SOARES, Maria Antônia (São Paulo, Brasil 1898 – Rio de Janeiro, Brasil 4/05/1991)
Militante anarquista.
Hija de Paula Arias y José Suárez Fernandes, dos migrantes españoles. Nació en 1898 en la provincia de São Paulo y murió en la ciudad de Río de Janeiro, en 1991. Era la hija mayor por parte de su madre y la quinta por parte de su padre. Pasó su infancia y primera juventud en las ciudades portuarias de Santos (Brasil) y Rosario (Argentina).
La familia Soares fue esencial en el movimiento anarquistas de la llamada Primera República brasilera (1889 –1930) en la provincia de São Paulo. La vida y obra de su hermano, Primitivo Raimundo Soares (quien asumió como seudónimo: Florentino de Carvalho), ha sido reconstruida por la historiografía del anarquismo: fue huelguista en ciudades del Conosur. En la ciudad de Santos (Brasil) se vinculó con estibadores y trabajadores portuarios y participó en la huelga de 1905 a raíz de la cual tuvo que migrar con su familia a Argentina para no ser deportado a España. Vivió en la ciudad de Rosario (Argentina) donde fue docente de la escuela racionalista El Porvenir vinculada a la Sociedad de Estibadores Unidos y Anexas; así lo muestran los trabajos de Rogerio Nascimento (2000) y Dora Barrancos (1990).
Antonia vivió en Argentina entre los 8 y los 12 años. Es posible que haya estudiado en una escuela de habla castellana en la que su hermano era maestro. En 1910, Primitivo fue deportado a Brasil (desde ese momento asumió su seudónimo) y en agosto de 1912 participó en la huelga en los muelles de Santos donde fue arrestado y de nuevo deportado. En defensa de su hermano, Antonia escribió su primer texto firmado como María A. Soares en diciembre de 1912 cuando apenas contaba con 15 años de edad. Dicho texto fue en una edición de A Lanterna que tenía como tema central la persecución de los trabajadores a través de la ley Adolpho Gordo de expulsión de migrantes:
Os mandões, depois de expulsarem do território nacional a homens laboriosos, brasileiros nacionalizados ou natos e a outros que, mesmo não sendo nacionais, têm igual direito de aqui residir, procuram ainda, com novas leis em gestação, apertar mais fortemente as cadeias com que oprimem o povo. Contra essas leis, contra todas as tiranias lancemos o nosso vibrante protesto. (Maria A. Soares,
“Pela Justiça”, A Lanterna, 14 dez. 1912)
La historia de Antonia se mezcla con la historia de su familia que se trasladó a la ciudad de São Paulo en un momento de cambio de la ciudad y del movimiento anarquista que intervenía en la educación popular y el espacio público. En junio de 1913, María Antonia estuvo involucrada en la creación del Centro Femenino Jóvenes Idealistas junto con otras mujeres de su familia: Paula Arias, su madre, y Salomé Soares y Angelina Soares, sus hermanas. El grupo animó la formación de una escuela dominical para mujeres, produjo materiales de propaganda y participó en actividades anarquistas transnacionales como el Congreso Internacional Pro-Paz de 1915.
La Universidad Popular de Cultura Racionalista, la Unión de los Zapateros y la Unión General de Trabajadores tenían como sede la casa de la familia ubicada en São Paulo, sin ser las únicas actividades que se nucleaba allí.
Los barrios populares fueron esenciales para un gran acontecimiento en junio de 1917: la Huelga General. Se intensificaron las actividades sociales y en marzo se formó el Comité Popular de Agitación contra la Explotación Infantil. Antonia formó parte de ese comité junto a Encarnación Mejía, socia del Centro Femenino, Florentino de Carvalho, Raphael Estévez y las mujeres de su familia: Paula, Angelina y Salomé. Todos ellos aparecen como firmantes de la carta de adhesión del Centro al Comité.
