SILVA DE MUJICA, Ismenia

Hija de Aurelio Silva Gómez y de Matilde Mujica de Silva; ocupó el segundo lugar entre los 8 hijos e hijas de la pareja. Por el fallecimiento de su padre cuando aún era niña, la familia materna asumió el apoyo para el sostenimiento de aquel hogar. La situación se hizo más crítica cuando murió su madre y ella contaba con 18 años de edad. Junto con un hermano, intentaron sobrevivir de un negocio de panadería. Contrajo matrimonio a los 25 años de edad con Juan Francisco Mujica, su tío, de quien habían recibido un respaldo económico decisivo. El matrimonio se llevó a cabo el 12 de mayo de 1934 en la Iglesia de la Candelaria en el centro histórico de Bogotá, una vez obtenida la dispensa papal por el parentesco que unía a los contrayentes. La pareja se instaló en Bogotá y procrearon seis hijos e hijas; sobrevivieron a la primera infancia tres hijas y un hijo; dos de ellas realizaron estudios superiores en la República Democrática Alemana y el hijo en Checoeslovaquia.

Ismenia realizó sus estudios básicos en un colegio religioso femenino en San Gil, su ciudad natal. Una vez contrajo matrimonio, se desempeñó como secretaria de su esposo, abogado, quien formó parte de la Corte Suprema de Justicia durante la República Liberal en el gobierno de Alfonso López Pumarejo, y además era militante y dirigente del Partido Comunista Colombiano (PCC). En la función de secretaria, Ismenia logró una formación autodidacta en los campos del derecho, del análisis social y de la política, asuntos tratados en los escritos que prepararía para los distintos eventos del PCC, bien como encargada de la organización de las mujeres, bien como participe de los congresos del partido.

Al igual que su esposo, fue militante del PCC, participó de células mixtas y en eventos públicos, tanto en recintos cerrados como en espacios públicos, siendo especial su participación en las celebraciones del 1° de Mayo. Por su condición de ama de casa (doble jornada, pues también se desempeñaba laboralmente por fuera) se celebraban reuniones políticas en su residencia. Especial relevancia tuvo un encuentro en su residencia familiar ubicada en el barrio Santafé de la ciudad de Bogotá, el día 12 de abril de 1948, pues allí se produjo la detención domiciliaria de las esposas de los integrantes del Comité Central del PCC y de sus hijos e hijas. Este hecho ocurrió mientras deliberaban sobre el estado de excepción decretado a partir de la revuelta popular que ocasionó el asesinato del líder liberal de izquierda Jorge Eliécer Gaitán (9 de abril de ese año). Los hombres adultos, esposos y padres, fueron recluidos en la cárcel. Ismenia, junto con otras mujeres, movilizó durante esos días los recursos requeridos para la alimentación de los grupos familiares que permanecían en detención domiciliaria y se ocupaba de también de la comunicación y la alimentación de los prisioneros en la cárcel.

Fue integrante y fundadora de la “Asociación Democrática de Mujeres Colombianas”, organización que articuló el trabajo de las comunistas del país entre 1954 y 1956 cuando el partido estaba en la clandestinidad decretada por el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla.

Formó parte del grupo editorial del periódico Nuestras Mujeres que alcanzó a publicar 15 números, antes de su clausura por la política de la censura de la prensa que rigió entonces. Allí escribió diversas colaboraciones que fueron publicadas son el seudónimo “Inés”. Recibió en su casa a mujeres campesinas militantes del PCC, quienes llegaban con noticias sobre la violencia en las regiones o huyendo de las persecuciones oficiales. Como se trataba de mujeres analfabetas, Ismenia y el equipo del periódico, transcribieron sus testimonios, algunos de los cuáles fueron publicados; además, desplegaban acciones de solidaridad orientadas a la defensa de la vida de aquellas mujeres y sus grupos familiares.

Participó en el movimiento sufragista, desempeñando una labor pedagógica y de crítica social desde las páginas del periódico, una vez fue aprobado el Acto Legislativo Número 3 de 1954 que reconoció la ciudadanía femenina en Colombia.

Ismenia contribuyó a profesionalizar la bibliotecología en Colombia, oficio en el cual también fue autodidacta. Se desempeñó como Bibliotecaria de la Corte Suprema de Justicia de Colombia entre 1959 y 1979 y se pensionó de esta entidad. Realizó el primer fichero jurídico de la Corte que desapareció durante el incendio que se produjo a partir de la toma del Palacio de Justicia por parte del movimiento guerrillero M-19 y la retoma por parte del Ejército colombiano (6 y 7 de noviembre de 1985).

El 21 de septiembre de 1967 fue admitida como “Socia cooperadora” en la Asociación Colombiana de Bibliotecarios (ASCOLBI) y participó en la reforma de sus estatutos, proponiendo la defensa colectiva del oficio en cuanto a los salarios y prestaciones sociales, así como la formación científica de sus miembros. También propuso a la asociación gestionar la fundación de una escuela de bibliotecarios en la Universidad Nacional de Colombia (tarea que sigue pendiente por parte de este centro universitario).

Desde 1979 disminuyó sus actividades públicas y políticas para disfrutar su pensión, pero permaneció en la ciudad de Bogotá hasta su muerte. Fue desde esta ciudad que ella desplegó su militancia, su activismo gremial y su solidaridad con las personas que huían de los campos colombianos y con los detenidos políticos. Hasta avanzada edad, Ismenia gozó del reconocimiento del PCC como militante destacada, habiendo sido homenajeada en distintas ocasiones.