DE SALVO, Luis Marciano (Chacabuco, Pcia. de Buenos Aires, el 5/6/1904 – Buenos Aires, Argentina, c. 1985).
Obrero del riel, dirigente gremial ferroviario y del movimiento de jubilados, orador y periodista gremial de orientación comunista.
Nace en Chacabuco, Pcia. de Buenos Aires, el 5/6/1904, en el seno de una familia proletaria de inmigrantes italianos, de Juan Pascual de Salvo y María Alessandro, el mayor de cuatro hijos. Juan Pascual de Salvo había escapado de la casa familiar cuando su padre, tras la muerte de la madre, decide contraer nuevo matrimonio. Recorre cientos de kilómetros en bicicleta desde Italia hasta Francia cuando tiene apenas diez años, y allí se embarca como polizón en la bodega de un barco con destino a la Argentina. Un tío inmigrante que está instalado en la localidad bonarense de Chacabuco espera al niño en el puerto de Buenos Aires.
El pueblo de Chacabuco, donde se radica, lo ve destacarse como poeta y político de ideas garibaldinas. Es presidente de la Sociedad Italiana de Chacabuco y participa junto a Leandro N. Alem de la Revolución de 1890, resultado herido. Cuando muere deja a su esposa y a sus cuatro hijos en la indigencia, lo que los obliga a éstos a trasladarse a la casa de los abuelos maternos en Junín. Luis tiene apenas diez años cuando ingresa al mundo del trabajo y once cuando en 1915 forma el Comité Infantil Radical de apoyo a la candidatura presidencial de Hipólito Yrigoyen. Cuando hacia 1916 se inaugura en Junín la estatua a Leandro N. Alem, de Salvo es el orador infantil. Durante la gran huelga ferroviaria de 1917-1918 participa de la manifestación obrera.
Su tío Alfredo Rivero, dirigente del Sindicato Ferroviario de Tráfico y Talleres (luego Unión Ferroviaria), consigue su ingreso como ayudante en la estación Junín del Ferrocarril Pacífico (luego FFCC San Martín). A lo largo de sus 38 años como trabajador ferroviario, de Salvo conoce diversos destinos laborales: Santa Eufemia (Pcia. de Córdoba), Alpatacal y Gral. San Martín (Pcia. de Mendoza), Vedia (Pcia. de Buenos Aires), Rufino (Pcia. de Santa Fe), Alianza (Pcia. de Buenos Aires), etc. En Mendoza se afilia al Partido Liberal y es opositor al caudillo radical Carlos Washington Lencinas, sufriendo sus primeras prisiones. Decepcionado del Partido Liberal, se afilia al Centro anarquista de Gral. San Martín (“Sembrando Flores”) y luego se aproxima al Centro Socialista de la ciudad de Mendoza.
Miembro de la Unión Ferroviaria (UF) desde su fundación en octubre de 1922, se desempeña sucesivamente como cobrador, miembro de la comisión directiva de la ciudad de Palmira y secretario de seccional (en Vedia, Rufino, Alianza, etc.) hasta llegar a ser miembro de la Comisión Directiva (CD) nacional. Participa en diversos congresos de la UF. Su actividad más destacada comienza en 1927 en la localidad santafesina de Rufino, cuando es secretario de la seccional mientras contribuye a la creación de diversos gremios (molineros, panaderos, empleados de comercio, camioneros, municipales, etc.), que constituyen la Unión Obrera Local. Es uno de los principales animadores de un partido local, Unión Comunal Obrera (UCO), que publica el periódico Plumas Obreras (Rufino, 1927-33), dirigido por de Salvo.
Hacia 1927 la mayor parte de los miembros de la UOL se integra al PC, constituyéndose así el PC de Rufino, del cual de Salvo es designado primer secretario. Plumas Obreras pasa a ser poco después órgano del PC local. En 1929 es uno de los principales promotores del Comité de ayuda a la huelga de los obreros del Molino Minetti de Rufino, que concluye con un triunfo obrero. Ese mismo año integra la lista de la UCO que triunfa en las elecciones comunales, pero el gobierno de Santa Fe interviene la comuna para evitar que asuma. En el contexto de la crisis de 1929, de Salvo promueve desde la UF local una intensa actividad mutual y cooperativa, como la creación de una Usina Eléctrica que abarata el consumo de luz.
En 1932 viaja a Buenos Aires para participar en el congreso de la UF. Allí propone la nacionalización de los ferrocarriles al mismo tiempo que denuncia las presiones ejercidas por la dirección de Antonio Tramonti sobre los delegados para lograr su reelección, denuncia que le cuesta la expulsión de la UF. En 1933 la empresa lo traslada a diversos destinos en la Pcia. de Buenos Aires, donde reanuda su actidad gremial y política, siendo ese mismo año reincorporado a la UF. En la localidad bonaerense de Alianza constituye con trabajadores de diversos gremios una célula partidaria que funciona como sección local del Comité de Unidad Clasista (CUSC), afiliado a la CSLA (Confederación Sindical Latinoamericana), en un contexto en que los comunistas intentan constituir sindicatos y centrales obreras separadas de las que hegemonizaban anarquistas, sindicalistas o socialistas. Luego promueve acciones gremiales y comunales en la localidad bonaerense de San Martín.
