GARCÍA NOSSA, Francisco Antonio (Bogotá D.C., Colombia 16/04/1912 – Bogotá D.C., Colombia 26/04/1982).
Abogado, indigenista, economista y político socialista.
Hijo de Antonio García Sabino y Silvia Nossa. Él era un migrante español que llegó a Colombia a inicios del siglo XX y se vinculó como obrero en la fábrica de vidrios Fenicia; años más tarde creó su propia empresa vidriera: La Catalana. Ella, nació en Pueblo Viejo, departamento de Boyacá. García Nossa fue el segundo de siete hermanos. Fue bautizado el 12 de mayo de 1912 con el nombre de Francisco Antonio. Contrajo matrimonio con Cecilia Barriga, el 27 de enero de 1939, unión de la que nacieron: Claudio, psiquiatra radicado en México y, Marcela, psicóloga residenciada en Bogotá. Antonio García Nossa realizó sus estudios primarios en Chiquinquirá, departamento de Cundinamarca en el colegio de los dominicos y continuó sus estudios secundarios en la ciudad de Bogotá, en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.
Hacia 1930 comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional, cuando esta facultad funcionaba en la antigua sede de Santa Clara. Allí, durante dos años, recibió formación clásica en el área, por lo que aprendió: filosofía del derecho, derecho constitucional, derecho romano, derecho civil, derecho internacional, economía política e historia diplomática. Esta facultad seguía siendo una dependencia del gobierno de turno, influenciada por la moral católica y reacia a cualquier tipo de innovación curricular, hasta el punto, que era el presidente conservador Miguel Abadía Méndez, quien impartía las cátedras de economía y derecho constitucional. En este ambiente, García Nossa desde muy temprano participó en huelgas estudiantiles que pretendían modernizar y liberalizar este fortín conservador. Las peticiones revolucionarias estudiantiles de entonces, clamaban por un cambio del sistema de cátedras magistrales por el de seminarios, cátedras libres y, sobre todo, por el reconocimiento de los estudiantes a participar en el cogobierno de la universidad, muy a tono, aunque un poco tarde, con las demandas de los estudiantes de la famosa Reforma de Córdoba (Argentina).
Debido a sus escritos y poemas publicados en los años veinte y treinta, entabló amistad con César Uribe Piedrahita, reconocido intelectual colombiano, que fue nombrado rector de la Universidad del Cauca (1932-1933); por eso, Antonio García Nossa viajó a continuar sus estudios de derecho en Popayán. Durante su estadía en esta ciudad, entró en contacto con la realidad indígena, experiencia que lo llevó a organizar en 1932 las Ligas Indígenas del Cauca. De este modo, comenzó la relación de García Nossa con las comunidades indígenas caucanas -paeces y guambianos. En ese contexto, conoció al líder indígena Manuel Quintín Lame, a quien García Nossa acompañó en sus campañas por la recuperación de sus tierras ancestrales.
Derivado de este activismo político, García Nossa, conoció no sólo la problemática indígena sino la cárcel. Esta experiencia, lo motivó a montar la comedia teatral Lucha contra el despojo, en la que los actores fueron los mismos indígenas, y que fue una especie de “creación colectiva”, en la que, tanto García Nossa como los indígenas caucanos, lograron dar a sus personajes no solo capacidad dramática, sino intención política, asociada con una extensa idea del liberalismo de izquierda.
En los años treinta, el país vivía bajo la hegemonía de la República Liberal, Popayán y la Universidad del Cauca, no escaparon a las influencias del reformismo estatal; en ese contexto, García Nossa colaboró con la creación del Centro de Estudios Marxistas. Allí, se estudiaban las obras de Marx, Lenin, Trosky, Rosa Luxemburgo y Bujarin intuitivamente; estas llegaban al país clandestinamente desde la España republicana. En dicho centro, se descubrieron los textos de José C. Mariátegui, Haya de la Torre, Hildebrando Castro Pozzo, Moisés Saenz y José Ingenieros, entre otros; estos intelectuales fueron fundamentales para afianzar su interés por el pensamiento político latinoamericano.
En 1934 se publicó su colección de cuentos de denuncia Colombia S.A., en ellos retrató las condiciones de pobreza y marginalidad de hombres y mujeres del pueblo. En esa misma época, escribió en la prensa payanita Occidente Colombiano. Bisemanario Liberal Izquierdista; a través de sus páginas se publicitó su primera publicación seriada: Masas, esta se conoció como “una revista proletaria y con un recio sabor democrático” (Occidente Colombiano. Bisemanario Liberal Izquierdista, noviembre 1 de 1936, p. 5).
