DUARTE, Ciriaco (Encarnación, Itapúa, Paraguay, 8/08/1908 – Asunción, Paraguay, 26/09/1996).
Obrero gráfico y periodista, uno de los principales dirigentes anarcosindicalistas paraguayos entre 1930 y 1970.
Hijo de Pabla Duarte Vda. de Núñez.
Inició su militancia gremial hacia 1926 en el Centro Obrero de su ciudad natal, Encarnación, filial de la central obrera anarcosindicalista Centro Obrero Regional del Paraguay (CORP). Allí se formó junto a Cantalicio Aracayú . Durante estos años le enseñó las primeras letras a Aurelio Alcaraz, futuro secretario general del Partido Comunista Paraguayo entre 1934 y 1940.
Aprendió el oficio de tipógrafo y, luego de un período de residencia en la ciudad argentina de Posadas, fue llamado desde Asunción por dirigentes del CORP para sumarse al Nuevo Ideario Nacional (NIN). Allí fue convocado para imprimir su órgano oficial, La Palabra, publicado entre octubre de 1930 y febrero de 1931, y realizado en la imprenta ubicada en la intersección de las calles Alberdi y Palma.
En el NIN confluyeron estudiantes universitarios influenciados por la Reforma Universitaria argentina, intelectuales, dirigentes y obreros de tradición mayormente anarcosindicalista provenientes del CORP. Duarte militó junto a dirigentes estudiantiles como Oscar Creydt, Obdulio Barthe, intelectuales como Aníbal Codas, Cosme Ruiz Díaz y Eugenio Charles, y dirigentes obreros como el mencionado Aracayú, Alejo Flecha y Leopoldo Ruiz.
A principios de 1931 coordinó junto con los obreros albañiles de Asunción la declaración de una huelga. Esta formaba parte de las acciones simultáneas que el NIN proyectó en distintos puntos del país con el fin de tomar el poder y derribar al régimen liberal. De ellas, la llamada Toma de Encarnación fue la acción más conocida y la única exitosa. La ciudad se controló por 16 horas y fue declarada por los revolucionarios “Comuna Libre” el día 20 de febrero de 1931.
La represión gubernamental que siguió al intento de insurrección del NIN provocó el apresamiento de Duarte en marzo de 1931, quien fue catalogado en su ficha policial como “anarquista peligroso” y confinado a la Isla Margarita sobre el río Paraguay durante unos meses. Tras recuperar su libertad, y luego de la matanza de estudiantes y manifestantes del 23 de octubre de 1931 frente al Palacio de Gobierno, fue baleado por la policía el 26 de octubre. Luego de estos hechos se refugió en la ciudad de Caacupé, a unos 40 kilómetros de Asunción.
Pese al intento de pasar desapercibido, en el contexto de la Guerra del Chaco que enfrentó a Paraguay con Bolivia (1932-1935), Duarte volvió a ser detenido en septiembre de 1933 en la ciudad de Ypacaraí.
Si bien su hija ha señalado que durante la guerra cumplió tareas en la retaguardia del ejército paraguayo, está documentada por el Departamento de Orden Social de la Policía su detención en noviembre de 1934. En esa ocasión la policía lo catalogó como “tenebroso enemigo de la Policía, a quien jamás obedece” y señaló que “se declaró convencido de sus ideas anarquistas”.
Luego del final de la guerra y de la desmovilización, se produjo el movimiento revolucionario del 17 de febrero de 1936, llevado a cabo por un sector de las tropas que habían vuelto del Chaco, con un fuerte apoyo del movimiento obrero. Ante esto, Ciriaco Duarte se opuso al colaboracionismo de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) con el nuevo gobierno, que implicaba el abandono de la tradición anarcosindicalista de prescindencia política, misma postura que mantuvo con las siguientes centrales obreras, como la Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT, 1939-1941) y el Consejo Obrero del Paraguay (COP, 1941-1946).
La posición de mantener la prescindencia política lo llevó a tener una permanente confrontación con los dirigentes del Partido Comunista Paraguayo (PCP) y de la central obrera controlada por estos, el COP, durante toda la década del cuarenta. Duarte fue particularmente criticado por el PCP debido a que en 1941 formó parte por unos meses del Departamento Nacional del Trabajo como representante obrero al inicio de la dictadura militar de Higinio Morínigo (1940-1948). En los folletos del PCP se dirigían a él y a su compañero Juan Deilla como “enemigos anarco-policiaco-fascistas”.
