CAMPOS CERVERA DÍAZ, Hérib (seudónimos: Alfonso Monteverde, Julio Guerrero) (Asunción, Paraguay, 30/03/1905 – Buenos Aires, Argentina, 28/08/1953).
Poeta paraguayo perteneciente a la generación del 40, miembro del Nuevo Ideario Nacional y compañero de ruta del Partido Comunista Paraguayo en las décadas de 1930 y 1940.
Hijo del periodista y poeta Hérib Campos Cervera de la Herrería y de Alicia Díaz Pérez, hermana de Viriato Díaz Pérez, intelectual español radicado en el Paraguay.
Hérib asistió como interno al Colegio San José. En 1922, a los 17 años, publicó sus primeros poemas. Luego ingresó a la Universidad Nacional de Asunción, en Paraguay, donde cursó la carrera de Ingeniería y comenzó a relacionarse con diferentes agrupaciones literarias. Formó parte de un grupo de jóvenes modernistas que, entre 1923 y 1927, se nuclearon alrededor de la revista Juventud. También publicó en Ariel, Ideal y Alas. El poeta y crítico Miguel Ángel Fernández calificó de “postmodernista” el estilo de Campos Cervera en este periodo, hasta principios de la década de 1930. Estos primeros poemas los firmó como Alfonso Monteverde y como Julio Guerrero.
A sus 21 años, en el marco de la militancia estudiantil universitaria, Campos Cervera conoció a Oscar Creydt, Obdulio Barthe y Sinforiano Buzó Gómez, con quienes integró una lista conformada bajo los principios de la Reforma Universitaria. Anteriormente, había sido Presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de la Capital. También integró la Federación de Estudiantes del Paraguay (FEP) y lo que se conoció como “Universidad Popular”, que consistía en dictar clases nocturnas en locales gremiales a trabajadores analfabetos. Este fue el germen del grupo Nuevo Ideario Nacional (NIN), un intento de acercamiento entre estudiantes y obreros, en donde predominaron las ideas anarquistas.
En 1927 se produjo en Paraguay la llamada Masacre de Puerto Pinasco, en donde obreros de la explotación del quebracho fueron asesinados. Hérib, junto a Obdulio Barthe, fue uno de los oradores en un mitin realizado el 19 de julio, cuatro días después de la masacre. Estos acontecimientos inspiraron su poema “Hachero”.En octubre de ese mismo año, el NIN lanzó un documento titulado “Mensaje a los hombres de la nueva generación”, influenciados por Ariel, el ensayo del escritor uruguayo Jose Enrique Rodó. En el documento, el grupo se diferenciaba de la dirección de la Federación Universitaria del Paraguay (FUP) y declaraba que sus miembros no eran “socialistas, ni comunistas, ni anarquistas”.
En 1931 el NIN se diluyó y muchos de sus principales dirigentes se sumaron a las filas del Partido Comunista Paraguayo (PCP). Aunque Hérib nunca fue un miembro orgánico del PCP, sostuvo afinidades y simpatías que lo convirtieron en un “compañero de ruta” del comunismo paraguayo.
A causa de su participación en la movilización estudiantil del 23 de octubre de 1931, que terminó en una matanza de estudiantes, Hérib fue expulsado del país. Luego de un primer período en Buenos Aires, Argentina, donde se conectó con intelectuales como Amado Alonso y Raimundo Lida, se estableció en Montevideo, Uruguay. Allí compartió el destierro con Anselmo Jover Peralta y con Natalicio González. En 1934 conoció a Federico García Lorca durante su visita a Uruguay.
En 1935 regresó a Paraguay, donde contrajo matrimonio con Bienvenida Beatriz de los Ríos, “Mima”, con quien vivió en una casa frente al parque Mariscal López en Asunción. Ese mismo año escribió “Poema a un héroe proletario”, dedicado a Jorge Dimitrov.
