LOREDO, Antonio (Vigo, Galicia, España, 18/8/1879 – Logroño, Galicia, España, 25/3/1916).
Peluquero y periodista gallego de orientación anarquista, desarrolló intensa actividad proselitista en Buenos Aires y Montevideo en la primera década del siglo XX y en Cataluña en la segunda década del siglo.
Hijo de Joaquín Loredo y Elisa Martínez, tuvo tres hermanos: Augusto, Joaquín y María Loredo Martínez. Según las investigaciones de Francisco Madrid Santos y Pascual Muñoz, su familia estuvo relacionada con los negocios marítimos y abrigaba simpatías republicanas. Augusto y Joaquín, sus hermanos mayores, militaron en las filas republicanas a fines del siglo XIX y en el socialismo español a comienzos del nuevo siglo.
Según propio testimonio, Antonio migró con sus padres a Buenos Aires siendo un niño de ocho años. Sin embargo, el Centro de Estudios Migratorios de América Latina (CEMLA) no conserva registros de ingreso al puerto de Buenos Aires de los Loredo / Martínez. Según otras fuentes, Antonio cursó el bachillerato junto a sus hermanos en la ciudad de Pontevedra, y es posible que también haya hecho similar tránsito político, pero a diferencia de ellos, aparecerá como anarquista poco después de migrar a la Argentina, hacia el año 1900. Se radicó inicialmente en Buenos Aires, donde se desempeñaba como peluquero.
Muñoz ha registrado que su nombre aparece por primera vez en La Protesta en julio de 1903 cuando solicitaba al periódico anarquista la publicación de una nota de invitación a un acto en el local de la Unión Cocheros de Buenos Aires de homenaje al anarquista italiano Gaetano Bresci, que tres años antes había atentado contra la vida del rey Umberto Iº. Ese mismo año aparece como un activista destacado en el Sindicato de Peluqueros de Buenos Aires, adherido en la Federación Obrera Argentina (FOA) fundada dos años antes. Según Diego Abad de Santillán, Loredo fue parte de la generación de relevo tras la represión sufrida por el movimiento anarquista argentino por aplicación de la Ley de Residencia en 1902/1903.
Desde 1903 se muestra como hábil e incansable propagandista, colaborando activamente en La Protesta (Buenos Aires, 1903-2015), La Organización Obrera (Buenos Aires, 1901) y en El Látigo del Carrero. Órgano defensor del Gremio de Conductores de Carros (Buenos Aires, 1904-1928) con artículos en los que defiende los métodos de la acción directa, desde el boycott y el sabotaje hasta la huelga general. Es probablemente el inspirador de El Barbero (Buenos Aires, 1903) y luego de El Obrero Peluquero. Órgano defensor del Gremio de los Peluqueros (Buenos Aires, 1905-1906). El Gremio tenía su propio local en la calle Estados Unidos 1936, donde además funcionaban una Biblioteca Obrera y una Peluquería Obrera que atendía gratuitamente después de las 20 horas a cambio de una colaboración voluntaria destinada a sostener la edición del periódico y la biblioteca.
Orador elocuente, Loredo toma la palabra en diversos actos y conferencias. Por ejemplo, el 23 de noviembre de 1903 disertaba en un acto a beneficio del Gremio de Peluqueros en el Salón “Lago di Como”; el 23 de octubre de 1904 ofrecía una conferencia sobre “El cooperativismo en el movimiento socialista” junto a Virginia Bolten y Joaquín Hucha organizada por la agrupación libertaria “Nueva Luz” en el Salón de “Il Risorgimiento” de la calle Triunvirato 764 (La Protesta nº 431, Buenos Aires, 23/10/1904, p. 3) y el viernes 28 de octubre del mismo año disertaba sobre “la propiedad privada” en la sede “Nueva Luz” de la calle Gurruchaga 41, barrio porteño de Villa Crespo.
El 15 de julio de 1904, en el contexto de una huelga de los zapateros que se venía desarrollando desde mayo, la policía realizó una serie de detenciones. Entre los más de 40 obreros presos se encontraba Loredo, condenado a 30 días de prisión por propagar “ideas subversivas” y aconsejar el “incendio y la destrucción”. Escribe cartas desde la prisión que va publicando La Protesta. El socialista Luis Emilio Recabarren, desde la cárcel de Tocopilla, Chile, se solidarizaba con el peluquero anarquista preso en la cárcel argentina (“Desde una cárcel chilena”, en: La Protesta nº 412, Buenos Aires, 1/10/1904, p. 2). La FORA promueve el 28 de agosto una importante velada para la recaudar fondos para los presos y sus familias en el salón del Orfeón Español.