A mediados de los treinta, García Nossa regresó a Bogotá. Allí junto a Plinio Mendoza Neira (1933-1936, político liberal que ejercía como Contralor General de la República), García fue comisionado por el gobierno nacional para elaborar la Geografía Económica de Caldas obra circunscrita a un proyecto de mayor embergadura: Geografía Económica de Colombia, trabajo que le sirvió para graduarse como abogado en 1937. Cabe anotar que esta obra fue elogiada en aquellos años por la manera como construyó su objeto de estudio, la que por dos años contempló la realización de un amplio trabajo de campo comprendido por entrevistas y etnografías, complementado con un acopio de fuentes documentales que incluyeron informes y estadísticas oficiales. Con este trabajo, García Nossa, dio a conocer la dinámica de la colonización antioqueña de las laderas andinas del centro y occidente colombiano y, su vínculo con la economía cafetera, dos de los fenómenos sociales y económicos más trascendentes de la historia colombiana de inicios del siglo XX.
Como escritor, sigue siendo reconocido hasta la actualidad, por su colaboración en revistas extranjeras como Atenea (Chile), Repertorio Americano (Costa Rica) y América (Ecuador); también participó en la Liga de Escritores Revolucionarios Americanos con sede en México. En Colombia se le publicaron cuentos, poemas, y escritos en Revista de las Indias, dirigida por Germán Arciniegas y en Pan, dirigida por Enrique Uribe White; en esta última, le publicaron en tres entregas uno de sus cuentos más celebrados por la crítica del momento, “Diez muertos obreros” (Pan, agosto, septiembre y octubre de 1935).
Entre 1934 y 1938, junto a Armando Solano, fue codirector de Acción Liberal, publicación de la Dirección Liberal Nacional. Esta revista comenzó a publicarse en Tunja desde 1932 por Plinio Mendoza Neira y Darío Samper; era reflejo de un liberalismo de izquierda, con propuestas de carácter reformista más que revolucionarias. Bajo la codirección de García Nossa, la revista publicó desde textos literarios hasta ensayos de carácter económico y político, varios de ellos de su autoría; entre los primeros pueden ubicarse, por ejemplo los Poemas: “Matrimonio de obreros” (Acción Liberal, febrero de 1934), “Nacionalismos de izquierdas y nacionalismos de derechas” (Acción Liberal, abril de 1936), “El libro y el pueblo” (Acción Liberal, octubre de 1936), “Páez, el llanero” (Acción Liberal, noviembre de 1936), que fue un homenaje de la revista a la historia política venezolana; “Lázaro Cárdenas: caudillo revolucionario (Acción Liberal, marzo de 1937), “Tierras y hombres” (Acción Liberal, mayo de 1937). Hubo otros artículos de su autoría como “La economía colombiana y el movimiento sindical” (Acción Liberal, febrero de 1937), “La economía nacional y la United the Fruit Company” (Acción Liberal, noviembre 1937), “El Congreso Sindical de Cali” (Acción Liberal, diciembre-enero de 1937-1938), “La acción católica contra el liberalismo” (Acción Liberal, abril de 1938), éstos mostraban tanto su madurez intelectual y política como su compromiso con el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934-1938).
En 1939, García Nossa publicó su primer libro de carácter indigenista Pasado y presente del indio, este fue fruto de su experiencia y compromiso político con el problema campesino e indígena del Cauca, el de los Valles interandinos de Boyacá y Cundinamarca, así como de sus viajes por el Ecuador, espacios que todavía en los años treinta del siglo XX conservaban en el campo relaciones de servidumbre y las obligaciones del trabajo gratuito. Esta experiencia intelectual y política, le significó ser invitado por el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas a participar en el Primer Congreso Indigenista Interamericano, realizado en 1940 en Patzcuaro, México. Su estancia en dicho país le permitió conocer de primera mano, el impacto de la revolución de 1910 para el pueblo y la nación mexicana. Derivado de esta estancia, también logró entablar amistad con Enrique González Aparicio, y con el exiliado venezolano, en México, Salvador de la Plaza, director de una editorial que difundía el pensamiento marxista en América Latina.
De regreso a Colombia y, como una de las tareas pendientes que dejaba el Congreso de Patzcuaro, junto a Guillermo Hernández de Alba, fundó el Instituto Indigenista Colombiano (1941); este se propuso estudiar los problemas socioculturales y económicos de los pueblos indígenas colombianos, y promover su incorporación a la vida política, económica y cultural. Una de sus preocupaciones fue la defensa de los resguardos que se diluía a través del decreto 918 de 1944, especialmente la región de Tierradentro (Cauca). En el documento titulado “El Instituto Indigenista de Colombia y la parcelación de los resguardos” y enviado al director del Departamento de Tierras del Ministerio de la Economía Nacional, García Nossa dejaba constancia de la labor investigativa y divulgativa del Instituto, tanto para mostrar la realidad de los pueblos indígenas en Colombia como para seguir los acuerdos que se habían suscrito en el Congreso de Patzcuaro. Consideraba estas nuevas medidas “como un atropello” e invitaba a los funcionarios del Ministerio a un “examen completo y racional” en pro de la “incorporación de los indígenas a la vida nacional”. Como reconocimiento a su labor, en el II Congreso Indigenista Interamericano (celebrado en Cuzco, Perú, en julio de 1949) se publicó su estudio crítico de la legislación indigenista de Colombia, la que también se publicó en México por el Instituto Indigenista Interamericano en 1951 con el título de Introducción crítica a la legislación indigenista de Colombia. El 4 de octubre de 1978, Oscar Arze Quintanilla, Director del Instituto Indigenista Interamericano con sede en México, le dirigió una invitación como ponente al VIII Congreso Indigenista, que inicialmente se realizaría en Panamá en 1979, pero se concretó en Mérida (Yucatán-México) entre el 17 y 21 de noviembre de 1980: “Considero que su gran capacidad técnica y su permanente vocación hacia la causa indigenista, nos permitirán obtener un documento de trabajo que cumpla con los requisitos que exige el actual momento histórico”.
