PAIVA PALACIOS, Emiliano

Félix Emiliano Paiva Palacios nació el 12 de octubre de 1910 en el municipio de Caazapá, al sur de Paraguay. Era hijo de Vicente Ferre Paiva y de Adela Palacios. Tuvo cuatro hermanos y una hermana. Su madre habría sido campesina y su padre pequeño comerciante, lo que indica un origen relativamente humilde. De todas formas, pudo escolarizarse hasta el nivel secundario.

Emiliano creció rodeado por las tensiones de un conflicto inminente entre Paraguay y Bolivia. Bajo esta amenaza de guerra realizó su servicio militar como cadete en el Colegio Militar de Paraguay. Aunque sus años de formación castrense no son claros, habría permanecido en el Colegio Militar hasta su cuarto año de formación, en la década del veinte, cuando fue finalmente expulsado a causa de sus ideas marxistas. Lector de Rafael Barrett, en 1925 inició su militancia anarquista y se afilió a la Federación de Estudiantes Socialistas.

En el contexto de esta organización, luego se unió al Nuevo Ideario Nacional (NIN), movimiento político de izquierda surgido en 1929 y conducido por intelectuales paraguayos. De raíces anarquistas, socialistas y comunistas, aunque difícil de encuadrar en cualquiera de estas corrientes políticas clásicas, este movimiento buscaba provocar una revolución social en Paraguay a través de una insurrección nacional.

Durante su actividad en el NIN, Emiliano administró el órgano de prensa vocero del movimiento, La Palabra. Como jefe de prensa y administrador participó el 20 de febrero de 1931 en la llamada “Toma de Encarnación”, donde un grupo de 150 anarquistas y comunistas ocuparon la localidad de Encarnación y proclamaron una “comuna revolucionaria” con el objetivo de provocar un movimiento revolucionario a nivel nacional. El levantamiento fue organizado por figuras de la izquierda paraguaya como Facundo Duarte, Obdulio Barthe y Félix Cantalicio Aracayú. Tras 16 horas, el 21 de febrero, la llamada “comuna libertaria” fracasó, y los líderes del movimiento fueron obligados a huir del país o enfrentarse al arresto y a la deportación. Debido a su participación, Emiliano fue perseguido por las autoridades paraguayas, hasta ser deportado en 1932 a Argentina.

Para entonces Emiliano integraba el Partido Comunista Paraguayo (PCP), fundado en 1928. De acuerdo con algunas versiones, no solo fue miembro del partido sino también uno de sus fundadores. Teniendo en cuenta que el grupo fundador de 1928 luego se dispersó y el partido “renació” en 1933, es posible que Paiva, como otros jóvenes afiliados al NIN, participara como “fundador” en dicha renovación.

Tras la fallida “Toma de Encarnación”, Emiliano vivió en el exilio. Respecto de estos años existen versiones contradictorias, sobre todo en lo que refiere a sus actividades durante la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (1932-1935). Algunas fuentes afirman que combatió en el ejército paraguayo durante el conflicto, con el rango de Teniente al mando de un pelotón, destino similar al de su compañero del NIN: Facundo Duarte Miranda, quien sirvió como oficial. Sin embargo, según Alberto Paiva, sobrino de Emiliano y autor de su biografía en el SIDBRINT, y Gabriela Dalla-Corte Caballero, investigadora sobre su vida, Emiliano se opuso abiertamente a la guerra por motivos ideológicos, y durante esta se encontraba en Argentina, en localidades fronterizas con Paraguay. De acuerdo con esta versión, durante el conflicto Paiva Palacios militó organizando comités antiguerra de corte marxista en esa región. En 1933 habría participado como representante de los exiliados de la frontera sur de Paraguay en el Congreso Continental que tuvo lugar en Montevideo, Uruguay, en marzo de 1933.

