OSORIO, Amílcar (seudónimos: Amílcar U., Amilkar U., Claudia Santamaría) (Santa Rosa de Cabal, Risaralda, Colombia, 1940 – Jericó, Antioquia, Colombia, 02/1985, aún sin más datos de nacimiento y fallecimiento).
Poeta colombiano de tendencia contracultural y bohemia. También escribió cuento y novela. Aportó a la modernización literaria en el país, tejió redes internacionales con la “generación beat”, ejerció la protesta cultural y fue uno de los promotores del Movimiento Nadaísta en sus primeros tiempos.
Hijo de Rubén Osorio y Elvira Gómez. Nació en Santa Rosa de Cabal pero residió en el municipio de Jericó, Antioquia, en su niñez y juventud.
Entre 1957 y 1958 estuvo en el seminario San Juan Eudes de Jericó donde según Alvarado Tenorio conoció a Augusto Trujillo Arango (Santa Rosa de Cabal, 1922-2007), doctor en Teología de la Universidad Católica de Washington, quien lo introdujo en el estudio de la lengua inglesa. Se retiró antes de concluir sus estudios y se desplazó a la ciudad de Medellín en 1957; allí comenzó a frecuentar bares bohemios de la época como el “Metropol”.
Se desempeñó como librero en la Librería Horizonte de Medellín, lo que le facilitó conectarse con las producciones literarias internacionales del momento y cultivarse como refinado lector. Entre sus lecturas tempranas estuvieron: Moravia, Cernuda, Russell, la poesía sufí, Baudelaire, Faulkner, César Vallejo, Camus, Sartre, Lautréamont, L. Durrell, entre otros.
Asimismo, su amigo Gonzalo Arango referencia su pasión por Rimbaud, su entusiasmo con los relatos de Butor y su inclinación heideggeriana (Agudelo, 2010, p. 71). Y mediante el análisis de su poesía, María Dolores Jaramillo reconoce algo de las recepciones intelectuales de Amílcar Osorio:
“(…) estudió el clasicismo, la escultura griega y romana, el Renacimiento italiano y sus cánones. Con especial interés a Andrea Mantegna, quien fue uno de sus artistas inspiradores. Sus escritos contienen alusiones, erudición, vocabulario selecto y elegante, claves intrincadas para ser descifradas, hermetismo, sugerencia, importante sonoridad y múltiples efectos sensoriales. En Vana stanza se entrelazan referencias cultas, versos en inglés, italiano, francés, occitano o latín, evocaciones artísticas, epígrafes, dedicatorias. Alusiones mitológicas e históricas de dioses galos, griegos o romanos, Bel Miral, Midón, Hermes, Policleitos. Homenajes a poetas como García Lorca, Luis Cernuda, Juan de la Cruz y Jean Genet. Y mención de otros escritores antiguos o clásicos como Bertran de Börn, Shakespeare o Ezra Pound”. (Jaramillo, 2017).
Osorio figura como uno de los promotores iniciales del Movimiento Nadaísta que se inauguró en 1958 con el manifiesto al que dio lugar Gonzalo Arango. De carácter contestatario y contracultural, este movimiento fue una válvula de escape para la juventud de entonces que había crecido en los tiempos de La Violencia, comprimida por la censura y el conservadurismo cultural de cuño hispanófilo.
Con su seudónimo de Amílkar U., Osorio aparece como coautor (junto con Arango) del segundo manifiesto titulado “Manifiesto de los camisas rojas” en 1959. También es autor único de otro manifiesto nadaísta llamado “Explosiones radiactivas de la poesía nadaísta” que surgió en 1960. Y, además, su firma aparece en el manifiesto de 1967, “Manifiesto amotinado”, junto con las de: Gonzalo Arango, Jan Arb, Alberto Escobar, Tadheo, Rafael Vega, Pablus Gallinazus, Elmo Valencia, William Agudelo, Elkin Restrepo, Álvaro Medina, Armando Romero, Jaime Jaramillo Escobar, Álvaro Barrios, Eduardo Escobar, Mario Rivero, Jaime Espinel, Alfredo Sánchez, Malmgren Restrepo, David Bonells, Milcíades Arévalo, Mauro Castro, Delfina Bernal, Raquel Jodorowsky, J. Mario, Alberto Sierra, Darío Lemos, Humberto Navarro, Fanny Buitrago, Norman Mejía, Alegre Levy, Dukardo Hinestroza.
