CARDONA HOYOS, José (Sevilla, Valle del Cauca, Colombia, 24/8/1918 – Cali, Valle del Cauca, Colombia, 8/5/1986).
Abogado, juez laboral, concejal de Cali, representante a la Cámara por el Valle del Cauca, ensayista, dirigente regional y nacional de Partido Comunista de Colombia (PCC).
Hijo de Valeriano Cardona y María del Rosario Hoyos. Tuvo 2 hermanas y un hermano mayor. Estudió primaria en la Escuela Pública de Sevilla y la secundaria en el colegio General Santander de Sevilla hasta 4° grado de secundaria y en la Universidad del Cauca cursa 5° y 6° de bachillerato. En la misma universidad recibió el título de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas en 1943. Fue su profesor de filosofía en bachillerato el 5 veces presidente del Ecuador José María Velasco Ibarra quien influyó en su personalidad rompiendo con los métodos tradicionales de la educación religiosa iniciando un curso de problemas de la sicología y la ética, al ser el señor Velasco Ibarra un laicista convencido.
Casado con Emma Jiménez con quien tuvo 4 hijos y una hija. Fue Emma profesora de primaria durante toda la vida en diferentes centros educativos en Cali.
Fue cursando la carrera del derecho cuando Cardona Hoyos tuvo su encuentro con el marxismo. Llegó a la convicción inmediata de que frente al método marxista no resistía ningún otro método filosófico.
Queriendo romper con el tradicionalismo, participó activamente en el nacionalismo de Gilberto Álzate Avendaño que según él rompía con la vieja política. De su apoyo a Alzate Avendaño no existen muchos detalles, pues en su archivo este tema es abordado de forma somera, tan solo se hace referencia al hecho de que antes de conocer el marxismo y comenzando la carrera de derecho le conoció y acompañó en una precandidatura. Este encuentro se desarrolló entre 1937 y 1939. Álzate Avendaño fue un abogado, pensador, diplomático, periodista, escritor y político colombiano de extrema derecha que lideró el grupo Acción Nacionalista Popular, afín al grupo político intelectual llamado Los Leopardos también de orientación derechista y conservadora, y en el que participaron los entonces jóvenes intelectuales: Eliseo Arango, José Camacho Carreño, Joaquín Fidalgo Hermida, Augusto Ramírez Moreno y Silvio Villegas. Al fracasar el movimiento de Álzate Avendaño, Cardona Hoyos prefirió quedarse sin partido. Declinó la oportunidad de ser jefe liberal. Siendo estudiante en la universidad, apoyó la segunda campaña presidencial de Alfonso López Pumarejo (1941-1942), pero siempre con cuidado de manifestar que no era liberal sino lopista.
Graduado como profesional del derecho, fue nombrado fiscal del Juzgado Superior de Cali y luego se afilió como miembro del Partido Comunista de Colombia (PCC) en octubre de 1944. Habiendo renunciado a la fiscalía, se puso a trabajar directamente con el PCC, siendo elegido diputado en la Asamblea Departamental como suplente de Julio Rincón, importante líder del PCC en el Valle del Cauca y quien sufrió tortura y fue asesinado.
En 1945 retornó a Sevilla debido a un fuerte ataque de asma. Allí salió elegido por primera vez en la historia de Colombia un concejal comunista. Duró poco su trabajo en el Cabildo de Sevilla al ser nuevamente llamado a Cali para que se posesionara como magistrado del tribunal del trabajo, cargo para el cual había sido designado en representación de los trabajadores sin consulta previa con él. Los tribunales del trabajo eran unas entidades recién fundadas y prontamente disueltas al ser declaradas inconstitucionales ya que no representaban el ordenamiento geográfico político del país. Después de esto José Cardona Hoyos dedicó buena parte de su tiempo al ejercicio de su profesión de abogado ―no solo porque le tenía afecto sino porque las necesidades económicas lo apremiaban. Al cabo de varios años decide abandonarlo por dos razones. La primera, para dedicarse en forma definitiva a la actividad política del PCC y la segunda porque comenzó a hacer carrera la corrupción en Colombia. Sólo se ocupó una vez de la actividad del derecho, cuando le tocó defender junto con otros abogados comunistas del Valle a los detenidos por una invasión de terrenos en Palmira, departamento del Valle del Cauca.
Fue miembro de la dirección del PCC. En 1946 fue cooptado por el Comité Regional del Valle y en 1947 fue elegido Secretario General del Regional. Por la misma época participó activamente en el gran debate por el rescate de los principios leninista de organización.
En el periodo de la violencia bipartidista en Colombia iniciado hacia 1946 y extendido hasta la primera mitad de los años 50, el Valle del Cauca fue uno de los departamentos más azotados. Especialmente los militantes y simpatizantes del PCC sufrieron persecuciones. Cardona Hoyos fue a la prisión en varias ocasiones, pues para 1947 era el máximo dirigente regional. Al salir de la cárcel volvió a dedicarse, en las peores condiciones de la clandestinidad, a la reconstrucción del PCC, el cual estaba doblemente afectado por la situación interna y por la represión.
