GORINI, Floreal Edmundo (Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 15/10/1922 – Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 3/10/2004).
Dirigente sindical bancario y del movimiento cooperativo, diputado por el Partido Comunista, gerente y presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) y fundador del Centro Cultural de la Cooperación (CCC).
Nació en el barrio porteño de Villa Crespo el 15 de octubre de 1922, y luego de varias mudanzas su familia se instaló en la localidad de Ensenada (Provincia de Buenos Aires), donde el padre comenzó a trabajar como colectivero. Fue el mayor de los tres hijos del matrimonio formado por Emilio Gorini -militante de la juventud socialista, de la que se separa para participar en la fundación del Partido Comunista (PC)- y María Avella, de simpatías anarquistas en su temprana juventud, que se afilia al PC a instancias de su marido. Ella es la que elige el nombre Floreal, porque era el personaje principal de una novela de un anarquista catalán, muy leída en esa época. Su abuelo paterno fue un inmigrante lombardo llegado al país en 1888, de ideas garibaldinas, mientras que su abuela era profundamente católica.
Estudió en el Colegio Industrial de La Plata, donde se recibió de técnico químico en 1941. Luego cursó dos años de la licenciatura en química en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Durante su infancia y adolescencia participó junto a sus padres en diferentes actividades sociales, culturales y políticas, tales como la biblioteca de la Unión Obrera de Ciudadela (Buenos Aires); solidaridad con la España republicana; Socorro Rojo (espacio del que su madre era activa militante); movimientos de apoyo a la neutralidad argentina frente a la Segunda Guerra Mundial desde 1939, y de solidaridad con el pueblo soviético luego de la invasión alemana a la URSS en 1941.
A los 21 años ingresó a la fábrica de sombreros Brusson como segundo jefe de tintorería. En 1945, la Sociedad de Resistencia de Obreros Sombrereros -dirigida por anarquistas, socialistas y comunistas- convoca a una huelga por aumento de salarios, que es declarada ilegal por la Secretaría de Trabajo y Previsión encabezada por el coronel Juan D. Perón. Luego de dos meses, la Comisión de Reclamos de la fábrica, que Gorini integraba, solicitó la mediación estatal. La empresa aceptó entonces el pliego de reivindicaciones y la reincorporación de todos los y las despedidos, excepto la suya, pues tanto la patronal como la Secretaría entendían que no correspondía que el personal jerárquico participara de actividades gremiales.
La segunda experiencia laboral y sindical fue en el Banco Industrial, al que ingresó en 1945. Ese mismo año contrajo matrimonio con Nélida Esther Cariatti, con quien tuvo tres hijos: Edmundo Floreal, Nidia Liliana y Ulises. Los dos primeros años en el banco los desarrolló en la sucursal La Rioja, y desde 1947 trabajó en el área técnica de la Casa Central. Allí comienza a participar nuevamente en la actividad gremial, aunque como él mismo recordaba, fue un periodo discreto, subterráneo e ilegal, porque durante el gobierno peronista fue reprimida la actividad sindical de los sectores opositores.
Al producirse el golpe de Estado en 1955, la Asociación Bancaria (AB) es tomada por asalto por un comando civil que instala como interventor a un militante de la Unión Cívica Radical (UCR). En el marco de una afiliación masiva que se da a partir del inicio del proceso de normalización sindical, estuvo entre los y las jóvenes de diversas extracciones políticas que se incorporaron rápidamente a la militancia de base. En 1957 asume una dirección sindical elegida democráticamente, la que luego de una serie de reclamos sin respuesta, convoca a un paro para el 27 de enero de 1958. Ante la represión estatal, que incluye una nueva intervención del sindicato, el paro se transforma en una huelga por tiempo indeterminado que dura 43 días y se levanta luego de un acuerdo entre el Comité de Huelga y el gobierno dictatorial, con la mediación del presidente electo Arturo Frondizi. Durante el conflicto, 8.000 trabajadores y trabajadoras fueron movilizados militarmente y alojados en dependencias de las FFAA para tratar de garantizar el funcionamiento del sistema financiero. Gorini fue uno de los centenares de trabajadores detenidos, y a poco de ser liberado se incorporó orgánicamente al Partido Comunista (PC). Levantada la huelga, sus compañeros y compañeras lo designan encargado gremial de la Comisión de salarios ante la Comisión Interministerial, constituida para resolver las demandas económicas pendientes.