En octubre, una vez en libertad, Loredo aparece activo junto al Grupo “Nueva Luz”, que edita un periódico con ese mismo nombre y lleva a cabo actividades en un salón obrero de la calle Gurruchaga 41, en el barrio porteño de Villa Crespo, donde funcionan una biblioteca y un cuadro filodramático. Según unos avisos que publica por entonces en la última página de La Protesta, ha instalado en este local su Peluquería “Germinal”, ofreciendo también cortes a domicilio.
El 18 de octubre de 1904, según registra la investigación de Pascual Muñoz, participa junto a Francisco Corney de una asamblea del Gremio de Escultores, Moldeadores y Anexos a favor de la jornada laboral de ocho horas. En noviembre interviene en una asamblea de las tejedoras en huelga agrupadas en la Unión Obrera Textil que tuvo lugar en un local obrero de la calle Zárate 265.
La intentona cívico-militar emprendida por la Unión Cívica Radical (UCR) a comienzos de febrero de 1905 sirvió de pretexto al gobierno argentino presidido por Manuel Quintana para llevar a cabo una persecución contra el movimiento anarquista. Es así que tres años después de promulgarse la Ley de Residencia (noviembre de 1902) que autorizaba al poder ejecutivo a expulsar del territorio argentino sin juicio previo a los extranjeros que perturbaran el “orden social”, el nombre de Loredo aparece en los listados de activistas a quienes el gobierno argentino aplicaba la pena de deportación. Acusado en el decreto del 28/4/1905 de “extranjero peligroso al orden público por su continua actuación subversiva” según nota elevada por la Jefatura de Policía de la Capital, fue detenido el 18 de julio de ese año al salir de una conferencia que había dictado junto a Francisco Jaquet en el Salón de la Asociación Española de Socorros Mutuos organizado por la Sección Oficios Varios de la Federación Obrera Local de Barracas. Tres días después, el 21 de junio, es deportado a España. Pero Loredo, como otros deportados, logra recalar en Montevideo gracias a la legislación liberal del presidente José Battle y Ordóñez que poco antes había establecido que todo deportado que pasase por territorio uruguayo era libre de descender del barco.
En la capital oriental Loredo se encontró con otros obreros anarquistas deportados, como Adrián Troitino, Francisco Berri y Virginia Bolten. Muñoz registra que la prensa ácrata anunciaba para el 25 de junio de 1905 la realización de un “meeting monstruo” convocado por las sociedades obreras de resistencia (las que pronto se federarían en la FORU), donde se anunciaba la palabra de varios de los deportados: Manuel Vázquez, Leopoldo Rodríguez, Fernando Balmelli y Antonio Loredo. Los nombrados, así como Virginia Bolten, recibieron la ayuda económica del Comité Pro Presos de Buenos Aires, que les permitió transitoriamente comer y dormir en una fonda de Montevideo. Sus camaradas de Buenos Aires organizaron también en septiembre una rifa a beneficio, que podía comprarse en el local la Unión de Conductores de Carros, donde Loredo había actuado en 1904.
Es probable que entre julio y octubre de 1905 haya retornado clandestinamente a Buenos Aires, pues en noviembre de ese mismo año es nuevamente detenido y deportado a Montevideo en el buque de guerra “Santa Cruz”. El movimiento huelguístico (estibadores, marineros, foguistas, ferroviarios, etc.) había estallado nuevamente en Argentina y el gobierno volvió a declarar, por tercera vez desde 1902, el estado de sitio.
Loredo actuó entonces en los medios obreros de Montevideo, particularmente en la Villa del Cerro. Comenzó por colaborar en El Obrero. Periódico defensor de los trabajadores (Montevideo, 1904-1905), fundado por Adrián Troitino y Francisco Berri, al que van a sumarse también Antonio Alzugaray y Francisco Corney. Colaboró asimismo en el periódico La Racha. Participó regularmente en las veladas del Centro Internacional de Estudios Sociales (CIES), que tenía su local en esquina de Río Negro y Maldonado, y colaboró en la segunda época de su revista, En Marcha (Montevideo, 1906-1907).
