MAZA, Emilio Ángel (apodo: El Gordo) (Córdoba, Pcia. de Córdoba, Argentina, 18/1/1945 – Córdoba, Pcia. de Córdoba, Argentina, 8/7/1970).
Estudiante de medicina, dirigente estudiantil del integralismo cordobés, fundador y líder de Montoneros.
Desde muy joven desarrolla inquietudes políticas, llegando a ser dirigente nacional por su provincia de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) durante los años 1958-59, cuando el debate “Laica o Libre” agrupaba a los estudiantes católicos tras esta última opción. Al igual que otros hijos de familias tradicionales cordobesas, asiste al Liceo Militar «General Paz».
Allí se ve obligado a confrontar con los cursos de “guerra contrarrevolucionaria” impartidos en el Ejército de fines de la década del ‘50. Se entrega, en cambio, a la influencia ejercida por los capellanes del Liceo, de línea reformista dentro de la Iglesia católica, que incitan a los cadetes a estudiar historia y filosofía, a asumir un compromiso con los sectores oprimidos de la sociedad y canalizar su vocación de “servicio” en las barriadas de Córdoba.
Se destaca también en esos años como lector de literatura y poesía.
Egresado de ese instituto castrense a fines de 1961, al año siguiente ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba, donde alcanza a cursar hasta 5º año.
Allí se vincula al «integralismo», llegando a ser a mediados de la década del ’60 uno de sus principales dirigentes. Desde 1964 participa de las reuniones que tienen lugar en el Hogar Sacerdotal donde los jóvenes cristianos prolongan sus vínculos con curas del Liceo que formarían parte del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM), como el padre Fulgencio Rojas, practicando una suerte de vida comunitaria. Eran los años de aparición en Córdoba de los curas rebeldes (que apoyaban al Plan de Lucha de la CGT, en polémica con la jerarquía eclesiástica local) y de la conformación de la Parroquia Universitaria «Cristo Obrero». A través de la militancia en esos ámbitos, bajo la égida de una Iglesia renovada a nivel mundial por las reformas impulsadas por Juan XXIII, Paulo VI y el Concilio Vaticano II (1962-1965), llegaría a producirse el pasaje típicamente generacional de Maza y sus compañeros hacia posiciones nacional-populares y antiimperialistas, hasta asumir la identidad peronista por ser la de las mayorías populares a cuyo servicio se siente impelido a estar. A la lectura de Theilard de Chardin suma por entonces la del sacerdote colombiano Camilo Torres.
Por entonces se gana la vida como inspector de tránsito para la Municipalidad de Córdoba.
Ya es dirigente a nivel provincial del integralismo cuando participa de la organización de la huelga de hambre estudiantil en la Parroquia Universitaria “Cristo Obrero”, desarrollada desde el 18 de agosto de 1966 en protesta contra la intervención y represión llevadas a cabo por el Gral. Juan Carlos Onganía (1966-1970) en la Universidad poco después del golpe militar que lo catapultó al gobierno nacional. A fines de ese año, interviene en un Congreso del Movimiento Universitario Cristo Obrero (MUCO), donde sostiene la necesidad de construcción de un aparato militar para iniciar en breve la lucha armada, contra la idea mayoritaria de ampliar el trabajo de base de universitarios hacia barrios y fábricas. El grupo de Maza termina abriéndose del MUCO, luego Agrupación Peronista «Lealtad y Lucha».
Tras esa ruptura, Maza y sus compañeros forman el Comando “Camilo Torres” de Córdoba desde principios de 1967, representando en la provincia al grupo porteño de la revista Cristianismo y Revolución liderado por Juan García Elorrio, que se plantea como foro de oposición a la dictadura y de incentivo a la lucha armada. La ideología política del grupo se forja en el cruce entre el cristianismo tercermundista, el peronismo y el guevarismo.
En julio de 1967 Maza asiste en representación de su provincia al encuentro nacional propiciado por la revista en la localidad de Quilmes, Pcia. de Buenos Aires, donde el “Camilo” se pronuncia por la lucha armada como principal vía de lucha antiimperialista y de acceso del pueblo al poder, y como vía de profundización de las conquistas alcanzadas por el peronismo y de instauración del socialismo.
Hacia fines de 1967 Maza viaja a Cuba para recibir instrucción militar junto a los miembros del “Camilo” de Buenos Aires, Fernando Abal Medina y Ester Norma Arrostito, permaneciendo en la isla cerca de seis meses, en el contexto entusiasta signado por la conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). Los tres terminan por enfrentarse con Juan García Elorrio, cuestionando su demora en avanzar en la construcción del foco revolucionario.
A su regreso al país, se desarrollan bajo su dirección las primeras “acciones” en Córdoba y Buenos Aires (“desarme” de policías, “expropiaciones” de armas y dinero), apuntalando el lanzamiento de una nueva organización de guerrilla rural, sin revelar la identidad política del grupo. Entre aquéllas se destaca el asalto al polígono de Tiro Federal de Córdoba el 2 de abril de 1969. En el plano ideológico el «cubanismo» había ido cobrando cada vez mayor importancia en la identidad política del grupo, en paralelo con cierta vinculación a sectores del peronismo revolucionario (John W. Cooke, Alicia Eguren) que sin embargo no se profundiza, privilegiándose el momento práctico por sobre la discusión ideológica.