En octubre de 1958 asume un nuevo Secretariado Nacional de la AB, a cuyo frente quedan Pedro Castillo (militante de la corriente de la UCR encabezada por el presidente Arturo Frondizi) como secretario general y Floreal Gorini como secretario adjunto. En ese carácter, fue uno de los líderes de la nueva huelga que se desarrolló entre el 14 de abril y el 22 de junio de 1959, convocada ante el incumplimiento gubernamental y patronal del acuerdo firmado en 1958. Durante los 68 días que duró el conflicto, más de 5.000 empleados y empleadas bancarios y del seguro fueron despedidos y centenares fueron detenidos. Gorini estuvo encarcelado en el departamento central de la policía federal entre mayo y junio, y una vez liberado no le permitieron reintegrarse al Banco Industrial ya que, si bien la huelga fue levantada con la promesa de que se reincorporaría a los y las despedidos, esto se realizó con gran lentitud y con un criterio de discriminación especial contra quienes estuvieran identificados con el PC.
Comienza entonces una nueva etapa de su militancia en el ámbito del movimiento cooperativo de crédito, que desde 1958 había comenzado una gran expansión a partir de la creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC). Esta entidad federada se crea a instancias de un grupo de cooperativas vinculadas al sector progresista de la colectividad judía, y sus promotores fueron militantes comunistas que entendían que las cajas de crédito cooperativas podían ser una herramienta para el desarrollo de las capas medias, en momentos en que el PC planteaba que el pequeño empresariado nacional era parte del campo popular. El IMFC, que había comenzado su actividad en la ciudad de Rosario, instaló en setiembre de 1960 una sede en Buenos Aires, y los dirigentes porteños deciden convocarlo como gerente por sus conocimientos bancarios y su trayectoria militante.
Comienza entonces un proceso que lo llevará a asumir la gerencia general en 1973 y a integrar el Consejo de Administración desde 1992, primero como secretario y desde 1998 como presidente de la entidad. Más allá de la responsabilidad específica que asumió en cada momento, fue una figura fundamental en la vida del movimiento cooperativo. En 1966, luego del golpe de Estado que se ensañó brutalmente con el cooperativismo de crédito, tuvo un rol decisivo en el diseño de la estrategia de defensa. De igual modo, marcó el rumbo del IMFC durante la dictadura cívico- militar genocida que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, período en el que las cajas debieron transformarse en bancos cooperativos. Lo orientó siempre su visión del cooperativismo transformador, desde la que se paraba para afirmar que había dos tipos de cooperativistas: quienes entienden a las cooperativas como una forma eficaz de resolver sus necesidades organizando empresas dentro del sistema capitalista, cumpliendo más formal que realmente con los principios solidarios; y quienes las conciben como instrumentos de transformación, confrontando ética y económicamente con el capitalismo.
Miembro del Comité Central del Partido Comunista desde 1983, fue diputado por el mismo en el período 1995-1997. La actividad desarrollada fue febril, sobre todo teniendo en cuenta que actuó como bloque unipersonal. En dos años presentó 35 proyectos de ley, 81 de resolución y 97 de declaración. Entre los proyectos de ley, merecen destacarse los que proponen la reducción de la jornada laboral a seis horas sin disminución del salario; la creación de una prestación mínima por desempleo; la supresión del IVA a los productos de primera necesidad; la participación y control social en las políticas sociales; la incorporación de representantes de los usuarios en los directorios de los entes regulatorios de servicios públicos; la derogación y anulación de las leyes de punto final y obediencia debida; la regulación de los servicios de radiodifusión; la autorización para que todas las cooperativas pudieran brindar prestaciones vinculadas con la comunicación, sin restricciones jurídicas ni exigencias técnicas; la sanción de una normativa específica para el desarrollo del cooperativismo de vivienda; y la derogación de la Ley Federal de Educación, sancionada en 1993. En la mayoría de las iniciativas presentadas, de las que fueron aprobadas 3 leyes, 9 resoluciones y 4 declaraciones, fue acompañado por los diputados socialistas Alfredo Bravo y Héctor Polino.