El 14 de junio de 1906 ofrecía una conferencia en CIES, junto a Francisco Campos y Francisco Corney, en la que defendieron el atentado del anarquista español Mateo Morral contra el rey Alfonso XIII. El 24 de julio participaba como orador en una nueva velada condenando la represión que se había desatado en España contra el movimiento anarquista y las experiencias de la “escuela moderna”.
El 1º de Mayo de 1907 intervino como orador junto a Corney en el local de la Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU). Siguiendo las resoluciones del 2º Congreso de la FORU, Loredo y Balmelli partirán de gira de conferencias por el Departamento de Canelones. En julio de ese año es uno de los firmantes, junto a Emilio Frugoni, Francisco Corney, Orsini Bertani, Álgel Falco y otros, del manifiesto de protesta al presidente Williman que no había permitido desembarcar en Montevideo al líder de los estibadores Constante Carballo, deportado de la Argentina.
El 27 de octubre de 1907 aparece en la Villa del Cerro el periódico La Acción Obrera (Montevideo, 1907-1908), subtitulado “quincenario de propaganda emancipadora”, redactado por Loredo. Desde sus páginas combatió el sindicalismo, defendiendo la finalidad anárquica de las luchas sindicales, al modo de la FORA y la FORU, incluso en polémica con los órganos de estas federaciones, Solidaridad de Montevideo y La Protesta de Buenos Aires. Tenía su redacción y administración en la calle Grecia 277 esquina Norteamérica, desde donde Adrián Troitiño llevaba a cabo una intensa acción organizadora y proselitista. Loredo, Troitiño y Adrissono aparecen por entonces vinculados a la agrupación anarquista “Nuevo Ideal”.
Junto a Adrián Troitino y Manuel Vázquez realizó, durante 1907, una activa campaña de denuncia pública sobre la precariedad de las condiciones de vida de los trabajadores rurales, tendiente a la conformación de una Sociedad de Resistencia de Obreros del Campo. Asimismo, actuó como orador en veladas y mitines, destacándose la conferencia que dictó el 27 de septiembre de 1907 en la Sociedad Arte Uruguayo (de la Sociedad de Desholladores) sobre educación, organización y fines de la acción obrera; la que brindó el 10 de noviembre en ese mismo espacio sobre los Mártires de Chicago; la que ofreció el 12 de enero de 1908 en el mismo local para la Sociedad de Varaleros y la que sobre temas sociológicos ofreció el 3 de mayo de 1908 en el Teatro Colón de la ciudad de Canelones, organizada por el Centro Obrero local.
La ardiente prédica que sostuvo durante la huelga ferroviaria de abril de 1908 terminó con su detención en un café del centro de Montevideo y su procesamiento, acusado de incitar a la rebelión. En el campo propagandístico, a lo largo del mismo año, promovió el antiparlamentarismo, acusando de “bobos” a los que se dejaban ganar por las prácticas electorales. Prologó el folleto “En la sociedad anarquista” de Federico Urales, editado por el grupo “La Acción Obrera”; y mantuvo (en las páginas de La Protesta de Buenos Aires) una polémica con Eduardo G. Gilimón, quien acusó a Loredo de “marxista” por defender el “materialismo histórico” y la “lucha de clases”.
Desarrolló la docencia en la Escuela Moderna de la Villa del Cerro, que dirigió. La Escuela se estableció en la calle Grecia 277, entre Francia y Norteamérica, en el local donde también funcionaban la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios de la Villa del Cerro (de la cual fue secretario Adrián Troitiño) y el grupo “Nuevo Ideal”. Loredo impartía clases nocturnas a niños y adultos sobre conocimientos generales, gramática, aritmética, geografía, geometría, historia y literatura. Al inaugurarse el establecimiento, el 14 de junio de 1908, pronunció una conferencia sobre “La Enseñanza Racionalista y la Enseñanza Integral”.
