FALCÓ MAYOR Ricardo (Tortosa, Provincia de Tarragona, España, 1877 o 1880 – San José, Costa Rica, 1952).
Imprentero de origen español radicado en Centroamérica. A través de su oficio favoreció la publicación y circulación de publicaciones periódicas y libros ácratas. Promotor de redes del anarquismo internacional. Militó en la Confederación General de Trabajadores (CGT) desde donde se responzabilizó de varias juntas directivas de organizaciones afiliadas.
Nace en el Municipio de Tortosa, en la Provincia de Tarragona, en Cataluña, España. Sobre su fecha exacta de nacimiento aparecen en los registros dos fechas: 1877 y 1880. Esta última es la que aparece de forma más consistente en los archivos de Costa Rica. Sus padres fueron José Falcó Borras y Carmen Mayor Martínez, quienes enviaron a su hijo a la ciudad de Barcelona para que se instruyese en el oficio de la impresión.
Sobre estos primeros años de juventud se cuenta con poca información. En el diario Los Debates de Tortosa aparece como receptor de su licencia definitiva del servicio militar por haber participado de los reemplazos de 1896. Para esos años ya se encuentra residiendo en Barcelona donde aprende el oficio de tipógrafo y empieza su militancia en el movimiento obrero. Según una semblanza publicada posteriormente, participa en la fundación en 1898 de la Sociedad «El Arte de Imprimir” y posteriormente en el Ateneo Sindicalista de Barcelona.
Durante los primeros años del siglo XX participa como colaborador del periódico Solidaridad Obrera. En junio de 1908 envía junto a otros compañeros tres pesetas para participar de la campaña contra la ley antiterrorista. Unos meses después, publica como miembro de la junta administradora de “El Arte de Imprimir” una carta de protesta contra el periódico El Progreso por desarrollar una campaña contra la agremiación, a la cual se le acusaba de ser “manipulada por anarquistas”.
Durante el año 1909, la ciudad de Barcelona pasa por un periodo de intensa agitación obrera así como de protesta contra el servicio militar y la guerra en Marruecos. La combinación de estos hechos llevó a que la huelga general convocada en el mes de julio se extendiera por toda la ciudad y desencadenara una serie de intervenciones violentas del gobierno, la policía y el Ejército, desbocando un amplio movimiento popular de carácter cuasi insurreccional. El cónsul de Costa Rica en Barcelona, César Nieto, informaba a sus superiores en San José sobre las consecuencias de estos eventos que serán conocidos como la «Semana Trágica”. Como unos de los supuestos autores intelectuales de estos eventos fue juzgado y fusilado el pedagogo español Francisco Ferrer Guardia en el mes de octubre.
Si bien el informe del cónsul situaba la guerra en Marruecos como uno de los detonantes de la huelga, no mencionaba el rechazo que se mantenía dentro de gran parte de la población de Barcelona sobre el sistema de reclutamiento militar. Las mujeres fueron especialmente activas en las campañas contra la guerra y él envió de sus hijos y compañeros a África. El cónsul Nieto envía adjunto a su informe una lista de 35 pasajeros cuyos pasaportes fueron aprobados para embarcar en el puerto de Barcelona hacia Costa Rica entre octubre y noviembre de 1909. En la lista aparecen cuatro viajes en vapores italianos y españoles. La mayoría de los viajes fueron realizados por la Compañía Transatlántica Española, que viajaba cada quince días desde Barcelona hasta Puerto Limón, en el Caribe de Costa Rica.
Si bien dentro de la lista enviada por el cónsul Nieto no se encontraba Ricardo Falcó, parece muy probable que las secuelas represivas de la “Semana Trágica” hayan jugado un papel importante en su decisión de migrar. Sobre su participación directa en la huelga general no se tiene mucha información, aunque él mismo da testimonio de su involucramiento años después, cuando ya se encontraba en Costa Rica.