El proceso iniciado en la URSS con la Perestroika, que culminará con su disolución en 1991, lo llevó a repensar el camino de las transformaciones socioeconómicas, sin abandonar la concepción del carácter científico de la revolución. Sus reflexiones se realizan, además, en el marco del viraje que el PC de la Argentina emprendió a partir del XVI Congreso (noviembre de 1986). Su lectura de la crisis soviética suponía que el principal de los errores cometidos por el PCUS era la concentración de poder y la subsecuente burocratización de todas las estructuras socioeconómicas y políticas, lo que había impedido la participación activa y orgánica -que entendía imprescindible- de los y las trabajadores en la conducción del Estado. Eso lo llevó a una relectura y revalorización del llamado socialismo utópico, en particular de los precursores del cooperativismo: Robert Owen, Saint Simon y Charles Fourier. Desde esa relectura, plantea la necesidad de combatir al capitalismo y transformar la sociedad existente en otra fraternal, solidaria, equitativa, armónica y pacífica, donde quede abolida toda forma de explotación. Para ello consideraba necesario construir, en cada ámbito, poder popular, por lo que plantea que el mejor aporte que deben hacer las cooperativas es intensificar la participación de sus asociados y asociadas, por su propia subsistencia -ya que la concentración terminaría con la cooperación- y como una escuela de participación ciudadana.
Cuando, en 1998, es elegido presidente del IMFC, su preocupación comenzaba a centrase en la llamada “batalla cultural”, en el marco de la cual propuso que el IMFC iniciara una nueva etapa en el camino de proseguir sus propósitos fundacionales en las nuevas condiciones económicas, sociales y políticas generadas por el triunfo de las políticas neoliberales. Para ello, proyectó concentrar su accionar en cuatro actividades prioritarias: contribuir a formar nuevas cooperativas orientadas a los trabajadores y trabajadoras desocupados y empobrecidos, e iniciar la promoción experimental de nuevas cooperativas populares de crédito; fortalecer y ampliar las relaciones con otras organizaciones del campo popular; incidir activamente en la lucha por revertir los efectos de las políticas neoliberales; y desarrollar una intensa labor cultural, destinada a los y las cooperativistas y a la sociedad en general, que contribuyera desde el ideario y la práctica de la solidaridad a la construcción de una sociedad más justa. Es en cumplimiento de este cuarto objetivo que dedicará prioritariamente sus últimos años a la creación y construcción del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) que hoy lleva su nombre.
Simultáneamente, y como expresión práctica de ese enfoque doctrinario, el IMFC promovió en 2000 la organización del Movimiento por la Consulta Popular, cuya consigna era “Ningún hogar argentino en situación de pobreza”, junto con la Federación Agraria Argentina (FAA), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Federación Universitaria Argentina (FUA), gran parte de los organismos de derechos humanos, dirigentes políticos y sociales, y exponentes de la cultura nacional. Fruto de ese trabajo fue la creación del Frente Nacional contra la Pobreza, por el Trabajo y la Producción (FRENAPO) -cuya Junta Promotora Nacional integró- que organizó en diciembre de 2001 una consulta popular en la que más de 3.000.000 de personas votaron a favor del seguro de empleo y formación para jefes y jefas de familia desocupados.
A principios de 2002 propuso una reforma constitucional entendiendo que la crisis integral que atravesaba el país había eclosionado tras las jornadas de revuelta popular de diciembre de 2001 que terminaron con la declaración del estado de sitio, 39 personas asesinadas y la renuncia del gobierno encabezado por Fernando De La Rúa. La misma debía basarse en el principio de poder popular, por lo que la estructura orgánica comenzaría en la comuna, para lo cual debían ampliarse las facultades de los municipios e incorporársele otras en materia de salud, educación, obra pública, asistencia social y medio ambiente; asegurarle por vía constitucional los recursos financieros necesarios; y aumentar el número de comunas dividiendo los departamentos o partidos provinciales según población y extensión, de manera de facilitar una mayor participación ciudadana. Además, proponía avanzar hacia gobiernos nacional y provinciales de tipo parlamentario, unificando la representación en una Cámara de Representantes o Diputados, e incluir una serie de mecanismos de democracia semidirecta que permitieran mejorar y reforzar el papel de la iniciativa popular, la consulta popular y el referéndum con carácter vinculante.
