ZULETA VELÁSQUEZ, Estanislao (Medellín, Colombia, 03/02/1935 – Cali, Colombia, 17/02/1990).
Intelectual de orientación marxista. Maestro, conferencista, animador de grupos, profesor universitario.
Estanislao Zuleta Velásquez fue el segundo hijo de Estanislao Zuleta Ferrer (1903-24/06/1935) y Margarita Velásquez (30/10/1905– 09/05/1990), quienes habían contraído matrimonio pocos años antes y ya contaban con la hija primogénita: Magdalena. El padre, fue un abogado con inquietudes intelectuales de tipo liberal anticlerical afines a las de su amigo, el escritor Fernando González (1895- 1964), con quien colaboraba en la revista Claridad (Medellín, década de 1930). Zuleta Ferrer compartía negocios jurídicos con abogados parientes: Alberto y Eduardo Zuleta Ángel, y con Alfonso López Michelsen, quien llegó a ser presidente de Colombia entre 1974 y 1978. Su vida la truncó un accidente aéreo fatal cuando apenas contaba con 35 años (el avión colisionó con aquel en el que venía el cantante Carlos Gardel, quien también falleció). Margarita, la madre, se hizo cargo de la familia través de un taller de costura en el que confeccionaba trajes de novia para “señoritas” de la elite local.
La residencia de Zuleta estaba ubicada en el barrio Los Ángeles contiguo al tradicional barrio Prado, en Medellín. Desde fines del siglo XIX el barrio tuvo «tendencias arquitectónicas que copiaban los estilos franceses y norteamericanos de finales del siglo XIX» (Jorge Orlando Melo, 1996). En la residencia estaban la biblioteca y discoteca paternas atractiva para el niño Zuleta y símbolo de distinción entre sus contemporáneos. Según su libreta estudiantil cursó el primer y segundo grado de bachillerato en el colegio de la católica Universidad Pontificia Bolivariana durante los años 1948 y 1950 (se desconoce lo acaecido en el año intermedio). Luego se trasladó al laico Liceo de Universidad de Antioquia para cursar el tercer y cuarto años en 1951 y 1952.
La primera experiencia formativa y social de Zuleta Velásquez fue en el Centro Literario Porfirio Barba Jacob asociado al Liceo, ampuloso nombre de un club estudiantil presidido por el joven Ramiro Montoya (abogado y cuentista nacido en Betulia, Antioquia, 1933). Sin embargo, Zuleta toma distancia de su contexto socio familiar que le proveía un «capital cultural» de partida y antes que la formación escolar elige un camino autodidacta. Se retiró del colegio en 1952 en compañía de sus compañeritos de entonces: Mario Arrubla y Delimiro Moreno. Argumentaron que la decisión se debía a ambiciones intelectuales. El joven Moreno se ocupó como obrero, destacó como líder sindical y tiempo después se desempeñó como periodista en la ciudad de Neiva (departamento de Huila). Con Arrubla, Zuleta comenzó una agenda de formación autónoma tomando como brújula el combo literatura moderna de la posguerra europea, psicoanálisis freudiano y Jean Paul Sartre, de hecho estuvo suscrito desde 1952 a la revista Les Temps Modernes. Con el tiempo ellos fueron complejizando su formación y llegaron a posicionarse como intelectuales de reconocimiento nacional.
Por fuera de la tutela escolar, Zuleta habitó la bohemia citadina y se aproximó a un espacio informal de intercambio animado por el periodista, abogado y crítico de arte Alberto Aguirre (1926-2012), quien regentaba la agencia de noticias France Press. Liberales y comunistas locales que confluían en este espacio tenían acceso al agitado acontecer internacional de la naciente Guerra Fría. A través de este entorno se dieron los primeros contactos de Zuleta con el comunismo local e internacional. Participó del Tercer Congreso Mundial de la Juventud celebrado en la ciudad de Bucarest, Rumania, entre el 25 y el 30 de julio de 1953, sucedido por el cuarto Festival de la Juventud de los Estudiantes por la Paz y la Amistad en este mismo lugar en días posteriores. Este viaje lo concretó en compañía del poeta antioqueño Oscar Hernández (1925-2017), amigo de la familia. Los eventos fueron organizados por la Federación Mundial de Juventud Democrática que había sido creada por el campo comunista al fin de la segunda guerra mundial. Fue su único viaje al extranjero. A la versión anterior del Festival, celebrado en Berlín en agosto de 1951, concurrió otro asiduo de la France Press: el poeta Carlos Castro Saavedra (1924-1989) junto con el entonces joven universitario Luis Villar Borda (1929-2008).
