ALAMEDA OSPINA, Yolanda Irma (Seudónimo: Adriana Infante) (Bogotá D.C, Colombia 22/06/1929 – Bogotá D.C, Colombia 11/2017).
Su padre don Raúl Alameda era abogado y su madre era locutora, luchadora y rebelde. Su abuela materna, Belén, participó en la Guerra de los Mil Días, conflicto civil en Colombia entre 1899 y 1902. Muy pronto la madre decidió separarse del señor Alameda por su constante irresponsabilidad con la familia. Yolanda Alameda tuvo como hermano mayor a Raúl Alameda Ospina, destacado líder de izquierda en su juventud e intelectual reconocido a nivel nacional en su madurez, murió el 30 de abril de 2011, su segunda hermana Marina Alameda dedicada principalmente a su hogar murió el 6 de marzo del 2017.
Yolanda cursó estudios de secundaria en el Colegio Americano de la ciudad de Bogotá, donde recibió influencia política de un profesor de origen estadounidense, los estudios superiores los realizó en Bacteriología y después cursó Derecho en la Universidad La Gran Colombia. Contrajo matrimonio con Antonio Pinzón Sarmiento en febrero de 1948 con quien estuvo casada 69 años hasta su muerte. Desde 1947 la vida política de Yolanda Alameda se entrecruza con la de Antonio Pinzón por los caminos de la Nueva Izquierda en Colombia. Del matrimonio existen cuatro hijos: Mauricio Pinzón Alameda, Alejandro Pinzón Alameda, María Consuelo Pinzón Alameda y María Eugenia Pinzón Alameda.
A mediados de los años 40 Yolanda Alameda se vinculó a la Juventud Comunista (JUCO) pero se retiró en 1946 al considerar que la dirección central no promovía el libre desarrollo de la juventud. Para los sucesos del 8 de abril de 1948 Yolanda Alameda y su hermano Raúl Alameda, junto con otros jóvenes revolucionarios e independientes, se tomaron en la ciudad de Bogotá las instalaciones de la Radio Difusora Nacional desde donde agitaban arengas e intentaban orientar al pueblo capitalino insurrecto por la muerte del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. Cuando la Radio Difusora Nacional fue retomada por el ejército, Yolanda y sus compañeros a pesar del riesgo que corrían, salieron cantando la internacional y luego se sumaron al pueblo Bogotano en su insurrección frustrada.
Después de la muerte de Gaitán y durante la década de 1950 la actividad política del Partido Comunista de Colombia (PCC) fue diezmada en las ciudades y pasó a la clandestinidad. En ese contexto Yolanda Alameda conoció a Álvaro Vásquez, líder del PCC, quien propició su vinculación a ese partido en 1950. Ese mismo año Yolanda persuadió a su esposo Antonio Pinzón Sarmiento para que se vinculará al PCC, asumiendo el alias de Mauricio Torres, aunque también se le conoció como Juan Tairona, el primer seudónimo lo mantuvo cuando militó en el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino 7 de enero (MOEC).
Pero las tareas asignadas a Yolanda se redujeron a repartir propaganda y reunión de célula partidaria. Siendo militante del PCC entre 1950 y 1959 Yolanda recibió instrucción política del abogado de la Universidad Nacional Gustavo Vasco Muñoz, con quien estudiaban textos de Marx, Lenin y Mao. Por cuenta propia Yolanda leyó y estudió a Rosa Luxemburgo, sobre todo los debates sobre el funcionamiento del partido y su crítica al centralismo democrático en su interior. A partir de esas lecturas Yolanda empezó a cuestionar la falta de democracia, la ausencia de libertad de crítica y la sumisión de la militancia a la dirección del Partido. Yolanda Alameda fue expulsada del Partido Comunista en 1959 junto con Antonio Pinzón Sarmiento, quien concentró la crítica que ambos hacían al Partido y la propuesta política que venían sustentando en un libro titulado Naturaleza de la revolución en Colombia. Durante 1959 Yolanda Alameda se encargó de distribuir en la Universidad Nacional el recién publicado libro que les abrió las puertas a la vinculación del recientemente constituido MOEC.
Durante el periodo 1959 – 1961 Yolanda se radicó en la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca y la tercera ciudad más poblada de Colombia. Allí se contactó con jóvenes revolucionarios como Antonio Larrota, William Ospina, Eduardo Aristizabal Palomino, Jorge Alfonso Bejarano y líderes campesinos como Enrique Cruz quien conociendo la obra de Antonio Pinzón, Naturaleza de la revolución en Colombia, invitó a Yolanda y a Antonio a militar en el MOEC. Yolanda Alameda se vinculó al MOEC a finales de 1959 y se convirtió en la única mujer que participó en el Primer Congreso del movimiento el 20 de julio de 1960. Militando en el MOEC Yolanda Alameda asumió el seudónimo de Adriana Infante.
En su estadía en Cali, Yolanda Alameda trabajó como asistente social en una empresa de capital estadounidense, la Celanese Corporation. Era su tarea brindarles a los obreros asistencia médica en sus casas y en la fábrica, trabajo que alternaba con la distribución de propaganda y campañas de afiliación sindical bajo la orientación del MOEC. Cuando en 1962 irrumpió la huelga en “Celanese” Yolanda ya era una destacada líder de ese movimiento.