Loredo cultivó también la poesía, dando a conocer en La Acción Obrera algunas de sus producciones: “Anatemas”, dedicado al “amigo [e] inspirado poeta revolucionario Angel Falco” (“[…] Pueblo! Deja los lamentos, deja tus dolores / Alumbra como el rayo, hazte de centellas, / Que tras la revuelta vendrán los amores / Pues no habrá tristezas, pues no habrá temores, / Porque estará el mundo prendado de estrellas”); y “Aletazos”, dedicado a Jose Pedro Bellán y fechado en “Cárcel Correccional, abril de 1908” (“Tiene mi numen cantando / Aletazos de tormenta, / Rugidos de olas bramando, / Odios de chusma insurrecta. / Cuando se apresta mi lira / A lanzar su pamperada / Es que en marcha desbocada / Lleva la plebe su ira / Y al estallar los rugidos / De las fuertes tempestades, / Surgirá de los quejidos, / Cual de hondas soledades, / Llenas de vida y de fuerza / La Aurora de las verdades. / Lanzan del rayo el flechazo / Para herir a las montañas, / Y con maneras extrañas / Quieren desatar los lazos; / Para ver libres los brazos, / De las huestes oprimidas, / Para en hondas sacudidas / Herir fuerte a los mandones, / Para tras las rebeliones / Ver las plebes redimidas”) (La Acción Obrera nº 13, Montevideo, 20/4/1908).
Regresó clandestinamente a la Argentina, pero el sábado 6 de enero de 1909 fue detenido cuando salía de la sede de los Conductores de Carros y deportado a Barcelona el 11 de ese mes en el “Vapor del Plata”. Sus compañeros de Buenos Aires organizaron inmediatamente una colecta para el futuro deportado que se centralizó en la redacción de La Protesta. En correspondencia remitida al veterano de los diarios anarquistas porteños, Loredo reafirmaba su intención de retornar al Río de la Plata (“desde hoy me propongo ser el único cliente perpetuo de esa ley”, consignó en referencia a la de Residencia).
Apenas arribado a Barcelona se integró al ambiente obrero catalán junto a otros expulsados, a los que se conoció como “los americanos”. El 15 de abril de 1909 participaba de un mitin en el local de Solidaridad Obrera por los presos de Alcalá del Valle. Se sumó al grupo anarquista “4 de Mayo”, que editaba en Barcelona periódico Tierra y Libertad, en el que Loredo comienza a colaborar de modo cada vez más regular y destacado. Defendió desde sus páginas el modelo de organización de la FORA y la FORU de un sindicalismo con finalidad anarco-comunista, cuestionando la orientación anarcosindicalista de Solidaridad Obrera, la federación catalana de sociedades obreras que editaba un periódico del mismo nombre. También se opuso firmemente a la presencia de los socialistas en dicha federación.
Loredo participa del Comité de Huelga de la huelga barcelonesa de la Semana Trágica (26 de julio al 2 de agosto de 1909). Una vez sofocada la insurrección, el 11 de agosto fue detenido y enviado a la cárcel de Torrasa. Fue sometido a proceso por “sedición”, lo
que dio lugar a una campaña a favor de su libertad sustentada por la prensa libertaria de todo el mundo. Fue trasladado luego a una prisión en Barcelona, permaneciendo detenido alrededor de seis meses. Desde la ciudad condal enviaba cartas a Tierra y Libertad.
Obtenida su excarcelación en febrero de 1910, desplegó una intensa actividad proselitista en Tarrasa, Villafranca del Panadés y otras ciudades catalanas a favor de la educación racionalista. Manuel Buenacasa diría que Loredo era “el mejor escritor y orador […] que por entonces había en Cataluña”.
En abril de 1910 fue nuevamente detenido y deportado a Montevideo. Después de sufrir unos meses de prisión en capital uruguaya, es nuevamente deportado, ahora rumbo al puerto de Marsella. En agosto de 1910 enviaba desde París la primera de sus correspondencias a Tierra y Libertad. En la capital francesa trabó amistad con el pintor y caricaturista Juan Bautista Acher, al mismo tiempo que participó —junto a Jean Grave, Carlo Malato y Alejandro Sux, entre otros— del comité de agitación formado contra la represión en Argentina.
Instalado brevemente en Barcelona, redobla sus colaboraciones en Tierra y Libertad. Pero para evitar los seguimientos policiales y probables detenciones, se instaló secretamente en Tarrasa, donde volvió a trabajar como peluquero, afeitado él mismo de barba y bigotes y con el pelo corto. Colabora con los sindicatos locales y con su órgano, La Voz del Pueblo (Tarrasa), y contribuye a fundar un nuevo periódico, El Pueblo (Tarrasa). Continúa escribiendo en Tierra y Libertad, desde cuyas páginas apoya la orientación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), creada el 1º de noviembre de 1910, pero remarca una vez más los fines anarco-comunistas de toda organización sindical. También suscribe artículos apoyando a la corriente magonista de la Revolución Mexicana. En 1911 dictaba conferencias en las localidades de Villanueva y Geltrú.