Según la historiadora Guiselle Marín, la llegada de Falcó a Costa Rica estaba enmarcada en una cadena de migración laboral y familiar de catalanes que empezó en 1884. En este año la pareja Vicente y María Lines fundaron la «Librería Española» en la ciudad de San José, con un catálogo bastante variado donde había un espacio a los libros anarquistas importados de Barcelona, especialmente de Proudhon, Bakunin, Max Stirner y Kropotkin. Cuando Vicente muere en 1897, su esposa se queda al mando del negocio y viaja a Barcelona para ofrecerle trabajo a varios familiares y conocidos. El primero en llegar a Costa Rica fue Avelino Alsina y Lloveras en 1897 con su familia para trabajar en la Imprenta Lines.
Luego de un tiempo, Alsina funda su propia imprenta con su nombre y administrada por él hasta 1912, cuando la vende a los socios José Faja (catalán) y Jaime Tormo (valenciano) quienes mantienen el mismo nombre hasta 1928. Es importante notar que Fajá se encontraba dentro de la lista de pasajeros salidos de Barcelona en 1909. En 1910 llega a Costa Rica el también impresor Andrés Borrasé Solina, amigo de infancia de Alsina, quien a su vez le ofrece trabajo a Ricardo Falcó Mayor para trabajar en esta imprenta en San José.
En la reconstrucción de esta cadena migratoria familiar, queda claro que prevaleció el contacto directo y las recomendaciones mutuas como el principal criterio de selección. Asimismo, dado que las autoridades costarricenses intentaban mantener una estricta selección de la inmigración basada en criterios raciales, económicos y de género, las recomendaciones hechas por María de Lines a estos tipógrafos favoreció su entrada al país y su posterior ocupación laboral.
Según los registros de las autoridades costarricenses, Ricardo Falcó llega al país a través de Puerto Limón el 9 de abril de 1910 con una carta de recomendación para trabajar en la Imprenta Alsina. Según consta, estaba casado con Manuela Puig y Lloret desde 1907 y tenía un hijo de 2 años de edad llamado José Antonio Falcó Puig.
A su ingreso a Costa Rica, lo primero que hace Ricardo es solicitar autorización para la reunificación de su familia, como queda constancia en el acta firmada el 3 de mayo de 1910 en la ciudad de San José. En los siguientes años Ricardo y Manuela tendrán 3 hijos más que nacen en Costa Rica: Ricardo (1912-1935), Rubén (1914-2001) y Federico (1916-2007). En el registro civil aparece su primogénito José Antonio con una fecha distinta de nacimiento: 1918, lo que puede ser alguna confusión con su registro español de 1908. Especulación que hacemos porque no aparece ningún registro de defunción con ese nombre. De cualquier forma, el mismo Ricardo habla varias veces de sus cuatros hijos, de los cuales publica una fotografía en su homenaje en la revista Lecturas.
Con la reunificación de la familia, Ricardo se dedica a la tipografía trabajando en varios lugares entre 1910 y 1914. La Imprenta Alsina, el periódico La Información y la Imprenta Nacional son algunos de los lugares por donde pasa hasta que funda una sociedad de hecho con su amigo Andrés Borrasé Solina llamada Falcó & Borrasé, que funcionará hasta finales de 1923 cuando se separan. Con esta sociedad, los dos compañeros catalanes logran un importante ascenso económico y colocan su empresa en un reconocido sitio de comercio en San José. En este oficio van a participar todos los hijos de ambos tipógrafos, así como sus esposas, desempeñando distintas ocupaciones dentro de la imprenta, librería y casa de importaciones y comercialización.
La imprenta Falcó & Borrasé tenía la particularidad de combinar un negocio familiar comercial con un centro de distribución de literatura anarquista. La casa de la familia Falcó estaba ubicada en Barrio Amón en la ciudad de San José y era a su vez imprenta, librería, restaurante y hospedaje. Entre 1911 y 1930, Ricardo participa como editor, impresor y/o propietario de nueve publicaciones dedicadas al anarquismo, el movimiento obrero, la sátira política, literatura, ciencias y artes. Estas fueron Renovación, La Linterna, Eos, Lecturas, El Saltón, Vía Libre, La Prensa, Espartaco, La Confederación y La Revolución.