En medio de las discusiones sobre la vía de la revolución que se dieron en el seno del MOEC Yolanda Alameda se ubicó en la posición autodenominada como tendencia marxista que promovía un amplio trabajo de agitación, propaganda y organización de los trabajadores en contraposición a la posición denominada por la tendencia marxista como ultraizquierdista, dado su ímpetu en desarrollar focos guerrilleros al estilo cubano.
Este alineamiento ocasionó que Yolanda Alameda y varios militantes de la tendencia marxista fueran expulsados del MOEC en el Segundo Congreso realizado en 1962. La militancia expulsada creó el Comité de Unidad de Acción Revolucionaria con un órgano de expresión llamado Diálogo Político, allí es donde Yolanda Alameda escribía principalmente a la mujer obrera; dos años después de la expulsión serían llamados nuevamente para que se reintegraran al MOEC.
Su firme convicción de que las mujeres deberían ser revolucionarias, y no simplemente democráticas y que sus luchas deberían superar el gremialismo feminista la dejó expresada en uno de los textos que escribió en Diálogos Políticos. Allí decía: “(…) la importancia de llevar a la conciencia de las mujeres de nuestro pueblo la certeza de que mientras exista la explotación inhumana del hombre por el hombre, que mientras exista de una parte una clase parasita, poseedora de todos los bienes de capital y de otra parte de una clase explotada, desposeída e inerme, las suplicas reivindicativas inmediatas de tipo inmediato no moverían a las grandes masas femeninas de nuestro país”.
Durante la expulsión del MOEC (entre 1962 y mediados de 1964) Yolanda Alameda militó en el Comité de Unidad de Acción Revolucionaria y escribió varios artículos en Diálogo Político. Esto en medio de sus labores como madre de cuatro hijos. Iniciada la segunda mitad del año 64 la tendencia marxista vuelve a vincularse al MOEC y con ella Yolanda Alameda. Parte de los motivos de esta nueva unión era el interés del MOEC por afianzar las relaciones internacionales con China y Corea del Norte y dado que a Antonio Pinzón le habían publicado en Cuba y China su libro Dos Tendencias de la Revolución en Colombia (1963) él era el puente indicado para continuar el diálogo con las naciones comunistas.
Nuevamente en el MOEC, a Yolanda Alameda se le asignan tareas internacionales en una delegación de 10 militantes que viajaron a Corea del Norte y a China a recibir instrucción política-militar, y coordinar la ayuda internacional. Yolanda era la única mujer de la delegación y viajó sin su esposo dejando a sus hijos bajo su cuidado. Durante el curso político-militar fue la primera vez que Yolanda tuvo armas en las manos. En Corea duro 8 meses y después se desplazó a China donde se contactó con Eduardo Franco y Antonio Pinzón quienes ya habían llegado por la ruta Francesa en 1965, los tres líderes revolucionaros se encontraron en la Plaza de Tiananmén y una fuente fotográfica da testimonio de esto.
A su regreso de China se realizó un pleno del MOEC en la casa de Camilo Torres, allí se suscitó una discusión sobre la estrategia de la revolución en Colombia y el manejo de los recurso donados por los países socialistas y comunistas. Esta discusión determinó la completa separación de Yolanda Alameda del MOEC en 1965, pues ella estaba convencida de la necesidad de ampliar el trabajo de base, de organización y movilización por encima de las tareas de corte militar que proponían la mayoría en el MOEC.
Terminado este gran periplo por la experiencia en la Nueva Izquierda, Yolanda Alameda se vinculó a finales de la década del 70 al Nuevo Liberalismo, movimiento creado por Luis Carlos Galán. Allí conoció y trabajó con Clara López Obregón y presentó ante la militancia del Nuevo Liberalismo un sintético documento sobre la tradición de heroicas luchas populares en donde promueve que el Nuevo Liberalismo se constituya orgánicamente en un movimiento nacionalista, popular y democrático, que promueva la democracia directa y “el desarrollo gradual de un poder popular paralelo para enfrentarlo al poder tradicional dirigido por las elites antipopular”. Esta perspectiva revolucionaria no tuvo cabida en el Nuevo Liberalismo.
Frustrada esta última experiencia Yolanda Alameda no volvió a militar en organización alguna aunque no dejó de ser una participante permanente en política interesada por los cambios y por su nación. En un evento organizado en septiembre de 2016 para reflexionar sobre el papel del MOEC y la Nueva Izquierda, Yolanda Alameda, de 87 años, planteó: “Ojalá así sea y podamos afirmar que no hemos vivido en vano, y que nuestra Colombia amada todavía pueda levantar la antorcha de una verdadera democracia y unir todas estas expresiones de rebeldía en un frente amplio que aupé nuestros espíritus en la esperanza de que esos sueños que guiaron nuestros pasos en el MOEC, todavía se puedan concretar en verdaderas reivindicaciones sociales revolucionarias”.
Obra
- Una tradición de heroicas luchas Populares, inédito, sf
- Reflexiones sobre el MOEC, inédito, 2016
Cómo citar esta entrada: Hernández Ortiz, Rodolfo Antonio (2020), “Alameda Ospina, Yolanda Irma”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org