En 1938 trabajó como consultor económico de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), para entonces la única central del movimiento obrero. En el mismo año fue nombrado profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia, institución que era dirigida por Gerardo Molina. Se le encomendaron las cátedras de economía e instituciones económicas y comercio internacional, éstas, junto al claro enfoque económico de su tesis de grado en Derecho y su sensibilidad por los problemas indígenas, significaron la apertura de su interés tanto por las ciencias económicas como por el agrarismo. Fue invitado por la Universidad Central de Quito para disertar sobre el asunto y presentó la conferencia: “Esquema de la economía colombiana”.
El 13 de abril de 1945, mediante los Acuerdos 56 y 57 del Consejo Directivo de Universidad Nacional de Colombia (sede Bogotá), se aprobó la creación del Instituto de Ciencias Económicas, que le dio cuerpo a la institucionalización de la Economía en la universidad pública colombiana, disciplina con la que García Nossa y sus colegas de aula, buscaban formar “servidores eficaces para el Estado”. El propósito, de estos intelectuales era quitar el monopolio en la administración del Estado a las elites tradicionales, por eso, buscaban formar a sus pupilos como doctos investigadores de la historia económica, tanto como en problemas financieros. El instituto se proponía conectar la universidad con organismos públicos como el Banco de la República y la Oficina de Control de Cambios. Desde Cuadernos de orientación económica -la publicación del Instituto-, García Nossa, dejó ver su concepción de la ciencia económica: brindaba la posibilidad de transformar el Estado, al tiempo que permitía construir la nación, consideraba que el papel del economista debía buscar resolver los problemas apremiantes del país.
García Nossa, creía que el conocimiento de la cultura económica debía llegar a obreros y campesinos tanto como a otros sectores, por ello gestó los cursos de Orientación Cooperativa. Su incursión en los temas del cooperativismo como forma de producción para los países dependientes le llevó a escribir Régimen cooperativo y economía latinoamericana,texto que fue publicadopor el Centro de Estudios Sociales del Colegio de México en 1944. Tras cinco años de trabajo en un texto que buscaba comprender la perspectiva del capitalismo como organización económica y socio-política, desde el punto de vista de los países de América Latina, en 1948, la Revisoría Fiscal de Instituciones Oficiales de Crédito, le publicó Bases de la economía contemporánea. Elementos para una economía de la defensa.
En este trabajo, García Nossa elaboró una interpretación de la economía mundial que se había fortalecido gracias a la expansión de los monopolios. De ahí se derivó su interés por la defensa de las economías latinoamericanas que contrarrestaran el avance del capitalismo, no solo creando una economía de defensa de la nación sino integrando las diferentes economías nacionales en lo económico y en lo político. En esta obra se observa la influencia de pensadores como Karl Marx, Max Weber, Federico Engels, Friedrich List, así como de Maurice Dobb y Paul Sweezy y de latinoamericanos como el argentino Raúl Prebish, y los colombianos Alejandro López y Aníbal Galindo.
Desafortunadamente, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán (para entonces jefe del Partido Liberal y candidato presidencial), opacó el interés sobre los temas académicos e intelectuales del país. Razón por la que la obra de García Nossa no trascendió entonces. Sin embargo, la relación entre García Nossa y Gaitán, no se limitó a que el inmolado líder político le quitase atención a la obra del intelectual, pues el político había logrado aglutinar a sectores y personajes de la oposición al régimen bipartidista en el movimiento “unirista”: Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR) y entre sus partícipes estaba García Nossa, quien fue asesor de los proyectos reformistas de Gaitán. García Nossa se comprometió con el diseño de las reformas sociales, económicas y legislativas con las que el líder del unirismo y del partido liberal buscaba crear un monopolio estatal sobre los recursos de financiamiento para apoyar la industria y agricultura nacional. Estas reformas de nacionalización económica buscaban cambiar la función del Banco de la República institución que actuaba, casi exclusivamente, como prestamista de los banqueros. Éste y otros proyectos de carácter nacionalista, fueron derrotados en el Congreso, pero fueron base del primer intento de García Nossa por crear una “fuerza autónoma de izquierda” en 1943 a la que llamó Liga de Acción Política (LAP).