Pero a fines de julio de 1911 es detenido en la ciudad de Barcelona y el 2 de agosto es embarcado rumbo a Montevideo en el buque Alfonso XIII, el mismo en el que retornaba otro expatriado, Eduardo G. Gilimón. Desembarcó en la capital uruguaya el 24 de agosto de 1911 y desde allí escribió a sus compañeros de Tierra y Libertad sobre las condiciones excepcionales de libertad que allí se vivían bajo la segunda presidencia de Battle y Ordóñez.
A comienzos de septiembre de 1911 Loredo viaja a Pando (Uruguay) para hablar en representación de la FORU en una de las asambleas de ladrilleros en huelga. Ese mismo mes participa de una controversia sobre el carácter de la Revolución Mexicana que tuvo lugar en Centro Internacional de Estudios Sociales de Montevideo, donde debatió con el socialista Evaristo Bozas Urrutia. Solamente durante el mes de octubre participa en media docena de conferencias, como las que tuvieron lugar en el local de la Unión de Electricistas de la calle Juncal junto a Francisco Corney y Juan Llorca; en la Sociedad de Arte Uruguayo en compañía de Antonio Zamboni, Carlos Balsán, Frnacisco Corney y Joaquín Hucha; en el homenaje al pedagogo anarquista Francisco Ferrer organizado en la plazoleta de Villa Muñoz por la agrupación Nueva Aurora y la agrupación Pro-Ferrer, junto a Leoncio Lasso de la Vega, Carlos Balsán, Juan Llores, Adrián Troitiño y Aníbal Miramar; y en una velada pro-presos en Argentina y Uruguay organizada por la FORU.
En octubre conferencia en el local de los Ebanistas y en diciembre en una manifestación a favor de la huelga de los albañiles así como en un mitin contra la pena de muerte en España. Asumió la secretaría de la Comisión Pro Libertades en Argentina, enviando correspondencias a la prensa anarquista internacional. Una de sus misivas fue recogida por el periódico Cultura Proletaria de Nueva York.
En enero de 1912 disertaba en el Centro Obrero de Pando junto a Adrián Troitiño y Teresa Cosito, en febrero en el CIES junto a Frugoni, Balsán y Adolfo Vázquez Gómez y en la Villa del Cerro sobre la Comuna de París. En marzo hablaba nuevamente en la Villa del Cerro sobre la Revolución Mexicana y luego en la Explanada Maciel sobre la situación de los obreros argentinos. Este mismo mes encabezaba un mitin convocado por el Comité Pro Libertades Argentina.
En marzo de 1912 lanza una nueva revista, Cultura Proletaria, de la que no se conservan ejemplares. Tenía su sede en la calle Justicia 60, Montevideo. En ese mismo mes Loredo presentaba un descargo ante acusaciones de malversación lanzadas por Francisco Corney. En mayo interviene en el Centro Internacional junto a José Tato Lorenzo, Carlos Balsán, Antonio Zamboni y José Castelli cuestionando el homenaje que el Partido Blanco le brindaba en esos momentos al presidente argentino Sáenz Peña y días después junto a Troitiño, Salom, Tato Lorenzo y Pascual Minotti en un mitin contra la represión en Argentina.
En junio intervenía en el encuentro organizado por la Sociedad de resistencia de los frigoríficos del Cerro junto a Balsán y Troitiño; en la velada que tuvo lugar en el Politeama Artigas para protestar contra un proyecto de ley que restringía la libertad de prensa, junto a Frugoni, Balsán y José Castelli.
A fines de junio de 1912 el periodista Juan José de Soiza Reilly lo entrevistaba en el marco de una cobertura gráfica sobre los deportados de la Argentina para el magazine porteño ilustrado Fray Mocho. En la nota aparece fotografiado con su casaca blanca de peluquero acompañado del siguiente epígrafe: “Antonio Loredo, periodista español. Está en Montevideo donde escribe para La Protesta y otros periódicos similares, habiendo tenido que desempeñar varios oficios” (Juan José Soiza Reilly, “Las víctimas de la Ley social”, en: Fray Mocho nº 10, Buenos Aires, 5/7/1912, s/nº de pág.).
