GARAY, Samuel (sin más datos de nacimiento y muerte).
Obrero panadero oriundo de España y de orientación anarquista, activo en el movimiento obrero argentino a comienzos del siglo XX, preso gremial en 1902 y condenado en 1903 a deportación por aplicación de la Ley de Residencia.
En noviembre de 1899 trabajaba en la Panadería Sportmen, apareciendo desde entonces como uno de los suscriptores voluntarios de El Obrero Panadero, el vocero de la Sociedad de Obreros Panaderos.
A comienzos de 1902 estaba activo en la Sociedad de Panaderos cuando se declaró el boicot a la panadería “La Princesa” de la Av. San Juan 3136, ciudad de Buenos Aires, por la resistencia de sus dueños a permitir la agremiación de sus trabajadores. El 8 de febrero fueron detenidos el secretario de la Sociedad Francisco Berri y el gerente Juan Calvo por impulsar el boicot, bajo la acusación de “coacción”.
Si bien los dirigentes panaderos fueron puestos en libertad, el boycott continuó pues los propietarios de “La Princesa” siguieron rechazando la agremiación. Esta pugna irresuelta entre la la patronal y la Sociedad gremial animó a otros patronos a incumplir los acuerdos alcanzados en 1901 con motivo de la última huelga. Una Comisión de la Sociedad de Panaderos reclamó entonces un aumento salarial de $ 1,20, la entrega de un kilo de pan diario, contratación sólo a los obreros agremiados, un día libre al mes, bolsas de harina no mayores a los 90 kilos y el pago de las cuotas sindicales. Los patrones rechazaron el pliego y el 26 de julio la Sociedad declaró la huelga general de panaderos y repartidores, que durará un mes y medio, afectando unos 7000 obreros. La huelga concluyó en derrota el 24 de agosto, pues sólo una cuarta parte de las panaderías aceptaron las condiciones.
El 24 de julio, dos días antes de iniciada la huelga, unos obreros que siguieron trabajando sin acatar la medida de fuerza fueron atacados en una fonda por unos desconocidos, resultando del enfrentamiento dos muertos (el dueño Vicente Riera y el obrero Manuel Pando) y dos heridos. A pesar de que el juez Navarro carecía de pruebas, apuntó contra la Sociedad de Panaderos, de modo que la policía aprovechó para detener nuevamente a Francisco Berri, el secretario de la Sociedad de Panaderos y a varios de sus dirigentes. Samuel Garay y otros militantes de la Sociedad —Alberto Loubet, José Esnal y Tiziano Aldighieri— también fueron detenidos, por haber repartido manifiestos aconsejando el boicot a la misma panadería. Los presos fueron torturados e incomunicados. La Federación nombró entonces una Comisión de Patrocinio, compuesta por Adrián Troitiño, César Passerini y Agustín Bernasconi, para que se nombrasen defensores y se brindase ayuda a los presos. Los abogados defensores de los presos fueron Rafael Calzada y Jesús H. Paz.
El 8 de agosto de 1902, durante el transcurso de la huelga, el juez Navarro en compañía del Comisario de policía Costa allanó el local de la Federación Obrera Argentina (FOA), Victoria 2171, donde funcionaba la Sociedad de Panaderos junto a otros 17 gremios.
Ingresaron con 30 oficiales armados, violentando las oficinas y confiscando los documentos gremiales. Como no se encontrararon las armas buscadas, el juez quiso evitar el ridículo declarando que había hallado “instrumentos de muerte” en el local.
El allanamiento generó protestas, incluso en la prensa burguesa. 528 miembros de la FOA firmaron un manifiesto público acusando de “falsario” al juez. Un mitin conjunto de socialistas y anarquistas al que concurrieron unos 20.000 obreros protestó contra las medidas represivas. Tomaron la palabra Enrique Dickmann, Nicolás Repetto, Dante Garfagnini, Orsini Bertani y Pascual Guaglianone. Por la noche, se realizó una función en el Teatro Doria a beneficio de los presos.
El 20 de noviembre de 1902, cuando Garay sus compañeros estaban encarcelados, la Federación Obrera Argentina declaró la huelga general, comenzando a paralizarse la actividad económica en el momento crítico de la exportación agropecuaria. En ese contexto el Congreso Nacional sancionó en tiempo récord la “Ley de Residencia”, que habilitaba al ejecutivo a la expulsión del país de los extranjeros “indeseables”. Dos días después le sumó el estado de sitio por casi 40 días en la ciudad y en la Provincia de Buenos Aires y en la Provincia de Santa Fe.
Entre tanto, Garay y sus compañeros seguían presos. En La Protesta Humana del 11 de abril de 1903 la Sociedad de Panaderos publicaba el Manifiesto titulado “Un Dreyfus Argentino – ¡Justicia…!”, donde acausaba al juez Navarro de castigar a un grupo de inocentes sin la manor prueba para “salvar su dignidad” y entregar un “culpable” a la “justicia burguesa” (Gremio de Panaderos. “Un Dreyfus Argentino – ¡Justicia…!”, en: La Protesta Humana nº 211, Buenos Aires, 11/4/1903, p. 1).
Garay, Berri y los demás compañeros del Sindicato panadero fueron liberados finalmente en julio de 1903, después de un año de prisión, por “falta de pruebas”.
Al promulgarse la Ley de Residencia en noviembre de 1902, el nombre de Garay apareció junto a los de Berri, Loubet, Esnal y Aldighieri en los primeros listados de “extranjeros indeseables” a quienes el gobiemo argentino condenaba a la pena de deportación. Su nombre reaparece en febrero de 1903 en un documento del Jefe de Policía Francisco J. Beazley reproducido por La Protesta Humana dentro de la “Lista número 2: No aprehendidos que deben ser deportados”. Se desconoce su paradero posterior.
En los listados de deportados por aplicación de la Ley de Residencia aparece también como Manuel Garay.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2021), “Garay, Samuel”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org