Desde fines de la década de 1970 colaboró asiduamente con varias publicaciones, especialmente en la Revista Idelcoop, editada desde 1974 por Idelcoop, fundación de educación cooperativa, creada por el IMFC, y en Realidad Económica, publicada desde 1970 por el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE).
Obra
Bibliográfica
- La batalla. Cultural. Discursos 1991–2004, Buenos Aires, IMFC, 2008.
Hemerográfica
- “La cooperación de crédito y la búsqueda de óptimas condiciones de eficiencia”, Revista Idelcoop, 1977, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Cambios en el contexto social y económico de América Latina y la cooperación de crédito”, Revista Idelcoop, 1981, disponible en idelcoop.org.ar.
- “La coyuntura económica, la pequeña y la mediana empresa y los bancos cooperativos”, Revista Idelcoop, 1985, disponible en idelcoop.org.ar.
- “La banca cooperativa. Situación y perspectiva”, Revista Idelcoop, 1986, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Por una economía al servicio del país, con participación popular, solidaridad y justicia social”, Realidad Económica, IADE, Buenos Aires, nº.82, jul – set 1988, pp.75-84.
- “Situación del movimiento cooperativo en el contexto económico y social de nuestro país”, Revista Idelcoop, 1991, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Reafirmación, organización y lucha”, Realidad Económica, IADE, Buenos Aires, n°109, agosto 1992, pp.23-31.
- “Ética en la tormenta”, Realidad Económica, IADE, Buenos Aires, n°122, marzo 1994, pp.5-11.
- “Política y cooperativas”, Revista Idelcoop, 1995, disponible en idelcoop.org.ar.
- (com POLINO, Héctor) “Vigencia de la economía social”, Revista Idelcoop, 1996, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Este capitalismo rapaz…”, Realidad Económica, IADE, Buenos Aires, n°141, agosto 1996, pp.82-84.
- “Reforma del Estado”, Cuadernos Marxistas. Revista comunista de análisis, debates y documentos, Buenos Aires,nº.6, noviembre de 1996, pp.17-21.
- “El desafío de mantener vigentes los valores cooperativos”, Revista Idelcoop, 1997, disponible en idelcoop.org.ar.
- (com PEDRONCINI, Alberto y BRAVO, Alfredo) “Las leyes de impunidad”, Revista Idelcoop, 1998, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Una diputación de izquierda: un balance para el presente y el futuro”, Cuadernos Marxistas. Revista comunista de análisis, debates y documentos, Buenos Aires, nº.7, enero 1998, pp.49-55.
- (com MARTÍNEZ GARBINO, Emilio y POLINO, Héctor) “Ley de Cooperativas Nº 25.027”, Revista Idelcoop, 1999, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Las capas medias y la estructura financiera (1)”, Revista Idelcoop, 1999, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Las capas medias y la estructura financiera (2)”, Revista Idelcoop, 1999, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Hay que construir alternativas”, Milenio, Instituto de Estudios sobre Estado y Participación, Buenos Aires, nº.5, marzo 2001, pp.28-32.
- “Elevar la voz”, Tesis 11, Buenos Aires,año 10, nº 59, set-oct. 2001, pp.7-9.
- “Democracia popular”, Realidad Económica, IADE, Buenos Aires, nº.185, en-feb 2002, pp.21-25.
- “La necesaria Reforma Constitucional”, Revista Idelcoop, 2002, disponible en idelcoop.org.ar.
- “Desarrollo cooperativo en la Argentina: gravitación en el contexto general de la economía”, Cuadernos de Economía Social, IAIES, Buenos Aires,año 9, nº.14, diciembre de 2003, pp.51-60.
- (com BARROS, Vicente) “Las cooperativas como herramienta de transformación social”, Revista Idelcoop, 2004, disponible en idelcoop.org.ar.
Cómo citar esta entrada: Plotinsky, Daniel Elías (2023), “Gorini, Floreal”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.