A fines de julio toma la palabra en la asamblea fundacional de la Federación de Trabajadores de la Madera, cuyo secretario es su amigo Alejandro Alba. El 9 de agosto participa de la asamblea de la FORU que elige un nuevo Consejo Federal asumiendo Antonio Loredo la secretaría general hasta la celebración del próximo Congreso. Ese mismo mes interviene en la conferencia realizada en el Centro Internacional a favor de la Revolución Mexicana junto a Jesús María Suárez, Antonio Marinelli, Troitiño y Balsán; y en la semana siguiente participa en ese mismo espacio de una conferencia en solidaridad con la prensa obrera, junto a Gino Fabbri.
En septiembre interviene en numerosas ocasiones durante el conflicto de los frigoríficos en la Villa del Cerro, así como en el mitin organizado por la FORU y la Sociedad de Picapedreros en el Paso Molino en solidaridad con los huelguistas del Cerro. También habla en el CIES de Montevideo para protestar contra la condena a muerte de los anarquistas Ettore y Giovanetti en Estados Unidos y días después vuelve a tomar la palabra en el mismo centro para protestar por la represión policial a la columna obrera que se había dirigido a reclamar a la Embajada de los Estados Unidos.
En octubre de 1912 fue detenido junto a otros compañeros de militancia una vez que los concurrentes a una velada del Centro Internacional salieron a marchar por la avenida 18 de Julio. Fueron liberados días después y realizaron en el mismo centro un acto de protesta por la detención.
Es uno de los principales animadores del IV Congreso de la FORU que tuvo lugar en Montevideo los días 1 y 2 de noviembre de 1912, en el que participan 15 sociedades obreras. Allí chocaron una vez más las posiciones anarco-comunistas (Loredo, Alejandro Alba, Jesús María Suárez) con las anarco-sindicalistas (Antonio Marinelli, Salom, etc.). En diciembre aparece disertando en nombre de la FORU en el barrio montevideano de Paso Molino y pocos días después hablaba junto con Balsán en las asambleas de la huelga de ladrilleros. A fin de año cerró con una conferencia el picnic anarquista realizado en el Campo Eskaro.
A comienzos de 1913 está en Paso Molino junto a Balsán y Suárez convocando a un mitin que iba a realizarse el 5 de enero en la avenida 18 de Julio destinado a protestar contra el gobierno argentino. Cercados por la policía montada, los manifestantes deben contentarse con marchar por la calle Mercedes y finalmente, dos días después, realizar un acto cerrado en la Sociedad Francesa.
El 25 de marzo de 1913 está presente en la controversia que se desató entre anarco-battlistas (Gino Fabbri, Carlos Balsán) y anarco-comunistas (Jesús María Suárez) en una velada realizada en la Sociedad Francesa sobre la jornada laboral de 8 horas. El debate se profundizó el sábado siguiente en la velada convocada en el Centro Internacional bajo el título “Los anarquistas en el momento político actual”. Mientras Fabbri y Balsán reconocieron las conquistas obreras bajo el battlismo y llamaban a defenderlo, Loredo y José Borobio cuestionaron cualquier acercamiento obrero a partidos políticos o a gobiernos.
La controversia divide incluso la prensa ácrata de Montevideo. En abril de 1913 Loredo lanza una nuevo periódico, El Anarquista (Montevideo, 1913), acompañado por José Borovio, Jesús María Suarez, Eduardo G. Gilimón, Alejandro Alba, Morelli y Antonio Marzovillo. Los anarco-battlistas, por su parte —Adrián Troitiño, Antonio Zamboni, Virginia Bolten, José Castelli, Francisco Berri, todos antiguos amigos de Loredo—, estaban nucleados en La Idea Libre, continuador La Nueva Senda (Montevideo, 1909-1910).
Loredo y El Anarquista participan activamente de la convocatoria realizada por la FORU para la manifestación del 1º de Mayo de 1913, que partió del local de la Federación y se dirigió al Muelle Maciel. Ese mismo mes participa como orador en la velada artística realizada en el Centro Internacional a beneficio de los presos por la huelga general en Rosario y de la conferencia antimilitarista convocada por el Centro Argentino Antimilitarista. En junio colabora con la creación de una Federación portuaria conferenciando en el teatro Marconi. En julio habla en la asamblea de panaderos donde se nombraron los delegados para el Comité pro presos. En octubre participa del gran mitin por la libertad de los panaderos Abelardo Pita y Ricardo Nivelli realizado en la Sociedad Francesa.