De estas publicaciones, la que tenía una orientación explícitamente anarquista era Renovación, que se produjo entre 1911 y 1913. En su último año la dirección pasa a la maestra Carmen Lyra, quien le da una orientación literaria. Estas publicaciones fueron impresas en la imprenta Falcó & Borrasé, Germinal y Hermanos Falcó. En la primera sociedad participa con Andrés Borrasé, en la segunda con José María Zeledón y en la última con sus cuatros hijos, quienes asumen el negocio familiar en la década de 1930.
En cuanto al perfil de las publicaciones, tenían contenidos muy diversos, que, sin embargo, siempre cedieron un espacio para la divulgación de textos ácratas. Esta relación con el anarquismo se daba tanta a través del canje de publicaciones, venta de literatura, publicación de artículos y correspondencia con militantes de varios países. Durante las primeras tres décadas del siglo XX Ricardo mantuvo correspondencia directa con los españoles Ricardo Mella, Anselmo Lorenzo, José Prat, Federico Urales, Federica Montseny, Pedro Esteve, Adrián del Valle y Jorge de Borrán, el italiano Errico Malatesta y el pionero ruso Pedro Kropotkin.
En diciembre de 1910, Tierra y Libertad desde Barcelona anunciaba la próxima aparición de la revista Renovación de San José de Costa Rica en enero de 1911. Según el semanario ácrata
…su objeto es establecer la correspondiente solidaridad y cambio de ideas con todo el mundo, especialmente con Europa y la América Latina a fin de contribuir a la evolución progresiva de la humanidad”. Unos meses después, “Solidaridad Obrera” anunciaba la recepción de la publicación editada por “…nuestro querido compañero y amigo Ricardo Falcó, dedicada a la sociología, el arte, la ciencia y la pedagogía racionalista.
Esta conexión entre San José y Barcelona es posible gracias a los contactos militantes de Ricardo, que se une al trabajo de divulgación que venían haciendo varios anarquistas de Costa Rica desde inicios de 1900. Uno de los más consistentes desde 1904 era el poeta José María Zeledón, quien asumió la dirección de la revista entre 1911 y 1913 junto con Anselmo Lorenzo desde Barcelona. Desde Costa Rica colaboraron diecisiete personas de procedencia ideológica bastante diversa, pero comprometidas con algunos de los ejes temáticos de la revista: Elías Jiménez Rojas, José Albertazzi Avendaño, Rubén Coto, Salomón Castro, Omar Dengo, José Fabio Garnier, Luis Felipe González, Carmen Lyra, Solón Núñez, José María Zeledón, Claudio González Rucavado, Arturo Aguilar, Mario Sancho, Bolívar Montero, Anastasio Alfaro, Fabio Baudrit, y Joaquín García Monge. La mayoría de estos eran literatos, profesores y estudiantes, con la única participación femenina constante de la profesora Carmen Lyra.
Durante los años de edición de Renovación, la revista sirvió como agente de ventas de publicaciones anarquistas como Regeneración (Los Ángeles), Cultura Obrera (Nueva York), Fuerza Consciente (Nueva York, Los Ángeles), Tierra (La Habana), El Único (Panamá), La Protesta (Buenos Aires), Acción Libertaria (Gijón), Tierra y Libertad (Barcelona) y Les Temps Nouveaux (París). A través de estos mismos periódicos, la revista era enviada para la venta y canje.
En cuanto a campañas internacionales, el grupo Renovación participó de la defensa del Partido Liberal Mexicano (PLM) en el proceso revolucionario, enviando dinero a través de Regeneración y publicando textos de Ricardo Flores Magón y Práxedis Guerrero. En 1911 elaboró una publicación en homenaje de Francisco Ferrer, el pedagogo catalán asesinado en 1909 en Barcelona, que contó con un tiraje de 100.000 ejemplares distribuidos a través de todos los grupos anarquistas con los que se mantenía en contacto.
Por último, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, se consultó a Pedro Kropotkin sobre su posición a favor de la defensa de Francia y sus cartas se publicaron traducidas al español en varios periódicos de Costa Rica.