Zuleta y Hernández regresaron al país cuatro meses después y tuvieron que evadir un despliegue militar en el puerto de Buenaventura por donde ingresaba el barco. Se había producido el golpe militar del general Rojas Pinilla (13 de junio de 1953). Un año después se declaró ilegal al Partido Comunista y se prohibió toda actividad del comunismo internacional en Acto Legislativo No. 6 del 7 de septiembre de 1954 de la Asamblea Militar. El propio Zuleta declaró haber participado del Partido Comunista entre 1957 y 1960, junto con Mario Arrubla, y la documentación del Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC) les reportaba como “dirigentes intelectuales” y agregaban que dentro del partido ellos actuaban como “directores de la juventud sin figurar abiertamente”. Entre sus acciones en el partido se cuenta la estadía en el páramo del Sumapaz (localidad de la capital del país) en 1958, junto con un amigo personal: Mario Vélez y María del Rosario Ortiz Santos. Ella participaba de la Federación de Estudiantes Colombianos (FEC) y para el momento era compañera afectiva de Zuleta. La estadía en el Sumapaz tenía el propósito de formar en el marxismo a campesinos afines al comunismo.
Al cabo de la década de 1950, Zuleta se desplazó desde Medellín hasta Bogotá donde frecuentaba librerías y cafés en los que se llevaban a cabo torneos de ajedrez y sociabilidades político intelectuales en un momento de mucha agitación porque se gestaba el Frente Nacional (pacto bipartidista que rigió el ordenamiento estatal entre 1958 y 1974). La librería La Francesa y los cafés el Excelsior, La Paz, el Lutecia o El Automático fueron algunos de los espacios de encuentro, todos ubicados en el centro de la ciudad. En este último también solían reunirse los promotores de la revista Mito liderada por el poeta Jorge Gaitán Durán (1924-1962) y algunos de sus colaboradores cercanos como el poeta León de Greiff (1895-1976), amigo de los Estanislao Zuleta, padre e hijo.
A partir de redes amicales y familiares, Zuleta trabajó durante este periodo con el historiador antioqueño Joaquín Pérez Villa (1918-1992), quien en ese momento dirigía el Instituto Colombiano de Investigaciones Históricas. Pérez Villa fue un humanista con amplia trayectoria universitaria que pese a su orientación conservadora participó de acciones de resistencia durante la llamada contraofensiva conservadora. Fueron los gobiernos de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) y Laureano Gómez (1950-1951) los que reaccionaron a las políticas modernizantes de las universidades públicas durante la República Liberal liderada por Alfonso López Pumarejo (1934-1938 y 1942-1945), entre otras acciones regresivas. Se encuentra significativo el relacionamiento de Zuleta con Pérez Villa si se considera que aquel llegó como un joven que aún no alcanzaba la condición de bachiller, pero poco después (hacia 1959) se abría camino como investigador social en la División Técnica de la Seguridad Social Campesina, dependencia del Ministerio de Trabajo. Este Ministerio estaba a cargo del jurista liberal Otto Morales Benítez y la División en manos del antropólogo Milcíades Cháves. En este contexto Zuleta participó de un estudio que analizó la estructura económica del departamento de Nariño desde una perspectiva desarrollista, tal como se promovía desde un sector del liberalismo y del comunismo en los albores del Frente Nacional.
Pese a estas experiencias laborales, a sus contactos con intelectuales críticos de orientación más liberal o a su nacimiento a la vida pública cercano al comunismo (donde convergían las izquierdas hasta entrada la década de 1960 aunque en ese momento se aliaba al liberalismo disidente), en Zuleta se concretó una radicalización discursiva. Tiempo antes, cuando cayó la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, el 10 de mayo de 1957, se ubicó entre los jóvenes de orientación antidictatorial que demandaban una “democracia popular”. Este incipiente posicionamiento lo dejan ver publicaciones promovidas por amigos cercanos: Letras Universitarias, revista de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Antioquia; el periódico Crisis que surgió autónomamente en Medellín en 1957 pero fue cercano al comunismo en Medellín; o la revista Junio, desarrollada en esos mismos años por la Federación de Estudiantes Colombianos (FEC) desde Bogotá.
