CHERTKOFF, Fenia / CHERTKOVA, Feniya (Odessa, Ucrania, Imperio Ruso 7/10/1869 – Buenos Aires, Argentina 31/5/1928).
Militante contra el régimen zarista, educadora, artista plástica y feminista de intensa actividad en el socialismo argentino.
Sus padres fueron Moisés Chertkoff (1841-1919) y Rosa Demirov (1848-1914), quienes tuvieron 9 hijos (David, Fenia, José, María, Mariana, Issac, Adela, Nina y Naúm). Gracias a que nació en una familia de judíos relativamente acomodados, pudo estudiar en la Real Escuela de San Pablo de Odessa, graduándose como maestra normal. Asimismo, estudió teatro, música y danza en la Escuela de las Zarinas. En un clima de agitación y rechazo del régimen zarista entre estudiantes e intelectuales, a los 18 años se inició en la militancia revolucionaria clandestina, redactando volantes que se repartían en mitines políticos.
En la casa donde fue contratada como institutriz conoció al ingeniero y poeta Gabriel Gucosvsky, con quien se casó poco después. Los Gucovsky eran una familia judía de profesionales e intelectuales acomodados, pero comprometidos en la lucha contra el zarismo. Gabriel y su hermana Victoria Gukovskaya habían participado en 1878 en las protestas contra el juicio militar que se llevó adelante contra el revolucionario Iván Martynovich Kovalsky, proceso que terminó en fusilamiento bajo la acusación de «resistencia a la autoridad». Dos días después, su muerte había sido vengada por Sergei M. Kravchinsky («Stepniak»), que asesinó de un estiletazo al jefe de la policía secreta. Gabriel y Victoria fueron deportados a Siberia. Victoria fue torturada y violada por sus captores, y decidió quitarse la vida. Gabriel, luego de cumplir con su condena a deportación, regresó a Odessa enfermo de tuberculosis.
La joven pareja decidió instalarse en Génova, Italia, en busca de un clima más benigno para la salud de Gabriel. En 1890 nació en Génova su hija Victoria Gucovsky, que bautizaron con el nombre la hermana fallecida de Gabriel. Cuando Gabriel falleció en Italia poco tiempo después, Fenia retornó a Odessa.
En 1894, perseguida por la policía zarista, viuda y con su pequeña hija, decide emigrar, primero a Suiza y luego a la Argentina. Se instala en Colonia Santa Clara, Pcia. de Entre Ríos, una de las tantas colonias agrícolas en las que la Jewish Colonization Association entregaba una chacra a cada familia que aceptara migrar. El padre de Fenia, Moisés Chertkoff, había sido uno de los pioneros de la Colonia, llegando previamente con su mujer Rosa y sus hijos menores en 1891.
Una vez que arribó a Colonia Clara, Fenia fundó una biblioteca en su propia casa, procurando libros en ruso y en idish, trabajó como traductora y dictó clases de ruso y castellano, un idioma que fue aprendiendo a medida que lo enseñaba. Pero la colonia estaba poblada por judíos ortodoxos, de modo que Fenia no tardó en buscar nuevos rumbos a su vida.
Entre 1897 y 1898 viajó a Francia y Suiza, siguiendo cursos en la Sorbona sobre la experiencia de la Universidad Popular de París y en la Universidad de Lausanne. Estudia allí el método pedagógico de Friedrich Froebel, el creador de los kindergarten, que aplicará tras su regreso al país. De vuelta de su periplo europeo se instala en Buenos Aires, alojada transitoriamente por el socialista Enrique Dickmann, otro emigrado ruso-judío que había pasado por Colonia Clara. A través de Dickmann, Fenia ingresa en el universo del socialismo porteño en pleno proceso de formación. Allí conoce al cirujano y dirigente socialista Nicolás Repetto, a quien se une en el año 1901. Repetto se convierte en una suerte de segundo padre para Victoria, que por entonces ronda los diez años.
