GUÉNOT, Etienne Bonaventure (seudónimos: Stéphane; Estévan) (Autray-les-Gray, Haute-Saône, Francia, 17/12/1792 – sin datos de fallecimiento).
Radicado en México en 1824 se dedica a enseñar en las escuelas Lancasterianas. Establece entre 1828 y 1833 una comunidad agrícola con la ayuda de agricultores franceses. En 1844 intenta establecer una compañía de producción de seda en Michoacán. Interviene en distintos momentos en la prensa nacional, donde busca mejorar la suerte de los trabajadores y artesanos en México, con un fuerte anclaje en imaginarios mutualistas.
Nacido en 1792 durante la Revolución francesa, elabora sus estudios con la Compañía de Jesús, de la cual obtiene su Bac. Fue integrante de la armada francesa bajo la Restauración. Llega a la Habana, Cuba, en 1824. Se traslada a la Ciudad de México donde busca difundir el método lancasteriano. Poco después lo abandona y se dedica a la enseñanza del francés. Entre 1826 y 1828 se registra su llegada a Veracruz, en la costa del Golfo de México.
Después de haber sobrevivido a la gripe amarilla, en 1831, consigue un préstamo por parte de José María Núñez con el que compra un terreno cerca del río Nautla, en Xicaltepec, Veracruz. En 1833, establece ahí oficialmente una “comunidad agrícola”.
Entre 1832 y 1833, Guénot había regresado a Francia con el proyecto de atraer “colonos-socios” de la región de Haute Saône, en Champlitte, a la comunidad de Xicaltepec. En sus viajes entre Francia e Inglaterra se familiariza con los ideales de Charles Fourier, los cuales buscará implementar en la comunidad establecida en México. Durante su estadía en Francia, Guénot establece la Compagnie Agricole Européo-Mexicaine (también llamada Compañía Franco-Mexicana), con la cual zarpan de Le Havre 80 franceses rumbo a Veracruz. En 1835, llegan otras 120 personas a Xicaltepec. Entre ellas destacan Claudio Meunier, Francisco y Nicolás Lavoignet, Vicente Meunier, entre otros.
En 1836, sin embargo, los colonos franceses expulsan a Guénot como director de la comunidad por sus intentos de organización “falansteriana”. Al ser expulsado de Veracruz, se traslada al estado colindante de Puebla. Desde Atlixco, propone el establecimiento de una Escuela de Artes y Oficios, concebida para la ayuda de los “jóvenes pobres” y el fomento de la “industria agrícola y fabril”. La propuesta refleja la continuidad de su pensamiento fourierista, plasmado en su denuncia de la “miseria, esa desnudez tanto más chocante cuanto mayores son los recursos que al hombre industrioso ofrece por todas partes nuestro país”. Este “proyecto de utilidad común” también es importante porque es la primera evidencia de su búsqueda del fomento del cultivo de gusano de seda y, por ende, de la introducción de la industria de la seda en México (El Cosmopolita, 21/8/1839).
En 1840, se traslada a la Ciudad de México, donde ayuda a establecer una Junta de Fomento de la Industria de la Seda entre 1840 y 1841. La junta reunió a algunos de los miembros más destacados del mundo industrial, fabril y comercial de esos años en México. Sin embargo, Guénot buscó evitar a toda costa que los miembros más acaudalados tomaran el control de la empresa de la seda por medio de la compra de la mayoría de las acciones. El fourierista no quería soltar su “proyecto” y buscó las medidas para establecer la empresa de la seda fuera del control de las élites de la Ciudad de México. Al centrar la dirección y desarrollo de la empresa en la participación activa de las juntas y sus integrantes, Guénot estaba intentando ampliar el número de participantes y por lo tanto de capital, pero sobre todo de distribuir las utilidades entre los miembros en igualdad de condiciones. Después de recorrer la parte central del país, desde Aguascalientes y San Luis Potosí hasta Guerrero y Michoacán en la costa sur del Pacífico, Estévan finalmente vio que el lugar propicio para fundar su empresa sería Morelia, capital de Michoacán.
La producción de la materia prima, así como la presencia de un alto número de suscriptores lo convencieron de que sería el lugar idóneo para fundar la Compañía Michoacana para el Fomento de la Seda a principios de 1841. Su reglamento reflejaba los ideales de Guénot: producción agrícola e industrial de la seda en las inmediaciones de Morelia, circulación interior y exterior de la materia producida, integración de los miembros por acciones no elevadas para garantizar el acceso al mayor número de personas posible, y distribución equitativa de las utilidades entre los miembros. El éxito de la Compañía y de las plantaciones productoras de seda se unió a la recaudación de mil accionistas para principios de 1842, convenciendo a Guénot que “el espíritu de asociación es el protector nato de la industria de las naciones” (Uribe, 2015, p. 260).
