MOGILNITZKY KRELLANOWSKY, Pedro Zacarías (Gobernación de Podolia, Ucrania, Rusia, 10/01/1894 – General Conesa, Río Negro, Argentina, 27/10/1947).
Dirigente sindical de origen ruso que participó junto con Antonio Soto en las huelgas obreras de los años 1920 y 1921 en el territorio de Santa Cruz. Posteriormente fue estanciero en el norte del territorio.
Pedro Mogilnitzky nació el 10 de enero de 1894 en la Gobernación de Podolia (Ucrania, Imperio Ruso). Era hijo de Zacarías Mogilnitzky y Olga Krellanowsky. Su padre era juez en Ucrania, y provenía de una familia acomodada, que pertenecía a la naciente clase media vinculada con la administración zarista.
Durante su juventud en Rusia estudió en el Instituto Politécnico de Kiev “Alejandro II” de Rusia. Allí participó de la serie de huelgas, boicots, y revueltas de estudiantes de las universidades y escuelas técnicas entre los años 1910 y 1911 que se produjeron luego de la muerte del escritor León Tolstoi ocurrida el 7 de noviembre de 1910. Durante este periodo de convulsión universitaria, se intensifica la represión y adquiere mayor virulencia, con expulsiones de estudiantes de las universidades, así como el arresto y la deportación a Siberia. Pedro estuvo entre los estudiantes que fueron apresados, permaneciendo varias semanas preso. Una vez liberado es rechazado por su padre -quien era parte del tribunal que juzgó a los estudiantes que participaron de las huelgas-, por lo que decide huir de Rusia.
En algún momento de 1911 Pedro arriba a Buenos Aires, y al poco tiempo viaja a Río Gallegos, provincia argentina de Santa Cruz, para trabajar en la construcción del Frigorífico Swift en Río Gallegos, en 1913 se trasladó a Puerto San Julián, donde se hizo cargo de las máquinas del Frigorífico de dicha localidad.
Poco se sabe sobre la actividad de Pedro en el sur argentino hasta el año 1920, cuando se constata que vivía nuevamente en Río Gallegos y era un dirigente sindical perteneciente al “Gremio de Chaufeurs, Mecánicos y Anexos” perteneciente a Federación Obrera de Río Gallegos (FORA), de clara tendencia anarquista y más cercana a la FORA del V Congreso (anarco-comunista). La Federación Obrera local se hallaba en pleno conflicto interno dado que la corriente impulsada por, entre otros, el gallego Antonio Soto, un conocido dirigente anarquista combativo, enfrentaba una fuerte disputa con una corriente de sindicalistas impulsada desde la FORA del IX Congreso (sindicalista) y que desde el propio gremio de choferes propugnaba por una postura dialoguista y negociadora con las patronales. Pedro, junto con otros miembros, logró evitar la ruptura dentro del gremio de choferes y mantener la unidad del movimiento obrero en Río Gallegos como lo mostró Osvaldo Bayer en el primer tomo de La Patagonia Rebelde.
Luego de la primera huelga rural de gran extensión que abarca todo el sur de Santa Cruz, ocurrida entre noviembre de 1920 y febrero de 1921, Pedro ocupó un lugar de importancia en el movimiento obrero santacruceño. Fue este un periodo de alta conflictividad entre los obreros y las patronales urbanas y rurales, dados los boicots a casas comerciales y aprisionamiento de dirigentes gremiales. Es en esta época en la que conoce y establece amistad con el juez de paz Ismael P. Viñas y su compañera Esther Porter, quienes luego serían padres de los intelectuales y escritores David Viñas e Ismael Viñas.
En agosto realiza una gira de sindicalización de trabajadores rurales en las estancias al norte de Río Gallegos. En septiembre forma parte del consejo de la Federación Obrera de Río Gallegos que queda compuesta por Antonio B. Paris como secretario general -un español muy reconocido por los obreros por negarse a servir el banquete del 9 de julio de 1921 durante los actos oficiales; José Graña, tesorero; Luis Sambucetti, secretario de actas; vocales: Francisco Prazuta, Casimiro Álvarez, Severino Fernández, Nicanor Cobi, Pedro Mogilnitzky, Fernando Ulacia, Carlos Ibáñez, Perfecto Rodríguez; además, cinco delegados del campo: Zacarías González, Eleuterio Simal, Severo Benítez, Manuel Segovia y Ángel Perdomo; y por último, como suplente Bernabé Vera. Antonio Soto, por su parte, decide no participar de la comisión con la finalidad de descomprimir la presión que la Federación venía sufriendo por parte de la policía, la cual concentraba sus ataques sobre la figura de este joven dirigente gallego (Osvaldo Bayer, 1993, p. 87).