Adhiere al Movimiento Peronista como un todo, considerándolo globalmente revolucionario más allá de sus líneas internas. De ahí que el “trabajo político de superficie” se desestimara, cortando en determinado momento los vínculos políticos para erigirse como “brazo armado” del “pueblo peronista”. Que Córdoba fuera el epicentro de movimientos de masas articulados por dinámicas organizaciones de base gremial, estudiantil y barrial, uno de cuyos exponentes es el Cordobazo, no cambia la autopercepción del grupo como sujeto llamado a encabezar el proceso revolucionario de liberación nacional y social. Es probable que su incidencia se reflejara en la reorientación de la célula político-militar hacia la guerrilla urbana.
A fines de 1969, Maza participa de la “expropiación” del banco de la localidad cordobesa de La Calera, del que logra escapar luego de un fuerte tiroteo para luego “guardarse” en casas de compañeros. En los meses que siguen hasta mayo de 1970, encabeza junto a Abal Medina un proceso de discusión y fusión con otros grupos político-militares de Córdoba (Lealtad y Lucha, liderado por Elvio Alberione), de Capital (Sabino Navarro), y luego de Santa Fe (Mario Ernst), los que convergen en la fundación de Montoneros, proviniendo de un origen común de militancia en círculos cristianos, aunque sin haber relegado los últimos totalmente el trabajo de base.
Como corolario de una actividad armada intensificada, los grupos de Córdoba y de Buenos Aires participan conjuntamente del asalto a destacamentos policiales en sendas provincias en abril de 1970, operativos que aparecen firmados por primera vez como “Comando Eva Perón” y “Comando Juan José Valle”, respectivamente.
Con Abal Medina planifica y protagoniza el secuestro seguido de muerte del Gral. Pedro Eugenio Aramburu, operativo con que se da a conocer la nueva guerrilla peronista Montoneros el 29 de mayo de 1970. Encarnando en persona el plan, ambos jefes se hacen pasar por oficiales del Ejército que ofrecen custodia personal al Tte. Gral. retirado, permitiéndoles esa excusa acceder a su departamento sin despertar sospechas. Maza habría escrito junto a Norma Arrostito y Carlos Maguid los comunicados —de probable inspiración de Abal Medina—, informando los pasos seguidos por Montoneros desde el secuestro hasta la ejecución del ex dictador. Militar que encarnara el ala más antiperonista del gobierno de facto que derrocó a Perón en 1955, artífice de la política más represiva y proscriptiva del peronismo, en 1970 Aramburu es elegido como blanco de la acción vindicativa de la nueva organización guerrillera en un momento en que aparece mencionado como posible sucesor del Gral. Onganía con el proyecto de alcanzar una salida política al régimen militar en decadencia desde el Cordobazo a través de la integración de una parte del movimiento referenciado con Perón. El secuestro del cadáver de Eva Perón y los fusilamientos de militares y civiles tras el frustrado levantamiento del Gral. Juan José Valle en junio de 1956 se suman a los cargos que aducen los Montoneros para someterlo a la “justicia revolucionaria”.
El 1º de julio de 1970 Maza está nuevamente en Córdoba comandando la segunda operación espectacular de Montoneros, la toma del pueblo de La Calera, situado a 17 km de la capital provincial, en cuya preparación y coordinación había trabajado durante meses.
Foco de resistencia del peronismo durante su caída en septiembre de 1955, La Calera se elige en 1970 bajo el ejemplo de la toma de la localidad de Pando (Uruguay) por los Tupamaros en octubre de 1969, constituyendo la primera acción de guerrilla urbana de envergadura durante la cual una veintena de montoneros copan el banco, la comisaría, las oficinas de teléfonos, correos y del municipio locales, y realizan pintadas que dejan su sello, obligando a algunos policías a cantar la marcha peronista. Durante la retirada son detenidos Luis Lozada y José Antonio Fierro; Maza es alcanzado pocas horas después por la policía al igual que su compañero Ignacio Vélez en una casa del barrio Los Naranjos, quedando ambos malheridos luego de un fuerte tiroteo durante el que tratan de resistir.
La documentación requisada en el lugar permite a las fuerzas de seguridad realizar más de un centenar de allanamientos en casas de militantes y dar con las identidades de la célula porteña de los miembros de Montoneros, intensamente buscados desde entonces. Era el inicio de una cadena de problemas que la organización superó con altos costos.
Gravemente herido en el páncreas, sobrevive una semana en el hospital, donde finalmente muere el 8 de julio de 1970. Tenía 25 años. Sus restos fueron conducidos al Cementerio de San Jerónimo por un cortejo de unas diez mil personas.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “Maza, Emilio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.