El 19 de abril de 1902 está — junto a sus hermanas Adela y Mariana, Gabriela Lapèrriere de Coni, Justa Burgos Meyer, Raquel Messina, Teresa Mauli y Raquel Camaña — entre las fundadoras del Centro Socialista Femenino de Buenos Aires (CSF, 1902-1916). El CSF promovió campañas a favor del sufragio femenino, la igualdad de derechos civiles y jurídicos entre el hombre y la mujer, el divorcio, la supresión de la discriminación de los “hijos naturales”, la educación laica, etc. Desde dicho Centro promovió también campañas periodísticas de denuncia de las condiciones laborales en fábricas y talleres, así como de ayuda a los exiliados rusos tras la represión que siguió a la Revolución de 1905. En 1902 apoyó desde el CSF el proyecto de ley de divorcio presentado por el diputado Carlos Olivera que llegó a discutirse en el Congreso Nacional. En septiembre de 1903 acompañó con una intensa campaña el proyecto de reglamentación del trabajo de mujeres y niños presentado por Gabriera Laperrière. En 1904 promovió desde el CSF la creación de la Casa del Canillita, un espacio donde pudieran alimentarse, descansar y educarse los niños que vendían los diarios en la calle.
Está también, junto a Teresa Mauli, Magdalena Rosetti, Juana María Begino, Raquel Camaña, Ernestina López, Raquel Messina y Gabriela Laperrière de Coni, entre las promotoras de la Unión Gremial Femenina (AGF), cuya primera secretaria fue Carolina Guglielmetti.
Tuvo en el diario socialista La Vanguardia una columna titulada “El trabajo de las mujeres y de los niños”. Promovió la creación de un consultorio médico gratuito que funcionó en el CSF. Impulsa también la fundación de la Escuela Libre de los Trabajadores así como la Escuela Laica de La Boca. Está entre las fundadoras, el 24 de febrero de 1904, de la Escuela Laica de Morón, junto a Pascuala Cueto y Justa Burgos Meyer. Colabora asimismo en el periódico El Adelanto (Morón, 1897-1903), que dirige Pascuala Cueto.
Fue delegada por el CSF al Vº Congreso del PS reunido los días 8 y 9 de julio de 1903, donde propuso la inclusión de la emancipación civil de la mujer así como sus derechos políticos dentro del programa mínimo partidario. Recapituló la labor de estos años en su artículo “El movimiento socialista femenino en la República Argentina” (en Almanaque del Trabajo para el año 1918, Buenos Aires, 1917, pp. 141-145).
Durante este período de su vida colabora en la revista feminista socialista Nosotras (1902-1904) que se editaba en La Plata y luego en el diario El Pueblo de Morón, que había fundado Adolfo Dickmann en 1911. Al mismo tiempo publica notas propias y traduce cuentos infantiles para La Vanguardia. En 1906 es tesorera de la Comisión Femenina de Propaganda del Congreso Universal del Libre Pensamiento en Buenos Aires.
A fines de 1906 publica el artículo “La mujer en la Revolución Rusa” en el Almanaque socialista de “La Vanguardia” 1907 (Imprenta Lotito y Barberis, Buenos Aires, 1906, pp. 37-41).
El Almanaque Socialista de “La Vanguardia” 1909 le dedica una de las “Siluetas socialistas”: la presenta en el taller de escultura de su casa como una “mujer de exterior impasible y austero, [que] tiene un alma selecta de artista […], lo mismo discurre de arte y de cualquier otro asunto intelectual, como sabe descender á los pormenores de la existencia doméstica, sin que se note en su conversación esa pose que afea á menudo el contacto de las mujeres instruidas”. Añade el cronista: “La actividad de la compañera Chertcow [sic] no se limita á alcanzar un objetivo artístico, sino que abarca con la misma modestia y dedicación, una múltiple tarea, que no por ser silenciosa y oscura, es menos digna de estímulo y de aplauso. Su nombre está ligado á todas las obras más útiles que se han iniciado y se inician cada día en el partido, desde la fundación de bibliotecas y de las escuelas laicas, al comité de vigilancia porque no sea violada la ley protectora de las mujeres y los niños proletarios; activa, perseverante, ella cumple sin aparato, silenciosamenete, su deber de socialista convencida.” (sin firma, “Siluetas socialistas”, Almanaque Socialista de La Vanguardia. 1909, Buenos Aires, Imprenta de Lotito y Barberis, 1908, p. 61-62).
En mayo de 1910 lleva las posturas del CSF al Congreso Femenino Internacional realizado en Buenos Aires, donde además ofició de traductora pues hablaba cinco lenguas (ruso, alemán, italiano, francés y español). Fue delegada por el Centro Socialista Femenino al VIIIº Congreso del PS que tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, los días 24 y 25 de mayo de 1908; y también al IXº Congreso partidario que tuvo lugar en Buenos Aires los días 24 y 25 de diciembre de 1910.
