo: El Gallego, Dedo) (Prada, Ayuntamiento de A Veiga/La Vega, Provincia de Orense, Galicia, España, octubre 1945 – Buenos Aires, Argentina, 30/4/1973).
Dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores, luego de la fracción ERP-22 de Agosto, vindicador de los asesinados en Trelew.
Nacido en el seno de una familia de gallegos que viven en el barrio de As Pozas, en el pueblo de Prada, Galicia, que migra a la Argentina a comienzos de la década de 1950. Su padre había sido guardia civil y su madre, Elvira, nacida en la Argentina y ama de casa, era hija de gallegos que habían migrado a la Argentina y retornado posteriormente a Galicia. El matrimonio se instala en Buenos Aires con sus dos hijos (Victor José y Gonzalo) abriendo dos pequeños hoteles: “El Alba” (calles Pasteur y Azcuénaga) y “Monteagudo” (calles Juncal y Azcuénaga). Elvira Palmeiro muere de leucemia a la edad de 33 años.
Víctor trabaja inicialmente como obrero metalúrgico y luego en el frigorífico Swift. Da sus primeros pasos en política a sus 15 años junto a su hermano Gonzalo ingresando en la Federación Juvenil Comunista (FJC), donde desde muy joven se foguea en los enfrentamientos con el grupo nacionalista Tacuara. Al igual que otros jóvenes de su generación asume en la década de 1960 la opción por la lucha armada, vinculándose políticamente con grupos que desarrollan acciones guerrilleras y tienen un origen ideológico marxista. Es así que pasa por la fracción comunista que en 1967 va a dar origen al Partido Comunista Revolucionario (PCR) y más tarde por las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL) antes de incorporarse al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Hasta entonces trabajaba en el gremio de la construcción como yesero, pero a partir de su ingreso al PRT-ERP se consagra a las labores que exige el Comité Miltiar del Partido.
Fernández Palmeiro dirige varias acciones militares, entre ellas el ataque a la Comisaría de Gonnet (Provincia de Buenos Aires) del 12 agosto de 1971, con robo de armamento y uniformes policiales. Apenas unos días después, el 18 de agosto, participa del frustrado intento de secuestro del Teniente General Julio Alsogaray, y es detenido pocos días después.
A principios de 1972 logra fugar del penal de Villa Devoto haciéndose pasar por su hermano Gonzalo Fernández Palmeiro, que había ido a visitarlo a la cárcel y queda preso en su lugar.
Se reincorpora entonces al Comité Militar regional Buenos Aires del ERP. Es uno de los responables de una las acciones más espectaculares de la guerrilla urgana: el asalto al Ba.Na.De. (Banco Nacional de Desarrollo), un edificio cuya bóveda parecía inexpugnable y que se encontraba a escasos metros de la Casa de Gobierno y del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE). La acción fue llevada cabo la noche del sábado 29 de enero de 1972 por un comando encabezado por Osvaldo De Benedetti y Jorge Bellomo.El arquitecto José Miguel País proporcionó la logística necesaria y dos empleados facilitaron los planos internos y la información necesaria para concretar la operación. El comando debió pasar la noche en el subsuelo abriendo a fuerza de sopletes las cajas de seguridad, obteniendo así un botín de 400 millones de pesos, en lo que entonces fue denominado “el robo del siglo”.
El 21 de marzo de 1972 Fernández Palmeiro habría participado del secuestro del empresario italiano Oberdan Sallustro, gerente de la empresa Fiat Concord.
Por entonces, con sus principales jefes políticos presos, la organización en Buenos Aires aparece abocada a una intensa actividad guerrillera que su dirección oscila entre celebrar y fustigar, mientras el ERP ve acrecentar sus filas con la afluencia de nuevos militantes. A medida que el llamado a un Gran Acuerdo Nacional (GAN) por parte del Gral. Alejandro A. Lanusse se hunde ante el crecimiento de la figura de Juan D. Perón como ganador de la pulseada, mientras la lucha de masas y guerrillera no cesa, Fernández Palmeiro, como responsable legal del partido, vislumbra que, ante el previsible aislamiento de los grupos revolucionarios, lo más sensato era ligarse al movimiento peronista y participar de lleno en el proceso electoral.
Paralelamente, Fernández Palmeiro participa de la preparación del operativo de fuga de los militantes y dirigentes presos en el penal de Rawson, junto a Alejandro Ferreyra y Jorge Marcos, los otros miembros del comité militar a cargo. Para julio de 1972 Fernández Palmeiro ha analizado la posibilidad de comprar en Asunción del Paraguay un avión de 30 asientos para la fuga, opción finalmente descartada por la de “tomar” un avión de línea. Fernández Palmeiro acata la decisión sin estar convencido de la viabilidad de esa alternativa.
