BASSOLS GARCÍA, Narciso

Nacido de una familia proveniente de Cataluña por el lado paterno y descendiente del presidente mexicano Sebastián Lerdo de Tejeda. Se casó con Clementina Batalla a quién conoció en sus años de estudiante de derecho. Sostuvo una fugaz vida académica, primero como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria en 1919, luego como profesor de Garantías y Amparo Judicial en 1921 y a partir de 1929 fue Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional. Su breve periodo como director fue el de un intento de modernizar los estudios universitarios, lo cual fue respondido con una huelga estudiantil ante la cual tuvo que renunciar. Su legado, sin embargo, consiste en fundar la Licenciatura en Economía, hasta entonces una disciplina desconocida en México.

Fungió como consultor, teniendo su propio despacho, al inicio de la década de 1920. Sin embargo, pronto se involucró en actividades políticas dentro de numerosos gobiernos revolucionarios, desempeñando tareas de alto nivel, tanto locales como internacionales. Inició esto en 1925 cuando asumió el puesto de gobernador del Estado de México Carlos Riva Palacio, quien le ofreció a Bassols el puesto de Secretario de Gobierno, en el cual permaneció un año. En 1927 entra a la arena nacional cuando el Ministerio de Agricultura del general Plutarco Elías Calles le encarga la redacción de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional. Se publica con el título de Nueva Ley Agraria y representó un vuelco en la concepción del reparto agrario, que hasta ese momento solo consideraba la restitución. La radicalidad de Bassols lo lleva a señalar que hay necesidad de construir nuevas poblaciones y entregar tierra para destruir el latifundio, especialmente a las poblaciones indígenas. La consigna “Toda la tierra, y pronto”, fue lo que caracterizó el pensamiento agrario de Bassols.

En 1931 el presidente Pascual Ortiz Rubio le ofrece la Secretaria de Educación Pública, puesto en el que permanecerá hasta 1933. En lo educativo se encuentra otro de los énfasis y aportes de Bassols. Crea escuelas regionales agrarias con la intención de vincular los aspectos técnicos y productivos con las distintas regiones del país. También impulsa la enseñanza de educación sexual, lo cual genera una gran polémica. Se enfrenta a grupos de profesores y padres de familia y tiene que presentar su renuncia. Antes de ello, contribuye a que la Secretaría financie la película “Redes”, que es musicalizada por Silvestre Revueltas, tratándose de un film que retrata la lucha de clases y la vida de los pescadores.

Elegido como presidente Lázaro Cárdenas es invitado como Secretario de Hacienda. Unos días antes de que este asuma la presidencia ocupó por un breve periodo la Secretaría de Gobernación. Los conflictos entre el nuevo presidente y Plutarco Elías Calles cimbran al país en 1935. Cuando Cárdenas se libera de la tutela del llamado “Jefe Máximo” los ministros asociados a él renuncian, entre ellos Bassols. Cárdenas simpatiza con el mexiquense y le pide que se quede en el gobierno, pero en un gesto de congruencia, este se retira. En su paso durante el gobierno de Cárdenas al frente de Hacienda, Bassols impulsó reformas a las leyes de crédito y del Banco de México, buscó asegurar el pago de contribuyentes que eludían sus obligaciones fiscales, también contribuyó a fortalecer Seguros de México, el Crédito Popular, Petromex y Ferromex. Los estudios sobre el papel de los seguros que serán usados en 1939 con motivo de la expropiación petrolera tuvieron origen en el paso de Bassols por el gobierno.

A partir de 1935 Bassols ya no tendrá un cargo público en el gobierno. Su tarea se desplaza hacia lo internacional. Es nombrado Ministro de México en Inglaterra, papel que combina con su función como representante de México ante la Liga de Naciones. Desde la tribuna internacional arenga contra el fascismo italiano que invade Etiopía. El México de Cárdenas se pone del lado etíope y condena la invasión. En breve regreso a México funda la editorial Revolucionaria para traducir obras de economía, dirige el Departamento Editorial de la Universidad Obrera y escribe en Futuro y Hoy. Comparte con Jesús Silva Herzog y Aníbal Ponce mítines en defensa de la planificación escolar de acuerdo a las necesidades sociales. Al estallar la Guerra Civil en España dirige sus esfuerzos hacia el triunfo republicano, participando como corresponsal de El Popular. Se entrega a la causa de España, país al que viaja en representación de la Confederación de Trabajadores de México. Cuando la república cae es enviado como embajador en Francia, donde promueve el asilo de los derrotados, mediante el Servicio de Evacuación de los Refugiados Españoles.

