PEYROT LACAZE, José Eulogio (Seudónimo Sadsoul -Alma Triste-) (Montevideo, Uruguay, 13/08/1877 – 23/10/1986).
Escritor y periodista uruguayo de filiación anarquista.
Escritor y periodista adscripto a las doctrinas libertarias, nacido en Montevideo el 13 de agosto de 1877. Hacia 1898 integró, junto a Florencio Sánchez y Edmundo Bianchi, el grupo de jóvenes que dio vida al conjunto filodramático del Centro Internacional de Estudios Sociales, para el que escribió una breve pieza teatral, Desquite, estrenada el 21 de julio de 1901. En agosto de 1900 fue arrestado bajo la imputación de repartir manifiestos en los cuales se comentaban negativamente los hechos del reinado de Humberto I de Italia, recientemente asesinado por el anarquista Bresci. Su labor periodística se inició por entonces, como redactor del mensuario ácrata El Amigo del Pueblo (1900), continuó con las colaboraciones en Tribuna Libertaria (1901) y la doble responsabilidad de redactor y gerente del cotidiano El Trabajo (1901), se proyectó al campo del naturismo en la redacción de la revista Natura (1904), y culminó con las colaboraciones en La Razón (1909). En esta tarea usó el heterónimo Eulogio J. Rotpey, el seudónimo Sadsoul (Alma Triste), o -simplemente- las iniciales J.E.P. En octubre de 1901 suscribió el desafío de los anarquistas al diario La Tribuna Popular, que había acusado a los socios del Centro Internacional de Estudios Sociales de intervenir en las huelgas como agitadores interesados que vivían de espaldas a los obreros. Como publicista, fue autor del texto “Emilio Zola, Impresiones”, publicado en el folleto Pro-Zola (Montevideo, 1902); del trabajo titulado “Los convencidos”, recogido en el folleto Elíseo Reclus. Homenaje (Montevideo, 1905); y del “Epílogo” al poemario de Alejandro Sux De mi yunque (Cantos al Pueblo), editado en Montevideo en 1906. Cultivó la narrativa, difundiendo por ese entonces textos breves en diversas revistas, que integraban el volumen Cuentos intelectuales, un “libro sin editor”, según solía aclarar su autor.
Conferencista y polemista, la tribuna del Centro Internacional de Estudios Sociales fue el escenario privilegiado de sus intervenciones: ya para controvertir con el espiritualista Loedel y Castro, dictando una conferencia sobre “Dios en el problema social”; ya para abordar el tema “La misión social del arte”.
Hacia fines de la primera década del siglo XX atemperó sus posiciones ideológicas, fundamentalmente en relación al feminismo ácrata; a este respecto, al suscribir el prólogo del folleto de Femando J. Carbonell Feminismo y marimachismo (Montevideo, 1909), formuló algunas consideraciones autocríticas:
Nosotros fuimos también arrollados en no lejana época, por el pujante torrente de ideales activos. Nos era imposible tentar un alto, para afianzar la persona y sustraerla al vórtice colectivo. Era el feminismo uno de los rótulos contenidos en el cuerpo de doctrina: un feminismo palpitante de ansias liberadoras, macizo de filosofías… Quedamos ungidos portavoces de la nueva palabra. Y nosotros, que adorábamos en los palmitos, la apacibilidad de la mirada, el destello de la sonrisa, y en las acciones, todas las gracias que expresan una sentimentalidad tímida, muy femenina, nos hicimos en nombre de la verdad, gustos de encargo y de oportunidad, que no eran los del paso gimnástico, invitando a las mujeres a desaprender la armonía de los andares menudos en ritmo de minué, y discutimos por el ideal de la hopalanda monástica, y abominamos ex cátedra de la veste ceñida que realza la línea y la presta elegancia […].
«Prologo», en Fernando Carbonell, Feminismo y marimachismo, Montevideo, 1909.
Trabó amistad con Rafael Barrett, a la llegada de éste (enfermo) a Montevideo, convirtiéndose en su mentor, confidente y albacea literario (Frugoni diría en 1924 que Peyrot “sentía adoración por Barrett, que éste le retribuía con un afecto de verdadero hermano”). En efecto, poco antes de su muerte Barrett le remitió los originales de El Dolor Paraguayo, para que dispusiese su publicación (haciéndolo constar así Orsini Bertani en la edición montevideana de 1911). El obituario que suscribió Peyrot en La Razón el 25 de febrero de 1911 (bajo el título “El apóstol que se fue. Rafael Barrett”) fue una pieza necrológica de intensa emotividad.
Peyrot falleció en Montevideo el 23 de octubre de 1916.
Obra
- Desquite, (pieza teatral),1901.
- “Emilio Zola, Impresiones”, Pro-Zola, Montevideo, 1902.
- “Los convencidos”, Elíseo Reclus. Homenaje, Montevideo, 1905.
Cómo citar esta entrada: Zubillaga, Carlos (2023), “Peyrot Lacaze, José Eulogio”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.
Primera edición de la entrada: Carlos Zubillaga, Perfiles en sombra. Aportes a un diccionario biográfico de los orígenes del movimiento sindical en Uruguay (1870-1910), Montevideo, Librería de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2008.