Ya situado en Bogotá, y en colegaje con Mario Arrubla, tentó una organización política pionera de la nueva izquierda a la que nombraron el Partido de la Revolución Socialista (PRS). En buena medida fue una elaboración práctica y teórica de la distancia que dos grupos habían tomado con el Partido Comunista. Tanto una pequeña organización antioqueña llamada Acción Revolucionaria Colombiana (ARCO), como los intelectuales nucleados en Bogotá por Zuleta y Arrubla. Estos últimos habían concretado el que fue un fugaz emprendimiento de librería llamado La Tertulia (ubicada en pleno centro: calle 19 No. 6-18), junto con el primer número de la publicación Estrategia que vio la luz en julio de 1962 en forma de periódico. ARCO era liderado por el líder sindical Delimiro Moreno y en el núcleo de intelectuales confluyeron en uno u otro momento jóvenes profesionales como Hernando Llanos (economista), Jaime Mejía Duque (escritor y crítico literario), Augusto Corredor (médico), Oscar Espinosa (médico y psicoanalista), Jorge Villegas (arquitecto), los hermanos Emilio Yunis (genetista y biólogo) y José Yunis (psicoanalista), José Stevenson (novelista), Rafael Arredondo (periodista), Socorro Castro (médica psiquiatra), Francisco Posada (filósofo), Carlos Rincón (filósofo), Jaime Morales, Iván Colorado o Iván Posada, entre otros. También estudiantes universitarios entre los que se cuenta un núcleo de la Universidad Nacional: Jorge Orlando Melo (historiador), Bernardo Correa (filósofo), Humberto Molina (economista urbanista) y otro que provenía de la Universidad de Medellín: Luis Antonio Restrepo y Álvaro Tirado.
El PRS contó con el órgano Agitación (según fuentes orales) y promovió una revolución que entendían como socialista, antiimperialista y antiburguesa. Tomaron distancia de las alternativas desarrollistas que hicieron carrera en el periodo, pero la emergencia de la izquierda revolucionaria también impactó sobre este grupo y catalizó su ruptura. Los intelectuales del compromiso que convergían en Estrategia y abanderaban una recepción de Problemas de Método y el marxismo humanista y crítico, se vieron interpelados por el nuevo intelectual revolucionario (tipificado por el sacerdote y sociólogo Camilo Torres). De modo que los líderes pusieron fin a la experiencia del PRS, pues para ellos la radicalización discursiva y la radicalización política no eran equivalentes: “es preciso que nos diferenciemos igualmente de quienes luchan por la revolución socialista sin contar con la organización de las masas y pasando directamente a los ‘hechos’, es decir, a las acciones aisladas y aventureras” (Estrategia, n°2, 1963). Este sector del PRS se reinventó en lo que nombraron la Organización Marxista de Colombia (OMC) y dieron curso a otros dos números de la publicación ya en formato de revista. A través de esta plataforma revisteril dejaron un programa político intelectual con incidencia duradera. Entre tanto, Zuleta había contraído matrimonio con María del Rosario Ortiz con quien tuvo sus primeros tres hijos: Silvia, José y Fernando, pero la pareja se separó a fines de 1963.
Luego de esa experiencia organizativa, Zuleta tuvo una nueva incursión institucional en la Superintendencia de Sociedades Anónimas (1966-1968), última actividad que compartió con Mario Arrubla. Vinieron luego sus primeras experiencias como profesor universitario. Ofreció conferencias sobre psicoanálisis, literatura y lingüística a mediados de la década de 1960 en la Universidad Nacional, instado por el movimiento estudiantil donde era líder el joven Juan Fernando Pérez (psicoanalista lacaniano); poco después se desempeñó como profesor de la Universidad Libre de Bogotá (1967-1968). En 1965 Zuleta contrajo nuevas nupcias, esta vez con la joven Yolanda González Paciotti integrante de una familia que le ofreció una “esmerada educación”. Ella pertenecía al hogar formado por la filósofa y filóloga italiana Edelweiss Pacciotti y el abogado Carmelo González, oriundo de Barranquilla en el que nacieron tres hermanas influyentes en la cultura nacional: la historiadora Margarita González (1942-2008), Marina y Yolanda la menor (Bernardo Tovar, 2009). Por razones legales asociadas a su primer matrimonio, Zuleta se casó esta vez en Venezuela. Yolanda sería su compañera hasta poco antes de su muerte y con ella tendría dos hijas más: Yolanda y Morella.
En 1969 Estanislao Zuleta se desplazó desde Bogotá hasta Cali para ocupar el cargo de Vicerrector de la Universidad Santiago de Cali (USACA) que para entonces tenía como rector al político comunista Álvaro Pío Valencia (1911-1998). Su paso por la USACA fue breve, pero le permitió conectarse con líderes del movimiento estudiantil de esta ciudad que en 1971 sería la punta de lanza de una de las más importantes movilizaciones, por ejemplo, Ricardo Sánchez y Jaime Galarza. Asimismo, fue ocasión para que diseñara el “Programa Académico del Departamento de Antropología de la Universidad Santiago de Cali” en conjunto con el psicoanalista de origen canadiense Antonio Sampson, quien en ese momento era profesor en la Facultad de Educación, Departamento de Literatura e Idiomas, de esta casa de estudios. Justamente el programa estaba subdividido en dos partes: antropología y psicoanálisis.
