HUCHA, Joaquín (seudónimos: J. H. Laveuve, Modesto Quilónides) (Galicia, España, 1873 – Montevideo, Uruguay, marzo 1941).
Panadero anarquista de origen gallego, de intensa actividad gremial y política en el Río de la Plata en las primeras tres décadas del siglo XX, tres veces deportado de la Argentina, finalmente radicado en en Montevideo..
Arriba a la Argentina hacia 1895, a la edad de 12 años. Miembro de la Sociedad de Resistencia de Obreros Panaderos y del grupo “Luz y Progreso” de la Ciudad de Buenos Aires (La Protesta Humana, año II, nº 53, Buenos Aires, 1898, p. 4). En noviembre de 1899 aparece aportando $ 0,50 como suscriptor voluntario al quincenario El Obrero Panadero (Buenos Aires, 1898-1903). En diciembre de 1899 aporta una serie de folletos anarquistas (“La sociedad futura” de Jean Grave, “Psicología del socialista-anarquista” de Agustin Hamon y “Sociología anarquista” de Federico Urales) como parte de los premios que iban a rifarse a beneficio de dicho periódico. Ese mismo mes publica en el periódico del gremio el artículo “Hechos vergonzosos”, denunciando diversos atropellos de la patronal.
El 13 de julio de 1900 fue detenido mientras repartía un manifiesto recordando la Toma de la Bastilla, permaneciendo encerrado e incomunicado en un calabozo por 36 horas (La Protesta Humana, año IV, nº 89, Buenos Aires, 1900, p. 3).
Fue delegado por los panaderos de la ciudad de Paraná al II Congreso de la Federación Obrera Argentina (FOA) realizado entre los días 19 y 21 de abril de 1902. Participa en el III Congreso de la FOA celebrado entre el 6 y el 8 de junio de 1903, donde propone, entre otras cosas, una moción para que los delegados se pongan de pie en protesta por los panaderos recientemente detenidos. Desde agosto de 1903 fue elevado a miembro directivo de la FOA. Fue arrestado junto a Narciso Bartolozzi a fines de agosto de ese año, en una asamblea de trabajadores del calzado, quedando retenido durante 24 horas, donde les tormaron fotografías e impresiones digitales. Durante estos años aparece como corresponsal en Argentina del diario Tierra y Libertad (Madrid, 1898-1904). En el diario ácrata madrileño aparece su crítica a la llamada Ley de Residencia (“Desde Buenos Aires”, en: Tierra y Libertad nº 2012, Madrid, 28/3/1903).
Participó como orador en la asamblea al aire libre realizada en la Plaza Rodríguez Peña convocada por la FOA el 27 de diciembre de 1903 tras la intromisión de la policía durante el paro de tranviarios que finalizó con un rotundo fracaso, aprovechando la actividad para atacar la Ley de Residencia sancionada un año antes. Fue electo miembro del nuevo Consejo Federal de la FORA tras el IV Congreso celebrado entre el 30 de julio y el 2 de agosto de 1904.
Junto al dirigente cigarrero Manuel Vázquez, el tipógrafo Víctor Béjar y el contable Francisco Jacquet, fue uno de los conferencistas en el acto de la Federación de las Artes Gráficas realizado en la Casa Suiza de Buenos Aires el 18/9/1904 (La Protesta nº 384, Buenos Aires, 27/8/1904, p. 4).
La intentona cívico-militar emprendida por la Unión Cívica Radical (UCR) a comienzos de febrero de 1905 sirvió de pretexto al gobierno argentino presidido por Manuel Quintana para llevar a cabo una persecución contra el movimiento anarquista. Es así que el nombre de Hucha aparece en los listados de activistas a quienes el gobierno argentino aplicaba la pena de deportación. Es acusado en el decreto del 14/02/1905 de “extranjero peligroso al orden público por su continua actuación subversiva” según nota elevada por la Jefatura de Policía de la Capital. Su expulsión aparece corroborada en el oficio del 30/04/1913, de acuerdo al que fue deportado el 18/02/1905. Hucha logró descender del barco en Montevideo el día 19, junto al zapatero Manuel Manrique y el estibador Juan Llorca .
En su libro La Tiranía del frac, Alberto Ghiraldo lo presentaba en estos términos:
Joaquín Hucha. Otro de los puntos negros de la policía bonaerense. Este obrero, tan pequeño de cuerpo como grande de alma, ha sabido imponerse por su conducta y su energía no desmentidas en ninguna prueba. Panadero de oficio, es queridísimo y respetado en su gremio por cuyo progreso ha luchado siempre sin un desfallecimiento. Español y casado. Cuenta 32 años de edad y 20 de residencia y de trabajo en el país. Fue detenido en la vía pública en momentos que se dirigía á su taller.
Alberto Ghiraldo, La tiranía del frac (Crónica de un preso), Buenos Aires, Biblioteca Popular de “Martín Fierro”, 1905, p. 47.
En 1906 está otra vez en Buenos Aires asistiendo al Congreso de Libre Pensamiento celebrado entre los días 20 y 23 de septiembre. Expuso en la misma sesión en que lo hacía el socialista Alfredo Palacios, donde ambos argumentaron a favor de la reducción de la jornada de trabajo. Al año siguiente aparece clandestinamente en Rosario dictando conferencias con el nombre de “H. Laveuve”.
