ETCHEBÉHÈRE, Luis Hipólito Ernesto (seud.: Juan Rústico) (Sa Pereira, Pcia de Santa Fe, 8/3/1900 – Sigüenza, España, 16/8/1936).
Activista estudiantil reformista, ensayista político y militante trotskista, combatiente en la guerra civil española.
De ascendencia vasco-francesa (padre vasco, madre oriunda de Bordeaux), su padre llega a la Argentina en calidad de técnico y se ocupa de la instalación telefónica en la Pcia. de Tucumán. Sus dos hermanos mayores serán luego pioneros de la cinematografía en la Argentina. Hipólito, como se lo llama, cursa los estudios secundarios en la Escuela Industrial de la Nación, recibiéndose de técnico mecánico.
En enero de 1919, en el marco de la Semana Trágica, asiste desde el balcón de su casa paterna (Av. Corrientes y Pueyrredón) al pogroom que las fuerzas represivas desatan contra los “rusos” del barrio judío de Once. Conmocionado, se orienta al anarquismo. Según el testimonio de quien será su compañera:
“En los días que siguieron a la Semana Trágica escribió afiebradamente un folleto dedicado a los vigilantes, que tenía por título ‘Escucha la verdad’ y lo fue repartiendo a los policías que hacían guardia en las calles. Pocas horas después estaba en la cárcel por delito contra la seguridad del Estado. Por ser hijo de una familia bien considerada, tuvo el honor de escuchar los consejos del jefe de policía y la suerte de no ser mandado al presidio de Ushuaia. Cuando salió en libertad abandonó la casa familiar para no comprometer más a los suyos. Comienza entonces para él una vida difícil. Dura poco en los talleres donde entra a trabajar, a causa de la propaganda revolucionaria que difunde entre los obreros. Vive en altillos prestados, come algunas veces en casa de su madre, otras veces no come. Consigue dos o tres lecciones particulares que ni siquiera sabe hacerse pagar, pasa largas horas en la biblioteca del Partido Socialista leyendo a Kropotkine, Proudhon, la Historia de la Comuna de París por Lissagaray, con el afán de adquirir los elementos teóricos que habrán de cimentar su fe de revolucionario, buscando al mismo tiempo voluntarios para iniciar una acción colectiva”.
Otros dos acontecimientos de la época contribuyen a forjar su conciencia política: la Revolución Rusa de 1917 y, un año después, la Reforma Universitaria que eclosiona en Córdoba. Reagrupa entonces a otros estudiantes anarquistas que apoyan la Revolución y la Reforma desde posturas libertarias —como Micaela Feldman (que en seguida se convertirá en su compañera, Mika Etchebéhère), los estudiantes de derecho Héctor Raurich y Francisco Rinesi, el técnico José Paniale, los escritores Herminia Brumana, Eduardo González Lanuza, Francisco Piñero, Ángel Rosemblat, Nicolás Olivari— que constituyen el primer Grupo Insurrexit. El grupo, que se reúne en asamblea todos los sábados por la noche en el local de la Federación de Empleados de Comercio, edita la revista Insurrexit (1920-1921), donde colaboran figuras como José Ingenieros, Julio R. Barcos, Horacio Quiroga y Alfonsina Storni.
En 1923 Etchebéhère y parte del Grupo Insurrexit ingresan en el recién fundado Partido Comunista de la Argentina para engrosar su ala “izquierdista”, ala que se oponía a la sanción de un programa mínimo a la manera del Partido Socialista y que proponía limitar la acción parlamentaria a la propaganda revolucionaria. Desarrolla aquí, junto a su compañera Mika, una intensa actividad como militante y conferencista. Los “izquierdistas” son finalmente expulsados durante las agitadas jornadas del VII° Congreso, reunido los días 26 a 28 de diciembre de 1925, quienes constituyen, en enero de 1926, el Partido Comunista Obrero (PCO), siendo conocidos como “chispistas”, por editar el periódico La Chispa (1926-1929), que dirigió Angélica Mendoza. Hipólito es elegido miembro del Comité de Organización.
El 30 de octubre de 1925, los “chispistas” formaron el Centro Buenos Aires de la Unión Latinoamericana (ULA), una formación antiimperialista que había fundado José Ingenieros dos años antes y que por entonces dirigía el socialista Alfredo Palacios. Desconocido el Centro Buenos Aires por la dirección de la ULA, el 13 de diciembre de 1925 esta sección se constituye en la filial argentina de la Liga Antiimperialista de las Américas (LADLA) (La Chispa nº 10, 18/6/1927). Su primer Comité Directivo estuvo integrado por: Alberto Astudillo, Mariano Barrajón, Héctor Raurich, José Di Bona, Carolina Torres Cabrera, Hipólito Etchebéhère, Teófilo González, Eudocio Ravines, Rafael Greco, Carmelo Rizzo Baratta y Armando Gervaso; como suplentes, fueron elegidos Elías Castelnuovo, Carlos Vergara, Abraham Resnik, Enrique Cornejo Koster y Julio R. Barcos.
Pero Hipólito y Mika apenas participan en los albores de la nueva experiencia, pues se marchan a recorrer la Patagonia argentina con un consultorio ambulante: Mika era odontóloga e Hipólito había estudiado prótesis dental. Cuando llegan a Paso Ibáñez, Pcia. de Santa Cruz, recogen testimonios entre los sobrevivientes a los fusilamientos que ocho años antes habían terminado de modo sangriento con las huelgas patagónicas. Con el dinero recogido con su consultorio odontológico, la pareja marcha en 1931 a Europa.
Llegan primero a España, apenas dos meses después de proclamada la República. Inmediatamente después viajan a Paris, donde se vinculan a René Lefeuvre, inspirador del ala izquierda del Grupo Monde que dirige Henri Barbusse. Parten en octubre de 1932 rumbo a Berlin, atraídos por las perspectivas de la revolución alemana. Allí se vinculan con el ala izquierda, antistalinista, del PC alemán, que lidera Kurt Landau. Con el triunfo de Hitler en 1933, la pareja parte nuevamente rumbo a Paris en el mes de mayo. Viven en una buhardilla en Paris, donde integran el grupo “Que faire?”, que edita la revista del mismo nombre. Etchebéhère escribe para el periódico francés Masses una serie de artículos —según Juan Andrade “memorables” —sobre la revolución alemana con el seudónimo de Juan Rústico.
Hipólito y Mika establecen una profunda amistad con la pareja que constituyen los militantes trotskistas Alfred y Marguerite Rosmer, de extracción anarcosindicalista. Cuando en octubre de 1934 estalla la rebelión de los mineros de Asturias, intentan sin éxito ingresar a España. En 1935 se quebranta la salud de Hiopólito, debiendo pasar seis meses en el sanatorio Labrouyére Liancort, en las afueras de la ciudad (Oise), mientras Mika se gana la vida en París enseñando español.
Un año después, poco antes de desatarse la guerra civil española, la pareja viaja a España. Hipólito llega en mayo y Mika en julio. La pareja solicita al POUM sendos puestos de combate. Un mes después, siendo jefe de la columna motorizada de unos 150 combatientes del POUM, Etchebéhère muere en combate —una bala enemiga le parte el corazón— en el frente de Sigüenza.
Obra
- Hippolytte Etchebéhère (Juan Rústico), 1933: La tragedie du proletariat allemand. Defaite sans combat, victoire sans peril, Paris, Spartarcus, 1981.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Etchebéhère, Hipólito”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.