Es probable que poco después Loredo haya intentado ingresar una vez más a territorio argentino, pero lo cierto es que a comienzos de 1914 aparece en Barcelona como director de Solidaridad Obrera. Según Miguel Iñiguez, por entonces participa de la comisión clandestina de la CNT catalana al mismo tiempo que realiza una gira de propaganda por comarcas cordobesas como Cañete y Bujalance.
Vuelve a desplegar una actividad febril como propagandista. Solamente en febrero de 1914 participa del mitin organizado en Gracia por el Sindicato Panadero “Hacia el Porvenir”; dicta una conferencia en la sede del Sindicato de Lampareros; diserta en Mataró; asiste en nombre del Sindicato de Peluqueros a la asamblea Regional de las Juntas de los Sindicatos Catalanes y habla en nombre de los peluqeros en un acto organizado por los tranviarios.
En marzo interviene en un mitin de Vilasar de Dalt junto a Salvador Seguí; imparte una conferencia en el Centro de Cultura Racional de Sans y participa en actos en Igualada, Mataró, Palamós, Cullera y Sueca. La asamblea barcelonesa del 21 de marzo lo elige para integrar la comisión que debía reorganizar la federación. Durante abril interviene en mitines en Alcudia de Carlet, Valencia, Badalona y Villanueva y Geltrú. En mayo en Badalona y el Barcelona. A fines de 1914 redacta el manifiesto “¡Antes que la guerra, la revolución!”, que suscriben numerosas organizaciones obreras.
A comienzos de 1915 recrudeció la tuberculosis que lo venía afectando, y sus amigos catalanes organizaron una colecta a su favor. Sin embargo, continuó su con mychas de sus intervenciones públicas. En abril impartía dos conferencias en la Sociedad de Cultura Racionalista de Barcelona. Y enseguida partía a El Ferrol donde iba a realizarse el Congreso Internacional por la Paz convocado por el Ateneo Sindicalista de esa ciudad entre los días 29 de abril y el 1 y 2 de mayo de 1915, en el que participan las figuras más importantes del anarquismo español de aquel momento, como Mauro Bajatierra, Ángel Pestaña, Francisco Miranda, entre muchos otros. El evento fue prohibido por el gobierno español y en la madrugada del día 30 de abril la policía ingresó a los hoteles deportando a los delegados. Las sesiones debieron realizarse en la clandestinidad, donde se proclamó la huelga general contra la guerra, moción que fue aprobada por Loredo. El día en que se clausuró el encuentro —que había sido prohibido por las autoridades—, Loredo fue detenido acusado de sedición e injurias, aunque no resultó encausado. Aprovechó el viaje a Galicia para hacer, los días previos, propaganda anarquista y antibelicista por Betanzos, Puentedeume, Santiago y La Coruña.
A mediados de junio diserta en el Centro Obrero de Castro del Río y en los meses siguientes mitinea en en Mahón, Villacarlos, Alayor, Elda, Villena y San Vicente de Castellet. En Elda funda, a fines de 1915, el periódico La Guerra Social. En febrero de 1916 está en Alicante y en marzo en Navarrete. Pero poco antes de comenzar en esta última ciudad un mitin a favor de los presos de Cenicero, sufrió su tuberculosis recrudeció. Los compañeros lo trasladaron a Logroño, que se encontraba a pocos kilómetros de Navarrete, para que fuera mejor atendido. Desde Logroño envió a Tierra y Libertad su último artículo.
Loredo murió en dicha ciudad el 25 de marzo de 1916, a las 22 horas. Según el testimonio de Rodolfo González Pacheco, que lo conoció en Buenos Aires y lo reencontró en Barcelona, había muerto “de trabajo de bohemio. Sus conferencias en el Ateneo Sindicalista, de dos, tres horas seguidas, le mellaban la vida, le socavaban el pecho”. Antonio Loredo tenía al morir 35 años. Era soltero. Había sufrido 6 deportaciones a lo largo de su vida: 4 desde Buenos Aires (febrero de 1905, noviembre de 1905, enero de 1909 y fines de 1913), una desde Cataluña (abril de 1910) y otra desde Montevideo (mediados de 1910).
Dejó escritos más de 100 artículos. Sus intervenciones en la prensa española fueron reunidas por Francisco Madrid Santos en Mis palabras son mi vida (2013) y sus textos rioplatenses fueron compilados por Pascual Muñoz en Antonio Loredo, Aletazos de tormenta (2017).