En abril de 1939 Campos Cervera renunció a su puesto como auxiliar de la Dirección General de la Biblioteca, Museo y Archivo Nacional y se dedicó a trabajar como agrimensor, recorriendo muchas regiones del Chaco paraguayo. De esos viajes, trajo consigo múltiples máscaras indígenas que colgaría en su casa. En sus reflexiones, Campos Cervera no se centró exclusivamente en temas sociales, sino que también abarcó cuestiones existenciales. Para el crítico Hugo Rodríguez-Alcalá, a comienzos de la década de 1940 el escritor (admirador de Pablo Neruda, Rafael Alberti y Federico García Lorca) era un “surrealista ortodoxo”, postulando que había que escribir sin pensar y sin utilizar el raciocinio, a la vez que era admirador de Lorca, Alberti y Neruda.
Campos Cervera formó parte de la Generación del Cuarenta, caracterizada por revolucionar el mundo de las letras de su país a pesar de la opresión y la censura impuesta por la dictadura de Higinio Morínigo (1940-1948). Junto con Josefina Plá fue un representante de la poesía de vanguardia o “poesía nueva” durante la década de 1930, pese a que algunos especialistas lo ubican dentro de la post-vanguardista. Hacia 1943, Campos Cervera realizaba reuniones junto a jóvenes escritores como Oscar Ferreiro, Elvio Romero y Augusto Roa Bastos. Uno de esos grupos se llamó “Vy’á raity” (Nido de alegría). Sus integrantes publicaron en el diario El País, en la revista Noticias y en la del Ateneo Paraguayo.
A partir de 1945 Campos Cervera emprendió un proyecto basado en la adquisición de 30 hectáreas de tierra en la zona de Piribebuy para desarrollar una unión cooperativista a la que denominó Colonia Campos. Las 30 hectáreas habían sido parte de un pago por un trabajo de medición de una gran propiedad,que Hérib optó por vender a campesinos de la zona con muchas facilidades de pago. La Guerra Civil de 1947 puso fin a esta experiencia subdividiendo en minifundios el proyecto original cooperativo.
Durante la Guerra Civil, cuando las fuerzas de la dictadura fueron a su casa para detenerlo, Campos Cervera se atavió como un campesino del interior y en un muy convincente guaraní les informó que el señor de la casa se había escapado por los fondos. Al lograr evadir su detención, buscó asilo en una embajada, y luego se exilió en Buenos Aires. Su famoso poema Un puñado de tierra fue resultado del contexto doloroso de la guerra y su exilio.
En Buenos Aires publicó su primer y único poemario en vida con la editorial Tupa, dirigida por el exiliado febrerista Anselmo Jover Peralta. El libro reunía todos sus poemas publicados en diarios y revistas a lo largo de veinte años. Sus exilios y sus luchas se encuentran reflejados en sus versos.
Campos Cervera murió en Buenos Aires el 28 de agosto de 1953. De acuerdo con Hugo Rodríguez-Alcalá, quien compartió con él espacios literarios, falleció como consecuencia de la mordida de un gato.
En estudios posteriores de su obra se menciona la existencia de una novela extraviada, con el título El ojo enterrado.
En abril de 1975 el periódico Adelante (1942-) informó sobre la llegada al Paraguay de las cenizas del poeta, junto con el siguiente pasaje:
“Los críticos burgueses quieren escamotearle su militancia revolucionaria en el partido de la clase obrera, el Partido Comunista, como también aquellos poemas escritos con admiración militante a comunistas, como los dedicados a Dimitrof y a Obdulio Barthe” (Adelante, N°124, abril de 1975, p.5).
Perfil biográfico en construcción.
Obra
- “El hachero”, en Reinaldo López Fretes, Lo que he visto en el Alto Paraguay, Asunción, Imprenta Nacional, 1946, pp.133-137.
- Ceniza redimida, Buenos Aires, Editorial Tupã, 1950 (Reeditado en Asunción, Editorial Alcándara, 1982).
- Hombre secreto, Asunción, Diálogo, 1966 (Póstumo).
- Poesías completas y otros textos, Asunción, El Lector, 1996 (Póstumo)
Cómo citar esta entrada: Montero, Mariano Damián (2024), “Campos Cervera, Hérib”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.