DÍAZ, Julio (seudónimo: C. B. Rubins) (Provincia de Tucumán, Argentina, sin más datos de nacimiento – Tucumán, Provincia de Tucumán, Argentina, 11/2/1943).
Dirigente obrero argentino de orientación anarco-comunista, luego radical.
De profesión pintor, aunque también aparece formando parte del grupo de los obreros ladrilleros, comenzó a militar en la Federación Obrera Regional Tucumana, adherida a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), central obrera de corte anarquista, en su ciudad natal. En 1918, junto a Teófilo Dúctil, publicó en la ciudad de Santa Fe el periódico La Revuelta (Santa Fe, 1918-1919). Instalado en Buenos Aires pasó a formar parte del equipo de redacción del periódico La Protesta. Durante la “Semana trágica” de 1919, el 16 de enero fue capturado por la policía en el local de los ferrocarrileros junto a otros dirigentes anarquistas, entre los que se encontraba Diego Abad de Santillán. Colabora asimismo en Tierra Libre. Órgano oficial de la Federación Obrera Local Tucumana (Tucumán, 1921-1925, 1927-1936), adherida a la FORA anarco-comunista, y en Brazo y Cerebro. Sociología e información gremial (Bahía Blanca – Ingeniero White, 1922-1923, 1924-1930).
En 1925, como delegado de la FORA, Díaz participó en el II Congreso de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) reunido en Ámsterdam del 21 al 27 de marzo de ese año. En él se pronunció contra toda tentativa de acercamiento a la Tercera Internacional y pidió que la AIT tomase distancia respecto de los Industrial Workers of the World (IWW), actitud a la que se opusieron Eusebi Carbó y Carbó, Alexander Schapiro y Rudolph Rocker.
Ese mismo año de 1925 inició una extensa gira proselitista por América Latina con vistas establecer vínculos locales que contribuyeran a la creación de una Confederación Intercontinental anarquista. Regresó al continente americano vía México, donde se asentó el 17 de marzo. Allí inició un recorrido en compañía de José C. Valadés, dirigente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) mexicana. Los cuatro primeros meses de la gira, de mayo a septiembre de 1925, transcurrieron en México, en mítines y huelgas de la capital, Veracruz, Cecilia, Tampico, San Luis de Potosí y Aguascalientes, entre otros lugares. Coincidió con el periodo de máxima actividad sindical de la CGT, tras su IV Congreso, cuando se desarrollaron las luchas en las centrales textiles y petroleras de las localidades mencionadas. La presencia del delegado argentino se anunciaba en la prensa local (como Horizonte Libertario de Aguascalientes) y las actividades de propaganda estuvieron destinadas a combatir el “obrerismo político” de las “tendencias que pretenden disputarle a la CGT el ambiente”, en referencia a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), central reformista vincula a la Confederación Obrera Panamericana (COPA). En noviembre de ese año apareció en Buenos Aires su escrito “Desde México, el movimiento obrero y la propaganda anarquista”, en el Suplemento de La Protesta.
En septiembre Díaz inició su travesía por América Central con el objetivo de organizar grupos anarquistas y de reunirlos en Panamá en representación de una Confederación Intercontinental, proyecto que no se realizó. El terreno había sido abonado previamente por los anarcosindicalistas mexicanos, que un mes antes informaban de los contactos iniciados por la gira del cegetista Ríos y del envío de varios delegados de la región a la proyectada (y después fallida) conferencia continental de noviembre de 1925. Las conexiones se consolidaron con la llegada de Julio Díaz, no obstante describir este un panorama poco alentador para la actividad ácrata. La propaganda clandestina marcó sus veinte días de actividad en Guatemala, donde contactó a Manuel Bautista Grajeda y Antonio Méndez Paz, que en 1926 fundarían en ese país el grupo anarquista “Nueva Senda”.
Luego se dirigió a El Salvador donde entabló relación con Virgilio Alvarado Chacón. Luego de su expulsión de El Salvador, se encontró desterrado en Nicaragua, donde se entrevistó con Sofonías Salvatierra, líder del obrerismo organizado en ese país y prominente dirigente liberal. Pasó luego por Honduras, donde las autoridades no le dejaron
desembarcar, hasta establecer una prolongada estancia en Costa Rica, donde llegó a fines del año 1925 y permaneció durante un periodo no muy claro que podría oscilar entre tres y once meses.
El viaje de Julio Díaz continuó por Guayaquil, ya en tierras ecuatorianas, aunque tampoco aquí pudo desembarcar. En el puerto recibió la visita de compañeros anarquistas que desde hacía tiempo mantenían contacto con Argentina. Después estuvo en Perú, principalmente en Lima. Allí “habló a una concurrencia bastante numerosa, de cerca de 600 personas, cifra raramente alcanzada en nuestros actos durante los últimos años. Los asistentes quedaron satisfechos de la disertación del orador” (La Protesta, Buenos Aires, 6/1/1926).