En esos momentos, Duarte editaba una publicación denominada Emancipación (1940-1941), además de colaborar en la dirección del vocero de su gremio El Obrero Gráfico.
En 1946 reunió a la mayoría de los antiguos militantes anarcosindicalistas desconectados desde mediados de los años treinta, como Juan Deilla e Ignacio Núñez Soler, para llevar adelante el último intento de reagrupamiento y relanzamiento del anarcosindicalismo paraguayo a través del recientemente fundado Consejo Regional de Coordinación Obrera (CROCO). Su fin era la reorganización del antiguo CORP. También lanzó un nuevo periódico anarcosindicalista llamado Cultura Socialista (1946), en el contexto de la apertura democrática que el régimen militar de Higinio Morínigo se vio obligado a conceder producto de la presión internacional de posguerra.
Cultura Socialista resume buena parte del pensamiento ya maduro de Duarte, quien contaba con 38 años en 1946. En los ocho números publicados sostiene en forma reiterada y sistemática la necesidad del impulso a las cooperativas de consumo y de producción como forma de superar el parasitismo de los comerciantes urbanos y acopiadores rurales, posición ya demostrada en un texto publicado en 1930 en La Palabra. Aparte de los ocho números, Cultura Socialista publicó un Boletín Extraordinario que incluyó dos Cartas abiertas al Doctor Creydt, donde Duarte afirma que este traicionó los ideales que entre 1929 y 1931 compartieron en el NIN, tras hacerse comunista.
Luego del fracaso de la experiencia democrática sobrevino la guerra civil de 1947, que desembocó en el control estatal de la ANR-Partido Colorado y del movimiento obrero por parte de este. Mediante la publicación de El Sol (1948), Duarte ensayó un breve intento de resistencia. Luego se exilió en el territorio nacional de Formosa, Argentina, durante la mayor parte de la década del cincuenta.
A principios de la década del sesenta, con el régimen de Alfredo Stroessner (1954-1989) ya consolidado, regresó a Paraguay. Trabajó en diversos emprendimientos de prensa tradicional, como La Mañana (1961) y La Tribuna (1915-1982), y ocupó diferentes cargos en su gremio.
En 1965 publicó en forma independiente un breve folleto titulado Hombres y obras del sindicalismo libre en el Paraguay, texto pensado para publicarlo el 1 de mayo en el periódico del Partido Revolucionario Febrerista (PRF), El Pueblo, finalmente autocensurado.
Tres años después, el 7 de febrero de 1968, se produjo su última detención, debido a que ingresó al Paraguay unos 1.500 ejemplares de su nuevo periódic, impreso en Buenos Aires. El motivo fue que en Carta Cultural para el desarrollo de la democracia social en el Paraguay, su último emprendimiento editorial, instaba a la ciudadanía a votar en blanco en las próximas elecciones del 11 de febrero. Allí se refería a la “obligatoriedad extorsiva del voto”, y a “una ficción institucionalizada para engañar al pueblo”, acusando a los cuatro partidos que presentaron sus listas como cómplices de la dictadura. Luego de 27 días de huelga de hambre fue liberado.
En las páginas de Carta Cultural (1968) insiste en los temas abordados veinte años atrás en Cultura Socialista. Entre ellos, la necesidad de las cooperativas de consumo y producción, y sus críticas a Lenin y al régimen soviético, además de hacer un llamado a fundar nuevamente una Universidad Popular.
Durante la siguiente década publicó textos en Reconstruir, de Buenos Aires, ya apartado de las actividades gremiales.
En 1982 publicó el libro Sindicalismo libre en el Paraguay, aportes doctrinarios e históricos, una ampliación de su folleto de 1965. Cinco años después se reeditó y presentó en el Centro Cultural Juan de Salazar.
En marzo de 1989, en representación de los sindicatos independientes, participó en el Movimiento de Recuperación de la Confederación Paraguaya de Trabajadores, y durante ese año publicó junto a Juan Carlos Romero el Noticiero Sindical, órgano de la CTP.
Estuvo casado con Guillermina Torres, con quien tuvo a Luis Humberto (1932), Ana Selva (1934), Víctor Ramón (1938) y Ninfa Estela.
Obra
- Finalidad social de la cultura, Asunción, folleto, 1941.
- Hombres y obras del sindicalismo libre, Asunción, folleto, 1965.
- El Sindicalismo libre en el Paraguay, Asunción, R. Peroni, 1987 (primera edición de 1982 por el Banco Paraguayo de Datos)
Cómo citar esta entrada: Montero, Mariano Damián (2024), “Duarte, Ciriaco”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.