Entre 1915 y 1920, Ricardo continuó con la edición de varias publicaciones a través de las cuales vendía los catálogos de libros y folletos de su librería. En su colección Cuadernos Renovación publicó textos del anarquista español Anselmo Lorenzo. A través de las revistas Eos, Lecturas y La Linterna, mantenía un sistema de canje con periódicos anarquistas como Regeneración de Los Ángeles, El Caballero Andante de Panamá, Tierra de La Habana y A Lenterna de São Paulo.
Esta labor de difusión le trajo a Ricardo algunos problemas con las autoridades costarricenses y críticas en la prensa que constantemente lo acusaban de “anarquista pernicioso”. En 1919 el periódico El Pacífico cuestionaba su labor de editor; Falcó respondió a las críticas del siguiente modo: “si es un delito ser anarquista por educar al pueblo combatiendo los prejuicios sociales, sacrificarse por el bien de todos, perder la vida por la humanidad dentro del trabajo, soy anarquista y me complazco de serlo”.
En 1922 el debate se volvió a abrir, esta vez por la publicación de un escrito “bolchevique” que según el Director de Policía de San José violaba la ley de imprenta, al promover ideas que perturbaban la tranquilidad pública. El artículo en cuestión era un editorial publicado en el periódico La Prensa editado por la sociedad Falcó & Borrasé, en la que se cuestionaba la posición del gobierno costarricense con respecto a Rusia. Sobre este caso, se abrió una investigación para comprobar los supuestos antecedentes bolcheviques de los dos tipógrafos catalanes. En esta pesquisa participaron el Gobernador de la provincia de Limón, el Director de Policía de San José y el Ministro de Guerra.
A pesar de la investigación, finalmente no se dio la expulsión de los tipógrafos catalanes y estos continuaron su labor como editores. La acusación de “bolchevistas” se fundaba en que efectivamente en las páginas del periódico se publicaban notas informativas y artículos a favor del proceso revolucionario en Rusia. Este tema no pasó desapercibido para el consulado Español en Costa Rica, el cual enviaba a sus superiores en Madrid un informe sobre Ricardo Falcó, a quien identificaban como el dueño del único periodo izquierdista del país llamado La Prensa.
El perfil de este periódico seguía la lógica mixta creada por Falcó y sus colaboradores en otros proyectos periodísticos. La Prensa era un diario creado en 1919 por el escritor costarricense Vicente Sáenz, fundador del Partido Socialista y activo militante antifascista. Según los registros del Archivo Nacional de Costa Rica, en 1921 Sáenz vende la mitad de las acciones a la Sociedad Falcó & Borrasé, quienes dan continuidad al periódico hasta 1923. En ese año los tipógrafos catalanes se separan, dado que su taller e imprenta sufre un incendió donde se perdió gran parte del inventario de la sociedad. A partir de 1923, Falcó continua la edición del periódico con José María Zeledón como socio a través de la Editorial Germinal, que mantienen juntos hasta 1928.
En las columnas de La Prensa, participaban varios escritores costarricenses que fungían como periodistas, así como miembros del movimiento obrero organizado. En el periódico se mantenían varias columnas llamadas “tribuna obrera”, “palpitaciones obreras” e “información obrera”, donde las agrupaciones publicaban sobre sus actividades, luchas y debates. Generalmente, quienes escribían eran militantes de la CGT de Costa Rica. En 1923 se da una ruptura dentro de la confederación, ya que en su congreso gana la tesis que debatía el tradicional abstencionismo político electoral de la organización, para participar activamente en la formación de un partido político.
Este nuevo partido se llamó Partido Reformista y tenía como principal líder y candidato al ex sacerdote Jorge Volio Jiménez, quien había ganado el título de “general” por su involucramiento en la lucha armada en Nicaragua. Su programa se orientaba hacia una doctrina laborista que tenía como inspiración el cristianismo social, el anarquismo y el obrerismo. Una parte de antiguos militantes del Centro de Estudios Sociales «Germinal» participaron activamente en los primeros años de este partido, como lo fueron José María Zeledón y el mismo Ricardo Falcó. En este contexto, el periódico La Prensa se convirtió paralelamente en un periódico que defendía la política del partido y la labor de la CGT. En la práctica la confederación fue disminuyendo su actividad, aunque varias federaciones de trabajadores se mantuvieron activas y fuera de la dinámica electoral.