En octubre, Pedro, junto con Antonio Soto, José Graña, Domingo Oyola, Efraín Fuentes, Luis Sambucetti, Zacarías González y Severino Fernández, salen en comisión por el interior santacruceño para preparar la segunda huelga, dado que el acta de compromiso firmada al final de la primera no había sido acatada en la práctica por los estancieros.
A los pocos días, la cúpula de la Federación Obrera de Río Gallegos y otros dirigentes gremiales son apresados en las localidades de Río Gallegos, Puerto Santa Cruz, Puerto San Julián y Puerto Deseado, ante lo cual los dirigentes que se hallaban en el campo deciden declarar la huelga general en todo el territorio. A su vez, durante su gira, Antonio Soto decide romper lazos con el italiano Alfredo Fonte, llamado El Toscano, y su grupo; asimismo se reunió con el dirigente Ramón Outerelo de la Federación Obrera de Puerto Santa Cruz para coordinar cómo llevar a cabo la huelga en el campo
El 5 de noviembre se vuelven a reunir las dos comisiones, y deciden que Antonio Soto siga dirigiendo el movimiento obrero en el campo, mientras que Graña, Oyola, Sambucetti, Fernández y Mogilnitzky debían dividirse en dos grupos e intentar entrar a Río Gallegos para reconstruir la estructura de la Federación Obrera, sumamente golpeada por las detenciones, y entrevistar al gobernador para solicitar la libertad de los presos, como condición previa a levantar la huelga. Sin embargo, Pedro junto con otros compañeros fueron capturados por un control policial. A Pedro le encuentran un carnet rojo y varias cartas escritas en caracteres cirílicos rusos, lo que es interpretado por las autoridades como prueba del involucramiento ruso en la huelga y, por lo tanto, de que el movimiento era parte de un plan mayor que pretendía socavar a la nación argentina (Osvaldo Bayer, 1993, pp. 115-116). También les encontraron dos fusiles winchester, municiones y abundante correspondencia y volantes referidos a la huelga, lo que les permite reafirmar el carácter violento y sedicioso del movimiento obrero. Todo esto será utilizado ampliamente para desprestigiar a los huelguistas y atacar sus reclamos, colaborando en la creación de las condiciones para la justificación de la represión que vendría (Ernesto Bohoslavsky y Alberto Harambour, 2007).
En Río Gallegos, los dirigentes presos son vejados y enviados al transporte naval Vicente “Fidel López”, donde ya se encontraban prisioneros los dirigentes de la Federación Obrera de Río Gallegos capturados en octubre, entre ellos el secretario general Antonio Paris, V. Flores y Valerio Chávez. Al poco tiempo, arriba a Río Gallegos el teniente coronel Héctor Benigno Varela, quien comenzará su campaña de exterminio de huelguistas, declarando un virtual estado de sitio y el asesinato sin juicio previo, campaña militar que será conocida como “La Patagonia Trágica” o “La Patagonia Rebelde”. Esta se saldará con el fusilamiento de entre 500 y 1500 obreros y trabajadores rurales. Sin embargo, dado que Pedro y otros dirigentes se hallaban presos embarcados al momento de la llegada de Varela, logran evitar el destino que sufrieron la gran mayoría de los huelguistas.
A fines de marzo de 1922 regresa el juez letrado Ismael P. Viñas de Buenos Aires, y el 27 de abril determina la liberación de 80 presos que se hallaban alojados en la cárcel de Río Gallegos, entre ellos Pedro Mogilnitzky.
Luego de esta dura experiencia, Pedro abandona la actividad política y se radica en Comodoro Rivadavia (provincia argentina de Chubut), donde trabaja en un taller mecánico. En 1925 conoce a Henny Polich, la hija de un estanciero del norte de Santa Cruz, y al poco tiempo se casan. Junto a ella hereda la Estancia “Juana”, ubicada cerca de Pico Truncado, la cual desarrolla introduciendo mejoras e invirtiendo capital. En la década de 1930 será perjudicado en un pleito por tierras por su nacionalidad rusa, es acusado de ser judío, así como tener “ideas avanzadas” y haber simpatizado con el anarquismo. Como pequeño estanciero, participó en varias Ferias Ganaderas obteniendo premios por su producción ganadera, superando a los “grandes estancieros” a quienes había enfrentado como dirigente gremial.
Falleció a la edad de 53 años en General Conesa (provincia argentina de Río Negro) mientras se encontraba de viaje el 27 de octubre de 1947.
Cómo citar esta entrada: Menvielle, Mónica Patricia y Zubimendi, Miguel Ángel (2022), “Mogilnitzky, Pedro”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org