La Protesta hacía un balance sumamente positivo de la gira de Díaz. Los estudios contemporáneos han ratificado este juicio, señalando el ascendiente de Julio Díaz en la formación del grupo libertario Nueva Senda, que en 1928 dio lugar al Comité Pro Acción Sindical de Guatemala y a la publicación Orientación Sindical, así como del Comité de Acción Social Obrera de Costa Rica y de su periódico homónimo, fundados en 1926. Estas organizaciones estuvieron representadas en el Congreso fundacional de la Asociación Continental Americana de Trabajadores (ACAT). También dejó su influjo en el surgimiento del Centro Sindical Libertario de El Salvador, creado en 1930 y desde entonces adherido a la ACAT.
En Costa Rica se enteró de los ataques que le lanzaron algunos de sus camaradas —Rocker y Schapiro en particular—, quienes lo acusaron de estar actuando sin mandato de la AIT. Todos los ataques partieron del diario Solidarity de los IWW de Chicago y de la Alianza Libertaria Argentina (ALA). Díaz amenazó con hacer pública la polémica. Sostenido por Diego Abad de Santillán, quien participó en el III Congreso de la AIT como delegado de la Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU), pudo continuar su labor organizativa. Regresó a Argentina desde Bolivia, llegando al puerto terrestre de La Quiaca.
Con la firma de “C. B. Rubins” la revista anarquista Cultura Obrera de New York publicó el 9 de abril de 1927 el artículo “El campesino guatemalteco”. Arturo Taracena ha conjeturado que Rubins puede ser un seudónimo de Julio Díaz.
De regreso en Tucumán luego de su gira latinoamericana, participa activamente como redactor de Tierra Libre. Órgano oficial de la Federación Obrera Local Tucumana. Hacia 1927 viaja a Jujuy para participar de una reunión de delegados anarquistas del Noroeste de Argentina. En otra asamblea anarquista que tuvo lugar en la Federación tucumana mantuvo un debate con Fortunato Forti. “El camarada Julio Díaz ha sostenido en el local de la Federación una controversia con un viejo camarada. El camarada Díaz sostuvo la idea de la superioridad en todos los órdenes del sindicato obrero tal y como lo entienden los militantes de la FORA y el camarada Fortunato Forti sostuvo la opinión de la superioridad de la agrupación anarquista” (La Organización Obrera, Buenos Aires, 1940, cit. en Saravia, 2015).
Tras el golpe de Estado de septiembre de 1930 fue detenido en Tucumán y puesto “a disposición del Poder Ejecutivo de la Provincia”. En 1932 colaboraba en la revista Pulso (Tucumán, 1932) con el artículo “Después de Chicago”.
En sus últimos años, Díaz se integró a una corriente del radicalismo tucumano que buscó representar políticamente los sectores obreros y cañeros, la llamada Unión Cívica Radical del Frente Popular, opuesta a corriente tradicionalista llamada UCR-Casa Radical. En 1942 integró una lista de esta corriente como candidato a concejal. El obituario de Díaz publicado en la prensa local refirió a las “penurias materiales propias de la lucha a que dedicó su vida”, señalando además que con su muerte dejaba “a los suyos en la miseria y el desamparo” (La Unión, Tucumán, 12/2/1943).
Obra
- “Crónica de viaje. De México al Sur”, en: La Protesta, Buenos Aires, 13, 14, 16 y 17 de noviembre de 1926.
- “La gira continental: crónica del delegado de la FORA”, en: La Protesta, Buenos Aires, 18 y 19 de enero de 1927.
- “La gira del delegado de la FORA. De México al Sur. Costa Rica”, en: La Protesta, Buenos Aires, 9 de febrero de 1927.
- “Informe sintético de la Jira [sic] Internacional”, en: La Protesta, Buenos Aires, 14 de agosto de 1928.
- “Desde México, el movimiento obrero y la propaganda anarquista”, en Suplemento de La Protesta, Buenos Aires, noviembre 1925.
- “Después de Chicago”, en Pulso. Revista mensual de crítica, ciencia y arte, Tucumán, 1932.
Cómo citar esta entrada: Taracena Arriola, Arturo, Lucas Monteflores, Omar, Miguelañez, María (2022), “Díaz, Julio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.
Primera edición de la entrada: Arturo Taracena Arriola y Omar Lucas Monteflores, Diccionario Biográfico del Movimiento Obrero Urbano de Guatemala 1877-1944, Guatemala, Flacso, 2014.