En el seno de la CGT, Ricardo Falcó tomó diversas responsabilidades en las juntas directivas de varias organizaciones. Algunas de estas fueron la Sociedad Gráfica de Socorros Mutuos, Cooperativa Constructora de Casas Baratas, Ateneo Sindicalista de Costa Rica, Cooperativa de Mosaicos, y el Cementerio Obrero. Como sindicalista, Ricardo era a su vez trabajador y patrón, ya que en sus talleres empleaba operarios para la operación de la maquinaria de la imprenta. Dentro de la colonia española participó en la Sociedad Española de Beneficencia y estuvo cerca de sus compatriotas de ideas republicanas y socialistas durante varias campañas de solidaridad, por ejemplo: Andrés Borrasé Solina, Manuel Formoso Peña (seudónimo: Alejandro Ascaso Abadía), Miguel Perera y Bernardo Merino.
Como editor jugó un papel central en algunos periódicos obreros entre 1920 y 1923 como La Confederación, Vía Libre y Espartaco. Estas eran publicaciones vinculadas a distintas instancias de la Confederación General de Trabajadores (CGT), que se imprimían en sus talleres y vendían literatura anarquista, a través de los catálogos de su librería. En las páginas de Vía Libre, aparecen de forma más sistemática artículos a favor de Rusia y los Soviets a través de textos de Lenin, Trotsky, Luis Araquistaín y Máximo Gorki. En cuanto a correspondencia con otras organizaciones obreras, se publican informes de la Federación de Trabajadores de la Ciudad de México y los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW). El periódico mantenía una sección en inglés para favorecer la comunicación con la Fraternidad de Trabajadores de Limón, cuyos miembros eran mayormente jamaiquinos que trabajaban en las plantaciones de banano y el puerto.
En los periódicos La Confederación y Espartaco participó como editor junto al tipógrafo costarricense Gerardo Vega. Sin embargo, en los archivos de Costa Rica no se han encontrado ejemplares de estos periódicos. La información que conocemos proviene del canje y anuncios publicados en otros periódicos de la misma época.
En cuando a su actividad como librero y comerciante, Ricardo Falcó trabajó en varios proyectos de divulgación como la Biblioteca Sociológica Internacional, Literatura Barata, Cuadernos Renovación, Biblioteca Social y Libros Escogidos. En estas colecciones colaboran Joaquín García Monge, José María Zeledón, Elías Jiménez Rojas y Andrés Borrasé. Entre 1911 y 1928, la mayoría de la literatura anarquista que circulaba en Costa Rica provenía de estas colecciones.
La mayoría de los libros anarquistas vendidos en Costa Rica eran importados de Barcelona y Valencia a través de las Casas Doménech, Maucci, Sempere y las ediciones de La Escuela Moderna. La sociedad Falcó & Borrasé tenía la representación directa de estas editoriales para la región centroamericana entre 1911 y 1923. Los otros libros eran fruto del intercambio con publicaciones ácratas de España, Estados Unidos, México, Cuba y Argentina.
Los libros más vendidos eran de Eliseo Reclus, Piotr Kropotkin, Federico Urales, Carlo Malato, Errico Malatesta, Anselmo Lorenzo, Jean Grave y Ricardo Mella. Durante la década de 1920, Falcó era el distribuidor de la colección “La novela ideal”, creada por la familia Montseny en Barcelona, compuesta por Federico Urales, Soledad Gustavo y Federica Montseny. Se vende el catálogo completo compuesto por 43 novelas cortas de 32 páginas cada volumen, a un precio de 0.15 centavos en moneda de Costa Rica El contenido de estos textos era variado y tenía como objetivo presentar distintas facetas de la vida social y cotidiana desde un punto de vista anarquista. Las relaciones de pareja, la guerra, la desigualdad social, la violencia masculina, la libertad femenina y el trabajo colectivo son algunos de los temas más presentes.
