DURÁN CANO, Ricardo (seudónimo: Juan de Afuera) (Montevideo, Uruguay 20/10/1900 – Montevideo, Uruguay 04/09/1973)
Periodista, ensayista y dirigente del socialismo uruguayo.
Nació en Montevideo el 20 de octubre de 1900. Fue obrero gráfico, empleado de comercio, administrativo en el Parque Hotel cuando era de gestión privada y funcionario público en la Caja de Jubilaciones. Mantuvo una actividad artesanal paralela a su empleo público, realizando el tratamiento final de miel producida por apiarios de Salto. Estuvo marcado por una gran sobriedad en su estilo de vida.
Se acercó al socialismo en 1912 cuando llegó casualmente a un acto público en el que los socialistas uruguayos, con Emilio Frugoni a la cabeza, recibieron en Montevideo al líder socialista francés Jean Jaurès. Desde ese momento su interés político fue cada vez más intenso y su incorporación al Partido Socialista Uruguayo (PSU) fue muy rápida.
Los años fueron muy propicios para un compromiso intenso. El socialismo uruguayo apoyó la Revolución rusa (una actitud distinta a la del PS argentino que mantuvo importantes reservas hacia ese acontecimiento, además de adjudicarle un carácter excepcional y que no modificaba las líneas de acción partidarias). Los socialistas uruguayos adhirieron entusiastamente al nuevo estado soviético y a la Tercera Internacional. El distanciamiento del núcleo dirigente del PS se dio a partir de las 21 condiciones que la Internacional Comunista imponía a los partidos simpatizantes y adherentes. La inmensa mayoría del partido aceptó las exigencias de la Internacional naciente y el PSU pasó a ser el Partido Comunista del Uruguay (PCU). Durán Cano se sumó al rechazo de éstas, propiciado por Frugoni. Esta posición apenas reunió al diez por ciento de los militantes socialistas, lo cual implicó un dificultoso proceso de reconstrucción en el cual Durán Cano puso su mayor esfuerzo personal.
El PS reconstruyó sus vínculos con el movimiento obrero y siguió actuando (y compitiendo) con la tradición anarquista y la intensa militancia comunista. Los años treinta encontraron a Ricardo Durán Cano ingresando a la administración pública y formando su propia familia. Su casamiento fue el 14 de marzo de 1936 y sus hijos, Ariel y Perla nacieron un 10 de marzo pero en distintos años (1937 y 1941). El Uruguay se incorporó en 1932 a la seguidilla de golpes regionales disparados por la crisis mundial de 1929-30. Fue un momento personal que requirió delicados y difíciles equilibrios en su vida personal. La actividad en el movimiento obrero, la dictadura de Terra y sus modales semi-fascistas, las divisiones de los partidos tradicionales en torno a qué política adoptar frente al golpe, los intentos insurreccionales civiles en los que los militares faltaban a la cita y, finalmente, la salida acordada mediante la dictadura “amable” del general Baldomir marcaron unos años intensos en la vida política uruguaya. Los años treinta uruguayos también estuvieron marcados por el compromiso anti-fascista. Durán Cano participó del Comité de Lucha contra el Eje junto a sectores colorados y del Partido Nacional Independiente (antiherreristas) y dirigió su audición radial junto al escritor Juan Edmundo Miller. También participó del apoyo a la segunda República española y estuvo en la organización del masivo acto realizado en el Estadio Centenario en enero de 1939, que tuvo como orador principal al socialista español Indalecio Prieto.
La vida de Durán Cano y su familia era muy austera en esos años. Vivían en una casa alquilada en La Comercial, en ese momento una zona de extracción obrera. Recién en diciembre de 1946 pudieron adquirir una casa propia en la zona de Plaza de los Olímpicos, en Malvín Nuevo, lugar en el que residiría hasta el fin de su vida.
Después de la Segunda guerra mundial y el establecimiento de la Guerra fría, el PSU acompañó las posturas pro-occidentales y anticomunistas mayoritarias en la socialdemocracia internacional. En relación a esto Durán Cano participó en actividades organizadas por la Fundación Ebert, el Instituto Interamericano de Educación Política (IIEP, Costa Rica) y el Instituto Interamericano de Estudios Sindicales (IIES, México). Asimismo, tuvo estrecho contacto con Víctor Alba, director del Centro de Estudios y Documentación Sociales (CEDS, México). También participó en la enseñanza de la organización cooperativista en distintas ciudades de Uruguay así como en Argentina, Chile, Ecuador y México. El sesgo cooperativista mostraba la influencia que tuvo el socialismo argentino en su pensamiento. Probablemente haya sido el más “argentino” de los socialistas uruguayos.
