DA COSTA, Juan Carlos (seudónimos: “Compadre guazú”, “Yacaré”, “Lobo”, “Pombero”) (Asunción, Paraguay 26/08/1944 – Asunción, Paraguay, 5/04/1976).
Líder de la Organización Político-Militar Primero de Marzo (OPM).
Hijo de Walfredo Da Costa y Amalia Del Castillo, oriunda de La Paz, Bolivia. Realizó sus estudios primarios y secundarios entre el exclusivo Colegio San José y el Colegio Nacional de la Capital. Con un padre de buena posición económica, muchos de sus compañeros señalaron que no se le conoció trabajo. Pese a que asistía como oyente a muchas clases, especialmente de la Facultad de Filosofía, Da Costa no realizó una carrera universitaria.
Al término de la secundaria, en 1963, inició un noviazgo con Regina Duarte, hijastra del reconocido artista plástico Livio Abramo. Por entonces comenzó a relacionarse con el mundo artístico de Asunción.
Con 20 años, fue uno de los fundadores de la revista literaria Péndulo (1964-1966). Y publicó en sus páginas algunos poemas. Entre 1966 y 1971 participó en Criterio, Revista Universitaria de Cultura (1966-1971, 1976-1977) dirigida por Basilio Bogado Gondra. El nombre de Da Costa apareció en su primer número, en octubre de 1966, como colaborador. Su aporte fue una crónica de una muestra de arte óptico en la galería Tayí, del autor Enrique Careaga. Allí, asomaba una inquietud sobre el rol social del artista: “El intelectualizado arte óptico que nos ha mostrado, no vamos a analizar si tiene o no vigencia con nuestra defectuosa realidad” (Criterio, No.1, octubre de 1966, pp.23-24).
En el segundo número, Da Costa colaboró con un extenso artículo titulado “Superrrealismo es liberación”, con linograbados de Livio Abramo. El artículo estuvo motivado por la reciente muerte de André Bretón y su influencia en el movimiento del superrealismo. Luego de describir la historia del movimiento y de exaltar la figura de Maurice Blanchard, Da Costa analizó la ruptura de Aragón con los superrealistas y el conflicto entre aquellos y el movimiento comunista. Da Costa explicitó aquí su intención de encontrar el punto de unión entre el arte y la revolución. Y citó el pasaje de una carta de Bretón a Naville:
“No hay nadie entre nosotros que no desee que el poder pase de las manos de la burguesía a las del proletariado. Entretanto, no es menos necesario, según nosotros, que se continúe con las experiencias de la vida interior y esto, desde luego, sin regulación exterior, ni siquiera marxista” (Criterio, No.2, enero-febrero de 1967, pp.10-17).
Luego de sus primeras colaboraciones, Da Costa pasó a ser miembro del Consejo de Redacción de Criterio, junto a nombres como los de René Dávalos, Juan Félix Bogado Gondra y Adolfo Ferreiro. Para 1971, en sus últimos números, apareció como miembro del Consejo de Dirección. Coincidiendo con la presencia de Da Costa en Chile, en el N°10, se publicó un texto del Taller de Escritores de la Unidad Popular.
1969 puede considerarse como el año que marcó el fin de la etapa literaria y artística de Juan Carlos Da Costa. Para entonces, se instaló el Servicio de Extensión Universitaria (SEU) por el cual los jóvenes estudiantes de Asunción iban a los asentamientos campesinos para intercambiar saberes. Pese a que Da Costa no cursaba ninguna carrera, estaba plenamente integrado a los grupos universitarios de estudios de la Facultad de Filosofía. Así viajó a través del SEU al pueblo de Tobatí, donde se llevó a cabo un campamento universitario junto a campesinos mayormente artesanos. Allí estuvieron Da Costa, Hugo Oddone y Crispín Ortiz. Ellos conformarían el núcleo original de lo que tiempo después sería un grupo político-militar. Según Oddone, el contacto con el campesinado pobre de Paraguay “nos transformó, fue la inspiración para la OPM” (Hugo Oddone, entrevista del autor).
Luego del campamento de Tobatí, Da Costa participó de otro campamento en San Ramón, Misiones, con el mismo grupo de amigos. Aquí Da Costa estableció el primer contacto con Constantino Coronel, un líder campesino dirigente de las Ligas Agrarias Cristianas. Coronel encabezaba entonces un grupo de campesinos descontentos con la tutela de la Iglesia. Allí empezaron las primeras conversaciones sobre la posibilidad de la lucha armada.
Al mismo tiempo, el núcleo inicial participó de diversos y pequeños grupos dentro de la facultad, como MURAL o CINCEL. A principios de 1970 el grupo volvió de Misiones y acordaron fundar una organización, según Odonne:
“una organización política, no militar, por eso, la OPM nació como Organización Primero de Marzo, la idea era una agrupación política de inspiración agraria, vamos a incorporar liderazgo campesino, y vamos a desarrollar un ideario político inspirado en un hecho histórico fundamental, que fue el 1 de marzo de 1870, la muerte del Mariscal López, pero no centrándose en la figura de López, sino en el significado de ese momento, o sea, el fin de una época independiente, y el comienzo de una colonización extranjera del país” (Hugo Oddone, entrevista del autor, 2020).