Raphael Estévez era miembro de la Federación Española y tenía relaciones militantes con Antonia. Él y Manuel Sánchez fueron detenidos en vísperas de la huelga de 1917. El jefe de policía Bandeira de Mello ordenó la detención de los dos miembros de la Federación, y durante la acción confiscó varios libros revolucionarios y una tarjeta con las siguientes palabras: «Antonia Soares: costurera, anarquista, escritora, conferenciante, actriz, IV quinquenio de la Revolución Social”. Cuando fue interrogada por las autoridades, Antonia respondió que ella y su familia vivían de su trabajo y no tenían nada que temer por la conducta y la moral (“Crónica Citadina: La policia del Braz persecuta i member della Federazione Spagnolla”, Fanfulla, 17 de junio de 1917).
Pero en julio de aquel año Maria Antonia participó activamente en las acciones de la Huelga General, fue secretaria de la Liga Operária do Belenzinho, participó en la Liga Operária da Mooca y en el Comité de Defensa de los Trabajadores. Durante estas acciones muchos anarquistas fueron encarcelados durante el año de la huelga como el conocido militante anarquista Edgard Leuenroth.
Entre 1913 y 1922 Maria Antonia escribió en periódicos anarquistas sobre educación y feminismo al tiempo que participó en actividades esenciales para la organización del movimiento obrero y anarquista. Simultáneamente era una actriz en el teatro social. Formó parte del grupo de teatro Joaquín Dicenta, representó la obra de teatro “Hambre” en 1918 con Socorro Ancas y José Sánchez y formó parte del elenco de “Para eso pago” en la que también actuó su hermana Pilar. En un acto individual leyó el poema “Los caballeros del ideal”. Todos estos eventos se realizaron en castellano en la sede de la Federación Española.
Entre 1920 y 1921 Antonia fue detenida en dos ocasiones. La primera durante la huelga general de solidaridad con los tejedores, promovida por el Sindicato de Trabajadores de Fábricas de Tejidos. Fue a prisión con otros trabajadores y con Manoel y Florentino.
Cuando fue liberada volvió al teatro como integrante del grupo dramático Os Modestos y en septiembre de 1920 interpretó el papel de madre en el drama “Vagabundo” escrito por M. Laranjeira, en un festival a beneficio de la publicación A Obra: un boletín semanal cuya redacción era de Florentino y la administración de Cecílio Martins (seudónimo de Manoel Campos), quien para entonces era el compañero de Antonia.
Su segunda prisión en 1921 fue por una actividad a la que no estaba directamente vinculada. En noviembre de 1920 hubo un paro de trabajadores en el Muelle de la ciudad de Santos reprimido violentamente por la policía que se enfocó en la destrucción de los medios de comunicación impresos de los trabajadores que reposaban en la Cooperativa Gráfica Popular donde se imprimían boletines y periódicos como A Vanguarda. Manoel Campos fue detenido en São Paulo en diciembre de ese año camino a la redacción del periódico acusado de ser el mentor intelectual de la huelga y de estar vinculado con la cooperativa. En ese momento Antonia quedó registrada en el informe del jefe policial Ibrahim Nobre como la «amasia» de Manoel y como quien distribuyó el material impreso, dicho informe fue reproducido por los periódicos Correio Paulistano y O Combate. Un mes después, en enero de 1921, la policía irrumpió en la casa de la pareja y la arrestó. A Plebe informa que se encontraba en un estado delicado de salud en ese momento, sin dar más detalles.
Cuando recuperó su libertad, Antonia se hizo cargo de la Biblioteca Social de A Plebe e A Vanguarda, cuyas solicitudes debían enviarse a la Rua Uruguaiana, 108, en Brás; hecho que confirma su relación con la impresión de materiales, vía la Cooperativa, y con la circulación de libros y publicaciones anarquistas.
Al año siguiente, en 1922, la familia Soares se trasladó a Río de Janeiro. También allí hizo de su casa un punto de encuentro anarquista. Antonia continuó siendo actriz, mientras sus hermanas Angelina y Matilde se hicieron miembros del Grêmio Renovação Teatro e Música entre 1923 y 1935.
