LAÍN, Domingo (Paniza, Zaragoza, España, 16/03/1940 – Bagre, Antioquia, Colombia, 20/02/1974).
Sacerdote español de inclinación tercermundista que emigró a Colombia. Desarrolló labores propias del cristianismo social en los barrios populares de la ciudad de Bogotá y se vinculó a la guerrilla revolucionaria de tendencia guevarista: Ejército de Liberación Nacional (ELN). Murió en combate en la quebrada La Llana, municipio del Bagre (Antioquia), a los 33 años de edad. Junto con José Antonio Jiménez Comín y Manuel Pérez Martínez, fueron conocidos en Colombia como “los tres curas aragoneses que terminaron en la guerrilla”.
Hijo de Tomas Laín y Francisca Sanz, granjeros de trigo y uva, Domingo nació en el municipio Paniza, provincia de Zaragoza en España el 16 de marzo de 1940.
Ingresó al seminario menor del municipio de Alcorisa en la provincia de Teruel, España, en 1951, a la edad de once años. En 1955 pasó al seminario mayor de la diócesis de Zaragoza para continuar su formación sacerdotal.
Mientras avanzaba sus estudios de humanidades en 1957 conoció a José Antonio Jiménez Comín, un seminarista de vocación sacerdotal tardía que trabajó junto al padre de Domingo en las minas de carbón en Ariño y le invitó a conocer de primera mano la exclusión y pobreza de los mineros. En época de verano, durante la cosecha de trigo y uva, Domingo colaboraba con bajar los sacos en tiempos de cosecha. Su familia quería que se desempeñara como cura convencional de parroquia y administrara de manera conservadora los sacramentos, pero su voluntad fue la de ser misionero y prestar su vida religiosa a los más pobres y excluidos.
En el lustro de su formación religiosa también entabló amistad con el seminarista Manuel Pérez Martínez; el encuentro se produjo en 1959. En ese tiempo realizaban trabajo pastoral en barrios pobres y obreros y empezaron a acercarse a la Juventud Obrera Católica (JOC). También comenzaron a estudiar marxismo como parte de los debates y posturas cercanas al Concilio Vaticano II convocado por el papa Juan XXIII el 25 de marzo de 1959. Proceso que se conoció como de actualización de la iglesia católica a la realidad contemporánea. Domingo buscaba mayor “coherencia” en el testimonio evangelio y expresaba que “veía al sacerdote como un Cristo que tenía que estar junto a los más humildes, a los que más amor necesitan porque son los que más sufren”. Desde entonces manifestaba deseos de “irme a las misiones a África o marchar a Centroamérica; en los dos sitios existe mucha miseria, mucha explotación y mucha hambre”. Esta dicotomía obedecía a que en el proceso de formación existían dos grupos: el de África y de América Latina.
Según Laureano Molina, amigo personal de Domingo, este prefería “la literatura de Arthur Miller donde encontró una fuente del existencialismo del Siglo XXI” que vinculaba con el discurso del evangelio por la forma en que captaba el sufrimiento humano como una experiencia auténtica y real.
En el verano de 1959, los tres sacerdotes viajan a Lille, Francia, con los Hijos de la Caridad (Les Fils de la charité) para conocer el trabajo de los sacerdotes obreros en los barrios de inmigrantes argelinos, españoles y portugueses. En 1962 ingresan al Seminario Hispanoamericano de Madrid para iniciar su proceso de preparación como misioneros, donde estarán un periodo de cuatro años. En 1966 el testimonio del sacerdote y revolucionario Camilo Torres Restrepo trasciende fronteras y genera resonancia en los tres sacerdotes que se ven interpelados por el mensaje de los cristianos y la proclama del pueblo colombiano.
Manuel, José Antonio y Domingo encuentran en la memoria de Camilo una inspiración profunda. Cuando desarrollan su actividad sacerdotal lo hacen con la finalidad de cuestionar las redes de pobreza y exclusión de Colombia. Transmiten a idea de que el amor debe ser eficaz y dar resultados concretos visibles en una transformación que supere la dominación, en pro de la libertad y justicia. Una postura humanista que además promovía el desprendimiento total por lo material y a favor de los intereses del pueblo y su compromiso con él.
Domingo Laín se ordenó sacerdote en Zaragoza en 1965. Su primera parroquia fue en el pueblo aragonés de Tauste donde continuó su trabajo con obreros y jóvenes hasta el verano de 1967. Luego de esto, Domingo Laín viajó a Colombia y se radicó en un barrio humilde y comenzó a trabajar en una fábrica de ladrillos. Para la familia de Domingo su decisión de irse a Colombia no fue bien recibida y generó un distanciamiento, aunque con el tiempo sus padres aceptaron con resignación la decisión. Por su parte, Manuel Pérez y José Antonio Jiménez Comín viajaron a la República Dominicana.
La experiencia que Domingo había vivido en Francia con los sacerdotes obreros, lo inclina a buscar condiciones similares a su llegada a Bogotá. Por orden del arzobispado logró ubicarse en el barrio Meissen en la ribera del rio Tunjuelito, lugar de llegada de personas desplazadas por la violencia. Los pobladores se dedicaban a la producción de ladrillos, tejas y adoquines para la construcción. La llegada de Domingo generó una irrupción en la vida del barrio: en la mañana el sacerdote fabricaba ladrillos como cualquier obrero y los domingos organizaba y celebraba la misa en comunidad. “Yo quiero ser uno más de los que en el mundo no tienen casa, ni cama, ni mesa”, decía Laín.