Por medio de la LAP, García Nossa y sus copartidarios de la izquierda socialista, denunciaron la crisis de la democracia colombiana y la falta de sentido social del Estado, que era superado en el ejercicio político por la dirección elitista de los partidos liberal y conservador.
Desde la LAP las palabras de García Nossa, “la ignorancia, el gregarismo y la desorganización de la opinión pública en la base misma de su sistema político y en la razón de su fuerza electoral” (Manifiesto de la Liga de Acción Política, p.7), cobraron sentido político distinto, pues le dieron forma a una nueva actitud reformista para el país que nacía fuera del seno del gaitanismo y el lopismo (Alfonso López Pumarejo).
En su momento, García Nossa, reconoció que este movimiento, infortunadamente “murió sin pena ni gloria” y con él los inicios del sueño reformista. Empero, los principios fundadores de la LAP, le sirvieron a García Nossa para dirigirse al presidente Alfonso López Pumarejo, quien ejercía su segundo mandato (1942-1945), e insistirle que la única forma de solucionar la crisis política que vivía el país en aquella coyuntura, derivada del intento de golpe de cuartel por parte de un grupo de militares al mando del coronel Diógenes Gil, sólo se solucionaría por uno de estos medios: “un golpe de Estado o un golpe de Estado” (Entrevista a Luis Emiro Valencia, 4 de julio de 2003). La osadía de García Nossa le costó su puesto como asesor de planificación en el gobierno de López Pumarejo.
En 1946, García Nossa, volvió a insistir en la necesidad reformista para el país y por ello creó junto a otros políticos e intelectuales de izquierdas, el Partido Socialista Colombiano (PSC); institución que buscó consolidarse como una alternativa partidista para Colombia. Desde este partido, García Nossa y los socialistas que le acompañaron, como Luis Emiro Valencia, explicaron sus ideas políticas, con programas como: “Qué es y porque lucha el Partido Socialista Colombiano” (1946) y “Bases para una Nueva Colombia. Programa mínimo del Partido Socialista Colombiano” (1947). Estos dos programas proponían, más claramente, la idea de consolidar un partido pues en ellos se consideraba al PSC como un “partido autónomo, revolucionario, [y] marxista…” cuyo objetivo era recoger las “tradiciones socialistas de la historia colombiana, [para darles]… una forma científica” (Qué es y porqué lucha el Partido Socialista Colombiano, p.1). Con dichos programas, García Nossa y sus copartidarios definían la organización interna del PSC; trazaron las reglas de juego y las propuestas con las que desde esta institución buscaban forjar una nueva democracia para Colombia en la que la opinión pública con sus diferentes entidades y asociaciones tuvieran una real participación en la arena política nacional. Con el PSC expresaban que la democracia implicaba transformar el sistema de representación política en la que funcionara la responsabilidad entre Estado, partidos políticos y electores.
Durante el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), García Nossa, fue un crítico de la política económica que había llevado al país en 1947 a una inflación del 18.19%, insistía en la necesidad de crear una política económica integral, que desde el Estado planificase las formas de producción, así como los esquemas de crédito, transportes, consumo, y el control de precios. En este contexto, para más señas en 1949, se publicó su libro Participación municipal y presupuestos de inversiones. Esquema de una reforma municiapl para Colombia, el que se presume fue producto de su experiencia como concejal de Bogotá desarrollada en la década del cuarenta.
En esta misma década, el país vivía un fuerte enfrentamiento bipartidista liberal-conservador, tanto en el campo como en la ciudad. La violencia política se trasladó al Congreso de la República, que a su vez fue clausurado por el presidente Ospina Pérez (sucedido el 7 de agosto de 1950 por el también conservador Laureano Gómez). En febrero de 1951, el gobierno de Gómez, incrustado en un panorama de intolerancia política, se inició con el retiro de Gerardo Molina de la rectoría de la Universidad Nacional de Colombia, seguido con la expulsión de varios profesores que según el presidente Gómez “eran de reconocidas ideas comunistas”, como: Luis Eduardo Nieto Arteta, Francisco Socarrás, Diego Montaña Cuellar y Antonio García Nossa, entre otros.
A pesar de sus actividades políticas, la producción intelectual de García Nossa no se detuvo, de modo que en 1951 publicó La democracia en la teoría y en la práctica, y en 1953 La rebelión de los pueblos débiles: nacionalismo popular y antiimperialismo. Otras obras de estos años son Gaitán y el problema de la revolución colombiana, Problemas de la nación colombiana, El cristianismo en la teoría y en la práctica, editadas por una cooperativa de trabajadores socialistas.