Al terminar la guerra en 1935, Emiliano se estableció nuevamente en Paraguay, en Caazapá. En estos años continuó su militancia de izquierda, obrando por la reinserción de los veteranos de la guerra y trabajando por la movilización social y juvenil en su ciudad natal en pos de una distribución equitativa de la tierra. Durante el gobierno del coronel Rafael Franco (1936-1937) organizó en Caazapá y en Villarrica, municipalidad también del sur de Paraguay, los llamados Clubes Revolucionarios, orientados a soldados y excombatientes.

Luego de iniciada la guerra en España, el PCP, convencido de que el conflicto civil era una lucha internacional por la defensa de las ideas revolucionarias, organizó el envío de voluntarios paraguayos, militantes de izquierda, para servir en las Brigadas Internacionales entre 1937 y 1938. En 1937 partieron algunos de estos militantes, entre ellos el propio Facundo Duarte Miranda.

Emiliano llegó a España a principios de 1938, junto con otros miembros del PCP como José Delgado y Perfecto Ibarra. Se sumaba así a otros integrantes del partido ya presentes, como Facundo Duarte, Aparicio Gutiérrez y Víctor Martínez. Para ingresar al país y sobre todo para evitar la oposición del gobierno paraguayo al envío de voluntarios para la República, Emiliano utilizó un pasaporte falso bajo el alias de “Juan Gutiérrez Fernández”.

Durante su estancia en España fue Comisario Político en la 129 Brigada Internacional “Dombrovsky”, conocida como la Brigada de “las cuarenta naciones”. Aunque la mayoría de sus miembros eran de Europa del Este y de los Balcanes, la brigada tenía voluntarios de una gran variedad de nacionalidades desde su fundación el 13 de febrero de 1938. A esta unidad también perteneció Facundo Duarte Miranda con el puesto de Comisario Político. Emiliano sirvió además como Secretario de Enlace entre el PCP y el Partido Comunista Español (PCE) hasta mayo de 1938, y después pasó a la delegación de la 129 Brigada ante el Estado Mayor del Ejército de Levante, el cual tenía bajo su autoridad a las tropas republicanas de las zonas de la costa mediterránea.

Siempre en un puesto militar, Emiliano ejerció como Comisario Político de la 47 División del Ejército Popular de la República y combatió en el Batallón “Dimitrov”, compuesto por voluntarios balcánicos principalmente, encuadrado en la 45 División del Ejército Popular de la República. También ocupó el puesto de Secretario de Relaciones de las Brigadas Internacionales en España y el de Secretario del Comité del Partido Comunista. Todo ese tiempo habría utilizado el alias de “Marcos”.

En España contrajo matrimonio con Rachel Schwartzman, alias “Ángela Kot” o «Angelé», judía polaca enfermera de los hospitales de las Brigadas Internacionales.

En 1939, cuando la resistencia militar de la II República española se desmoronó ante el avance franquista, Emiliano emprendió la retirada junto con otros combatientes de las Brigadas Internacionales. Originalmente, como varios de los refugiados y combatientes republicanos, debía evacuar España hacia América por el océano Atlántico, pero la caída de las regiones costeras en manos franquistas forzó un escape hacia Francia como parte del movimiento conocido como “La Retirada”. Desde Alcira (donde se reencontró con Víctor Martínez) el periplo contempló el paso por Barcelona (donde se les unió José Durá Campos) y los municipios españoles de Mataró, Palamós y Palau-verdera, cerca de la frontera francesa.

En Francia comenzó un periodo de internamiento en los campos de refugiados construidos ad hoc por las autoridades francesas para acoger a los civiles y combatientes republicanos a partir de febrero de 1939. Emiliano fue internado en algún momento posterior a febrero de 1939 en el campo de Argeles-sur-Mer en los Pirineos Orientales franceses, lugar donde fueron sistemáticamente enviados los combatientes de las Brigadas Internacionales. Posteriormente fue transferido al campo de Gurs, en los Bajos-Pirineos por entonces y ahora departamento francés de los Pirineos Atlánticos. Fue en el campo de Gurs donde desarrolló su principal actividad política y militante durante su cautividad. Allí convivió con más de 6.000 interbrigadistas, el grupo más numeroso del campo, y que poseía, además, un cierto prestigio por su carácter de combatientes veteranos, una sólida organización política e ideológica y una fuerte cohesión de grupo. Como parte de los numerosos latinoamericanos interbrigadistas internados en Gurs, compartió internamiento con el interbrigadista brasileño Appolonio de Carvalho, años después fundador del Partido de los Trabajadores de Brasil. Cabe destacar que, junto con los latinoamericanos, convivían también futuros combatientes de las Resistencia Francesa, como Josep Epstein, alias Coronel Giles, y los miembros del grupo Manouchian, Stanislas Kubacki, Michel Martiniak y Josep Boszov.