Las relaciones de Zuleta con el psicoanálisis fueron complejas y duraderas, teóricas y prácticas. En el seno de Estrategia produjo un ensayo novedoso para el medio local que contó con varias reediciones: “Psicoanálisis y marxismo” (Estrategia, n°3, 1964). Allí sentó algunas tesis que más tarde desarrolló en sus conferencias sobre la novela La Montaña Mágica transcritas y publicadas en forma de libro. Con el título Thomas Mann, la montaña mágica y la llanura prosaica (1977), fue su amigo y colega Eduardo Gómez (1932-2022) como director editorial del sello Colcultura quien avanzó la gestión de esa publicación. Durante esta primera estadía en Cali se ubicó con su familia en un barrio campestre a las afueras de Cali que no contaba con mayores servicios públicos. Se llamaba La Buitrera y su casa fue escenario de nuevos encuentros intelectuales en los que se compartían lecturas de El Capital, obras de la literatura occidental clásica y psicoanálisis. Sería este el germen de intervenciones intelectuales que tendrían lugar poco después.
En 1971 Zuleta fue invitado a sumarse a la planta de profesores de la Universidad de Antioquia, específicamente en la Facultad de Economía. Era un momento de renovación de esta institución, tanto a nivel de infraestructura como de perspectiva académica, y se daba un fuerte debate sobre el proyecto universitario en el que se involucraba el movimiento estudiantil. Aunque sus afinidades con el Sartre del compromiso político (que no de la violencia revolucionaria como partera de la historia) fue sostenida a lo largo de todo su itinerario, lo cierto es que Zuleta también concretó una recepción althusseriana. Durante sus tiempos de profesor de la Universidad de Antioquia consideraba esta institución como un “aparato ideológico del estado” y fue en los grupos de estudio extracurriculares donde vio formas más pertinentes de recrear su compromiso. Desde su hogar familiar ubicado en el barrio Robledo de Medellín concretó grupos de lectura de El Capital, esta vez con un mayor nivel de organización.
El grupo principal lo lideraba Zuleta y tenía participantes como Juan Camilo Ochoa (ingeniero), Klaus Meschkat (sociólogo alemán, profesor de la Universidad de Hannover), Santiago Peláez (economista), Luis Antonio Restrepo (historiador), Álvaro Tirado (historiador), Beatriz Abad, Gloria Mercedes Arango (historiadora), Alfredo Molano (sociólogo), Juan Fernando Pérez (psicoanalista), Joel Otero (psicoanalista), Marco Aurelio Arango (escritor), Beatriz García (psicoanalista), entre otros. A su vez, algunos de ellos nucleaban nuevos grupos de estudio sobre El Capital buscando ampliar el impacto. Durante los tiempos de estos grupos se animaron las revistas mimeografiadas y clandestinas: Veinte varas de lienzo = 1 levitay Polémica con circulación en la Universidad de Antioquia a inicios de la década de 1970. Esta última mereció críticas desde la publicación Uno en Dos, que tuvo entre sus promotores al profesor José María Rojas (sociólogo) y era plataforma de quienes argumentaban por la pertinencia del debate universitario más allá de la fórmula que englobaba toda institución en la dominación ideológica.
La persecución por parte de los organismos del estado a este tipo de agrupamientos, se vio recrudecida tras el suicidio de uno de los estudiantes que asistía al grupo central: Iván Villegas. Esta tragedia fue un golpe anímico tanto para Zuleta como para otras personas cercanas y uno de los hechos que contribuyó a que poco después él concretara un último desplazamiento geográfico. Junto con su familia, y animado por el psicoanalista Oscar Espinosa que se había radicado en la ciudad de Cali, Zuleta volvió a la capital vallecaucana para instalarse allí de forma definitiva desde 1974.
