MUGICA, Carlos (apodos: El Padre Carlos, El Cura Mugica) (Buenos Aires, Argentina, 7/10/1930 – Mataderos, Pcia. de Buenos Aires, Argentina, 11/5/1974).
Sacerdote católico, líder del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), párroco activista en la Villa 31 del barrio porteño de Retiro.
Hijo de una familia de alcurnia, fue el tercero de siete hermanos. Su madre Carmen Echagüe era descendiente del gobernador Pascual Echagüe, que fuera colaborador de Rosas durante el bloqueo anglo-francés de mediados del siglo XIX. Su padre, Adolfo Mugica, conservador, fue canciller del gobierno de Arturo Frondizi.
Cursa sus estudios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y por un breve lapso en la Facultad de Derecho. Tiene 28 años cuando es ordenado sacerdote en la Orden de los Jesuitas. Es secretario del Cardenal Antonio Caggiano. Ya entonces se identifica con el peronismo, sintiéndose avergonzado de integrar la institución que participara del derrocamiento del gobierno de Juan D. Perón en septiembre de 1955.
Sus primeros contactos con los pobres se dan en las misiones cristianas de asistencia a los pueblos del Norte argentino, como Reconquista (Pcia. de Santa Fe) o Tartagal (Pcia. de Salta). Durante los primeros años de la década de 1960 promueve la Juventud Estudiantil Católica (JEC), rama escolar de la Acción Católica, donde participan Fernando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus y Mario Eduardo Firmenich, futuros dirigentes de Montoneros, entre quienes predica el amor a los pobres y a los perseguidos por luchar contra las injusticias. Como asesor espiritual de este grupo de jóvenes en el marco de los campamentos organizados por Acción Misionera Argentina, entre 1964 y 1965 recorre pueblos de hacheros y otras comunidades oprimidas del interior del país. Por entonces también celebra misa en la Iglesia Inmaculada de la capital porteña y en su casa de unos pocos metros cuadrados, constituida por una pieza de servicio ubicada en la terraza del departamento de sus padres, sito en las aristocráticas calles Gelly y Obes y Las Heras, con lo que manifestaba cierto distanciamiento de la posición social familiar.
En distintas instituciones educativas da charlas incentivando a los jóvenes a comprometerse políticamente por los pobres. En 1965 funda la capilla Nuestra Señora del Puerto, en el barrio YPF de la Villa de Retiro, donde es acompañado en el trabajo social por el núcleo originario de Montoneros de Capital. Dicta clases de Teología en la Universidad del Salvador, junto al padre José María Meisegeier.
A fines del año 1967 está entre los sacerdotes argentinos que suscriben el manifiesto elaborado por el obispo brasileño Helder Cámara, punto de partida de la convocatoria, en mayo del año siguiente, del Primer Encuentro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM).
Fue uno de los primeros sacerdotes en postular un diálogo entre cristianos y marxistas. De cierta afinidad con el socialismo, veía en el peronismo un movimiento que habiendo iniciado el camino de la liberación en 1945, se acercaba tendencialmente a aquél. Sin embargo, se distancia del grupo que fundaría Montoneros desde presupuestos ideológicos similares, al rechazar su opción por la guerrilla. En su concepción, la violencia era incompatible con el ejemplo de Jesucristo y sólo podía admitirse si era empleada por el pueblo, una vez negadas otras vías de expresión. “Antes que matar, prefiero que me maten”, era una expresión que definía su postura. Sin embargo, las relaciones de Mugica con Montoneros se mantuvieron hasta 1973.
En 1968 viaja a La Paz, Bolivia, portando un petitorio ante el general Barrientos por la repatriación de los restos de Ernesto Che Guevara. Luego va a París, donde le toca asistir a las históricas jornadas del Mayo Francés. Pasa por Cuba camino a Colombia, para participar de la histórica II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que tuvo lugar en Medellín entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1968.