Siguió participando de publicaciones anarquistas. En 1922 estuvo en Nuestra Tribuna (revista transnacional editada por Juana Rouco) con textos sobre la multitudinaria celebración del Centenario de la Independencia. En ese momento Río de Janeiro recibió 3 millones de visitantes para una exposición internacional. Brasil fue presentado al mundo como una nación moderna pero los costos de ellos se habían traspasado a la población empobrecida vía una política racista e higienista y del estado de sitio. La persecución a los anarquistas se hizo cada vez más amarga, tal como lo muestra Maria A. Soares en su texto sobre el Centenario:
Los tragapanes de todas las Repúblicas y Monarquías se han reunidos en esta capital (…) jamás nuestras miserias parecen tan grandes de los demás. Y en esto caso, no hubo siquiera la preocupación interesada de hacer el contraste menos brutal. Pero si la actitud de gobierno en estos festejos fue el desprecio y provocación para el pueblo, una sabia precaución nos puso en condiciones de poder actuar libremente, sin ningún contratiempo, la decretación de estado de sitio.
El Centenario Brasileño, Nuestra Tribuna, 30 set. 1922.
Mientras escribía textos en español para el diario argentino, su pareja se enfrentaba a numerosos periodos carcelarios que provocaron daños irreversibles a su salud. Manoel murió de tuberculosis en 1925 con tan solo 33 años. La pareja había tenido un hijo. Se sabe poco sobre el luto de Maria Antonia pero desde entonces se distanció de la militancia anarquista.
Sus hermanas continuaron escribiendo ocasionales crónicas en periódicos anarquistas. Matilde publicó en A Plebe y A Lanterna en la década de 1930, mientras Angelina colaboró con O Libertario en la década de 1960.
María Antonia Soares vivió 93 años y dedicó toda su juventud al movimiento anarquista. Estuvo involucrada en huelgas, mítines, conferencias, congresos, producción de artículos y construcción de bibliotecas. A los 14 años, en 1912, empezó a escribir en periódicos anarquistas. Participó del Congreso Internacional Pro-Paz en 1915 y dos años después, en 1917, fue activa en la Huelga General de 1917 en São Paulo. En 1920 se halla junto a los obreros en la Huelga del Puerto de Santos. Fue maestra en escuelas populares y actriz en teatro social. Publicó casi 30 escritos en periódicos brasileros como A Lanterna, A Plebe, Guerra Sociale, O Grito Operário, O Cosmopolita, A Voz do Trabalhador y A Luta, además del argentino Nuestra Tribuna. Falleció en su hogar del centro de Río de Janeiro víctima de un edema pulmonar como lo informó el Jornal do Commercio del 4 de mayo de 1991. Cruzó el siglo XX, dejó su huella en la historia social y contribuyó a la formación del pensamiento anarquista a través de su actividad militante, editorial y de circulación de información.
Obra
Hemerográfica en los siguientes periódicos:
- A Gazeta, São Paulo
- A Lanterna, São Paulo. Ejemplo: “Pela Justiça”, A Lanterna, 14 dez. 1912
- A Luta, Río de Janeiro
- A Plebe, São Paulo
- A Vanguarda, São Paulo
- A Voz do Trabalhador, Río de Janeiro
- Diario Español, São Paulo
- Fanfulla, São Paulo
- Guerra Sociale, São Paulo
- Jornal do Commercio, Río de Janeiro
- Nuestra Tribuna, Argentina. Ejemplo: “El Centenario Brasileño”, Nuestra Tribuna, 30 set. 1922
- Combate, São Paulo
- Cosmopolita, Río de Janeiro
- Grito Operário, São Paulo
- Tierra y Libertad, Espanha
Cómo citar esta entrada: Grigolin, Fernanda y Silverio, Beatriz (2021), “Soares, Maria Antônia”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org