Ese mismo año se concretó el Centro Psicoanalítico Sigmund Freud, institución fundada por un conjunto de diez personas además de Zuleta y contemporáneas a este: Blanca Beatriz García, Guiomar Castro, Clemencia Varela, Alfredo Reyes, Oscar Espinosa (principal líder y administrador), Arturo Quiceno, Antonio Sampson, María Cristina Tenorio, Julián Arango y Álvaro Morales (los últimos dos ya fallecidos). Se trataba de personas formadas (desigualmente) en psicoanálisis que realizaban clínica en la propia sede. Zuleta no llevaba a cabo clínica en ese lugar, pero fue la figura intelectual de referencia, pues “orientaba” a través de un programa de seminarios y conferencias que ofrecía a psicoanalistas y público general. Durante sus cuatro años de existencia, esta institución concentró su labor y fue fuente de ingresos; de hecho, buena parte del archivo inédito de Zuleta que hoy reposa en la biblioteca central de la Universidad de Antioquia cuenta con las transcripciones de esas intervenciones orales.
Durante ese cuatrenio del Centro, también se desarrolló un proyecto de innovación pedagógica llamado la Contra Escuela Franz Kafka asociado a la crítica de Zuleta a la educación escolar y a su decisión de desescolarizar sus tres hijos mayores. Fernando Zuleta fue uno de los jóvenes que participó de ese proyecto. También en ese periodo, Estanislao ofreció diversas conferencias en eventos, centros culturales, sindicatos y fue siendo reconocido cada vez más como un orador destacado.
En 1976 se concretó el último grupo con horizonte político animado por Zuleta. Se trataba del Grupo Ruptura que produjo un periódico homónimo con tres entregas fechadas ese mismo año. Algunas personas del Centro Psicoanalítico Sigmund Freud participaron en este grupo al que también se sumaron Jorge García y los sindicalistas Gustavo González y Rogelio Pérez. Ruptura (Cali, 1976) exhibía un carácter agitacional y de análisis de la coyuntura política posfrentenacionalista. El mandato de Alfonso López Michelsen (1974-1978), quien había liderado una oposición al régimen desde el liberalismo político, seguía desatando expectativas entre algunos sectores críticos y de izquierdas que sin embargo se decepcionaron rápidamente. La inflación y la ola represiva catalizaron una movilización social sin precedentes en 1977, aunque sus efectos no fueron progresistas sino regresivos. Lo cierto es que en el primer mandato de desmonte del Frente Nacional se abonaron condiciones para la violencia estatal recrudecida en el gobierno siguiente de Julio César Turbay (1978-1982) a través de su “Estatuto de Seguridad”.
Con un nacimiento público cercano al comunismo y un posicionamiento político que a inicios de la década de 1960 abrió las compuertas para una intelectualidad de izquierda no comunista que priorizó prácticas no armadas, Zuleta tensionó fuertemente la cultura y la política. La afinidad con el compromiso de cuño sartreano le implicó un difícil posicionamiento: prevalecía la política frente a la especialización académica o filosófica, al tiempo que se afirmaba la naturaleza intelectual. En 1980 la Universidad del Valle le otorgó a Zuleta un Doctorado Honoris Causa en Psicología a partir del cual formalizó su condición de profesor universitario. Pero esto no permite definirle como académico en el último tramo de su itinerario, pues la universidad estuvo lejos de ser su territorio privilegiado. Esta institución era uno más de sus “campos de combate” y en tanto sartreano la calle era el lugar de las ideas. Asimismo, la nueva izquierda política hegemonizaba y era tan ingrata con la intelectualidad como lo había sido el comunismo tiempo antes. Al seguir las pistas ofrecidas por el historiador Luis Antonio Restrepo, se ve que en esa última década se operó por parte de Zuleta una “despedida”del marxismo. Algunos de sus Ensayos sobre Marx propios de ese periodo, muestran una lectura más ortodoxa del marxismo como una teoría del progreso a contramarcha de la más disruptiva concretada por el Grupo Estrategia décadas antes. En los años 60 los jóvenes Zuleta y Arrubla debatían la mirada historicista de Marx propia del comunismo internacional. Igualmente, en esta última década del itinerario de Zuleta, se observa una toma de distancia con Lenin, figura que había sido de referencia para él, pese a las tensiones que ello significaba para los intelectuales afines a la nueva izquierda. Esa despedida del marxismo no desconoce que el propio Zuleta se autodefiniera como intelectual de izquierdas, marxista y anticomunista hasta el final de sus días.