En su nuevo barrio fundó y dirigió el Centro socialista “León Blum”, que se encontraba en la avenida Rivera y Donizetti (Montevideo). Este local tuvo una intensa vida política y social. Las actividades eran variadas y se centraban en buscar apoyo a los conflictos laborales y organizar conferencias sobre temas políticos y culturales pero también incluían reuniones de tipo social (especialmente las veladas de fin de año) o pintar murales con motivos de lucha para la decoración del local. Al León Blum concurría un grupo fijo de unos treinta militantes. Entre ellos estaban los hermanos Rodríguez (César y el Nene, obreros de “Cristalerías del Uruguay”, estructura laboral que se hallaba a dos cuadras), el doctor Severino, la escritora Angélica Plaza, Júpiter Mansilla (artesano y ex boxeador), la familia Ciompi (artesanos en madera), el dibujante de planos de apellido Argimón y su esposa Itté, el escritor mundialmente conocido Eduardo Galeano y Andrés Cultelli (posteriormente fundador e importante dirigente del MLN Tupamaros, cuyo hijo Alfredo fue asesinado por la policía a posteriori de la toma de Pando en 1969 y, él mismo, estuvo más de cuatro años preso en Argentina).
Esta época estuvo caracterizada por una tendencia ascensional de la vida económica y social del Uruguay. El mercado interno, sin alcanzar la densidad de la Argentina, pasó por su momento más próspero y vigoroso. La vida de las mayorías mejoraba y parecía que esto iba a ser permanente. A partir del tramo final de los años cincuenta la vida de las clases populares y parte grande de las capas medias iniciarían una etapa de intensa caída que solamente pudo revertirse parcialmente a mediados de los años noventa y de manera más firme hacia 2006. El país entró en una crisis económica crónica y la emigración aumentó en una medida nunca vista a fines de los años sesenta.
En 1958 participó como observador del congreso del PS de la Argentina que terminó con la ruptura entre PS Argentino y PS Democrático. Su postura personal estaba más cercana a los que formaron el PSD pero su actuación intentó ser conciliadora y propició mantener la unidad. Por bastante tiempo mantuvo correspondencia y relaciones políticas con ambos grupos. Posteriormente consolidó su relación con el PSD de Américo Ghioldi. En parte, también esto se dio debido al fallecimiento de casi toda la vieja guardia socialista que formó el PSA (Alfredo Palacios, Emilio Carreira, Ramón Muñiz, etc) en la década del sesenta mientras que Américo Ghioldi, Esteban Rondanina y Juan Antonio Solari tuvieron una vida que se prolongó hasta fines de los setenta y principios de los ochenta (o más aún, como en el caso de Luis Pan).
Colaboró regularmente en El Sol, el órgano del PSU, en el Boletín Latinoamericano de la Internacional Socialista que dirigía Humberto Maiztegui y en numerosas publicaciones del socialismo uruguayo y latinoamericano.
La crisis socio-económica uruguaya y el impacto de la Revolución cubana (1959) produjeron una pérdida de influencia de la conducción de Emilio Frugoni. Unos años antes se había se había escindido un importante grupo ligado a la acción sindical, la Asociación Socialista Obrera, que acusaba al PS de haber abandonado la lucha por un partido de clase. Otro sector, que buscaba entroncar al viejo partido con una búsqueda nacional-popular del socialismo avanzaba con Vivian Trías a la cabeza. A principios de los sesenta este sector dejó en minoría a Frugoni pero el fracaso electoral al que llevó al PS en las elecciones de 1962, que dejó al partido sin representación parlamentaria, abrió una gran crisis interna. De allí se producirá el alejamiento de Frugoni, la escisión de un grupo de la juventud que formó el Movimiento de Unificación Socialista Proletaria (MUSP) y también los primeros núcleos de la guerrilla tupamara (aunque éstos mantendrían, por su carácter clandestino, una militancia paralela). A fines de los sesenta se irá un contingente de más de doscientos militantes que se integrarán al Partido Comunista. El PSU perdía cada vez más influencia política.
En las elecciones de 1962 Durán Cano no vota la lista 4190, que era la de la coalición apoyada por el PSU, sino que hace junto a su círculo de allegados un voto programático con una hoja cuyo encabezado proclamaba en verde la denominación Socialismo Auténtico y agregaba en letra chica la siguiente fórmula: “Voto por la defensa y realización de los siguientes principios y postulados que reafirman la existencia del Partido socialista con fundamentos doctrinarios democráticos”. Se agregaba en el cuerpo del texto un conjunto de reivindicaciones políticas, económicas y sociales.
En ese contexto de radicalización, Ricardo Durán Cano fue separado del PSU por un tribunal de disciplina y poco después el Centro “León Blum” fue ocupado por la fuerza por un grupo de la juventud del PS mayoritario. Acompañó la salida de Emilio Frugoni del PSU y, ya jubilado, trabajó intensamente al lado del anciano dirigente. En las elecciones de 1966 acompañó la postulación de Frugoni al Senado por la lista 3000 del Movimiento Socialista, ya diferenciada del PSU y su tradicional lista 90. El tronco frugonista no renunciaba a la denominación Partido Socialista. Solamente le agregaban entre paréntesis la nueva denominación Movimiento Socialista.