Hubo núcleos del movimiento Nadaísta en Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla y se dio curso a la revista Nadaismo 70 (8 números entre 1970 y 1991 producidos desde Bogotá).
Los participantes del Nadaísmo cultivaron las artes visuales y en especial la poesía. Algunos de los estudiosos de este movimiento lo asocian a redes internacionales del hippismo y la contracultura. De forma más específica, la investigadora Valeria Manzano muestra su vinculación con el Movimiento Nueva Solidaridad inaugurado en México en febrero de 1964. Los promotores fueron el poeta y editor argentino Miguel Grinberg, quien desde 1961 contaba con la revista Eco Contemporáneo, y la pareja que conformaban el poeta mexicano Sergio Mondragón (1935) y la norteamericana Margaret Randall (1936), también asociados a su revista de poesía bilingüe El Corno Emplumado fundada en 1962. Además de los nadaístas colombianos, en ese movimiento estuvieron los promotores de la revista nicaragüense El pez y la serpiente y el grupo venezolano El Techo de la Ballena, definido como el
“más grande y polifacético entre las iniciativas contraculturales de los tempranos sesenta, integrado por poetas, artistas plásticos y cineastas que se recostaron sobre las vanguardias de la primera mitad del siglo xx pero que reconocieron nutrirse, también, de ‘la avalancha acusadora de los poetas de California’, en alusión a los beatniks” (Manzano, 2017, 121).
Junto con Gonzalo Arango, Osorio protagonizó happenings que resultaron escandalosos para la provinciana Medellín del momento, y en ese contexto fue publicado en El Espectador su poema “Plegaria nuclear de un cocacolo” (c.1958), que llegó a considerarse emblemático de su generación. Sin embargo, la relación con Gonzalo Arango no prosperó por mucho tiempo y Osorio se desmarcó del Nadaísmo y migró a los Estados Unidos. Durante casi una década vivió allí entre círculos artísticos de Nueva York y California:
“Reneé Frei, impía fumadora de tabacos con cuerpo de boxeador y su mimado, el joven poeta David Howie, le llevaron hasta San Francisco, donde viviría por varios años frecuentando vates y budistas como Allan Watts, John Sirio, Steve McCormick, Leek Cong, Dan Hall, John Hiebaut, Jim Tylor y Gregory Corzo. Luego, en Nueva York trató a Allen Ginsberg, Peter Orlovsky, Bob Dylan y Brendan Behan, con quienes coincidió más de una vez en los corredores y bares del Hotel Chelsea”. (Alvarado Tenorio, 2010, p. 97).
Con el seudónimo Amílkar U. aparece con una colaboración en la revista Esquemas, se trataba de un breve ensayo titulado “Durrell & Cuanta”. De esta revista se produjeron cuatro números entre julio y octubre de 1961 bajo la dirección de Germán Colmenares (1938-1990), Jorge Orlando Melo (Medellín, 1942) y Carlos J. María en los n°1 y 2, mientras que como jefe de redacción estaba Rubén Sierra Mejía (1937-2020). Esquemas hacía parte de una trama de revistas culturales asociadas al fenómeno de la nueva izquierda en Colombia; hizo circular, por ejemplo, las intervenciones de C. Wright Mills.
Los cuentos tempranos de Amílcar Osorio le fueron publicados bajo el seudónimo de Claudia Santa María –a quien presentaba como estudiante del Marymount, un colegio católico para mujeres. Esos cuentos aparecieron en medios de circulación nacional y local como la revista Cromos, los diarios El Espectador y El Colombiano, y en el “Primer Festival de Autores Antioqueños”, como señala su “carné” en la revista Esquemas (1961). En la actualidad varios de sus cuentos y poemas inéditos reposan en el archivo de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín.