Estos procesos asociados a los derechos humanos en los que participó en el último tramo de su vida favorecieron su visibilidad nacional y le implicaron pasar nuevas temporadas en Bogotá. Por ejemplo, entre 1985 y 1987 fue cercano al Plan Nacional de Rehabilitación de la Secretaría de Integración de la Presidencia de la República en el gobierno del conservador Belisario Betancur (1982-1986). También participó de las investigaciones sobre la violencia en Colombia lideradas por la FESCOL y de la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República auspiciada por Naciones Unidas. Indirectamente acompañó el proceso de paz que llevaría a la desmovilización guerrillera de 1991, huella de lo cual es su conocida conferencia “La democracia y la paz. Conferencia al M-19 en Santo Domingo, Cauca”, contenida en las reediciones del libro Colombia: violencia, democracia y derechos humanos. Este núcleo biográfico es uno de los más conocidos de Zuleta e incluso su figura ha quedado cooptada por significaciones póstumas que lo definen como “maestro de la democracia” o “pensador liberal”. En esos años la defensa de los derechos humanos era una actividad muy riesgosa: en 1987 fue asesinado el médico salubrista Héctor Abad Gómez (1921–25/08/1987) y pulularon las amenazas. Diversas fuentes orales indican que ese mismo año Zuleta también fue amenazado, aunque hasta el presente el suceso carece de documentación. No salió del país, sino que optó por pasar un tiempo en la ciudad de Villa de Leiva. De nuevo instalado en Cali sufrió un infarto fulminante en el amanecer del 17 de febrero de 1990. Estaba solo en su departamento del barrio Meléndez y su cuerpo sin vida fue hallado al día siguiente por «Vicky», María Victoria Sinisterra, la mujer que apoyaba sus cuidados domésticos.
Se trata de una figura muy referida de la vida intelectual colombiana. Se encuentran experiencias organizativas, educativas o culturales que llevan su nombre. Han tenido lugar diversos análisis de su pensamiento, un sinfín de comentarios sobre su vida y obra, entre los que son frecuentes las perspectivas de homenaje. También es de destacar el enorme esfuerzo editorial que ha implicado conservar su memoria. Más que intervenciones escritas o libros, el grueso de sus intervenciones fueron orales y buena parte de sus libros son producto de transcripciones de conferencias publicadas como artículos o partes de compilaciones. En la biblioteca central de la Universidad de Antioquia reposa su archivo inédito donado por la familia Zuleta en 2005. Incluye documentos y material magnetofónico de las conferencias de Estanislao recopiladas por la Fundación Estanislao Zuleta (entidad gestada después de la muerte del intelectual y en la que han convergido algunos de sus amigos y familiares liderados por sus editores: el profesor Alberto Valencia y el escritor José Zuleta Ortiz, su hijo). En el apartado de “obra” se ofrece un listado que desencuaderna las compilaciones y muestra los contextos de producción de las intervenciones de Zuleta.
Obra
Bibliográfica
- (con Milcíades Chávez, Iván; Colorado, Carlos J. Duica, Jaime Concha, Jorge Arturo; Martinez). Estudio socio-económico de Nariño, Bogotá, Ministerio del Trabajo, División técnica de la seguridad social campesina, 1959.
- Conferencias de economía política latinoamericana, Bogotá, Universidad Libre, 1967. Edición mimeografiada, tuvo varias reediciones.
- “El proceso evolutivo de la propiedad”, en Gonzalo Cataño, ed., La tierra en Colombia, Bogotá, Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), Oveja Negra, 1973, pp. 9-41. Con una reedición.
- Comentarios a la «Introducción general a la crítica de la economía política» de Carlos Marx, Medellín, Universidad de Antioquia, 1974. Reeditado totalmente y por capítulos, varias veces.
- “Acerca de la ideología”, en E. Zuleta y Darío Mesa, Universidad, ciencia e ideología, Ibagué, Universidad del Tolima, 1974. Capítulo reeditado.
- Thomas Mann, la montaña mágica y la llanura prosaica, Bogotá, Biblioteca Colombiana de Cultura (Colcultura), 1977. Varias reediciones.
- Teoría de Freud al final de su vida, Bogotá, Editorial Latina, 1977.
- “Lógica y crítica”, Revista Pliegos, Universidad del Valle, n° 4, 1977, sp. Folleto.
- Comentarios a «Así habló Zaratustra» de Nietzsche, Cali, Facultad de Humanidades, Universidad del Valle, 1980. Varias reediciones.
- La propiedad, el matrimonio y la muerte en Tolstoi, Cali, Nueva Letra, 1980.
- “El plan y la identidad cultural nacional”, en Eduardo Lora, ed., La política económica y social del gobierno de Belisario Betancur, Cali, Corporación Editorial Universitaria de Colombia, 1983.
- “Tribulación y felicidad del pensamiento”, Memorias del VI Foro Nacional de Filosofía, Medellín, Universidad de Antioquia, 26 – 28 de mayo de 1983, 7-24 pp. Texto originalmente escrito por el autor y presentado como ponencia. Reeditado.