Igualmente en 1951, García Nossa, continuó con su actividad política y por ello se dio a la tarea de crear el Movimiento Socialista Colombiano (MSC). El 2 de julio de 1953 y a nombre del MSC, saludó al nuevo régimen militar del General Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) con estas palabras “cuando el presidente Rojas Pinilla ha anunciado los tres puntos básicos de su gobierno –paz, libertad y justicia-, ha señalado los más importantes objetivos de lo que nosotros entendemos como revolución colombiana” (Diario de Colombia, 2 de julio de 1953). Las palabras de García Nossa al General Rojas Pinilla demostraban que, para los socialistas, adscritos al MSC, el papel de Rojas Pinilla y el de las Fuerzas Armadas tenía “los alcances de la obra revolucionaria”; leyeron dicho régimen como una tercera fuerza política que le daría “un nuevo sentido nacionalista” al país.
Por lo anterior, García Nossa participó del gobierno militar y, en julio de 1954, fue nombrado miembro de la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC) como parte del Consejo Económico Nacional. El 3 de agosto de 1954 votó a favor de la ampliación del período constitucional del Teniente General Rojas Pinilla de 1954 a 1958, y el 25 de agosto votó a favor del reconocimiento constitucional “inmediato e integral no sólo del voto, sino de la plenitud de derechos políticos y sociales de la mujer”.
También, el 7 de septiembre de 1954, votó contra el Acto Legislativo número 7 del mismo año, por el cual se decretaba la “prohibición del comunismo internacional”. Explicó su decisión política de la siguiente manera:
“la prohibición constitucional del comunismo llevará inevitablente, a juzgar por la naturaleza sectaria de algunas autoridades subalternas, a perseguir no sólo a quienes conspiren contra la soberanía nacional […], sino a todos los que profesen una doctrina o sean acusados injustamente de profesarla”.
La presencia de este socialista en el gobierno militar fue altamente controvertida. Varios detractores del gobierno consideraron que ello evidenciaba la “orientación peronista” del régimen, calificativo con el que superponían socialismo con populismo.
La actuación de García Nossa y, su apoyo al gobierno militar ad-portas de su derrumbe, lo instaron incluso a presentarle al General Rojas Pinilla un paquete de medidas de emergencia cuyo fin era contrarrestar la arremetida de las élites políticas contra el régimen, pues ya se sabía que éstas habían firmado un pacto secreto en Sitges, con el que se creó el Frente Nacional. Entre los puntos estratégicos que García Nossa propuso estaban la fijación de salarios mínimos, el reparto de utilidades entre los trabajadores, el control de los servicios públicos y de salud por parte del ejército, la expropiación de bancos en estado de subversión, el control militar a las fábricas y empresas en estado de subversión y la apertura de tiendas cooperativas y sindicales.
En esta coyuntura, las elites políticas tradicionales, buscaban no sólo derrocar al General Rojas Pinilla, sino retomar las riendas del poder estatal para re-establecer su anterior statu quo. Sendos debates surgieron en apoyo y oposición sobre el retorno al poder civil. Paralelamente, el General Rojas Pinilla, hizo gala de sus poderes ejecutivos, y clausuró la ANAC el 22 de marzo de 1957; su pretención era reestablecer dicha asamblea una vez los civiles desistiesen de sus intensiones. En el acto de clausura de la ANAC, García Nossa se dirigió a la audiencia con su discurso “No es solución volver atrás” (Balance de la crisis partidista e institucional en Colombia). Es decir, enfáticamente sostenía que el país requería un cambio institucional, específicamente en el sistema de partidos, que le permitiese construir un nuevo tipo de democracia: más ampliada e incluyente en la que las lógicas bipartidistas se convirtiesen en sombras del pasado.
Contra todo lo esperado por García Nossa, el General Rojas Pinilla entregó el gobierno a una Junta Militar. Esta situación, obligó a García Nossa a un autoexilio el 10 de mayo de 1957 y, el 15 de mayo, el editorial del periódico La República, consignaba en primera página que “el país había estado al borde de convertirse en una república socialista” (Entrevista a Luis Emiro Valencia, 4 de julio de 2003 y 16 de abril de 2013). En septiembre de 1957, García Nossa dirigió una carta a la Junta Militar donde se declara “culpable” de haber dedicado su vida a luchar contra ese orden social y político que ha sido incapaz de darle al pueblo “la capacidad de gobernarse a sí mismo”.
García Nossa, continuó su peregrinaje por varios países de América Latina, algunos de los cuales ya había visitado, como Bolivia en 1955 donde vivió de cerca la experiencia del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Esta experiencia la resume así:
“Destruido físicamente el aparato represivo, el país estaba bajo el control directo de las milicias obreras y campesinas. En Cochabamba visité el cuartel general de las milicias campesinas a donde iban -en peregrinación- los emisarios de las comunidades indígenas de la sierra del Perú, para ver con sus propios ojos el milagro de las casas de hacienda ocupadas por los sindicatos de los antiguos pegujaleros. Era sorprendente que un pueblo desorganizado y en armas no se hubiese hecho justicia por sus propias manos y hubiese confiado en la legalidad del Estado emergente de la revolución.” (Testimonio de parte. Apuntes para una autobiografía, Xochititla, 28 de agosto de 1978.
