FELDMAN DE ETCHEBÉHÈRE, Micaela (apodos: Mica, Mika; ella misma firma sus textos como Mika Etchebéhère) (Moisésville, Pcia. de Santa Fe, Argentina, 14/3/1902 – Paris, Francia, 7/7/1992).
Odontóloga, activista estudiantil reformista, periodista política, militante anarquista, luego comunista de izquierda y trotskista, combatiente en las filas del POUM en la guerra civil española.
Sus padres, rusos judíos, llegaron a la Argentina huyendo de los progroms algunos años antes de su nacimiento. Por entonces, su padre enseña idish en Moisésville, la colonia que había se fundado en la Pcia. de Santa Fe con el apoyo del Barón Hirsh. Algunos años más tarde, la familia se traslada a Rosario, donde prueba suerte instalando un pequeño restaurante. Siendo niña, Mika escucha los relatos de los revolucionarios fugados de Siberia o de las cárceles rusas. A los catorce años, impactada por las noticias que llegan de la Gran Guerra, adhiere a un grupo anarquista mientras cursa en el colegio nacional de Rosario.
Otros dos acontecimientos de esos años contribuyen a forjar su conciencia política: la Revolución Rusa de 1917 y, un año después, la Reforma Universitaria que eclosiona en Córdoba. En 1920 Mika se instala en Buenos Aires para cursar la carrera de Odontología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Participa activamente de la experiencia de Insurrexit, ala izquierda de la Reforma Universitaria, conociendo en este espacio a quien será su compañero, Hipólito Etchebéhère. Se trata de un grupo de estudiantes anarquistas que apoyan la Revolución Rusa y la Reforma desde posturas libertarias. Además de Mika y de Hipólito Etchebéhère, militan en Insurrexit los estudiantes de derecho Héctor Raurich y Francisco Rinesi, el estudiante de arquitectura Alberto Astudillo, el técnico José Paniale, los escritores Herminia Brumana, Eduardo González Lanuza, Francisco Piñero, Ángel Rosemblat y Nicolás Olivari, entre otros. Se reunen en asamblea los días sábado por la noche en el local de la Federación de Empleados de Comercio y editan la revista Insurrexit (Buenos Aires, 1920-1921), donde colaboran figuras como José Ingenieros, Julio R. Barcos, Horacio Quiroga y Alfonsina Storni.
Entre 1923 y 1924 integra junto a Eva Vivé, Juana Pauna, Sara Yacoub y Haydée de Bonachera la Agrupación Femenina “Luisa Michel” de Buenos Aires, alentada por los anarco-bolcheviques de la Alianza Libertaria Argentina (ALA),
En 1923 parte del Grupo Insurrexit —Mika, Hipólito, Raurich— ingresa en el recién fundado Partido Comunista de la Argentina (PCA) para engrosar su ala “izquierdista”, ala que se oponía a la sanción de un programa mínimo a la manera de los partidos socialistas y que proponía limitar la acción parlamentaria a la propaganda revolucionaria. Desarrolla aquí una intensa actividad como militante y conferencista.
En 1924 Mika se integra al Comité Comunista Femenino, participando como oradora en la campaña acerca de la ley del trabajo de la mujer y los menores así como en distintas tribunas levantadas en ocasión de la Jornada Internacional de la Mujer Trabajadora de 1925. Mika, Hipólito y el resto de los “izquierdistas” son finalmente expulsados durante las agitadas jornadas del VII° Congreso de PC, reunido los días 26 a 28 de diciembre de 1925, quienes constituyen, en enero de 1926, el PC Obrero, siendo conocidos como “chispistas”, por editar el periódico La Chispa (Buenos Aires, 1926-1929), que dirigió Angélica Mendoza. Mika es elegida, con Delfina Torres Cabrera, para dirigir el Comité de Propaganda entre las mujeres, y además para participar como traductora del Comité editorial de La Chispa.
Pero Mika e Hipólito apenas acompañan los albores de la nueva experiencia, pues se marchan a recorrer la Patagonia argentina con un consultorio ambulante: Mika como odontóloga e Hipólito como asistente, pues había estudiado prótesis dental. Cuando llegan a Paso Ibáñez, Pcia. de Santa Cruz, recogen testimonios entre los sobrevivientes a los fusilamientos que ocho años antes habían terminado de modo sangriento con las huelgas patagónicas.
En 1921, con el dinero recogido en su consultorio odontológico, la pareja logra viajar a Europa. Llegan primero a España, apenas dos meses después de proclamada la República. Inmediatamente después viajan a Paris, donde se vinculan a René Lefeuvre, inspirador del ala izquierda del Grupo Monde que dirige Henri Barbusse. Parten en octubre de 1932 rumbo a Berlin, atraídos por las perspectivas de la revolución alemana. Allí se vinculan con el ala izquierda, antistalinista, del Partido Comunista Alemán, que lidera Kurt Landau.