En vista del desarrollo inicial de la Compañía, Guénot decidió viajar a Europa entre junio de 1842 y noviembre de 1843 para la compra de maquinaria para el procesamiento de la morera, y la producción de la seda en México. Visitó Inglaterra, España, Turín (Italia), y Francia, donde contrató obreros especializados en la producción de la seda. La situación de la Compañía había empeorado desde su partida, y a su llegada al puerto de Veracruz, tuvo dificultades a la hora de importar maquinaria al país. Sumado a la dificultad del transporte, no logró llegar a Morelia sino hasta febrero de 1844, cuando varias de las otras juntas del país vendieron sus propiedades por la pérdida de cosechas. A pesar de la iniciativa de Guénot, quien propuso volver a abrir las suscripciones por acciones a la Compañía, además de pedir préstamos a la Dirección General de Agricultura e Industria, la empresa no pudo recuperarse del déficit inicial, cuando aún no se había empezado a producir textil de seda. Con la llegada de los trabajadores franceses, Guénot procuró el aprendizaje de algunos procesos especializados a “aprendices de ambos sexos”. A pesar de sus esfuerzos, la Compañía de Guénot declinó poco después, en 1845. Gracias a un listado del gobierno francés, se sabe que Guénot, al renunciar a la ciudadanía francesa, adquirió la nacionalidad mexicana en 1844.
Durante su actividad empresarial, tuvo contacto con figuras destacadas de la vida política y económica mexicana como Lucas Alamán►. Además de los problemas que tuvo con la Junta administrativa de la Compañía, Guénot manifestó su desacuerdo con la manera en que los dirigentes de la industria mexicana la estaban administrando. En un órgano de prensa de la Junta de Fomento de Artesanos en la Ciudad de México, el Semanario Artístico, Guénot criticaba la visión denigradora que tenían los empresarios hacia las poblaciones y grupos trabajadores. En un elogio al hombre virtuoso, “apreciable y útil por su trabajo”, que era el medio más seguro de su fortuna, así como del “positivo consuelo de su vida”, desprecia al “ocioso”, pero sobre todo aquél que, viviendo de la “fortuna accidental”, confunde al ocioso por falta de trabajo con el ocioso “por afecto”. Los “opulentos” no se daban cuenta que el trabajador “no son todos lo que parecen por el humilde traje que los cubre”. No obstante, sus quejas, “no por eso emplean sus riquezas para ocuparos y remediar así los males de que se lamentan” (Semanario Artístico, 9/11/1844). El espíritu mutualista de su formación lancasteriana se combinó con un fourierismo industrialista-agrícola que se cristalizó en una de las primeras muestras de disenso en torno a las políticas de las élites industrialistas mexicanas en la década de 1840.
Se tiene noticia de un Proyecto de una Sociedad Protectora de la Industria de la Seda, en la República Mexicana en 1844 y de una propuesta para una Sociedad Benéfico-industrial, propuesta directamente al gobernador del Estado de México Francisco Olaguibel en 1847. En particular, ésta articuló un pensamiento mutualista de inspiración socialista que buscaba “mejorar la suerte de las clases menesterosas en general” no sólo por medio de la “justa recompensa de sus trabajos, hasta hoy tan mal retribuidos”, sino también del alcance de “conocimientos artísticos que les faltan”. Buscó dar sustento institucional a estas ideas al “encomendar los intereses comunes a la administración general de una asociación fundada sobre bases perpetuas, y cuyos individuos estrechamente unidos, no solo por la simpatía de sus sentimientos de beneficencia, sino aun por la comunidad de sus intereses materiales, tengan por objeto especial el estudio y ejercicio de todas las artes útiles” (Guénot, 1847, p. 4). Sería así de los primeros impulsores explícitos de una sociedades de auxilios mutuos en México, como queda testimoniado en la carta que envía al presidente Valentín Gómez Farías para la creación de una Sociedad de Auxilios Mutuos «que asegurara recursos a las viudas y sobre todo a los huérfanos de los que hayan sacrificado su vida en defensa de la patria” (Cárdenas, 2010, p. 929).
Las últimas noticias que se tienen de Guénot son relativas a su permanencia en el país hasta 1855 como maestro, probablemente en instituciones lancasterianas o afines.
Obra
Bibliográfica
- Plan de educación elemental y de varios establecimientos de utilidad pública y de beneficencia que emite a la aprobación de las Cámaras de la República Mexicana. Imprenta de Alejandro Valdéz, México, 1826.
- Proyecto de una Sociedad Protectora de la Industria de la Seda, en la República Mexicana. Imprenta de Ignacio Arango, Morelia, 1844.
- Sociedad Benéfico-industrial, propuesta para el Estado de México. Imprenta del Católico, Toluca, 1847.
Hemerográfica
- Proyecto de utilidad común, que se somete a la aprobación del Congreso General, El Cosmopolita, 21/8/1839.
- El ocioso y el virtuoso, Semanario Artístico, 9/11/1844.
Cómo citar esta entrada: González, Matías X. (2023), “Guénot, Stéphane”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.