Introducción a El Proceso Histórico Latinoamericano, marzo de 1979).
En 1957 trabajó una corta temporada en la CEPAL en Chile como economista consultor. En ese mismo año, volvió a Bolivia “no sólo para estudiar desde dentro el proceso revolucionario […], sino para compartirlo”. Permaneció hasta 1960 colaborando en los Ministerios de Agricultura y Asuntos Campesinos, con el proyecto agrarista del presidente Hernán Siles Zuazo. Es testigo de lo que llamó “el desgajamiento de la alianza política de las clases trabajadoras, la ruptura del sindicalismo obrero con el MNR, y el afloramiento del proceso contrarrevolucionario”. Posteriormente, viajó a México como Investigador visitante en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Estas experiencias lo llevaron también a visitar Ecuador, Chile y Perú para participar en investigaciones de campo y en capacitaciones de campesinos y profesionales en Reforma Agraria, tema por el cual fue ampliamente reconocido por fuera de las fronteras colombianas.
En 1964 se radicó en Chile y vivió de cerca el proceso de movilización popular que llevó al poder, en 1970, a Salvador Allende. Durante su estancia en este país, trabajó de cerca con los miembros del Instituto de Capacitación e Investigación en Reforma Agraria, entre ellos Solón Barraclough, Paulo Freire, Hugo Zemelman y Armando Mattelart. Igualmente compartió “en debates intensos y permanentes” realizados en el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, junto a Celso Furtado, Osvaldo Sunkel, Marcos Kaplan, Claudio Veliz, Juan Somavia, entre otros. Durante aquel tiempo, amplió sus conocimientos agraristas y económicos, y publicó sus obras más conocidas: Reforma Agraria y economía empresarial editada en 1967 por la Editorial Universitaria de Chile, La estructura del atraso en América Latina editada en Buenos Aires en 1967, Dinámica de las Reformas Agrarias en América Latina editada por ICIRA en 1968, Reforma Agraria y dominación social en América Latina editada en Buenos Aires por la Sociedad Interamericana de Planificación, y Sociología de la Reforma Agraria en América Latina editada en Buenos Aires por Amorrortu en 1973.
El 10 de febrero de 1969, volvió a Colombia e ingresó como profesor de medio tiempo a la Facultad de Economía de la Universidad Nacional, hasta el 1 de febrero de 1973 pues no se le renovó su contrato. En 1974 fue a la Universidad Nacional de Colombia, como Vicerrector Académico hasta el 30 de julio de 1975. También se reintegraron otros profesores en ese momento en el que la universidad estuvo bajo la rectoría de Luis Carlos Pérez, quien había sido nombrado en el cargo por el presidente liberal Alfonso López Michelsen (1974-1978). Sin embargo, en noviembre de 1976 renunció definitivamente a la Universidad Nacional. Su trayectoria académica y administrativa en la Universidad quedó plasmada en su libro La crisis de la universidad. La universidad en el proceso de la sociedad colombiana, publicado en 1985.
Con su regreso a Colombia y a la Universidad Nacional, García Nossa no perdió el impulso de continuar llevando adelante su utopía de una organización política de corte popular. Por ello, desde el recién constituido movimiento Alianza Nacional Popular (ANAPO), insistió en la necesidad de llegar al poder a través de la vía electoral. Bajo su dirección se conformaron grupos de estudios sobre la posibilidad de un “socialismo a la colombiana”; fue asesor ideológico de la María Eugenia Rojas, candidata presidencial por la ANAPO en 1973.
Paulatinamente, fue tomando distancia de la actividad política, fundamentalmente por el fraccionamiento interno de la ANAPO, entre el ala socialista y el ala oficial representada por María Eugenia Rojas. Adicionalmente, la presencia del Movimiento 19 de abril (M19), al interior de la ANAPO socialista, y su intención de llegar al poder por vía armada, fueron puntos con los cuales discrepó pues, en su opinión no era posible pensar en la toma del poder sin antes haber organizado a los sectores populares en un verdadero partido de masas.
Murió a la edad de setenta años, en 1982. El 28 de noviembre de 1983, el Congreso de la República expidió la Ley 136, por medio de la cual se decretaba la publicación de sus obras más representativas; sin embargo, esta disposición hasta ahora no se ha cumplido.
En 1990, la Academia de Ciencias Económicas ubicó en su recinto, un óleo como homenaje a su labor de economista. La Universidad Nacional de Colombia creó recientemente la Cátedra Antonio García Nossa, a través de la cual no solo se le rinde homenaje haciendo conocer su obra intelectual y política, sino que busca construir el espacio idóneo para dar a conocer la vida y obra de personajes que, como Antonio García Nossa, dedicaron su vida a pensar un futuro distinto para Colombia.