Obra
Obra reunida:
- Mis palabras son mi vida. Antología de Antonio Loredo Martínez, Madrid-Tenerife, La Malatesta-Tierra de Fuego, 2013, introducción, selección y notas de Francisco Madrid Santos.
- “Anexo”, en: Pascual Muñoz, Antonio Loredo, Aletazos de tormenta. El anarquismo revolucionario a comienzos del siglo XX, Montevideo, La Turba, 2017, pp. 114-149.
Principales artículos publicados en la prensa rioplatense (listado establecido por Pascual Muñoz)
- “Agitemos”, en: La Organización Obrera nº 24, Buenos Aires, septiembre 1903.
- “Necesidad de la acción”, en: El Barbero nº 9, Buenos Aires, 1/10/1903.
- “Triunfo de una huelga”, en: La Protesta, Buenos Aires, 5/3/1904.
- “Desde la cárcel”, en: La Protesta, Buenos Aires, 3/8/1904.
- “Páginas Antimilitaristas. El ejército”, en: La Organización Obrera nº 38, Buenos Aires, noviembre 1904.
- “Desde Montevideo. Los Ferrocarrileros”, en: La Organización Obrera nº 54, Buenos Aires, mayo de 1905.
- “¿Cuál debe ser la misión del periódico gremial?”, en: El Látigo dcl Carrero nº 17, Buenos Aires, 15/8/1905.
- “Rusia despierta”, en: El Látigo dcl Carrero nº 18, Buenos Aires, 15/9/1905.
- “En plena razzia”, en: El Látigo dcl Carrero nº 20, Buenos Aires, 15/4/1906.
- “Por la agitación. El lº de Mayo”, en: En Marcha nº 45, Montevidceo, 15/4/1906.
- “La bancarrota del parlamentarismo”, en: El Obrero nº 49, Montevideo, 16/6/1906.
- “En la £spaña inquisitorial”, en: En Marcha nº 1, Montevideo, 20/7/1906.
- “En la santa Rusia”, en: En Marcha nº 3, Montevideo, 26/8/1906.
- “El ejército”, en: La Protesta, Buenos Aires, 6/9/1906.
- “Los apóstoles del mañana”, en: La Protesta, Buenos Aires, 13/11/1906.
- “La Herencia”, en: La Protesta, Buenos Aires, 9/12/1906.
- “ 1886 —1° de Mayo— 1907”, en: En Marcha, Segunda época, Montevideo, 1º/5/1907.
- “La Bancarrota del Parlamentarismo, en: La Acción Obrera nº 1. Montevideo. 27/10/1907.
- “In Memorian”, en: La Acción Obrera, nº 2, Montevideo, 10 /11/1907.
- “La Bancarrota del Parlamentarismo II”, en: La Acción Obrcra nº 3, Montevideo, 23/11/1907.
- “Anatemas”, en: La Acción Obrera nº 14, Montevideo, 5/12/1907.
- “El momento actual, en: La Acción Obrera nº 7, Montevideo, 20/1/1908.
- “£os Regicidios”, en: La Acción Obrera n° 8, Montevideo, 5/2/1908.
- “Hermosos presagios”, en: La Acción Obrera n° S, Montevideo, 20/2/1908.
- “Anarquismo y Sindicalismo”, en: El Látigo dcl Carrero nº 54, Buenos Aires, febrero 1908.
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- “Algo sobre sindicalismo”, en: La Protesta, Buenos Aires, 25/6/1909.
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- “E1 momento actual del proletariado”, Aurora nº 1, Montevideo, noviembre 1912.
- “El Fracaso Socialista”, en: El Anarquista nº 4, Montevideo, 1/6/1913.
- “Socialismo y Anarquismo”, en: El Anarquista nº 6, Montevideo, 23/6/1913.
- “Frente a la sociedad capitalista”, en: El Obrero Panadero nº 32, Montevideo, junio 1913.
- “Los Atentados Anarquistas”, en: El Anarquista nº 1, Montevideo, 16/7/1913.
- “Acción Anarquista”, en: El Anarquista nº 7, Montevideo, 18/7/1913.
- “La bancarrota de la democracia”, en: La Protesta, Buenos Aires, 5/6/1914.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2025), “Loredo, Antonio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.