Dentro del campo, Emiliano también ocupó los puestos de primer jefe del llamado campo “internacional”, donde se encontraban cautivos los miembros de las Brigadas Internacionales, y de director del Comité General del Partido Comunista del campo, entidad encargada de animar y organizar todas las actividades en la sección de los internacionales. Desde la sección internacional, participó en la organización de actividades culturales, políticas e ideológicas de izquierda, continuando así su militancia, pese a las duras condiciones de encierro en Gurs. Este fue un periodo de transición entre el final de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, durante el cual mantuvo sus convicciones ideológicas y su militancia activa dentro de las ideologías de izquierda y antifascistas. En algún punto del verano de 1940, después de la caída de París ante las tropas alemanas, Emiliano logró escapar de su detención en Gurs junto con unos ochocientos interbrigadistas. Tras huir de los Bajos-Pirineos, se instaló en Marsella, al sudeste de Francia, donde se reunió con su esposa. En 1942, nació su hijo, Rolando Paiva Schwartzman.

Ese mismo año se unió a las filas de Resistencia Francesa, dentro del movimiento Franco-Tiradores Partisanos, Mano de Obra Inmigrada (FTP-MOI), que operó bajo el mando de las llamadas Fuerzas Francesas del Interior (FFI). En junio de 1943, dentro del FTP-MOI, Emiliano fue designado “Comisario Interregional para Marsella y París” de las FFI, con un rango equivalente al de Capitán del Ejército Francés. El mes de noviembre de ese mismo año llegó al rango de Comandante. El informe francés reveló su carácter de oficial de mérito apreciado por sus hombres.

El 21 de abril de 1944, mientras realizaba una misión para la Resistencia, fue arrestado por la Policía Secreta Oficial de la Alemania Nazi (Gestapo por su contracción en alemán) en la estación de Compiègne, en el departamento de Oise. Tras un breve periodo de detención en las prisiones de La Santé, Fresnes y Cherche-Midi, fue enviado al campo de concentración de Dachau, en Baviera, Alemania, el 2 de julio de 1944. Emiliano Paiva Palacios murió entre el 2 y el 5 de julio de 1944 a la edad de 33 años, asesinado por la Gestapo durante el trayecto al campo. Al finalizar la guerra, las autoridades francesas le atribuyeron el título de “muerto por Francia”.

Alberto Paiva, biógrafo de su tío al integrar una muy breve descripción de este al SIDBRINT, fue entrevistado por Gabriela Dalla-Corte Caballero (2017). En dicha entrevista resumió la vida de Emiliano en los siguientes términos:

“Yo creo que la vida de Emiliano tiene tres etapas muy claras y conexas; la paraguaya, la española y la francesa. El eje de estas etapas es su compromiso con la democracia y el antifascismo llevado al máximo sacrificio…[…]” (Dalla-Corte Caballero, 2017).

Según su sobrino, el carácter militante y las convicciones ideológicas de Emiliano lo llevaron a luchar, de distintas maneras y a distintas escalas, pero siempre privilegiando la lucha armada, en favor de sus ideales de izquierda, opuestos al fascismo en sus distintas declinaciones. Sería, pues, siempre en el marco de esta lucha, llevada a cabo en tres países, cada uno reforzando los ideales adquiridos en el anterior, que Emiliano Paiva Palacios perdería la vida, en defensa de sus convicciones.