En medio de un Uruguay dominado por la crisis, después de la muerte del presidente Oscar Gestido, su sucesor Jorge Pacheco Areco instala una dictadura constitucional que vuelve permanentes las medidas de excepción sin necesidad de dar un golpe de estado. Varios partidos de izquierda, incluido el PSU, fueron ilegalizados. Esto amplifica la base de apoyo de la inicialmente pequeña guerrilla tupamara, incluyendo a la mayoría de los militantes del Movimiento Socialista. Frugoni muere a fines de agosto de 1969. En esa situación muy crítica, Ricardo Durán Cano funda la Agrupación Socialismo Auténtico. Unos años antes publicaba un pequeño diario llamado Orientación, que se convertiría en el vocero del Socialismo Auténtico. Los rasgos predominantes de su prédica eran la defensa de Emilio Frugoni y la trayectoria del PS desde su fundación hasta fines de los años cincuenta, la postulación de la democracia política como única vía al socialismo (de lo cual se derivaba un fuerte anticomunismo y una oposición a la izquierda insurreccional) y también una permanente referencia a las reivindicaciones materiales de la población trabajadora en materia de salarios, jubilaciones, vivienda, legislación laboral, reforma agraria, etc.
Con ciertas dudas, debidas a la hegemonía política del poderoso Partido Comunista uruguayo (PCU), apoya la creación del Frente Amplio (FA). Priorizó la clara defensa del estado de derecho que hizo la mayoría del Frente Amplio oponiéndose a la dictadura de hecho que ejercía el pachequismo y a que en el programa del naciente frente se planteaba una serie de medidas económicas y sociales que se hacían cargo de la crisis nacional y podían darle una salida positiva. Dentro de la coalición, Durán Cano apoyó una lista que formaba parte del ala moderada del Frente: la lista 77 del Movimiento Independiente 7 de Octubre (fecha del manifiesto a partir del cual se formó el FA) que postulaba como diputado al maestro Julio Castro (secretario de redacción del semanario Marcha, desaparecido durante la dictadura). El Movimiento Socialista había adherido también al FA pero su política era seguir la orientación del Movimiento de Independientes 26 de Marzo, colateral tupamara en el Frente Amplio (la fecha hace referencia al primer acto público del FA).
Sus años finales coincidieron con la liquidación de los restos de la democracia uruguaya. Las FFAA dieron el primer asalto al poder en febrero de 1973, estableciendo el co-gobierno con Bordaberry y el 27 de junio disolvieron las cámaras e instauraron la dictadura abierta. El golpe uruguayo fue el único que tuvo una manifestación de resistencia significativa, con la huelga general que la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) mantuvo durante 15 días. Ricardo Durán Cano casi no mantenía actividad política en ese momento, salvo con un exiguo grupo de allegados. Su actividad de esos años estuvo centrada en terminar sus escritos y libros, principalmente “Testimonio de una conducta”, en el que llevaba a cabo una revisión biográfica y bibliográfica de Emilio Frugoni y Hombres y libros de América, dedicado a recopilar semblanzas históricas de personalidades políticas y notas bibliográficas. La perspectiva de un largo período autoritario, como el que efectivamente se vivió, tiñó de amargura sus últimos años. El trato con sus familiares más directos constituyó su principal ámbito de afecto y amor. Falleció el 4 de setiembre de 1973 en un sanatorio de la mutualista La Fraternidad y, de acuerdo a sus deseos, fue cremado y sus cenizas esparcidas en el río Uruguay.
Su fondo de archivo se encuentra depositado en el CeDInCI. [link al fondo]
Obra
- “Presente y futuro de las jubilaciones obreras”, Montevideo, Afirmación, Montevideo, 1943 (con el seudónimo de Juan de Afuera).
- “Juan B. Justo, arquetipo socialista”, Montevideo, Apartado de El Sol, 1946 (con el seudónimo de Juan de Afuera).
- “Pensamiento y acción de Emilio Frugoni”, Montevideo, 1950.
- “Aurelio V. Geronazzo, una autoridad moral en el solar salteño”, Montevideo, 1950.
- “Seguro social integral”, Montevideo, 1957.
- “Algunos conceptos fundamentales de Teoría y práctica de la historia de Juan B. Justo”, Montevideo, Apartado del Boletín Latinoamericano de la Internacional Socialista, 1959.
- “Defensa de una conducta y de una militancia partidaria. Documentos y testimonios contra la dirección de una organización política que se desfibra, pierde esencia doctrinaria y rumbo ideológico”, Montevideo, 1961.
- Testimonio de una conducta, Montevideo, Afirmación, 1970.
- Hombres y libros de América, Buenos Aires, Libera, 1975 (publicación póstuma).
Cómo citar esta entrada: Sosa Días, Alejandro (2020), “Durán Cano, Ricardo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org