Algunas de las novelas de la colección fueron publicadas en folletines gratuitos en las páginas de La Prensa entre 1926 y 1928. Aparecieron bajo esta modalidad “los náufragos” de Adrián del Valle y “la victoria” de Federica Montseny. Ricardo era también uno de los agentes de ventas de “La Revista Blanca” que mantenía publicaba las novelas, así como de la revista naturista Generación Consciente de Valencia.
En 1930 participa como editor del periódico La Revolución dirigido por los estudiantes de derecho Manuel Mora Valverde y Ricardo Coto Conde. De esta publicación saldrá el núcleo fundador del Partido Comunista de Costa Rica en 1931 compuestos por trabajadores (as) urbanos, profesores y estudiantes. A partir de la creación del partido el periódico pasa a llamarse Trabajo y se mantiene activo hasta 1948, cuando es ilegalizado producto de la guerra civil.
Si bien en las actas del comité central del Partido se menciona al “compañero Ricardo Falcó” como un colaborador y experimentado luchador, no tenemos registros de que haya formado parte de la militancia activa de la organización. En la documentación aparece como impresor del periódico y donante. En 1933, mantuvo varias polémicas con la dirigencia del Partido Comunista por su involucramiento en el Partido Reformista. Durante la primera época de Trabajo sus hijos imprimieron el periódico en los talleres de la imprenta de su padre, la cual empezaron a administrador a través de la sociedad “Hermanos Falcó”.
En 1935 fallece su hijo mayor Ricardo a los 22 años de edad luego de una complicación durante una cirugía. En noviembre de 1936 se funda en San José el “Grupo Pro República Española” para defender las conquistas republicanas contra el avance del fascismo y Francisco Franco. Todavía no se ha investigado la participación directa de Ricardo en esta asociación; sin embargo, tenemos algunos indicios a partir de algunas donaciones registradas en la prensa.
En mayo de 1940 participa como donante de la campaña “por el retorno de Braña” con 4 colones. Esta se refería al obrero de origen asturiano Adolfo Braña residente en Costa Rica desde la década de 1920 y quien fue expulsado como “extranjero pernicioso” por el gobierno en 1933 por su militancia Comunista. De nuevo en su tierra natal participa en la insurrección de 1934 en Asturias y cuando estalla la guerra civil se une a las milicias antifascistas. En este contexto, sus camaradas de Costa Rica organizan varias campañas de solidaridad para lograr su escape de los campos de concentración nazi en Francia.
En 1941 muere su esposa Manuela y no se tiene muy claro su perfil político durante esta década. Finalmente, Ricardo fallece a los 72 años de edad en la ciudad de San José, luego de haber permanecido más de 40 años en el país.
Obra
Hemerográfica
- “Homenaje a Francisco Ferrer”. Renovación, San José de Costa Rica, julio 30 de 1911.
- “Atropello gubernamental”. Renovación, San José de Costa Rica, octubre 13 de 1911.
- “Los delatores de Ferrer”. Renovación, San José de Costa Rica, octubre 13 de 1911.
- “La alegría de los niños”. Lecturas, San José de Costa Rica, julio 26 de 1919.
- “La muerte de un apóstol”. Lecturas, San José de Costa Rica, julio 26 de 1919.
- “El trogloditismo español”. Lecturas, San José de Costa Rica, marzo 1 de 1919.
- “Campaña humanitaria”. Lecturas, San José de Costa Rica, septiembre 27 de 1919.
- “Líneas sobre la organización obrera”. Lecturas, San José de Costa Rica, mayo 3 de 1919.
- “Desenmascarando”. Lecturas, San José de Costa Rica, mayo 3 de 1919.
- “Tribuna Libre”. Lecturas, San José de Costa Rica, septiembre 6 de 1919.
Cómo citar esta entrada: Llaguno, José Julián (2022), “Falcó, Ricardo”, en Diccionario biográfico de las izquierdas latinoamericanas. Disponible en https://diccionario.cedinci.org