Su manifiesto de 1960 también fue publicado en la icónica revista Mito (1955-1962) dirigida por Jorge Gaitán Durán; en este propende por expandir los límites de la literatura al ampliarla a formas perceptivas múltiples (visión, gusto, tacto) y pensar la poesía como un arte visual. Sus intercambios con artistas visuales en Estados Unidos permitieron acentuar esta visión.
Asimismo, Osorio practicó la “autotraducción” como lo demuestra un estudio reciente de Cadavid Ochoa y otros, a partir de la consulta y ordenamiento del archivo personal del poeta que reposa en manos de su hermano menor, Jaime Osorio.
Otras revistas literarias como Daedalus y Acuarimántima también fueron plataforma de los poemas de Osorio en las décadas de 1960 y 1970. Pero en vida él solo vio un libro suyo a la luz, el de poemas reunidos bajo el título Vana Stanza; sin sello editorial el libro fue autopublicado gracias al respaldo económico de sus amigos Luis Fernando Correa y Carmenza Gómez.
Se trata de poemas breves que el autor declara haber escrito entre 1962 y 1984, varios de ellos dedicados a sus hombres amados. Su poesía ha merecido gran atención de la crítica, valorándola como verdadera vanguardia cultural que demuestra que Osorio fue un sofisticado poeta.
Algunos de sus poemas han aparecido de forma apócrifa en antologías de homenaje. Por ejemplo, la revista En Otras Palabras (n° 5, 1985) publicó “La abyección del objeto” que cabalga entre el ensayo y la poesía para adentrarse en la obra de la artista Feliza Burzstyn; y la revista Interregno (n°3, 1991) publicó una antología y luego un homenaje en su número 17 de 2006.
Amílcar falleció ahogado en un lago profundo ubicado en el suroeste antioqueño cerca del municipio de Jericó a los 45 años. En el sitio, llamado la Oculta, han expirado varios otros dándole un halo misterioso que el escritor Héctor Abad Faciolince potenció con su novela homónima (Alfaguara, 2014). Los amigos y familiares de Amílcar Osorio, uno de los poetas malditos de Colombia, no terminan de acordar si se trató de un accidente o de una despedida más voluntaria, ejercida por él poco después de atravesar esa otra forma de la muerte: ver publicados sus poemas.
Perfil biográfico en construcción.
Obra
Bibliográfica
- (participación en antología realizada por Gonzalo Arango) 13 Poetas nadaístas, Medellín, Ediciones Triángulo, 1963.
- (participación en antología realizada por Gonzalo Arango) De la nada al nadaísmo, Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1966.
- Vana Stanza, diván selecto, Medellín, Hernán Darío Buriticá, 1984 (poemas) (2a. ed. Bogotá, Fundación Simón y Lola Guberek, 1989; 3a. ed. Universidad de Antioquia, Medellín, 2001).
- El yacente de Mantegna, Medellín, Universidad de Antioquia, ENE, 1986 (cuentos).
- Gato o soledad bajo la lluvia, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, 2001 (novela).
- La ejecución de la estatua, Medellín, Editorial EAFIT, 2018 (novela).
Hemerográfica (en las siguientes publicaciones):
- Cromos, revista, Bogotá.
- El Espectador, diario, Bogotá.
- El Colombiano, diario, Medellín.
- (con el seudónimo Amílkar U) “Durrell & Cuanta”, Esquemas, n° 1, 1961, pp. 19-22.
- (participación en antología) Mito, n° 41-42, 1962. Bogotá.
- “La abyección del objeto”, Otras Palabras, n° 5, 1985. (Medellín,1984-1988).
Inédita
- En la Biblioteca Pública Piloto de Medellín reposan poemas como: “A la malísima Brigitte Bardot”, “Blusa roja”, “Acerca de Providencia”, “La canción del río”, “Poema junto al fuente de Ten-Shin”, “Carta de la esposa del mercader del río”, “Treno por los poetas muertos”. Así como cuentos, por ejemplo: “Rock and Roll, faire l’ amour hasta divertirnos”, “La ostra tiene dos valvas”, “El niño de las seis”, “El patio incendiado”, “Texto para nosotros”, “Emita el grito en la tarde”, “El tímido homenaje de un amor”.
Cómo citar esta entrada: Jaramillo Restrepo, Sandra (2024), “Osorio, Amílcar”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.