Vuelve a México con el cambio de gobierno, en 1940. La Revolución Mexicana deja atrás su “primavera” popular y sobre viene una época de lenta pero persistente derechización de la mano de Manuel Ávila Camacho. Polemiza con León Trotsky, quien lo acusa de ser el “autor intelectual” del atentado en su contra. Bajo la consigna de “Unidad Nacional” y “Unidad a toda costa”, las fuerzas de izquierda se mantienen acríticas del giro, pues la preocupación está centrada en que México colabore con la guerra para vencer al fascismo y el nazismo. Pero Bassols, consecuente con sus ideales, no renuncia a la crítica. Funda la Liga de Acción Política junto a Manuel Villaseñor y Manuel Mesa Andraca, entre otros, y en 1941 el semanario Combate. En dicha publicación se expresa una vena crítica de las reformas que atentan contra el legado cardenista, se critica al partido oficial (Partido de la Revolución Mexicana, PRM) en la columna “El P.R.M. cuesta abajo” y los intentos de modificación del código agrario. Bassols y su grupo expresan una posición política internacional minoritaria, pues no sólo atacan a Alemania, Italia y Japón, sino que mantienen una perspectiva anti imperialista, es decir, anti norteamericana. Para Bassols y la Liga no se podía ser anti fascista sin ser anti imperialista. Se lanza una campaña contra Bassols y el semanario deja de publicarse.

En 1943 se presenta como candidato independiente por el pueblo Tacubaya ubicado en la zona poniente de la Ciudad de México, lugar de su última residencia. En 1944 el presidente Ávila Camacho lo nombra embajador ante la Unión Soviética. Ahí entrega la medalla Águila Azteca a Alexandra Kollontai en nombre del gobierno mexicano. A su regreso a México participa de revistas como Política, escribe en periódicos como El Universal, Siempre, Atisbos, Excelsior, Mañana, El Universal Gráfico, El Popular, da conferencias con el Partido Comunista Mexicano (PCM). 

En 1947 hace parte de la Mesa Redonda de los Marxistas Mexicanos y contribuye a la fundación del Partido Popular (PP), momento en el que participa en numerosos mítines por todo el país en su calidad de Vicepresidente. Como miembro del PP y candidato a diputado propone la reforma electoral, particularmente la instauración de un sistema de representación proporcional. Sus diferencias con el líder máximo de este instituto, Vicente Lombardo Toledano, lo llevan a alejarse del partido. Entre 1953 y 1954 fue consejero del presidente Adolfo Ruiz Cortínez, de quien se esperó en ese momento que volvería a llevar a la Revolución Mexicana a su cauce justiciero, lo cual no ocurrió. En esa labor contribuyó con estudios sobre la región de Baja California Sur. La devaluación monetaria que impulsa el presidente golpea a los bolsillos obreros, razón por la cual renuncia.

Sus últimos años de vida se los entrega al Movimiento Mundial de la Paz, organización con la que se vincula desde 1949 cuando contribuye a su fundación. En ese año rechaza la propuesta de ser secretario general de la Comisión Económica para América Latina y encabeza el comité de Defensa de Valentín Campa y Carlos Sánchez Cárdenas. Como miembro del Movimiento Por la Paz viaja a Nueva Delhi en la India y a Colombo en Sri Lanka. En 1954 recibe una condecoración de Etiopía y viaja a Europa Occidental. En 1956 se vuelve presidente del fideicomiso de Diego Rivera. En ese mismo año participa en el Círculo de Estudios Mexicanos, organización que aglutina a intelectuales cercanos al liderazgo del general Lázaro Cárdenas, pero también con fuertes simpatías al comunismo soviético.

En 1958 se le ve como posible candidato de las izquierdas a la presidencia, cuestión que no sucede. Sin embargo, se mantiene activo en el Círculo. Apoya las grandes huelgas del periodo: la de los maestros y la de los ferrocarrileros que fueron las más importantes. En 1959, tras la represión al movimiento ferrocarrilero, evalúa que esos movimientos abren una nueva etapa en la vida política del país. Se une al movimiento por la liberación de los presos políticos. Con 61 años fallece el 24 de julio de 1959, tras un accidente en bicicleta. Recibe homenajes tanto en su funeral, como posteriormente, en los que participan figuras como Wecenslao Roces, Raquel Tibol, Manuel Mesa Andraca, Alonso Aguilar Monteverde, David Alfaro Siqueiros, entre otros.