Da Costa persuadió al grupo de convertirse en una organización político-militar. A su vez, comenzaron a juntar armas sustraídas a conocidos o familiares. Debido a esta decisión, se produjo la detención de Da Costa. Nidia González Talavera, su nueva pareja, le sustrajo un arma a su madre y ésta denunció a Da Costa al percatarse. En agosto de 1970 los policías lo fueron a detener y se encontraron con el embrión de una organización revolucionaria. Al hallar documentación comprometedora en el local de materiales que Da Costa tenía como pantalla, fue torturado e informó sobre el resto de los integrantes de la OPM. Algunos fueron detenidos y otros lograron huir al exterior. Se cerró así la primera etapa de la OPM, entre 1969 y 1970.
Da Costa estuvo casi un año en prisión y en junio de 1971 fue deportado a la ciudad fronteriza de Clorinda, Argentina. Sin una profunda reflexión sobre lo sucedido, se propuso rearticular a la OPM. Entre finales de 1971 y comienzos de 1972, pasó por una breve estadía en Posadas manteniendo charlas con Agustín Goiburú y con Ricardo Medina. Con el primero acordó que si su plan para atentar contra Stroessner tenía éxito, podía contar con él y su grupo para acciones de insurrección. Medina, miembro de un subgrupo de las FAL argentinas y de Comuneros le ofreció unirse a ésta última organización, pero Da Costa lo rechazó alegando que tenía su propia organización con una gran base en el interior. También, gracias a contactos con Julio Blanco Cáceres, ex cuadro del Partido Comunista Paraguayo y miembro de Comuneros, Da Costa logró contactos con Montoneros.
Luego de esta serie de entrevistas entre Posadas, Corrientes y Buenos Aires, Da Costa se estableció en Santiago de Chile entre 1971 y 1973. Aquí comenzaría un lento pero constante ingreso de militantes. Empezó por estudiantes paraguayos que cursaban diferentes carreras en Chile, como por ejemplo José Félix Bogado Tabacman, Víctor Hugo Ramos, Diego Abente y José Luis Simón. Para entonces, Da Costa ya se había separado de su esposa Regina Duarte y mantenía su relación con Nidia González Talavera, quien iba tomando mayor importancia en la OPM.
A fines de 1973, luego de reunirse en la ciudad de Corrientes con Carlos “Pocho” Livieres de Montoneros, se decidió que los militantes de la OPM debían ingresar al Paraguay para operar. Esto se producirá en un momento en que la OPM tensaba la relación con el Movimiento Independiente (MI), organización universitaria paraguaya que rechazaba la lucha armada como método y con quienes compartía muchos militantes. Se estima que hubo entonces una sangría de militantes del MI hacia la OPM.
En 1974, Da Costa ingresó clandestinamente al Paraguay por Encarnación y con documentos falsos. El objetivo del grupo clandestino era, de acuerdo a sus documentos,
“consolidar una alianza del proletariado con el campesinado pobre, bajo la hegemonía ideológica del primero y reivindicar como principio rector ideológico el marxismo-leninismo, el internacionalismo proletario y el socialismo como proyecto histórico” (Dictadura y Memoria, año 1, No.4, abril 2006, p.9)
A fines de 1974, salió del país por Foz de Iguazú, estableció contactos con Montoneros y logró que esta organización envíe al Paraguay a un jefe conocido como “El Cabezón”. El argentino impartió un curso de instrucción militar al grupo de Asunción. Da Costa se estableció entonces en el Barrio Seminario viviendo junto a Nidia González Talavera.
La OPM, articulando entre Santiago de Chile, Asunción, Posadas y Corrientes crecería sin realizar acciones. Solo se conoce un operativo con armas que integrantes de la OPM llevaron a cabo y que se realizó en ausencia y sin autorización de Da Costa. Fue en julio de 1974 y se trató de un intento de asalto a un sacerdote del Seminario Metropolitano que llevaba una valija con efectivo destinado a los sueldos. El sacerdote logró huir con la valija y una bala en su muslo. Luego, en septiembre de 1975, el grupo de estudiantes secundarios expropió un mimeógrafo eléctrico del Colegio Cristo Rey. Finalmente, a principios de 1976, se planeó un asalto a un funcionario del Banco Holandés Unido, que no se llevó a cabo.
Cuando ya tenían una sólida alianza con un sector radicalizado del campesinado paraguayo vinculado a las Ligas Agrarias Cristianas, con la figura de Constantino Coronel a la cabeza, en abril de 1976 se produjo el descalabro de la OPM. Esto ocurrió a partir de la detención de uno de sus miembros al intentar cruzar la frontera y ser descubierto con ejemplares del periódico clandestino de la organización, Tatapirirí (1975-1976). A su vez se evidenció que la organización no estaba preparada para absorber el crecimiento y la incorporación de nuevos militantes.
Como consecuencia de la detención mencionada, las fuerzas de seguridad allanaron la casa en donde se encontraba Da Costa junto Mario Schaerer Prono y Guillermina Kanonnikoff. Se produjo un tiroteo y Da Costa murió.
El 6 de abril, su cuerpo fue enterrado en el cementerio de La Recoleta con la única presencia de sus parientes más cercanos.
Cómo citar esta entrada: Montero, Mariano Damián (2023), “Da Costa, Juan Carlos”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.