MARTÍNEZ RAMÍREZ, Alfonso (San Juan Nonualco, Departamento de La Paz, El Salvador, 23¿/02?/1937 – San Salvador, San Salvador, El Salvador, 30/10/2021).
Sastre, miembro del Partido Comunista Salvadoreño (PCS) y Regidor Municipal de San Miguel, El Salvador.
Alfonso Martínez Ramírez nació en San Juan Nonualco, La Paz (El Salvador), en 1937. Su padre José Martínez trabajaba en la Hacienda Escuintla en Zacatecoluca, La Paz; su madre Josefa Ramírez trabajaba en casa. Migró a San Salvador en 1957 para trabajar como sastre en el taller de Francisco Antonio Cativo, hermano del dirigente sindical comunista Felipe Cativo.
Rápidamente se incorporó al Sindicato Nacional de Sastres y participó en la Asamblea de Constitución de la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños (CGTS). En agosto de 1960 el sastre Carlos Marín, compañero de taller y miembro de la dirección departamental, lo juramentó como miembro del Partido Comunista Salvadoreño (PCS).
En febrero de 1961, junto a Miguel Ángel Sáenz Varela, Julio Cesar Castro Belloso, Hugo Martínez, Mario Aguiñada, fue parte de la segunda delegación de salvadoreños enviados por el PCS a China y la Unión Soviética. En su escala por la Ciudad de México, son recibidos por el poeta Ricardo Bogrand.
Asisten por cuatro meses a la Escuela de Cuadros de Beijing, donde también participan cuadros de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Honduras y más paises. Visitan la Gran Muralla China y conocen Hunan, Cantón y Shanghai. Mario Aguiñada aseguraba que al finalizar el curso los miembros de la delegación se tomaron una foto con Mao Tsé Tung y con la dirección del PCCh en la entrada del Palacio de la Paz Celestial.
Al llegar a la URSS los recibe Miguel Kudachkin, jefe de la sección latinoamericana del Departamento Internacional del CC del PCUS. El duro frío moscovita no les impide ver la Plaza Roja, el Mausoleo de Lenin y el Buque Museo militar Aurora, en San Petersburgo. En esa misma semana conocen Praga.
En su regreso vía México, entran clandestinamente a El Salvador por la frontera con Honduras en enero de 1961, pues la represión contra el partido se ha intensificado. Ese mismo año, Alfonso se incorpora a la Columna Obrera del Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR), frente amplio de organizaciones con células armadas dirigido por el PCS, que será disuelto en 1963.
En una jornada de la Escuela Campesina del PCS en la Calle del Agua Caliente (município de Soyapango en El Salvador), Alfonso Martínez es capturado junto a Miguel Mármol, Daniel Castaneda, Raúl Vargas y Fidel Ramírez, hijo de Modesto Ramírez. Todos son expulsados a Guatemala, desde donde parten hacia México. Por orientación del Partido, Alfonso regresa a El Salvador tras mes y medio en busca de refugio en Tapachula, México. Cuadros del Partido Comunista de México (PCM) y luego del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) se encargaron de la logística del regreso de sus camaradas salvadoreños. Alfonso se instala en el municipio salvadoreño de Quezaltepeque, en la casa clínica del médico militante comunista donde funcionaba el Centro de Impresiones del Partido en la clandestinidad.
Para entonces, Alfonso es foco de seguimiento por parte de los cuerpos represivos. El militante comunista Roberto Castellanos Calvo le comunica que la dirección del Partido planea mandarlo a San Miguel, la ciudad más grande el oriente del país. Le ofrece 65 colones por tres meses, pero luego de ese lapso debía arreglárselas por su cuenta. Aceptó. En 1964, Modesto Ramírez lo lleva a la ciudad y lo pone en contacto con los simpatizantes comunistas de la Fabril de Aceites. Un sobreviviente de la masacre de 1932, el obrero panadero Narciso Ramírez, lo recibe en su casa.
Alfonso Martínez buscó darle estructura y organización a una serie de contactos y simpatizantes dispersos por el Oriente. Alfonso ayudó a crear sedes de los sindicatos de panaderos, sastres e incluso del sindicato de trabajadores de radio y televisión. Junto a su camarada Abilio Cruz, viaja por la región visitando municipios como Ciudad Barrios, San Gerardo y San Antonio del Mosco. En el municipio de La Unión conoce a Manuel Reyes y Mario Estrada, dirigentes de la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros.
Organiza reuniones en la mina de San Cristóbal en Santa Rosa de Lima y en la mina de oro de San Sebastián para formar el Sindicato de la Industria Minera.