Obra
Bibliográfica
- Colombia S.A., Manizales, Editorial Arturo Zapata, 1934 (cuentos)
- Geografía Económica de Caldas, Bogotá, Contraloría General de la República, 1937 (2ª. ed.: Bogotá, Banco de la República, 1978, tesis para graduarse de abogado)
- Esquema de la economía colombiana, Quito, Banco Central del Ecuador, 1938
- Pasado y presente del indio, Bogotá, Centro, 1939
- Régimen cooperativo y economía latinoamericana, México, Colegio de México, 1944 (2ª. ed.: Bogotá, Editorial Espiral, 1946)
- “Manifiesto al país: la izquierda ante el presente y el porvenir de Colombia”, Fundamento ideológico que constituye a la Liga de Acción Política (LAP), 1944. (Documento de militancia política).
- “Estatutos del Instituto Indigenista de Colombia”, Bogotá, may. 1945 (Luis Duque Gómez, Edith Jiménez, Blanca Ochoa)
- ¿Qué es y porqué lucha el Partido Socialista Colombiano?, Bogotá, Ediciones José Antonio Galán, 1946 (Documentos de militancia política)
- “Bases para una nueva Colombia, Programa mínimo de la Convención preliminar del Partido Socialista Colombiano”, Cali, enero de 1947
- Bases de la economía contemporánea. Elementos para una economía de defensa, Bogotá, Revisoría de las Instituciones de Crédito, 1948 (2ª.ed.: Bogotá, Tiempo Americano Editores Ltda., 1981)
- Regímenes indígenas de salariado, México, Instituto Indigenista Interamericano, 1948. (2ª. ed: México, 1953)
- Participación municipal y presupuestos de inversiones. Esquema de una reforma municipal para Colombia, Bogotá, Editorial Consejo Municipal, 1949 (2ª. ed.: Bogotá, Fondo de Publicaciones Antonio García y Fondo de Publicaciones Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 1988)
- Problemas de la nación colombiana, Bogotá, Nuevo Mundo, 1949
- Introducción crítica a la legislación indígena de Colombia, México, Instituto Indigenista Interamericano, 1951
- La democracia en la teoría y en la práctica: una tercera posición frente a la historia, Bogotá, Editorial Iqueima, 1951. (2ª. ed.: Bogotá, Cooperativa Colombiana de Editores, 1957)
- El cristianismo en la teoría y en la práctica, Bogotá, Fondo de Publicaciones Vicente Azuero, 1952
- La rebelión de los pueblos débiles, Bogotá, Publicaciones Tomás Uribe Márquez, 1953. (2ª. ed: La Paz, Ediciones Juveniles; 3ª. ed.: Bogotá, Cooperativa Colombiana de Editores, 1955)
- Presencia del Socialismo Colombiano, Bogotá, Editorial Los Andes, 1954
- Gaitán y el problema de la revolución colombiana, Bogotá, Cooperativa Colombiana de Editores, 1955. (2ª. ed: Bogotá, Ediciones Camilo, 1974; 3ª. ed.: Bogotá, Tercer Mundo)
- Por una Nación Libre y Nuestra, Movimiento Socialista Colombiano, Comité Ejecutivo Nacional, Bogotá, febrero de 1955 (Documentos de militancia política)
- Nuestra lucha por una patria nueva. Balance político y programa, Bogotá, mayo 1 de 1955 (I Convención Nacional del Socialismo Colombiano)
- “Estatutos y Doctrina Política del Partido Popular Socialista Colombiano”, Bogotá, mayo de 1955
- Colombia. Esquema de una república señorial, México, Cuadernos Americanos, 1955 (2ª. ed: Bogotá, Ediciones Cruz del Sur, 1977)
- “Cristianismo y Socialismo: respuesta a la pastoral colectiva del episcopado colombiano”, Bogotá, Publicación del Movimiento Socialista Colombiano, 1955
- Problemas colombianos: proceso histórico, Bucaramanga, Fondo de Publicaciones “José Antonio Galán”, 1956
- Estructura básica de financiamiento del desarrollo, Bogotá, MIM, Consejo Nacional de Economía, 1956
- “No es solución volver atrás. Balance de la crisis partidista e institucional de Colombia”. Discurso de clausura de la Asamblea Nacional Constituyente -ANAC- marzo 22. 1957
- “Mensaje al pueblo colombiano. Carta dirigida a la Junta Militar de Gobierno”, Santiago de Chile, sep. 1957 (Publicada en Colombia esquema de una república señorial, Bogotá, Editora Guadalupe, 1977)
- Las comunidades tejedoras de la Mixteca Alta, México, Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, 1960
- “El problema indígena y los programas de Reforma Agraria”, México, BID-FAO-CORPO-ESCOLATINA, Serie XX, 1960. Curso de capacitación de profesionales de Reforma Agraria
- “Cooperativas, crédito e instituciones de comercialización en los programas de Reforma Agraria”, México, BID-FAO-CORPO-ESCOLATINA, Serie XIII, 1960