- El pensamiento psicoanalítico, Medellín, Percepción, 1985. Varias reediciones.
- Sobre la idealización en la vida personal y colectiva y otros ensayos, Bogotá, Procultura, 1985. Reeditado totalmente y por capítulos, varias veces.
- Psicoanálisis y criminología, Medellín, Percepción, 1986. Varias reediciones.
- Arte y Filosofía, Medellín, Percepción, 1986. Varias reediciones.
- Ensayos sobre Marx, Medellín, Percepción, 1987.
- La poesía de Luis Carlos López, Medellín, Percepción, 1988. Varias reediciones.
- “Para una concepción positiva de la democracia”, en Derechos humanos y modernidad, Cali, Personería Municipal, 1988. Reeditado.
- Elogio a la dificultad y otros ensayos, Cali, Litocolor, 1989. Varias reediciones.
Bibliográfica póstuma
- Estudios sobre la psicosis, Medellín, Percepción, 1990.
- Colombia: violencia, democracia y derechos humanos, Bogotá, Altamir, 1991. Varias reediciones.
- Ensayos selectos, Medellín, Ediciones Autores Antioqueños, 1992.
- Educación y democracia, Bogotá: Corporación Tercer Milenio, 1995.
- Lógica y crítica, Cali, Universidad del Valle, Fundación Estanislao Zuleta, 1996. Varias reediciones.
- Conversaciones con Estanislao Zuleta, Cali, Fundación Estanislao Zuleta (FEZ), 1997. Varias reediciones.
- Acerca de la naturaleza de las Ciencias Sociales, SC, Contravía, 1999. Con una reedición por editorial FICA.
- El Quijote, un nuevo sentido de la aventura, Medellín, Hombre Nuevo, 2000. Varias reediciones.
- Tres rescates: Sartre, De Greiff, El erotismo, Medellín, Hombre Nuevo, 2007.
- Tres culturas, tres familias y otros ensayos, Medellín, Hombre Nuevo, 2010.
- Shakespeare. Una indagación sobre el poder, Cali, FEZ, 2015.
Hemerográfica
- “Consideraciones sobre la pintura y sobre la obra de Fernando Botero”, Universidad Católica Bolivariana, Medellín,n°122, 1955, pp. 553-561.
- “Matrimonio católico, homosexualismo y prostitución”, Junio, Bogotá, Federación Estudiantil Colombiana (FEC), n°3, 1957, sp.
- “Variaciones alrededor del nadaísmo”, La Calle, 1958. Originalmente escrito.
- (seudónimo: José Zapata), “Claves para el debate electoral”, Estrategia, Año 1, n° 1, septiembre de 1962.
- “Introducción a un debate sobre política revolucionaria”, Estrategia, n°2, 1963, pp. 72-96. Varias reediciones.
- “Marxismo y psicoanálisis”, Estrategia, n°3, 1964, pp. 91-130. Varias reediciones.
- “Comentarios a La infancia legendaria de Ramiro Cruz”, Gaceta, Tercer Mundo, 1967. Varias reediciones.
- “Sobre la lectura”, Discusión,n° 2, 1974, sp. Originalmente escrito, pero ampliado en conferencia y transcrito posteriormente para reediciones.
- “Homenaje a Thomas Mann”, Revista Universidad del Valle, n° 1, 1975, pp. 187-212.
- “Entrevista”, Alternativa, 1976. Reeditado como “No soñar revoluciones. Elecciones o abstención: una disyuntiva miserable”, en Conversaciones con Estanislao, Cali, Fundación Estanislao Zuleta (FEZ), 1997.
- “A la memoria de Martin Heidegger”, Revista Universidad del Valle, n° 2, 1976, sp. Reeditado.
- (sin firma), “Ronda de máscaras. Homenaje a León de Greiff”, Ruptura, n°3, 1976, sp.
- “Vida y época de Hegel”, Revista Universidad del Valle, n°3-4, 1977, sp.
- “Introducción a la lectura de Ana Karenina”, Revista de Extensión Cultural, Universidad Nacional, n°5-6, 1978, pp. 60-69.
- “El nacimiento filosófico del liberalismo”, Contravía, separata especial, n° 11, 1979. Varias reediciones.
- “Entrevista a Estanislao Zuleta realizada por Umberto Valverde”, El pueblo, sin datos editoriales, 1980.
- “Reflexiones sobre el fetichismo”, Revista de Extensión cultural, Universidad Nacional, n° 11, 1981, pp. 5-14.
- “Elogio de la dificultad”, Persona, n°2, 1981, pp. 29-32.
- “La escritura y la culpa”, Revista Sociología Unaula, n°3, 1981, sp.