En las elecciones municipales de 1970 la oposición logró ganar la Alcaldía de San Miguel con un Consejo Municipal de demócratas cristianos y cuadros del Partido Comunista Salvadoreño (PCS). Eran tiempos del régimen militar de Fidel Sánchez Hernández. Alfonso Martínez fue electo como cuarto regidor en la lista encabezada por el Dr. José Fausto Cisneros. En esta lucha jugó un papel central María Guardado (cuyo seudónimo era Lenchita). Su personalidad atraía a la campaña del Dr. Cisneros incluso a simpatizantes del régimen. Alfonso la reclutaría para el partido.
Cuando el Dr. Cisneros viajó a México a la reunión internacional de democristianos en 1971, el sastre Alfonso Martínez fue elegido para dirigir la alcaldía en su ausencia. Por tres meses y en plena dictadura militar, la tercera ciudad más grande del país fue gobernada por un comunista. Su asignación como principal responsable de la ciudad durante esos meses de 1971 no fue casualidad o una formalidad, había una trayectoria que generaba confianza en él. Alfonso mantenía buenas relaciones con los dirigentes locales de la Democracia Cristiana, describiendo al Dr. Cisneros como un hombre de izquierda y antimilitarista.
La victoria municipalista surgió desde el movimiento sindical y comunal miguelense en el que Alfonso Martínez pudo conocer y reclutar nuevos cuadros para el PCS.
El Comité Cívico en Defensa del Agua y las Pilas Públicas organizó la resistencia contra la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) por la destrucción de
los lavaderos públicos en el proceso de nacionalización del agua.
Para entonces como primer regidor en el Concejo Municipal estaba el obrero Rafael Jaime Hernández, directivo de la Confederación General de Sindicatos. En junio de 1971, Rafael ganó reconocimiento por organizar paros laborales en solidaridad con la huelga magisterial de «ANDES (Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños) 21 de junio».
Alfonso ofreció su salario al Partido, la dirección le sugirió que diera los 1,500 colones a la Federación Unitaria Sindical Salvadoreña. Así lo hizo.
Junto a Rafael Jaime Hernández buscó al que en ese momento era el obispo de San Miguel, Óscar Arnulfo Romero. Romero los escucha y está de acuerdo con los proyectos sociales que los regidores le presentan. Los pone en contacto con un joven cura llamado Miguel Ventura.
Esta experiencia municipalista no pudo escapar a la tragedia. La Democracia Cristiana, la Socialdemocracia y el Partido Comunista Salvadoreño, a través de la Unión Democrática Nacionalista (UDN), crean la Unión Nacional Opositora (UNO), un frente electoral para disputar la presidencia a la dictadura en 1972. La historia es conocida. Con el fraude electoral y el golpe militar fallido del Coronel Benjamín Mejía, la represión alcanza también a la Alcaldía de San Miguel. La Guardia Nacional captura en El Tránsito a Rafael Jaime Hernández. Lo torturan y fusilan en una noche de marzo. Alfonso aseguraba haberlo reclutado, decía que Rafael había firmado su solicitud para ser miembro del Partido antes de ser asesinado.
Tras diez años en la ciudad, en 1974 Alfonso tiene que abandonar San Miguel. Rafael Aguiñada Carranza lo busca con urgencia para informarle que su vida y la de su familia está en riesgo. Alfonso regresa a San Salvador. Dos semanas después, el Dr. Cisneros es asesinado. Lenchita (María Guardado) fue capturada y torturada en 1980, luego de lo cual logra salir hacia Los Ángeles, Estados Unidos, llevando su testimonio de vida a iglesias y universidades.
En San Salvador, Alfonso siguió en el trabajo sindical del PCS. Se ubica en una casa en la colonia La Rábida, San Salvador, donde antes había vivido Oscar Gilberto Martínez, sindicalista asesinado el 1 de marzo de 1968 mientras apoyaba la huelga de ANDES 21 de junio.
Se reincorpora entonces Sindicato de Sastres, que pertenecía a la Federación Sindical de Trabajadores de la Industria Alimenticia, Textiles y Conexos de El Salvador (FESTIAVTSCES). En 1975, en el marco de una reorganización del movimiento obrero dirigido por el PCS, ocupa la Secretaría General de la Federación. También es incorporado a la Comisión Sindical del Partido, compuesta también por Adán Chicas (autodenominado recientemente como “veterano del FMLN) y Salvador Sánchez Hidalgo.