Al final, Domingo fue objeto de estigmatización y señalamiento por otros clérigos y habitantes de la comunidad, que veían en la actividad del sacerdote una forma disfrazada de “comunismo” y de “curas rojos”. Los roces se dieron con la Arquidiócesis de Bogotá, para entonces en cabeza del cardenal Luis Concha Córdoba y su adjunto Aníbal Muñoz Duque, ambos de corriente conservadora, y quienes ordenaron la interrupción del trabajo de Domingo en Bogotá y su expulsión. Su ejemplo y compañía entre los habitantes del barrio Meissen generó alertas en las autoridades eclesiásticas. La comunidad veía coherencia entre lo que él decía y vivía. Durante la eucaristía del domingo un sacerdote que precisamente trabajaba con ellos toda la semana les explicaba por qué estaban en esas condiciones de explotación y manifestaba que esa no era la voluntad de Dios para el pueblo.
Domingo Laín fue destinado a Cartagena de Indias. Ante su salida de Bogotá, él mismo se contactó con el arzobispo Rubén Isaza Restrepo y para 1968 ya estaba en el Caribe, ubicado en el barrio Olaya Herrera de Cartagena como misioneros de la parroquia María Madre de la Iglesia. Allí comenzó a trabajar con las comunidades afrocolombianas y con los pescadores de la ciénaga de la virgen o de Tesca y, además, con jóvenes. Estuvo realizando esta labor pastoral durante cerca de dos años.
Entre tanto, en octubre de 1968, Manuel Pérez y José Antonio Jiménez Comín fueron expulsados de República Dominicana por su apoyo a las reivindicaciones de los campesinos.
A comienzos de 1969, los tres sacerdotes, participaron del movimiento de Golconda, proceso social y eclesial liderado por el obispo de Buenaventura Gerardo Valencia Cano y un grupo de sacerdotes de Bogotá comprometidos en sus parroquias y articulados al proceso de estudio y aplicación del Concilio Vaticano II.
También este movimiento comenzó a ser objeto de estigmatización y reproche por parte de las jerarquías eclesiales y en 1969 Domingo Laín fue expulsado de Colombia por el gobierno del liberal Carlos Lleras Restrepo (1966-1970) con la bendición del cardenal Aníbal Muñoz Duque. Fue deportado de Colombia y por vía marítima regresó a su tierra natal en un barco español.
Sin embargo, esta experiencia de persecución afianzó su decisión de irse a la clandestinidad y vincularse al movimiento revolucionario. La referencia previa que tenía del Ejército de Liberación Nacional (ELN) donde había militado Camilo Torres lo inclinó hacía este movimiento. Anunció a su familia su decisión de vincularse a la lucha armada como forma de apostar por un cambio real por la liberación en Colombia y regresó de forma clandestina al país en octubre de 1969. Junto con sus colegas Manuel Pérez y José Antonio Comín se trasladaron a las montañas de la región del Magdalena Medio colombiano donde atravesaron un periodo de instrucción militar. Luego de lo cual los tres sacerdotes fueron derivados a distintos frentes. Domingo Laín fue nombrado asesor de Fabio Vásquez Castaño, comandante y fundador de la guerrilla.
En el tránsito de sacerdote a guerrillero, Domingo Laín reconoció la complejidad de la vida en la selva colombiana y fue desarrollando posturas críticas, aunque menos aireadas que las de Manuel Pérez. En medio de esta separación, reciben la noticia de la muerte de José Antonio Jiménez Comín a los ocho meses de haber ingresado al grupo, hecho que les afectó emocionalmente, tanto a Domingo como a Manuel. Los restos de José Antonio aún continúan enterrados en las selvas del Magdalena Medio.
De su actividad rebelde, Domingo participó como segundo al mando del comandante Fabio Vásquez Castaño en la toma guerrillera del 7 de enero de 1972 en el municipio de San Pablo, departamento de Bolívar. Acción que buscaba conmemorar la toma de Simacota, fundacional del ELN, realizada en la misma fecha cinco años atrás. En la acción de San Pablo se tomaron el pueblo, asaltaron la sede de la Caja Agraria y liberaron a los presos de la cárcel municipal, lo cual dejó un saldo trágico de un policía muerto y varios gravemente heridos.
El 20 de febrero de 1974 Domingo Laín Sanz muere en combate. El deceso se dio en el marco de una operación militar contrainsurgente conocida como “la operación Anorí” que fue desplegada por el Ejército Nacional de Colombia, bajo el mando del general Hernán Hurtado con el propósito de desvertebrar y aniquilar a la guerrilla del ELN. Murió en el combate contra unidades militares en la quebrada La Llana del municipio de El Bagre, departamento de Antioquia.
En su memoria, se mantiene un barrio y un parque en zona de Meissen en Bogotá. De igual forma, el ELN nombró una estructura con el nombre del Frente Domingo Laín. El ELN continua en guerra y hostilidades contra el Gobierno de Colombia y en la actualidad se desarrollan diálogos de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Cómo citar esta entrada: Frías Cruz, Álvaro (2024), “Laín, Domingo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.