Un nuevo decreto del 24/11/1909 vuelve a solicitar su expulsión por considerarlo “peligroso para el orden público” por “su conducta habitual”. No obstante, meses después reaparece en Buenos Aires como orador, junto a Carlos Balsán, Rodolfo González Pacheco, María Collazo, Antonio Zamboni y Manresa Herrero, en el acto multitudinario realizado en Parque Patricios el 27 de marzo de 1910 organizado por la FORA anarquista y la CORA socialista contra las torturas infligidas a los presos en la Cárcel de encausados. Y al mes siguiente lo encontramos como delegado al VIII congreso de la FORA realizado entre el 23 y 25 de abril de 1910 en el local de Conductores de Carros.
Pero pocas semanas después, en el marco de la represión que sufrió el movimiento anarquista en el contexto de la celebración del Centenario, era nuevamente deportado y una vez más reingresaba a la Argentina. De acuerdo al oficio de 1913, habiendo violado la primera deportación “fue embarcado nuevamente con destino a su país de origen el 8/7/1910, y como retornara al país sin permiso, se lo detuvo por la policía y fue en esta ocasión que exhibió una carta de ciudadanía otorgada por el Doctor Nicolás Vera Ramos el 08/11/1909, es decir, con fecha posterior al Superior Decreto de expulsión, hecho que la afecta de nulidad insalvable”. Según el mismo documento, Hucha había sido excarcelado bajo fianza. Por encargo del Ministro de Relaciones Exteriores, en él se le solicita al Procurador Fiscal de Santa Fe “se sirva activar en cuanto sea posible los trámites de dicho proceso para que se obtenga una pronta sentencia”. En diciembre de 1911 está en Montevideo, desde donde envía un artículo a La Protesta de Buenos Aires con su balance optimista del año transcurrido, a pesar de la represión sufrida por el movimiento obrero (“A través del año 1911”, en: La Protesta, Buenos Aires, 26/12/1911, p. 2).
Una nueva expulsión aparece confirmada en el oficio del 22/5/1913, de acuerdo al que sería embarcado en el vapor Sierra de la Ventana con destino a Bremen el 23 del mismo mes. Arriba finalmente a La Coruña, desde donde escribe correspondencias a El obrero panadero de Buenos Aires. En el documento policial también figura con los “alias”de “J. H. Laveuve” y “Modesto Quilónides”. Con este último seudónimo aparecen algunos artículos en La Protesta de Buenos Aires.
En julio de 1913 regresa a América como polizón de un barco, instalándose desde entonces en Montevideo en forma definitiva. Se integra al gremio de los panaderos del Uruguay y se convierte en uno de los animadores de su órgano, El Obrero Panadero. Se integra asimismo en la FORU (Federación Obrera Regional Uruguaya) y frecuenta el Centro Internacional de Estudios Sociales (1898-1928) de Montevideo.
En 1915 publica en la capital uruguaya el folleto “El trabajo nocturno. Males que acarrea. Exposición, declaraciones médicas y observaciones”, prologado por el médico higienista Justo F. González, que se edita simultáneamente en Barcelona. Como otros anarquistas de su tiempo, simpatiza con el proceso abierto en Rusia con la Revolución de 1917. En 1921 colaboran con Juan Llorca y otros “anarco-bolcheviques” en el periódico La Tierra, donde defienden la necesidad de un período de dictadura obrera tras la revolución social, por lo que serán denominados por los anarquistas ortodoxos como “anarco-dictadores”. Se aproxima entonces al Comité Pro Unidad Obrera (CPOU) y a la Unión Sindical Uruguaya (USU), un intento de confluencia entre anarquistas, sindicalistas y comunistas, tomando distancia de la FORU anarquista.
En la década de 1930 volvió a integrarse a la FORU publicando en su órgano, Solidaridad, una autocrítica: “muchos creímos (pues yo también fui uno de ellos) que aquel acontecimiento [la Revolución rusa] traería enseguida la revolución mundial que pondría término a la explotación del hombre por el hombre, por cuyas circunstancias muchos anarquistas transigimos en parte con nuestra doctrina en la creencia sensata (al menos por mi parte) que ensancháramos nuestro campo de acción con los noveles ‘revolucionarios’: pero nos hemos equivocado, porque ese paso constituyó un retroceso para nuestras ideas; por cuya razón, es que en estos momentos los anarquistas, los que al menos sigan siendo tales, tenemos el deber de organizarnos y multiplicar nuestras actividades con el propósito de resolver los problemas de hoy y de mañana, y a mi entender, el sector donde debemos ocupar nuestro puesto de combate es en las filas de la FORU…” (Solidaridad, Montevideo, diciembre 1935).
En 1932 colaboraba en La Revista Blanca de Barcelona, unas veces con su nombre y otras con su seudónimo de Quilónides. Murió en Montevideo en marzo de 1941.
Obra
- “El trabajo nocturno. Males que acarrea. Exposición, declaraciones médicas y observaciones”, Montevideo, Tierra y Libertad, 1915, pról. de Justo F. González.
- “El trabajo nocturno. Males que acarrea. Exposición, declaraciones médicas y observaciones”, Barcelona, Impenta “Germinal”, 1915, pról. de Justo F. González.
- “El amor libre sin sanciones y sin leyes”, en: La Revista Blanca, 1/4/1932.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio y Margarucci, Ivanna (2023), “Hucha, Joaquín”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.