- “Sobre la guerra”, La Cábala, n°3, 1982.
- “Sobre la idealización en la vida personal y colectiva”, Revista de Extensión cultural, Universidad Nacional, n° 12-13-14, 1982, sp.
- “Experiencia y verdad en Freud”, Revista Laberintos, Popayán, 1982. Reeditada.
- “La ciudad del encuentro y la aventura. A propósito de la ciudad y la literatura. Entrevista a Estanislao Zuleta y Luis Antonio Restrepo realizada por Fernando Viviescas”, Ciudad Revista de Asuntos Urbanos, Vol. 1, n° 2, 1982, sp. Reeditada.
- “En el centenario de la muerte de Dostoievsky”, Lucérnula, n° 1, 1982.
- “Entrevista a Estanislao Zuleta”, El mundo, sin referencia editorial, 1983. Realizada por Hernán Villa Garzón, transmitida por emisora UdeA, septiembre 3.
- “El amor y el matrimonio en ‘Las afinidades electivas’. Homenaje a Goethe”, Revista de Extensión Cultural de la Universidad Nacional, sede Medellín, n° 15, 1983, pp. 63-76.
- “El individualismo en Marx”, El Pueblo; Contrastes, marzo 13, 1983, pp. 6-7.
- “La educación: un campo de combate. Entrevista a Estanislao Zuleta”, Revista Educación y Cultura, FECODE, n° 4, 1985, sp. Realizada por Hernán Suárez.
- “La paz: algo más que un buen deseo. A propósito del gobierno de Belisario Betancur. Entrevista a Estanislao Zuleta realizada por Aida Calero”, La Cábala, suplemento especial, Cali, 1985.
- “La culpa y la depresión: el caso Proust”, Revista Sociología Unaula, n° 8/9, 1985, pp. 65-68.
- “Reflexiones sobre Marx”, Revista Sociología Unaula, n°6, 1986, pp. 43-53.
- “Teorías freudianas de la infancia”, Boletín de Estudios Psicoanalíticos, Vol. 1, n° 1, 1986, pp. 5-24.
- “Teorías freudianas de la infancia”, Boletín de Estudios Psicoanalíticos, Vol. 1, n° 2, 1987, pp. 42-65.
- “Vincent Van Gogh: hacia una poética de los colores”, CAMACOL, Vol. 31, n° 10 (2), 1987, sp.
- “Democracia y participación”, Foro, n° 6, 1988, sp.
- “Prólogo. Educación, disciplina y voluntad de saber”, en Humberto Quiceno, Pedagogía Católica y Escuela Activa en Colombia, 1900-1935, Bogotá, Fundación Foro Nacional por Colombia, 1988.
- “La participación democrática en Colombia”, Revista Universidad de Antioquia, Vol. 56, n° 212, 1988, pp. 4-9.
- “La violencia y los derechos humanos en Colombia”, CAMACOL, Vol. 38, n° 12 (1), 1989, pp. 146-157. Reeditado.
- “Freud: el arte de la interpretación en la búsqueda del sentido”, CAMACOL, Vol. 41, n° 12 (4), 1989, pp. 152-169.
Hemerográfica póstuma (sólo lo que no está en las compilaciones citadas)
- “Encanto y terror de la palabra”, Perspectivas Psicológicas, Vol. 2, n° 3, 1990, pp. 10-11.
- “Ciudad e identidad”, Revista de Estudios Sociales, n° 11, 2002, sp.
- “Democracia, participación y sociedad en Colombia”, Revista Foro, n° 59-60, 2006, sp.
- “Educación y filosofía”, Lectiva, n° 12, 2006, pp. 135-141.
- “El ‘uno’”, Al margen, n°23, 2007, pp. 122-129. Establecido por Mario Arrubla a partir de charas de Zuleta sobre Heidegger bajo el título “El cotidiano ´ser de sí mismo´ y el ´uno´” entre 1976 y 1978.
- “La ciencia y la búsqueda de sentido. Comentarios a Inhibición, síntoma y angustia”, Pensamiento y psicoanálisis, Cali, Vol. 4/5, n° 2, 2007, pp. 20-30.
- “Guernica’ de Picasso”, Pensamiento y psicoanálisis, Cali, Vol.4/5, n° 2, 2007, pp. 47.
- “Edipo o el drama del pensador”, Revista Universidad de Antioquia Sociología, n° 319, 2015, pp. 34-43. Dossier conmemorativo sobre EZ.
Cómo citar esta entrada: Jaramillo Restrepo, Sandra (2022), “Zuleta, Estanislao”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org.