Aun en las últimas discusiones con miembros de las FAR que participarían en el operativo («Esteban», el responsable, Carlos Goldenberg y Ana Wiessen), se ve obligado a proponer un esquema distinto al que se estaba planificando, con menor participación de gente con vistas a reducir riesgos. El 15 de agosto de 1972 Fernández Palmeiro y Alejandro Ferreyra suben por separado al avión que desde Comodoro Rivadavia debía ir a Buenos Aires con escala en Trelew. Durante la escala, ante la demora de los presos en llegar, Fernández Palmeiro debe informar al piloto que el avión estaba “tomado” por un comando de ERP y FAR, y que debía permanecer con el motor en marcha esperando a los fugados. Luego de la llegada del primer grupo, deciden esperar diez minutos más hasta que dan la orden de volar a Santiago de Chile. Diecinueve presos de las organizaciones armadas ERP, FAR y Montoneros que no alcanzaron el avión fueron sitiados en el Aeropuerto de Trelew y una semana después serían masacrados en la base Almirante Zar, sobreviviendo sólo tres de ellos (episodio conocido como la «Masacre de Trelew»).
Quienes logran escapar, entre los que se halla Fernández Palmeiro, pasan nueve días detenidos en la Dirección de Investigaciones de Santiago de Chile, recibiendo visitas y manifestaciones en su favor, hasta que el presidente Salvador Allende les concede el 23 de agosto el asilo político y un permiso para viajar a Cuba, con el acuerdo previo del gobierno de la isla.
Durante su estadía cubana, mantiene fuertes discusiones con Mario R. Santucho sobre la posición del PRT ante el peronismo y las elecciones en marcha. Ya por entonces madura su proyecto de alejarse de la organización al igual que un sector de la Capital Federal que estrecha vínculos con el peronismo revolucionario. Está en el último grupo que retorna a la Argentina desde La Habana, saliendo a principios de enero de 1973 para iniciar un largo rodeo de regreso que lo lleva por Moscú, Praga y Madrid. En España visita a su padre, con la sospecha de que podía tratarse del último encuentro. Arriba finalmente a Buenos Aires con un pasaporte español falso a nombre de Juan Ontivero Reyes.
La idea de vengar a los caídos en la Masacre de Trelew comienza a obsesionarlo. Junto con Daniel Hopen y el viejo comité militar de Capital del ERP, impulsa una fracción dentro del partido que sostiene un apoyo crítico a la candidatura presidencial de Héctor J. Cámpora y que denominan “ERP-22 de Agosto” en homenaje a los fusilados en Trelew, por lo que a su retorno de Cuba a principios de febrero se ve impedido de reincorporarse a la organización y se suma a la conducción de la fracción.
El 8 de marzo de 1973 hace pública su disidencia dos días antes de las elecciones nacionales que darán el triunfo al FREJULI (Frente Justicialista de Liberación) al secuestrar al propietario del diario Crónica y de Canal 11 de televisión, Héctor Ricardo García, obligándolo a publicar un comunicado de apoyo del ERP-22 de Agosto a la candidatura de Héctor J. Cámpora (internamente la denominaron “Operación Poniatowski”).
Poco después de los comicios de marzo de 1973, el ERP-22 de Agosto realiza otras acciones de propaganda armada de gran repercusión, como la toma del pueblo de Ingeniero Maschwitz, en la Provincia de Buenos Aires llevada a cabo el 21 de abril de 1973.
Manteniendo su meta de vengar la masacre de Trelew, Fernández Palmeiro decide “ajusticiar” al contraalmirante Hermes Quijada, jefe de la Base Almirante Zar durante los fusilamientos (la denominan “Operación Mercurio”). En un operativo llevado a cabo apenas con una moto y un auto de apoyo, el 30 de abril de 1973 concreta su plan disparándole al militar en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Pero al mismo tiempo recibe un tiro en el pulmón por parte del chofer del marino, logrando escapar pero muriendo a las pocas horas en un departamento de Barrio Norte, negándose a acudir a un hospital. Sus últimas palabras fueron: “¡Los vengué!”.
Casado con Irma Nesich, que fue también su compañera de militancia, detenida-desaparecida en 1978.
El músico Andrés Calamaro lo homenajea en unos versos de su tema “22 de Agosto”:
“¡Brindemos por los muertos de Trelew! / Un patético almirante apareció en la televisión / explicando que los malos se habían escapado / y por supuesto, nadie le creyó. / Y algún tiempo después, el marino Hermes Quijada se enteró que la muerte viaja en moto. / El Gallego Fernández Palmeiro, combatiente del ERP 22 de Agosto / era el piloto que lo llenó de plomo, / lo llenó de plomo y se las tomó”.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Fernández Palmeiro, Víctor”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.