En 1912 crea el Comité Pro-Reglamentación del Trabajo de las Mujeres y los Niños. En 1913 crea la Asociación de Bibliotecas y Recreos Infantiles, siempre preocupada por sacar a los niños de la calle. “Hay que dar infancia a los niños proletarios”, escribía entonces. A principios de 1914 funcionaban tres recreos en Buenos Aires, adjuntos a los locales socialistas (uno de ellos, bautizado “Mariana Chertkoff”, funcionaba en la sección 6ª de la Capital; otro, llamado “Bichitos de Luz”, funcionó en la Sociedad Luz; otro se denominó “Aurora”). Enseguida se extendieron por la ciudad (“Bernardo Rivadavia”, “Florentino Ameghino”, “A. Arienti”, “Domigno F. Sarmiento”) y luego al interior del país. En 1929 su número había crecido a nueve. Cuando el Consejo Deliberante de la Ciudad exigió, para sostener la copia diaria de leche para los niños, que los recreos funcionaran fuera de los locales socialistas, la Asociación asumió el esfuerzo para alquilar nuevos espacios independientes. La secundaron en la Asociación: María Carpentiero de Spada, Juana C. de Colombo, Rosa B. de Mouchet, Amelia Testa, María Cervini, su hermana Adela Chertkoff y su hija Victoria Gucovsky, contando también con el apoyo de dirigentes partidarios como Esteban Jiménez, Angel Giménez y José Luis Pena.
Cuando en 1918 su hija Victoria contrajo tuberculosis se fue a vivir con ella, durante dos años, a Tío Pujío, Pcia. de Córdoba, donde llevó su empeño civilizador: fundó allí la Biblioteca “Juventud Agraria”, creó la cooperativa de consumo “Agricultores unidos”, organizó ciclos de charlas sobre temas que iban desde la puericultura hasta la agronomía y la veterinaria, e instituyó la Fiesta de la Siembra.
De regreso en Buenos Aires, se repliega de la actividad política, consagrándose a la pintura y la escultura. Realiza exposiciones en la Casa del Pueblo de la Av. Rivadavia 2150, inaugurada el 23 de enero de 1927. Entre sus obras pictóricas se cuentan “Efectos de Luz” y “Camino de jardín”. Esculpió un busto en bronce de Nicolás Repetto (ver foto) y una medalla con el rostro de Jean Jaurès. Cuando murió estaba esculpiendo una cabeza de Juan B. Justo en bronce, que se emplazó en hall de entrada de la Casa del Pueblo.
Las tres hermanas Chertkoff se casaron con altos dirigentes del Partido Socialista: su hermana Mariana Chertkoff (1876-1912) fue la primera esposa de Juan B. Justo y su otra hermana, Adela Chertkoff (c. 1880-1933), la esposa de Adolfo Dickmann. Algunos disidentes señalaron a las tres hermanas como una suerte de “poder detrás del trono” dentro del PS: así, por ejemplo, el periódico Libertad, órgano del Partido Socialista Independiente (PSI), publicó el panfleto satírico “Los alegres compadres de Chertkoffia, novela histórica socialista escrita por el egiptólogo francés doctor A. Moret, traducida al castellano por el doctor Germinal Rodríguez”.
En el homenaje realizado en 1928 con motivo de su muerte, una multitud de obreras, madres solteras, “canillitas”, niños que concurrieron a los recreos, etc., colmó el Teatro Cervantes.
En octubre de 1928 la Casa del Pueblo realizó una exposición de 42 de sus obras pictóricas y ocho esculturas (Anuario Socialista 1929, Buenos Aires, La Vanguardia, pp. 324-325).
Desde 1997 una plazoleta del Barrio de Puerto Madero de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre.
Obra
Su obra escrita se halla dispersa en La Vanguardia (Buenos Aires, 1894-), El Adelanto (Morón, 1897-1903), Nosotras (Buenos Aires, 1902-1904), El Pueblo (Morón, 1911), Almanaque socialista de “La Vanguardia” (Buenos Aires, 1899-1909), Almanaque del Trabajo para el año 1918 (Buenos Aires, 1917).
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2020), “Chertkoff, Fenia”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org