En tales circunstancias, al PCC le era difícil mantener lo poco que le quedaba. Cardona Hoyos vivió orgulloso de todo lo que hizo por defender y conservar las ocho células del PCC que quedaron en Cali. También en 1949 sufrió varios atentados en Sevilla de los que salió ileso. Lo protegieron las masas y amigos particulares de la familia Cardona. Clandestinamente y junto a Nicolás Buenaventura puso en circulación el semanario Resistencia, que se imprimía a mimeógrafo y que se mantuvo como órgano periodístico comunista clandestino en el país, esta publicación fue la única manera de mantener vivo el movimiento comunista durante la represión de la Violencia.
En 1958 participó en la campaña electoral junto con Alfonso Barberena, un liberal demócrata, siendo éstas las primeras acciones públicas no clandestinas de los comunistas en Cali y el Valle. Entre 1970 y 1972 realizó una importante la labor como concejal, pues al sumar su voto al de los 10 concejales de la Alianza Nacional Popular (ANAPO) serían mayoría de oposición en el Cabildo. Cardona Hoyos incidió para que los anapistas trabajaran en bien de la ciudad y en compañía del alcalde conservador Carlos Holguín Sardi promovieron la modernización de las Empresas Municipales de Cali, lo que implicaba llevar agua potable y electricidad a vastos sectores populares.
Como dirigente del PCC viajó por todos los continentes. Vivió en Praga, Checoeslovaquia, entre 1963 y 1965 como miembro del Consejo de Redacción de la Revista Problemas de la Paz y del Socialismo, órgano del Movimiento Comunista Internacional.
En el Congreso de la República, desde 1974 hasta 1982, batalló por la defensa de los derechos humanos, contra la violencia, por la paz y en defensa de los pobres del país. Acusó al general Camacho Leyva, ministro de defensa del gobierno Julio César Turbay Ayala (presidente entre 1978-1982), de que amparado en el Estatuto de Seguridad torturó, sobre todo a miembros de las izquierdas colombianas. También participó activamente en los debates de las relaciones con Venezuela; un debate que hasta donde se sabe fue meramente no teórico, más no expresión de relaciones concretas con el país vecino.
Dentro del PCC en la década de 1980 libró una batalla contra quienes quisieron favorecer la lucha guerrillera y no la apertura democrática y la lucha de masas. Tal como lo pretendió la mayoría de los militantes del PCC en su XIII Congreso realizado del 7 al 11 de noviembre de 1980. Propugnó por otras formas de lucha que no fuera la armada, por la paz y la democracia, política que finalmente fue elegida por la mayoría en dicho Congreso. Pero los directivos del Comité Ejecutivo Central del PCC no siguieron los lineamientos del XIII Congreso y favorecieron la lucha armada. A raíz de esta postura ideológica se presentaron grandes diferencias entre Manuel Cepeda, Teófilo Forero, Álvaro Vázquez del Real y José Cardona Hoyos. Finalmente, fue expulsado del Partido Comunista junto con sus compañeros del Regional del Valle Héctor Herrera y Alberto López creándose una gran división del Partido. Junto con ellos crearon un nuevo Partido llamado Rumbo Popular que tuvo un órgano de difusión homónimo; específicamente Rumbo Popular fue semanario y se publicó en Cali desde 1984 hasta varios años después de su muerte.
En 1986 publicó el libro Ruptura: Una Camarilla corroe al Partido Comunista, donde describió y denunció con detalles sus enfrentamientos con el Comité Ejecutivo Central del Partido y las contradicciones de éste frente a las tesis de lucha de masas y lo que se definió en el XIII Congreso del PCC; especialmente explica su toma de distancia frente a la “combinación de todas las formas de lucha”. Como demócrata durante la amnistía que ofreció el gobierno de Belisario Betancur llamó a la desmovilización de la insurgencia y a la reintegración de sus militantes a la vida civil.
Para entonces continuaba dictando su cátedra de Historia contemporánea en la Universidad Santiago de Cali. Dos días después de la puesta en venta de su libro Ruptura: Una Camarilla corroe al Partido Comunista en la Librería Nacional, fue interceptado en el trayecto de regreso a su hogar y asesinado. Era el 8 de mayo de 1986. Después de varios años de lucha jurídica el Estado Colombiano reconoció el asesinato de Cardona Hoyos como un hecho enmarcado en la violencia política. Su familia ha señalado al Comité Ejecutivo Central y a la guerrilla de las FARC-EP como los autores del asesinato.
Obra
- Momentos del Combate, Bogotá, Ediciones Alcaraván, 1980.
- Ruptura: Una Camarilla corroe al Partido Comunista, Cali, Ediciones Rumbo Popular, 1985.
Cómo citar esta entrada: Cardona, José (2020), “Cardona Hoyos, José”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org