Durante su ausencia de la Argentina, la jerarquía eclesiástica lo desplaza de su parroquia de Retiro, por lo que concita apoyos para erigir la capilla de Cristo Obrero. Con el padre Meisegeier y otros párrocos organiza actividades contra el proyecto de la dictadura del general Juan C. Onganía de erradicar las “villas miseria”. En septiembre de 1970 es encarcelado luego de elogiar durante su entierro el “ejemplo” de los montoneros Carlos Gustavo Ramus y Fernando Abal Medina, recientemente caídos en combate, acusado de incitación a la violencia.
Días antes de un nuevo Encuentro Nacional de Sacerdotes para el Tercer Mundo, en julio de 1971, padece un atentado perpetrado por una banda parapolicial en su domicilio. De presencia pública y mediática relevante, además de escribir notas en el diario La Opinión, se mueve con comodidad ante las cámaras de la televisión, componiendo una figura que se populariza con fuerza, más allá de su refinada formación teológica: la del “cura villero peronista”. Está presente en el velatorio de los fusilados de Trelew María Angélica Sabelli y Eduardo Capello, rezando junto al padre Alberto Carbone mientras sus restos son velados en la sede del Partido Justicialista de Avenida La Plata, ciudad de Buenos Aires.
Visita a Juan D. Perón mientras está exiliado en Madrid, y viaja con él en el vuelo charter del que sería su primer retorno a la Argentina de noviembre de 1972, habiendo dado misa en una capilla del Vaticano en Roma para la comitiva que acompañaba al General. Rechaza una candidatura a diputado nacional por el peronismo para las elecciones de marzo de 1973 que consagran presidente a Héctor J. Cámpora. Desde el Salón Blanco acompaña el traspaso del gobierno de la Junta militar encabezada por el Gral. Alejandro A. Lanusse a Héctor J. Cámpora.
En junio de 1973 realiza un breve paso por la función pública estatal, siendo tres meses asesor en la Comisión de Vivienda del Ministerio de Bienestar Social encabezado por José López Rega, en el que se planeaba un gran plan de construcción de viviendas. Por aceptar este cargo fue duramente cuestionado desde Montoneros, a lo que Mugica respondía que había que trabajar en todos los espacios posibles del gobierno peronista, criticando el aislamiento progresivo de aquella organización. Se aproxima entonces a la Juventud Peronista Lealtad (Jotapé Lealtad), una fracción de la Juventud Peronista que a diferencia de la JP que apoya a Montoneros, proclama la lealtad al General Perón.
A fines de ese mismo año sufre una razzia policial en la villa. Poco después, a fines de marzo de 1974, encabeza el funeral y las movilizaciones por el asesinato en una manifestación de Alberto Chejolán, militante del Movimiento Villero Peronista (MVP).
En mayo de ese mismo año, a la salida de una misa en la Iglesia San Francisco Solano del barrio porteño de Mataderos, es acribillado con quince disparos de ametralladora por un hombre al servicio de la Triple A, muriendo horas después en el Hospital Salaberry de esa misma localidad. Su asesinato habría tenido como objetivo desacreditar a Montoneros, en el marco de la ofensiva de la derecha peronista encabezada por José López Rega desde el gobierno del General Perón. Mario Firmenich desmintió toda responsabilidad de su organización en el hecho, si bien Mugica habría reconocido días antes haber recibido amenazas que entendía provenían de ese sector, aunque aclarara que no temía por su seguridad sino por la del propio líder de la guerrilla peronista.
En efecto, varios años después, en 1984 el entonces custodio de López Rega, Juan Carlos Juncos, declaró ante un juez su autoría del crimen. Otros integrantes del comando que mató a Mugica revistieron funciones en la Escuela de Mecánica de la Armada cuando fuera el mayor campo de concentración durante la última dictadura militar (1976-1983). Decenas de miles de personas acompañaron sus restos hasta el Cementerio de la Recoleta, desde Arturo Jauretche hasta el cardenal Antonio Caggiano, pasando por el edecán de Perón.
Obra
- Peronismo y Cristianismo, Buenos Aires, Merlin, 1973.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Mugica, Carlos”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.