Desde 1933 y hasta 1958 fue con breves interrupciones responsable
de la fracción nacional ferroviaria del PC, coordinando el trabajo de las células ferroviarias comunistas a lo largo de todo el país.
Dicha fracción edita el periódico El obrero del riel, que de Salvo dirije. Participa desde entonces a lo largo de su vida de todos los congresos y conferencias partidarios. Entre 1935 y 1938 es miembro del CC del PC, durante la secretaría de Orestes Ghioldi. En 1934 forma parte de la Comisión de Transporte que busca impedir las concesiones del transporte público a un monopolio inglés. Ese mismo año es elegido secretario del comité local del PC en San Martín llegando a ser, desde 1958, miembro del Comité Provincial partidario, al que perteneció, salvo breves períodos, hasta 1977. También integra por varios períodos la Comisión Sindical Nacional del PC.
Simultáneamente, es vocal de la comisión ejecutiva y luego presidente de la seccional Alianza de la UF. En enero de 1936 forma parte del comité de solidaridad con la huelga de la construcción. En 1938 es delegado al Congreso de la UF en que se enfrentan dos direcciones: la de Antononio Tramonti y la de José Domenech. Este último logra imponerse con el apoyo de socialistas y comunistas, por lo que Tramonti y los disidentes constituyen la Federación Ferroviaria. De Salvo se manifiesta en el congreso en contra de la división del gremio. En 1940 es uno de los dirigentes que encabeza las luchas de las seccionales más radicalizadas del gremio contra el llamado “Laudo Justo”, que obliga a los ferroviarios a trabajar tres días por mes sin retribución salarial, pero la CD de la UF interviene la seccional Alianza y de Salvo es nuevamente expulsado de su gremio.
Forma parte de la delegación obrera que se entrevista con el Presidente Roberto M. Ortiz para respaldarlo en su objetivo de terminar con el fraude electoral. A principios de la década de 1940, bajo el gobierno de Ramón S. Castillo, es detenido y torturado reiteradas veces. En 1943, con la división de la CGT, apoya a la CGT n° 1, encabezada por Domenech contra la CGT n° 2, encabezada por Francisco Pérez Leirós. Con el golpe militar de junio de 1943, siendo presidente de la seccional Alianza, es arrestado en su trabajo y encarcelado sucesivamente en diversas dependencias policiales: en un sótano en La Plata, en el Departamento Central de Policía de La Plata, en la Sección Especial de Buenos Aires, en la cárcel de Villa Devoto, en la cárcel de Neuquén y en la isla Martín García. Sale en libertad en julio de 1945, luego dos años y dos meses de prisión sin proceso.
Opositor activo al gobierno peronista, en 1946 intentan asesinarlo durante una reunión partidaria en la localidad bonaerense de Caseros, resultando muerto su camarada Gregorio Reche. Impulsa la huelga ferroviaria de 1947 por reclamos salariales, siendo nuevamente expulsado de la UF. Participa también del movimiento huelguístico por mejoras salariales bajo la dictadura militar del Gral. Pedro E. Aramburu. En 1961 visita la URSS. Su jubilación en 1958 no impide que participe, en noviembre/diciembre de 1961, bajo el gobierno de Arturo Frondizi, de la huelga ferroviaria que se prolonga 42 días en oposición al llamado Plan Larkin.
Aunque fue elegido miembro de la CD de la UF en 1939 y en 1945, recién en 1962 puede asumir efectivamente el cargo. En 1968 es delegado ferroviario al congreso constituyente de la CGT de los Argentinos. Luego de una década de militancia entre los jubilados que lo llevan a integrar delegaciones en que se entrevista con diversos presidentes y ministros (Arturo Illia, Roberto M. Levingston, Francisco Manrique, etc.), ese mismo año es uno de los convocantes al Congreso de Jubilados y Pensionados realizado en el local de la CGT-A, del que nace la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilados y Pensionados de la República Argentina, de la que es elegido secretario. Dicha Mesa organiza distintas movilizaciones de protesta frente al Congreso de la Nación y la Plaza de Mayo, una de ellas en junio de 1976, tres meses después del golpe militar. El 5/6/1984 la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados celebró un almuerzo en su honor para agasajarlo por sus ochenta años.
De Salvo ha sido candidato comunista a intendente por el Partido bonaerense de San Martín, a senador provincial, y a diputado y senador nacional.
En los períodos de cesantía trabaja como encargado de noticias sobre el movimiento obrero en los diarios Crítica, La Argentina y Nueva Argentina. Fue también administrador del periódico Propósitos dirigido por Leónidas Barletta.
Murió octogenario en la ciudad de Buenos Aires. Casado, dos hijos.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2021), “De Salvo, Luis Marciano”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org