- Cooperativas y reformas agrarias en Bolivia, Roma, FAO, 1961
- Proyecto de reestructuración cooperativa de las haciendas estatales del Ecuador, Quito, Ierac, Fondo Especial de la ONU, 1962
- Proyecto de recolonización cooperativa de la hacienda Pesillo del Ecuador, Quito, Ierac, Fondo Especial de la ONU, 1962
- Proyecto de recolonización cooperativa de la hacienda Aychapicho del Ecuador, Quito, Ierac, Fondo Especial de la ONU, 1962
- Estructuras de financiamiento del desarrollo latinoamericano, México, Escuela Nacional de Antropología, 1963
- Las cooperativas y las reformas agrarias en América Latina, Santiago de Chile, Icira, 1965
- El problema agrario y los medios de comunicación colectiva en América Latina, Quito, Editorial Ciespal, 1966;
- Cooperativas y financiamiento agrícola en un área vitinizada del Maule (cauquenes), Santiago de Chile, Icira, 1967;
- La estructura del atraso en América Latina, Buenos Aires, Editorial Pleamar, 1968 (2ª. ed.: Buenos Aires, Ateneo, 1978)
- Dinámica de las reformas agrarias en América Latina, Santiago de Chile, Icira, 1969
- Sociología de la novela indigenista del Ecuador, Quito, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1969
- Documento de militancia política, Una vía socialista para Colombia. Documento programático de la ANAPO, 1970
- Dominación y reforma agraria en América Latina, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, Colección Problemas América, 1970
- Nacionalización y reforma agraria en América Latina, México, Siglo XXI, 1970
- Dialéctica de la democracia, Bogotá, Ediciones Cruz del Sur, 1971 (2ª. ed.: Buenos Aires, El Ateneo; 3ª. ed.: Bogotá, Universidad INCCA, 1987)
- “La crisis política represiva en la Universidad Nacional de Colombia. Carta dirigida al presidente de la República Dr. Misael Pastrana Borrero, ene.31, 1973 (Publicada en La crisis de la universidad, Bogotá, Plaza & Janés, 1985)
- Atraso y dependencia en América Latina, Buenos Aires, Editorial Ateneo, 1973
- Sociología de la reforma agraria en América Latina, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1973 (2ª. ed.: Bogotá, Cruz del Sur, 1973)
- Las cooperativas agrarias en el desarrollo de Colombia, Bogotá, Editorial Colatina, 1976
- Cooperación agraria y estrategias de desarrollo, México, Siglo XXI, 1976. (2ª. ed: Siglo XXI, 1980)
- Programas de Desarrollo en Áreas de Asentamiento Indígena, México, VIII Congreso Indigenista, 1980
- El nuevo problema agrario en América Latina. Los casos de América Central y Venezuela, México, Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1981
- Los comuneros en la pre-revolución de Independencia (1781-1981), Bogotá, Plaza & Janés, 1981 (2ª. ed.: Bogotá, Plaza & Janés, 1982)
- Reforma Agraria y modernización agrícola en América Central, San José de Costa Rica, IICA, Ediciones Praga, 1978
- El proceso histórico de América Latina, México, Editorial Nuestro Tiempo, 1979; Historia contemporánea de Colombia. Los ciclos de transformación y de crisis de una sociedad colombiana en América Latina: Historia de medio siglo, México, Siglo XXI, 1979
Hemerográfica
Produjo una gran cantidad de artículos de intervención intelectual y técnica publicados en diversas revistas nacionales e internacionales.
- Masas, Popayán, década de 1930 (fundador de esta revista).
- Occidente Colombiano. Bisemanario Liberal Izquierdista, Popayán, periódico.
- Acción Liberal, Bogotá, década de 1930 (codirector con Armando Solano 1934- 1938).
- Pan, Bogotá, década de 1930 (dirigida por Enrique Uribe White)
- Revista de las Indias, Bogotá, década de 1930 (dirigida por Germán Arciniegas).
- Revista Jurídica, Bogotá, década de 1930.
- Revista Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, década de 1940.
- Boletín de Arqueología, Bogotá, década de 1940.
- América Indígena, México, década de 1940.
- Cuadernos Americanos, México, década de 1950, 1960 y 1970.
- El Trimestre Económico, México, décadas de 1950 y 1960.
- Atenea, Chile.
- Repertorio Americano, Costa Rica.
- América, Ecuador.
Cómo citar esta entrada: González Cifuentes, María Elena, Jaimes P. Sonia (2021), “Gárcía Nossa, Antonio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org