Ante el ascenso de Adolf Hitler, la pareja parte nuevamente rumbo a Paris en el mes de mayo de 1933. Viven en una buhardilla en Paris e integran el grupo izquierdista “Que faire?”, que edita la revista del mismo nombre. Mika e Hipólito establecen una profunda amistad con la pareja de militantes trotskistas Alfred y Marguerite Rosmer, de extracción anarcosindicalista. Cuando en octubre de 1934 estalla la rebelión de los mineros de Asturias, intentan sin éxito ingresar a España. En 1935 se quebranta la salud de Hipólito, debiendo pasar seis meses en el sanatorio Labrouyére Liancort, en las afueras de la ciudad (Oise), mientras Mika se gana la vida en Paris enseñando español.
Un año después, poco antes de desatarse la guerra civil española, la pareja se dirige a España. Hipólito llega en mayo y Mika en julio. Solicitan al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) sendos puestos de combate. Un mes después, siendo jefe de la columna motorizada de unos 150 combatientes del POUM, Hipólito Etchebéhère muere en combate —una bala enemiga le parte el corazón— en el frente de Sigüenza.
Mika se mantiene en el frente de combate, negándose rotundamente a pasar a la retaguardia para cumplir tareas en enfermería, educación o limpieza. Participa activamente en la batalla de Sigüenza, donde logra romper el cerco enemigo y escapar del encierro en la Catedral de esa ciudad.
Llega a Madrid, y de allí vuelve un tiempo a Paris, pero decide regresar a su puesto de combate. Se confía entonces a Mika el mando de la Segunda Compañía, con el grado de Capitán. Sus hombres ocuparán una trinchera en la Moncloa, resistiendo constantes ataques y bombardeos. Luego relevarán a las fuerzas que ocupan las trincheras de Pinar de Húmera, y finalmente son escogidos, con otras unidades, para desalojar a los franquistas del Cerro del Águila, ataque en el que van a morir muchos milicianos del POUM.
Debilitadas las filas militares poumistas, Mika se integra como oficial dentro de la 14ª división, de orientación cenetista (por la CNT, la central de trabajadores anarcosindicalista), que comanda Cipirano Mera. Combate aquí hasta junio de 1938, cuando la CNT le encomienda instalarse en un hospital de Madrid para ocuparse de tareas de formación y cultura.
Cuando el 28 de marzo de 1939 los “nacionales” entran en Madrid, Mika debe esconderse, pero continúa resistiendo. Detenida por una patrulla franquista, se asila durante seis meses en un liceo francés, pues poseía pasaporte de ese país por ser viuda de Etchebéhère. A causa de los reclamos interpuestos desde Paris por sus camaradas ante el Ministerio de Asuntos Extranjeros, un auto del Consulado francés en Madrid la deja, una vez traspuestos los Pirineos, en el puesto fronterizo de Irún y poco tiempo después logra llegar a Paris.
Desde allí retorna a Buenos Aires en 1940. En 1943 trabaja en esta ciudad como periodista para el periódico Argentina Libre, que dirige Luis Koiffman. Visita la redacción de la revista Sur , donde la recibe el escritor José Pepe Bianco, con el que establece una estrecha amistad.
A mediados de 1946 retorna a Paris, entonces una ciudad devastada por la guerra, el desabastecimiento, el mercado negro y la especulación, que describirá a lo largo de una serie de crónicas en la revista Sur (Buenos Aires, 1946-1947). Se reencuentra en la capital francesa con sus viejos amigos, los militantes Pierre Rimbert, René Lefeuvre, Pavel Thaelman, los Rosmer y Katia Landau (Kurt Landau había sido asesinado por los stalinistas en España). Con muchos de ellos constituye un grupo, el Cercle Zimmerwald, nombre de la localidad suiza donde en 1915 se habían reunido los pocos revolucionarios intransigentes que, derrumbada la Segunda Internacional, se seguían pronunciando contra la guerra y por la revolución.
En París se gana la vida trabajando como traductora. Establece una amistad profunda con Julio Cortázar. A los 66 años, se suma a los estudiantes parisinos durante las jornadas de Mayo de 1968. Una década después participa de las marchas que tienen lugar en París los días jueves al mediodía, frente a la Embajada argentina de la rue Cimarosa, en protesta por los crímenes de la dictadura militar.
En 1976 publica en Francia sus memorias de los años de miliciana: Ma guerre d’Espagne a moi. En 1987 aparecerá en Madrid la versión española con el título Mi guerra de España. Les seguirán una edición catalana y otra alemana.
Murió en París, su ciudad de adopción, nonagenaria, el 7 de julio de 1992. A pedido suyo, sus amigos arrojaron sus cenizas al río Sena.
Su fondo de archivo se encuentra depositado en el CeDInCI.
Obra
Bibliográfica
- Ma guerre d’Espagne a moi, Paris, Denoël, 1976; versión castellana: Mi guerra de España, Madrid, Plaza & Janés, 1987.
Cómo citar esta entrada: Tarcus, Horacio (2023), “Etchebèhère, Mika”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.