LÓPEZ ARANGO, Emilio (seudónimos: Xaxara, XX, “El A”, ELA) (Cudillero, Oviedo, España, 25/5/1893 – Buenos Aires, Argentina, 25/10/1929).
Obrero panadero y periodista anarquista de formación autodidacta, uno de los principales orientadores del diario La Protesta y de la FORA en la década de 1920.
Nace en el seno de una humilde familia de pescadores. Es el segundo de nueve hermanos. Debió abandonar el colegio primario a los 11 años para empezar a trabajar. Convocado por un tío, el 14/9/1907 se embarca rumbo a Cuba, trabajando durante dos años y medio en una tienda del pueblo de Quinta (Santa Clara) y luego durante dos meses en Las Vueltas. Retornó a España en septiembre de 1910, con “tres años más y seis pesetas y 25 céntimos en el bolsillo”, según escribió el propio López Arango en un cuaderno inédito.
En septiembre de ese año emigra a la Argentina. Es probablemente el “Emilio López” que desembarca del buque “El Argentino” el 20/9/1910, procedente de Vigo. Se instaló en la ciudad de Buenos Aires, donde comenzó trabajando como aprendiz en el gremio de panaderos. Se inició en el anarquismo hacia 1912 leyendo a Bakunin en contacto con panaderos anarquistas como Avelino Alarcón y Diego Mosquera. Su compañero Diego Abad de Santillán relata la anécdota de que en un contexto de desocupación, López Arango deambulaba por las calles de Buenos Aires buscando trabajo y tropezó en un kiosco con un folleto que llamó su atención y lo adquirió con los últimos centavos que tenía en el bolsillo: era “La conquista del pan”, de Kropotkin.
Intervino en las huelgas del gremio de 1912/1913 que terminaron en derrota. Fue detenido por enfrentarse a los rompehuelgas y encarcelado durante quince meses, donde conoció a figuras del anarquismo como Apolinario Barrera y Teodoro Antillí. Redactó durante ese tiempo un cuaderno con apuntes autobiográficos.
Excarcelado el 18 de septiembre de 1915, se lanza con ardor a la lucha: ingresa a la Sociedad de Panaderos, redacta su órgano, El Obrero Panadero (desde el 1°/1/1916 hasta su muerte). Comienza a colaborar en el periódico anarquista La Protesta en 1916, en un período de luchas intestinas: un año después se ha convertido en el principal sostén del periódico. En 1918 colabora en la revista Alborada (1918-1919) y en el semanario anticlerical y anarco-bolchevique El Burro (1918-1919), poco después clausurado, que dirige Oreste Ristori. Inicialmente entusiasta con la Revolución rusa de 1917, está sin embargo entre los primeros anarquistas que en los años siguientes comienzan a cuestionar el régimen bolchevique. Será uno de los principales artífices de la expulsión de los anarcobolcheviques de la FORA y de la contraofensiva “purista”.
Es detenido en enero de 1919, en el contexto de la Semana Trágica, y en mayo se prohíbe la prensa anarquista. Se marchó entonces a Santa Fe, donde se vincula estrechamente a Diego Abad de Santillán, con quien edita la revista La Campana (Santa Fe, 1919), hasta que se lo expulsa de la ciudad. De nuevo en Buenos Aires trabajó de estibador en el puerto de la ciudad, volvió a participar en la organización de los panaderos y formó el Consejo Federal de la FORA. Por esa época colaboró en las revistas Prometeo y Nuevos Caminos, y después en El Repartidor de Pan (Buenos Aires, 1920-1922).
Entre el 11 y el 16 de mayo de 1929 participa como delegado por la FORA del Congreso Continental realizado en la sede forista de Bartolomé Mitre 3270 (Ciudad de Buenos Aires) del que surgió la ACAT (Asociación Continental Americana de Trabajadores), la central sindical anarquista. Además de la FORA, participaron delegados del Centro Obrero Regional del Paraguay, la Federación Obrera Local de La Paz, la Confederación General de Trabajadores de México, el Comité de Acción Sindical de Guatemala, la Federación Local de Río de Janeiro, la Unión General de Trabajadores de Uruguayana, el sindicato de canteros de União de Leão, la Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU), así como miembros chilenos del IWW. López Arango, José Berenguer y Manuel Villar fueron elegidos para integrar el Secretariado de la ACAT.
Le cupo a López Arango un rol central en el relanzamiento de La Protesta después de los hechos de la Semana Trágica. El diario anarquista alcanzará enorme prestigio en la década de 1920, apareciendo en forma semanal (luego quincenal) con su célebre Suplemento. Con el regreso de Santillán a la Argentina luego de una estancia en Europa, constituirá con López Arango un equipo de enorme gravitación en La Protesta y en la FORA en la segunda mitad de la década de 1920, opuesta a la línea más radicalizada del periódico La Antorcha (Buenos Aires, 1921-1932) y a la acción violenta del anarquismo expropiador que representaban Severino Di Giovanni y su periódico Culmine. Esta vertiente es denominada desde las páginas de La Protesta como “anarco-banditismo” y Di Giovanni calificado como “agente fascista” o “instrumento policial”.
El 25 de octubre de 1929 López Arango muere tras recibir tres balazos en la puerta de su casa, situada en la calle calle San Martín, entre Pastor Ferreyra y Ramón Franc, de la localidad de Remedios de Escalada (Provincia de Buenos Aires), mientras cuidaba a Carmen, su mujer enferma, y a sus tres hijos pequeños (de entre 5 y 10 años). De acuerdo las presunciones de Santillán y a posterior la investigación de Osvaldo Bayer, el autor del homicidio fue Di Giovanni. Sin embargo, este pidió (y obtuvo) el respaldo de los italianos del exterior, que organizaron un jurado internacional (formado en Montevideo por Luigi Fabbri, Ugo Fedeli y Torquato Gobbi) y acabaron censurando la actitud de La Protesta. Los colaboradores de La Diana de París, L´Emancipazione de San Francisco, y, especialmente, L’Adunata dei Refrattari, de Nueva York, con Virgilia d’Andrea a la cabeza, fueron particularmente críticos con la acusación de La Protesta. Diego Abad de Santillán prosiguió la polémica desde Buenos Aires con sus compañeros de Europa y América.
En una entrevista concedida varias décadas después, Diego Abad de Santillán aludió a la austeridad en que vivía López Arango, cuando señal´ que pocos días de su asesinato “se había comprado su primer traje en un negocio de compraventa de la calle Libertad”. Sus restos fueron velados el sábado 26 de octubre en la sede de la FORA, calle Bartolomé Mitre 3270, donde tomó la palabra Gabriel Biagiotti. Finalmente fueron llevados a pulso el domingo 27 al Cementerio del Oeste (Chacarita).
Obra
- (en colaboración con Diego Abad de Santillán), El anarquismo en el movimiento obrero, Barcelona, Cosmos, 1925.
- Ideario, Buenos Aires, Asociación Continental Americana de los Trabajadores (ACAT), 1942.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2024), “López Arango, Emilio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.