POZZEBON, Sigfredo

Sigfredo Pozzebón nació en Brasil, pero se radicó en Cañada de Gómez, en la Provincia de Santa Fe, pocos kilómetros al oeste de Rosario, naturalizándose argentino. Trabajador feroviario, fue uno de los fundadores del Partido Socialista Internacional (PSI) en esa localidad santafesina a comienzos de 1920, cuando casi toda la Sección Socialista de esa localidad, liderada por Francisco Muñoz Diez, votó por romper con el Partido Socialista, integrarse al nuevo partido y adherir a la Tercera Internacional. El local del PSI (luego Partido Comunista) de Cañada de Gómez se encontraba en la calle Lavalle 1258. 

En junio de 1921, Pozzebón aparece formando parte, junto a Héctor Barbieri, Francisco Mónaco, Alejandro Onofrio y Sitomirasky, de la Juventud Comunista de la ciudad, cuyo secretario sería Onofrio. Integra el Comité de Sindicatos Circunvecinos a Cañada de Gómez y la Federación Obrera Ferroviaria. Desde principios de 1921 predica dentro del gremio ferroviario la adhesión a la Internacional Sindical Roja. En 1922, los ferroviarios comunistas organizan una importante lucha para que la empresa Ferrocarril Central Argentino (FCCA) respete el escalafón establecido por los trabajadores. Para ello impulsan el trabajo a reglamento en todas las secciones del FCCA del sur de Santa Fe.

Su hermano Demetrio Pozzebón, albañil y militante comunista como su hermano, murió en un accidente mientras trabajaba en una obra en construcción en Rosario: trastabilló, cayendo por la fosa del ascensor.

Sigfredo Pozzebón fue uno de los tantos comunistas detenidos tras el golpe militar de septiembre de 1930. Junto a otros dirigentes detenidos, el Partido Comunista lo postuló como candidato a diputado nacional para las elecciones de noviembre de ese año, presentándolo del siguiente modo: “Sigfredo Pozzebón, obrero ferroviario, preso en la cárcel de Rosario”. Beneficiándose de la gobernación del demócrata progresista Luciano Molinas, el PC gozó en Santa Fe de una legalidad sin parangón con el resto de las provincias argentinas. Eso le permitió desarrollar desde 1928 una compaña electoral bajo la consigna “Por una voz obrera en el Concejo”. Pozzebón fue elegido concejal por la ciudad de Rosario para el período: 1929-1933, junto a Juan Segundo Audano. Los concejales comunistas, “desde sus bancas, denunciaron a las empresas transnacionales de servicios públicos –transporte y electricidad, entre otras– a cumplir sus contratos y a mejorar sus prestaciones. También se esforzaron por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores” (Suárez, 2000). 

En julio de 1932 Pozzebón es postulado por el PC en las elecciones provinciales de Santa Fe para cubrir vacancias, obteniendo 1829 votos (el 0,60 del padrón electoral).

Pozzebón fue nuevamente elegido para el período 1933-1935 junto al obrero gráfico Francisco Mónaco. Participaron de la Convención

Constituyente Municipal que presentó un Proyecto de Carta Orgánica de la Municipalidad de Rosario “que proponía un régimen municipal fundado en soviets de obreros y campesinos” (Pla, 2000, p. 78). Mónaco y Pozzebón denunciaron en un folleto a la empresa de servicio eléctrico SER por su mala gestión, sus altas tasas y su comportamiento frente a sus trabajadores. En el marco de la severa represión sufrida por los dirigentes comunistas entre 1933 y 1934, Mónaco fue detenido. Pozzebón abogó desde el Concejo por la libertad de su compañero: definió al Partido Demócrata Progresista como partido de la “feudalburguesía argentina” y como “reaccionario” por su programa “de detener, de secuestrar y maltratar en todo sentido al proletariado, y de hambrear a la clase trabajadora” y por permitir la detención en Buenos Aires del “compañero Monaco electo a convencional, que hace diez meses está detenido y que ahora se le traslada a Ushuaia” (cit. en Suárez, 2000). Su alegato logró por decisión unánime que se enviara una delegación de ediles a Buenos Aires (que él mismo integró) para a gestionar su libertad ante el gobierno nacional, gestión que se coronó con éxito.

Fue una de las figuras que impulsó la huelga general santafesina que tuvo lugar entre el 30 de septiembre y los primeros días de octubre de 1935, con epicentro en la ciudad de Rosario. Fue uno de los oradores que, desde las puertas de la empresa Ferrocarril Central Argentino, convocó a la huelga general (Iñigo Carrera, 2016, p. 227).

A fines de 1935 esgrimiento la  Ley de Residencia, el gobierno argentino interrumpe los mandatos de Audano y Pozzebón, les quita la ciudadanía argentina y los condena a la deportación. Según denunció la prensa comunista, a Audano lo detuvieron tras ser invitado a una comisaría a “dialogar” con las autoridades. Posteriormente, lo raptaron, lo llevaron a San Nicolás y luego lo deportaron a la Italia fascista. Allí, más tarde se convirtió en un líder partisano antifascista y dirigente sindical. Pozzebón se refugia en Montevideo. Viaja a España durante la Guerra Civil Española. Si bien su nombre está registrado entre los argentinos que viajaron a apoyar la causa republicana, no está en lista de repatriación debido a que le habían retirado la nacionalidad. No hay constancia documental de sus tareas durante la guerra, ignorándose si combatió o si estuvo ocupado en tareas políticas. Su nombre aparece en un pedido de informes sobre varios militantes comunistas argentinos que viajaron como voluntarios a España, dirigido el 29 de junio de 1938 al “Comisario Carlos” y conservado en los archivos estatales de Moscú (RGASPI). El “Comisario Carlos” responde que no sabía que Pozzebón estuviera en España.

A fines de 1938 está otra vez en Argentina, integrado junto a los otros ferroviarios comunistas, en la Unión Ferroviaria, que a su vez forma parte de la Confederación General del Trabajo (CGT). Colabora con artículos sobre temas gremiales en el periódico partidario Orientación.