Participa en la marcha masiva del 22 de enero de 1980 como parte del movimiento sindical. Logra escapar la represión de la marcha.
En noviembre de ese mismo año asiste a la Conferencia Sindical en Quito, Ecuador, convocada por la Federación Sindical Mundial (FSM) como representante de la FESTIAVTSCES, en una delegación unitaria compuesta por Jorge Mendoza, representante de, la Federación Unitaria Sindical Salvadoreña (FUSS), Alfredo Vives, del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISSS), José Sánchez, de la Federación Sindical Revolucionaria (FSR), y Alejandro Molina Lara, de la Federación Nacional de Sindical de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS). La delegación tenía el objetivo de recaudar y organizar formas de solidaridad para la Ofensiva General, primera ofensiva militar del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), lanzada el 10 de enero de 1981.
La delegación va de Ecuador a Perú, luego a Bolivia, Colombia, Panamá y Costa Rica, donde inician gestiones para regresar a El Salvador, pero finalmente se quedaron en Managua, Nicaragua, para la Ofensiva General.
Tras el resultado adverso de la ofensiva, la delegación se traslada a la Ciudad de México. Crean allí el Comité de Unidad Sindical (CUS). Algunos deciden volver. Alfredo Vives del STISSS regresó a El Salvador pero fue capturado y desaparecido. José Sánchez de la FSR fue desaparecido en Guatemala. Organizan campañas de solidaridad entre los sindicatos de electricistas y telefonistas. También en Canadá y Estados Unidos. Alfonso Martínez recordaba que el cónsul estadounidense les decía que únicamente les otorgaba la visa para aplacar las demandas del Sindicato Internacional de Estibadores y Bodegas, que tenía a senadores y congresistas llamando al Departamento del Estado pidiendo las visas. Con una visado de 30 días, visitaron San Francisco, donde agradecieron a la Sede n° 10 del Sindicato de estibadores por su apoyo. Pasaron por Los Ángeles y luego por Chicago.
Luego viajaron a Europa. Pasan por Amsterdam y otras ciudades de Holanda, bajo la guía de Pedro de Francy y Josefina Finder. En París, Francia, son recibidos por la sindicalista Helene Beaumont.
Aunque el responsable del PCS en la Ciudad de México, Raúl Vargas, insiste a Alfonso Martínez de ser el referente sindical del FMLN en Europa, este ultimo busca la manera de incorporarse al frente de guerra. En 1983, la dirección del Partido autorizó su regreso, no sin antes trasladar a su esposa Zoila Romero y tres hijos a México. Alfonso Martínez se unió a las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), brazo armado del PCS.
Alfonso Martínez es asignado al frente de guerra en el cerro de Guazapa, San Salvador. En el campamento de las FAL lo recibe Dagoberto Sosa (seudónimo: “Lucio Rivera”).
Tras un mes en el campamento, el Partido decide que la experiencia sindical de Alfonso Martínez es más útil en San Salvador, reorganizando el movimiento sindical clandestino para recuperar su legalidad.
Mientras se abría la posibilidad de la salida negociada a la guerra, el PCS toma la iniciativa de reorganizar abiertamente la UDN. Se le asigna a Mario Aguiñada Carranza este proceso, así como a un grupo de militantes entre los que estaban Aronette De Zamora, Raúl García-Prieto, Luis Gálvez, Vinicio Peñate, Mayra Navarrete, Sonia Vivas, Fernando Chamorro y más.
Mario Aguiñada y Schafik Handal mantuvieron desacuerdos sobre el rumbo de la UDN y sobre la relación con el PCS mientras la negociación para acabar la guerra iba avanzando, al punto de llegar una “separación amistosa”, como le llamaron dentro del PCS. Alfonso Martínez se quedó en el PCS pero recordaba con cariño a sus amigos de la UDN.
Después de los Acuerdos de Paz, el PCS y el resto de las organizaciones que conformaban el FMLN acordaron desintegrar sus estructuras para llevar un proceso de unidad, ahora como partido político legal y abierto.
Alfonso Martínez militó en la posguerra principalmente en los municipios de San Salvador organizando comités de base y apoyando las campañas electorales del FMLN. En el 2008 es parte de la creación de la Coordinadora Intergremial Rafael Aguiñada Carranza (CIRAC), donde militó decididamente por muchos años.
El 30 de octubre del 2021 falleció por complicaciones causadas por la COVID-19.
Cómo citar esta entrada: López Pérez, Jaime Mauricio y Pineda, Roberto (2022), “Martínez Ramírez, Alfonso”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.